Quito. 26.04.93. Reunidos en quito, del 19 al 23 de abril,
representantes de 66 medios de comunicación alternativa y popular
de países latinoamericanos analizaron la situación actual de la
comunicación, sus retos y perspectivas, de cara a la concresión
de una verdadera democracia en todas sus formas, pero
principalemnte en el área de la comunicación.

De las reuniones que mantuvieron los 66 representantes, se llegó
a establecer que el contexto actual de la comunicación está
enmarcado dentro de un momento histórico en que América Latina
vive la más grave crisis económica y social de su historia,
"marcada por la imposición de políticas neoliberales, la vigencia
de una guerra de baja intensidad y la promoción de democracias
controladas a lo largo el continente, uno de los derechos más
sistemáticamente violentados es eld erecho a la comunicación, en
el sentido de poder acceder y transitar por ese espacio.nestá
enmarcado

"En este contexto se ha intensificado la privatización y
concentración de los medios de comunicación en pocas manos, al
tiempo que se incrementa el cierre de medios de comunicación y la
persecución de comunicadores sociales por defender las causas
populares".

Simultáneamente, nuevos actores acceden a los medios de
comunicación, generando opinión y sensibilizando a los
ciudadanos. Ejemplo de ello constituyen los movimientos tales
como el desarrollado en pro de los derechos humanos, del medio
ambiente, de la mujer y de los grupos étnicos, entre otros.

Mientras tanto, a nivel internacional se estará consolidando un
proceso de globalización de la información, en el que juega un
papel determinante la irrupción de las nuevas tecnologías.

LA COMUNICACION ES UN DERECHO DE LOS PUEBLOS

En general, siempre se ha entendido el derecho a la comunicación
como una atribución vinculada al derecho de las personas a
informar y ser informadas, así como también el de ejercer la
libre expresión del pensameinto.

Esta atribución constituye, obviamente, uno de los fundamentales
derechos de todo ser humano, el cual es reivindicado en todos los
tratados que al respecto han suscrito las naciones.

Sin embargo, en el marco de los derechos políticos, económicos,
sociales y culturales de los ciudadanos, la democratización de la
comunicación debe también garantizar el acceso de todas las
personas y grupos sociales a los medios de comunicación en
igualdad de oportunidades, algo todavía pendiente de legislar en
la mayoría de países del mundo.

No obstante, hay que considerar que la democratización de los
medios de comunicación es un proceso que transita por diferentes
niveles, en donde por su puesto se encuentran desde los más
restrictivos hasta aquellos de mayor amplitud.

Y para la existencia de esta gama de niveles entran en juego las
distintas realidades de los países de nuestra región, así como
sus legislaciones, sistema de tenencia de los medios, capacidad de
los recursos que éstos poseen, entre otros.

En este contexto, la comunicación democrática supone ante todo
pluralismo, entendido como el ejercicio activo de los diversos
sectores sociales en los procesos de comunicación, dentro de un
marco ético y democrático.

Además implica participación, en donde deben actuar todos los
actores sociales, ejerciendo su derecho a informar, ser informado
y dar libremente su opinión, y también los ciudadanos como
consumidores de la comunicación para que con sus criterios puedan
influir en la selección y elaboración de los contenidos de los
mensajes de los medios.

También los actores de la comunicación, los periodistas y
productores deben involucrarse en la elaboración de la política
editorial de su medio y/o en la propiedad de los mismos.

Supone también función social, pues los medios de comunicación
deben cumplir su responsabilidad social, es decir, en su
proyección deben dar mucha importancia a la problemática de
interés general. Una función pública, porque los medios
igualmente deben desempeñar una función pública sociabilizando su
quehacer al brindar espacios en igualdad de convicciones a todos
los sectores que componen la sociedad. Esta debería ser una
política a promover por los Estados.

Supone el debate democrático, pues a los medios les correponde
fomentar la cultura del debate como uno de los métodos para
alentar la participación y el espíritu crítico y reflexivo.

VIGENCIA DE LA COMUNICACION ALTERNATIVA Y POPULAR

En este marco,es evidente que el trabajo que ha venido
desarrollando la corriente de comunicación alternativa y popular
se ha vigorizado y ha cobrado vigencia, tanto en los ámbitos
masivos y grupales, como en los medios propios o en espacios de
otros medios.

Hoy, además de transmitir información, la comunicación
alternativa y popular también genera estrategias y acciones en y
desde los movimientos sociales, redes, legislaciones, eventos,
etc. incidiendo significativamente en el proceso de
democratización de la comunicación en su conjunto.
EXPLORED
en Ciudad N/D

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