Quito. 01.02.93. Con la asistencia del ministro de Industrias, Mauricio
Pinto; del presidente de la Junta Monetaria, Roberto Baquerizo;
autoridades locales y numerosos invitados, COENANSA, radicada en las
afueras de Manta, realiza el lanzamiento de su nueva camioneta Mitsubishi
L200, ensamblada en Ecuador. Apenas seis meses antes, importantes
empresarios del sector automotriz expresaban su temor ante las
consecuencias que tendría sobre sus industrias la decisión del
gobierno de mantener la apertura de importaciones, y hablaban de
un estancamiento por la excesiva oferta, incapaz de absorberla un
mercado saturado.

Isidro Romero y Gustavo Uscocovich, cabezas visibles de esta rama
del Grupo Noboa, desechan definitivamente antiguos temores, y, en
forma simbólica pero tangible, al anunciar la concreción de
acuerdos de exportación del nuevo modelo, sepultan la
crisis...por lo pronto.

Hoy las industrias ensambladoras han recobrado su ritmo, tras
sombras recesionistas amenazadoras. Pese a que a las 25.000
unidades que se esperan fabricar este año se sumarán posiblemente
más de 16.000 vehículos importados, provenientes especialmente de
Estados Unidos, Japón, Corea del Sur e Italia, la mayoría de los
cuales son ofrecidos en dólares y con intereses todavía altos,
nuestra industria aprende la lección.

Las medidas del 3 de septiembre terminaron por estabilizar
-contra todo pronóstico- la variable cotización, y bajaron de
paso las tasas activas. El resultado es que siguen entrando
numerosos nuevos modelos, las ensambladoras deben esforzarse por
estabilizar la competencia y los clientes aumentan.

Los pronósticos especializados apuntan a que la oferta vehicular
aumentará este año en más de un 60 %. Y no habría incremento si
la demanda estuviera restringida. La industria automotriz
ecuatoriana tiene un brillante futuro.

¿Ensamblar o importar?

Según explica Gustavo Uscocovich, importante miembro de COENANSA,
su planta saca diariamente 25 vehículos, entre Fiat, Montero, la
nueva camioneta Mitsubishi L200 etc., al mercado. Esta cifra se
transforma en 550 unidades mensuales y 6.500 anuales.

De acuerdo con las proyecciones de la ensambladora, la producción
puede al menos duplicarse antes de terminar 1.993, siempre que la
demanda se mantenga estable. Con ello, sin mayor inversión,
superaría las 13.000 unidades (más de la tercera parte de toda la
oferta actual) a muy corto plazo.

Cada vehículo vendido al exterior representa un ingreso para el
Estado de alrededor de 1.800 dólares, por valor agregado. La
venta nacional genera, en cambio, impuestos por más de 45.000
millones de sucres. Además, las cuatro ensambladoras generan
trabajo para más de 3.000 personas directamente, sin contar otras
30.000 en forma indirecta en la venta de los vehículos y
repuestos, según explica el empresario.

Según las propias industrias locales, la situación se tornó
difícil al dispararse el dólar y rebasar las tasas para préstamos
el 100 y hasta el 120 %. La venta de vehículos nacionales llegó
a decrecer en un tercio, al punto que de unas 2.500 unidades
mensuales que se vendían en 1.991 y parte de 1.992, incluso hasta
antes de las medidas del 3 de septiembre este año, la demanda
llegó a la crítica cifra de 1.800. Pero con la estabilización
del flujo monetario y la consiguiente tranquilidad del dólar, se
plasmó la exportación de la producción nacional a Colombia.

HAGALO FACIL...

Una verdadera "guerra de créditos" vienen desatando compañías
financieras y bancarias de Guayaquil, que ofrecen facilidades a
sus clientes para la compra de automóviles a plazos. Pese a la
crisis económica general, siguen entrando al país unidades de
lujo, que no concuerdan con la "fragilidad" pronosticada para
1.993.

Los costos fluctúan entre 20.000 y 40.000 dólares por vehículo.
Ello representa entre 40 y 80 millones de sucres, incluidos los
consiguientes impuestos y otros costos, como seguro, alarma, etc.
Mientras el número de unidades estuvo restringido, era menester
que el comprador aguarde a veces semanas e incluso meses para
tener auto, dada la alta demanda y pese a disponer de los
recursos para comprarlo en efectivo.

Las promociones están a la orden del día. "Autos cero
kilómetros, cuatro puertas, equipo de sonido, aire acondicionado"
es aviso común en los diarios, que acompañan diversas y "cómodas"
formas de pago.

Las marcas son fácilmente deducibles. Toyota Tersel, Land
Cruiser, Montero, Cherokes, camionetas Ford, Chevrolet, General
Motors y hasta algunos Troopers (que el país tiene).

Los trámites para comprar un auto importado no son todo lo
sencillo que parecen. Si usted desea adquirir un simple auto
cuatro puertas con "todas las de ley", en un valor redondeado de
20.000 dólares, como modesto, la entrada no bajará de 5.000
dólares (cerca de 10 millones de sucres). Así, queda descartado
para una persona de estrato social medio-bajo adquirir un modelo
nuevo.

Mediante el financiamiento más accesible, 18 meses plazo, con el
interés general aplicado, cada mes deberá desembolsar unos 4
millones. Integrando este proceso de compra en cualquier
financiera, el vehículo termina costando un 150 % más de su valor
original, esto es 35.000 dólares o su equivalente en variables
sucres. Sin contar la matrícula y los aparatos de protección que
se instalan directamente de fábrica.

¿Está dispuesto a pagar 4 millones de sucres mensuales por un
auto?
EXPLORED
en Ciudad N/D

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