Quito. 10 nov 96. El año pasado, durante la Cumbre Mundial de
Desarrollo Social celebrada en Copenhague (Dinamarca), el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
activó el Reloj de la Pobreza. Según este reloj digital, que
juzga como pobres a todas aquellas personas cuyos ingresos no
superan los 370 dólares anuales, aproximadamente 47 individuos
se suman cada minuto a las filas de los pobres y viven con
menos de un dólar diario.

Estadísticas del Banco Mundial -de las que parte el reloj-
señalan que la pobreza en el mundo aumenta al mismo ritmo que
el crecimiento demográfico anual de los países desarrollados
(1.88 por ciento). De acuerdo con este cálculo, actualmente
hay alrededor de 1.300 millones de pobres -casi 25 por ciento
de la población mundial-, y cada año se suman 25 millones más.

Hace dos años, la Asamblea General de las Naciones Unidas
proclamó 1996 como "Año Internacional para la Erradicación de
la Pobreza" con el objetivo de catalizar medidas concretas y
asegurar "una contribución especial y notable a la
erradicación de la pobreza". Es más: durante la Cumbre Mundial
de Desarrollo Social, los gobiernos de 117 naciones (Ecuador
entre ellas) se comprometieron a erradicar la pobreza,
promover el pleno empleo y fomentar el establecimiento de
sociedades estables, seguras y justas.

A fines de este año, la Asamblea General evaluará el progreso
alcanzado por los gobiernos; sin embargo, el intenso ritmo del
Reloj de la Pobreza no ha variado desde que lo pusieron en
marcha.

"Las recetas no siempre funcionan"

"La gran mayoría de los 1.300 millones de pobres viven en
países del Tercer Mundo. Siete de cada diez pobres son
mujeres, pero también se ven especialmente afectados los niños
y los indígenas, sobre todo en los países andinos", señala
Mario Salzmann, representante del PNUD en Ecuador.

"Alrededor de 75 por ciento de los pobres viven en zonas
rurales -agrega-, pero actualmente esa pobreza se está
trasladando a las ciudades".

¿Cómo se presenta la situación con respecto a décadas
anteriores?

En la década de los 60, el 20 por ciento más rico percibía 60
por ciento del ingreso mundial; actualmente, ese mismo
porcentaje de personas absorbe 83 por ciento de los ingresos,
mientras los más pobres acceden únicamente a uno por ciento de
ese ingreso. La concentración de la riqueza se acelera y la
brecha entre ricos y pobres aumenta.

Entonces, el trabajo contra la pobreza que realizan organismos
como Naciones Unidas no está surtiendo los efectos deseados.
Si hay que echarle la culpa a alguien no es al extranjero.
¿Qué hacen los países?

¿Qué deben hacer?

Hay que generar políticas a largo plazo (20 o 30 años),
invertir en el ser humano a través de salud preventiva,
educación primaria y técnica, saneamiento (la causa de muchas
enfermedades es la falta de agua, por ejemplo), nutrición,
creación de empleo (más que desarrollo de tecnología) y
dotación de crédito a los más pobres: la mujer, el
microempresario, el informal. El importante poner en práctica
la descentralización, porque así la inversión social es más
eficiente. Y, por supuesto, es indispensable tomar la decisión
política de contrarrestar la pobreza.

¿Se puede hablar de casos en los que estas medidas se hayan
aplicado con éxito?

Sí, en "los tigres" del sudeste asiático.

¿Qué papel juegan entonces las organizaciones internacionales?

Nosotros no somos gobierno. Lo que podemos hacer es ayudar a
los países a buscar esas buenas políticas.

Pero, ¿cómo pueden los gobiernos aplicar esas políticas cuando
organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco
Mundial les exigen el "ajuste", medidas que perjudican la
inversión social?

Los países deben buscar las mejores políticas sin presiones de
ningún tipo. Las recetas de fuera no siempre funcionan: se
trata de buscar la combinación de políticas sociales más
adecuadas a su realidad. Todo es negociable, hay que buscar la
mejor opción.

¿A cuánto asciende la inversión de Naciones Unidas en la lucha
contra la pobreza?

Los flujos de fondos han experimentado una caída. Los países
donantes están ocupándose de sus propias crisis y dudan del
beneficio de la cooperación. En contraste, se ha incrementado
la tarea humanitaria, pues se han multiplicado los conflictos
étnicos y sus víctimas (Bosnia, Ruanda, etc.)

¿Cuál es la situación del Ecuador en materia de pobreza?
Son preocupantes los altos índices de pobreza, que oscilan
entre 50 y 60 por ciento. En algunas provincias la pobreza
alcanza a 80 por ciento de la población, y entre 15 y 20 por
ciento de los ecuatorianos viven en extrema pobreza.

¿Cuándo hablar de pobreza?

Según Naciones Unidas, la pobreza se ha medido
tradicionalmente en función del nivel de ingresos o de gastos
que permite mantener un nivel de vida mínimo.

Según el Banco Mundial, viven en "pobreza absoluta" quienes
perciben menos de 370 dólares al año. Sin embargo, hay también
quienes prefieren aplicar un criterio de "pobreza relativa",
que calcula un nivel mínimo de vida de acuerdo con las
condiciones del país en que se vive.

Ultimamente, se introduce el criterio de "desarrollo humano",
que señala que la pobreza no se erradica solamente con
aumentar el nivel de ingresos de la gente. A la hora de medir
la pobreza, esta perspectiva contempla también los índices de
nutrición, mortalidad infantil, acceso a servicios, educación
y más aspectos relacionados con la calidad de vida de las
personas.

CIFRAS

- La pobreza guarda relación con el rápido crecimiento
demográfico. Las regiones más pobres del mundo -Africa, Asia
meridional y Asia occidental- tienen las tasas de crecimiento
demográfico más elevadas ( 2.8, 2.1 y 2.4 por ciento,
respectivamente), superiores a la tasa media (1.8 por ciento).

- En todo el mundo hay 905 millones de adultos analfabetos.
Además, actualmente, 130 millones de niños en edad escolar no
asisten a clase, y quizá su número ascienda a 144 millones
hacia el fin de siglo. De los que se matriculan, por lo menos
una tercera parte no termina los estudios por razones
socioeconómicas.

- Se calcula que en los países en desarrollo más de 95
millones de niños menores de 15 años trabajan para ayudar a
sus familias, agobiadas por la pobreza. Hay un número igual de
niños que carecen de hogar y viven en las calles.

- Más de 120 millones de personas están oficialmente
desempleadas y el número de subempleados es aún mayor.

Fuente: estadísticas de Naciones Unidas. (DIARIO HOY) (P.
10-A)
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