Quito. 21 nov 96. El plan económico de Abdalá Bucaram no
tiene proposiciones aisladas. Es un solo documento cuyo tema
único es la convertibilidad.

Entre el anuncio de esta medida, que se dará en los próximos
días, y el ingreso al esquema, deberá transcurrir un plazo
cercano a 300 días. Bajo una cotización de 4 mil sucres por
dólar, el sucre se equipararía a la divisa en 1997.

En ese lapso, y sin contar aún con la aprobación de las
reformas legales indispensables para aplicar el esquema de la
convertibilidad, el Gobierno impulsará cuatro cambios
fundamentales.

Primero, un presupuesto muy estricto y disciplinado. El
segundo, una adecuada preparación del sistema financiero.

El tercero, el refinanciamiento a nuevas tasas de interés de
todos los créditos preexistentes. Y el cuarto, la eliminación
de los mecanismos de indexación en los contratos laborales,
financieros y contratos del sector público.

Los agentes económicos deberán aprovechar este lapso para
lograr un arbitraje entre las tasas de interés en sucres y en
dólares, y controlar el dólar a los niveles más bajos para
reducir las presiones que, sobre las tasas de interés, se
producirán una vez adoptada la convertibilidad.

Pero hay riesgos...

El Gobierno no ha pensado en otro camino. La convertibilidad
permitirá una reforma sustancial del país. Los riesgos,
afirman las mismas autoridades monetarias, son elevados.

Frente a un shock real que afecte al Ecuador, ante la salida
de capitales o la baja de los precios de petróleo -por
ejemplo-, la economía solo podrá ajustarse por medio de una
reducción de los precios internos y de los salarios. Queda
vedada cualquier posibilidad de devaluación. Recesión y
desempleo serían inminentes.

Los riesgos son intensos porque el país depende, en gran
parte, de un reducido número de productos, el mercado laboral
es inflexible y los bancos privados no tienen acceso a
capitales extranjeros estables.
Sin embargo, la convertibilidad posibilitará lograr -'más
rápidamente que esquemas alternativos'- resultados positivos
sobre la actividad productiva nacional.

El Gobierno espera, luego de aplicar el esquema, una rápida
convergencia de la inflación mensual a niveles internacionales
en un plazo no menor a tres meses. Para 1998, la inflación
anual alcanzará un dígito, dice.

La reducción de las tasas de interés a niveles de las que se
manejan actualmente para dólares, la simplificación de las
transacciones corrientes y de ahorro, un desarrollo acelerado
del mercado de capitales y una mayor estabilidad
macroeconómica son los 'suculentos beneficios' que llevaron
al Gobierno va acorrer el riesgo. La convertibilidad va.

Se viene la Reforma Tributaria y la eliminación de subsidios

Para que la convertibilidad tenga éxito, se deberá aplicar una
rigurosa disciplina fiscal. Es que la convertibilidad no
permite el financiamiento del gasto público con el aumento de
la emisión de dinero. Por eso, el documento de las
autoridades monetarias afirma que ordenará las cuentas
internas y mejorará la recaudación de impuestos, con el fin de
que el Estado cuente con los recursos necesarios para atender
al sector social y reducir la pobreza.

La clave de todo está en dos puntos: el primero consiste en
una nueva Reforma Tributaria, que busca corregir la evasión al
Impuesto al Valor Agregado (el famoso IVA).

El Gobierno deberá estar preparado para elevar el IVA en caso
de ser necesario. El segundo punto habla de la eliminación de
los subsidios.

La Junta Monetaria vigilará a los bancos

En primer lugar, el Banco Central reducirá su importancia en
forma notable con la aplicación de la convertibilidad: se
cerrarán casi todas sus sucursales en el país para mantener en
operación únicamente tres.

El Banco Central, una entidad con más de 70 años de actividad,
restringirá severamente sus operaciones de crédito y de
mercado abierto (es decir, dejará de prestar dinero y de
intervenir en el mercado del dólar).

El Central se limitará a la inversión de la reserva y la
emisión del dinero (siempre sujeta a las reglas de la
convertibilidad).

Otro organismo que cambiará será la Junta Monetaria, que
reducirá sus funciones: se ocupará solo del encaje (el dinero
que entregan los bancos privados al Central), y ya no de la
fijación del precio del dólar, de las tasas de interés y el
endeudamiento público. Se pretende que la Junta Monetaria se
fusione con la Junta Bancaria.

El objetivo: que la Monetaria, como ente técnico
independiente, asuma el control absoluto de las entidades
financieras.

Finalmente, se habla de fusionar el Banco Central con la
Superintendencia de Bancos, para fortalecer los mecanismos de
supervisión directa de los bancos.

Sistema financiero: Reformas legales y aumento del encaje

El Gobierno habla de fortalecer a los bancos para contar con
un sistema financiero "sólido y sano". Para lograr aquello, el
Gobierno tiene previsto aplicar un ambicioso plan de reformas.


Se creará la llamada "Línea de Reactivación de los Sectores
Productivos", que canalizará créditos de la Corporación Andina
de Fomento, con Apoyo del BID y el Banco Mundial, todo a cargo
de la Corporación Financiera Nacional.

Se aumentará el encaje bancario, para que el sistema cuente
con el dinero adecuado.

Se impulsará la internacionalización de nuestro sistema
financiero; es decir, se quiere que los bancos ecuatorianos
tengan más capacidad de obtener capital extranjero. Pero es
necesario aplicar ciertas reformas legales.

PLAN ECONOMICO

Objetivos a mediano plazo:

-Crecimiento de la economía: 4 y 5% a 1997; superior al 5%
1998-2000

-Generación de empleo 1997 al 2000; 600 mil nuevas plazas.

-Pobreza: 1,5 a 2 millones fuera de la extrema pobreza hasta
el 2.000 (DIARIO HOY) (P. 2-A)



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