29 MERCADOS Y 44 FERIAS FUNCIONAN EN QUITO
QUITO. 08.07.91. Veintinueve mercados municipales, con una
capacidad de 6.170 puestos fijos, y 44 ferias con 7.846
puestos abastecen a la población de Quito de abarrotes,
verduras, frutas, carnes, pescados y mariscos, lácteos,
huevos, artesanÃas, mercaderÃas y hasta productos de
ferreterÃa.
Cuán lejanos del tiempo aquel cuando Quito disponÃa del
mercado Sur, en San Francisco, construido en 1898, y de las
plazas de San Blas y de la MarÃn, cuya actividad regulaba la
ordenanza 039, del 13 de febrero de 1904.
Las ferias libres
Además de las ferias controladas por la Dirección Municipal de
Mercados, también funcionan en Quito las denominadas ferias
libres, auspiciadas en su mayorÃa por la Presidencia de la
República y por ENPROVIT.
Estas ferias constituyen un problema para la Dirección de
Mercados, pues según su director, Róger Amores, "estas ferias
nos desfasaron nuestro programa de reorganización comercial de
la ciudad. Yo estoy de acuerdo con que se promuevan las
ferias libres cuando no hay servicios de mercados en los
alrededores".
Para promover y organizar una feria libre lo primero, dijo
Amores, es contar con condiciones higiénicas y sanitarias
mÃnimas: una plataforma pavimentada donde vender, que por lo
menos pueda ser barrida y baldeada; que tenga servicios
sanitarios, agua y una estructura de canalización mediana.
Los mercados
Los mercados de Quito, clasificados en categorÃas A, B y C,
según los servicios y comodidades que ofrecen a los usuarios y
clientes, se encuentran entre los mejor abastecidos con
productos originarios de 16 provincias del paÃs. Es asà que,
entre otros, los canastos y choclos provienen de Azuay; ocas y
naranjas de BolÃvar; mellocos de Cañar; ajà y papas de Carchi;
canguil y pimientos de Cotopaxi; vainitas de Chimborazo; yuca
de El Oro; mariscos de Esmeraldas; especias, limón, pepinillo
de Guayas; camote, granos y flores de Imbabura; naranjas de
Los RÃos; arveja y manà de ManabÃ; naranjilla y quinua de
Napo; tomate de Pastaza; guayaba, chochos, carnes de
Pichincha, y remolacha de Tungurahua.
Estas y otras curiosidades, como las edades de los vendedores
de puestos fijos y de ferias, su sexo, instrucción y hasta
estado civil y composición familiar constan en el diagnóstico
del sistema de mercados, elaborado por el Municipio de Quito,
en octubre de 1990.
Perfil de los vendedores y feriantes
Según este estudio el 61 por ciento de vendedores son de la
provincia de Pichincha y el 12,49 por ciento de Cotopaxi. El
resto provienen de todo el paÃs e incluye al 0,34 por ciento
de extranjeros. El 25,5 por ciento pertenece a alguna de las
22 asociaciones gremiales, pero la mayorÃa, el 74,5, no forman
parte de ninguna.
Asà mismo el 84 por ciento son mujeres, el 79 por ciento
casados y la mayorÃa, el 49 por ciento, son de 31 a 50 años.
El 64 por ciento tienen instrucción primaria, el 20,83 por
ciento secundaria, el 3,56 por ciento superior y el 11,51
ninguna instrucción. De igual manera 1.634 menores de cinco
años acompañan a estos vendedores en su trabajo en los
mercados.
El capital con el que trabajan es propio solo en el 28 por
ciento de casos; el 23 por ciento proviene de prestamistas; el
15 por ciento de préstamos de entidades financieras y el 34
por ciento a consignación.
Muchas de estas caracterÃsticas son similares entre los
vendedores de puestos fijos. Como en la otra categorÃa la
mayorÃa son de Pichincha y Cotopaxi, casados y mujeres.
La mayor parte, el 45,7 por ciento, tienen entre 21 y 40 años
y han terminado la primaria. Pero un 25, 2 por ciento carecen
de instrucción.Con capital propio trabajan el 53,3 por ciento,
mientras que con préstamos de personas particulares el 11 por
ciento y a consignación el 35,6 por ciento. Solo el 40 por
ciento de feriantes participan en alguna
asociación.
CORTOS
-"Hay que empeñarse en una campaña para los compradores:
tienen que aprender a comprar: no siempre lo más barato es lo
que mejor les conviene".
-"También hay diferencia de calidad en los productos según el
mercado, donde se los adquiera" dijo el director de Mercados,
Róger Amores.
-En su opinión "los mejores mercados son los de Iñaquito y de
Santa Clara, que generalmente son más caros pero tienen cosas
de muy buena calidad".
QUITO. 08.07.91. Veintinueve mercados municipales, con una
capacidad de 6.170 puestos fijos, y 44 ferias con 7.846
puestos abastecen a la población de Quito de abarrotes,
verduras, frutas, carnes, pescados y mariscos, lácteos,
huevos, artesanÃas, mercaderÃas y hasta productos de
ferreterÃa.
Cuán lejanos del tiempo aquel cuando Quito disponÃa del
mercado Sur, en San Francisco, construido en 1898, y de las
plazas de San Blas y de la MarÃn, cuya actividad regulaba la
ordenanza 039, del 13 de febrero de 1904.
Las ferias libres
Además de las ferias controladas por la Dirección Municipal de
Mercados, también funcionan en Quito las denominadas ferias
libres, auspiciadas en su mayorÃa por la Presidencia de la
República y por ENPROVIT.
Estas ferias constituyen un problema para la Dirección de
Mercados, pues según su director, Róger Amores, "estas ferias
nos desfasaron nuestro programa de reorganización comercial de
la ciudad. Yo estoy de acuerdo con que se promuevan las
ferias libres cuando no hay servicios de mercados en los
alrededores".
Para promover y organizar una feria libre lo primero, dijo
Amores, es contar con condiciones higiénicas y sanitarias
mÃnimas: una plataforma pavimentada donde vender, que por lo
menos pueda ser barrida y baldeada; que tenga servicios
sanitarios, agua y una estructura de canalización mediana.
Los mercados
Los mercados de Quito, clasificados en categorÃas A, B y C,
según los servicios y comodidades que ofrecen a los usuarios y
clientes, se encuentran entre los mejor abastecidos con
productos originarios de 16 provincias del paÃs. Es asà que,
entre otros, los canastos y choclos provienen de Azuay; ocas y
naranjas de BolÃvar; mellocos de Cañar; ajà y papas de Carchi;
canguil y pimientos de Cotopaxi; vainitas de Chimborazo; yuca
de El Oro; mariscos de Esmeraldas; especias, limón, pepinillo
de Guayas; camote, granos y flores de Imbabura; naranjas de
Los RÃos; arveja y manà de ManabÃ; naranjilla y quinua de
Napo; tomate de Pastaza; guayaba, chochos, carnes de
Pichincha, y remolacha de Tungurahua.
Estas y otras curiosidades, como las edades de los vendedores
de puestos fijos y de ferias, su sexo, instrucción y hasta
estado civil y composición familiar constan en el diagnóstico
del sistema de mercados, elaborado por el Municipio de Quito,
en octubre de 1990.
Perfil de los vendedores y feriantes
Según este estudio el 61 por ciento de vendedores son de la
provincia de Pichincha y el 12,49 por ciento de Cotopaxi. El
resto provienen de todo el paÃs e incluye al 0,34 por ciento
de extranjeros. El 25,5 por ciento pertenece a alguna de las
22 asociaciones gremiales, pero la mayorÃa, el 74,5, no forman
parte de ninguna.
Asà mismo el 84 por ciento son mujeres, el 79 por ciento
casados y la mayorÃa, el 49 por ciento, son de 31 a 50 años.
El 64 por ciento tienen instrucción primaria, el 20,83 por
ciento secundaria, el 3,56 por ciento superior y el 11,51
ninguna instrucción. De igual manera 1.634 menores de cinco
años acompañan a estos vendedores en su trabajo en los
mercados.
El capital con el que trabajan es propio solo en el 28 por
ciento de casos; el 23 por ciento proviene de prestamistas; el
15 por ciento de préstamos de entidades financieras y el 34
por ciento a consignación.
Muchas de estas caracterÃsticas son similares entre los
vendedores de puestos fijos. Como en la otra categorÃa la
mayorÃa son de Pichincha y Cotopaxi, casados y mujeres.
La mayor parte, el 45,7 por ciento, tienen entre 21 y 40 años
y han terminado la primaria. Pero un 25, 2 por ciento carecen
de instrucción.Con capital propio trabajan el 53,3 por ciento,
mientras que con préstamos de personas particulares el 11 por
ciento y a consignación el 35,6 por ciento. Solo el 40 por
ciento de feriantes participan en alguna
asociación.
CORTOS
-"Hay que empeñarse en una campaña para los compradores:
tienen que aprender a comprar: no siempre lo más barato es lo
que mejor les conviene".
-"También hay diferencia de calidad en los productos según el
mercado, donde se los adquiera" dijo el director de Mercados,
Róger Amores.
-En su opinión "los mejores mercados son los de Iñaquito y de
Santa Clara, que generalmente son más caros pero tienen cosas
de muy buena calidad".
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