Quito. 26 nov 96. Aníbal Albiñana

FEDERACION DE EXPORTADORES

No queremos convertibilidad

El plan del presidente Bucaram tiene un solo eje y en el
último cónclave del sector exportador nacional, realizado
en Guayaquil, decidimos decir no a la convertibilidad y
sí a la competitividad.

Los exportadores tenemos claro una situación y por
eso nos oponemos: nuestros costos de producción
subirán y claro, quedamos fuera del mercado
internacional.

Quienes se benefician directamente son los
importadores, pues tendrán costos más fáciles y dúctiles
en el extranjero, mientras que nosotros tendremos una
rigurosidad tal en el tipo de cambio que no podremos
exportar.

En Guayaquil decidimos oponernos, junto con el resto
de cámaras productivas, a ese plan del presidente de la
República, Abdalá Bucaram, pues consideramos que el
impacto será fuerte para el sector que provee de divisas
para el país. El momento en que el país entre a la
convertibilidad, del cual derivan el resto de medidas,
pues no son aisladas, los grandes beneficiados también
serán nuestros competidores externos. Entre ellos los
países del Grupo Andino.

Gustavo Pinto

PRESIDENTE DE LOS INDUSTRIALES

Se quiere inventar el país

Nuestra oposición es total al plan de convertibilidad,
pues creemos que esto tendrá efectos negativos
especialmente para la industria exportadora del país.

No se puede inaugurar un sistema económico en cada
cambio de Gobierno; eso es desconocer que este país
ya existe de años.

Por qué hemos de creer que profundizando la rigidez
la inflación bajará de un 25% a un 5% ó 6%.

¿Para qué aplicar un shock más fuerte, si lo único que
hay que hacer es corregir las falencias de los modelos
aplicados anteriormente? Nos preguntamos, dentro de
la convertibilidad, ¿quién cubre el incremento de los
costos internos para los exportadores?

Cierto que el Presidente habla de reducir la inflación
vía recorte de gasto fiscal. En la práctica es imposible
dejar de pagar a los profesores, policías, militares,
etc. más bien, tienden a aumentar. En Argentina, para
sostener eso, se recurrió a un fuerte endeudamiento
externo. Nos preguntamos, si el esquema pretende
reducir inflación, bajar tasas de interés, en definitiva
solucionar el problema de un país, ¿por qué no se lo
ha aplicado en Colombia, Venezuela...?

Carlos Luzardo

CONFEDERACION DE TRABAJADORES

Estamos en alerta nacional

El plan económico del Gobierno provocó una reacción
alarmante entre los trabajadores y obliga a una actitud
de "alerta nacional".

Los sectores organizados del país debemos estar a la
expectativa de las medidas que piensa implementar
el régimen, pues de lo que se conoce, sobre todo en
cuanto a los derechos laborales, prácticamente se
pretende reducirlos a nada.

De hecho, en Argentina, ese fue uno de los
problemas que hizo fracasar el plan de
convertibilidad. Ahí, no se lograron las suficientes
reformas laborales que este plan exige y que lo único
que hacen es desmantelar los derechos justos de los
trabajadores.

El Gobierno habla de flexibilidad.

En otros países donde se aplicaron planes similares,
como Argentina, el desempleo se elevó en más de un
100%, de 8% a 18,6% y solo se consiguió el
descontento popular. Yo he enviado a los sindicatos
afiliados a la central, copias de la publicación del
especial domingo que publicó EL COMERCIO con
el plan económico, para que lo revisen a fondo, antes
de una reunión que sostendremos estos días.

Fausto Dután

TRABAJADORES DE LA CEDOCUT

El trabajador es el que pierde

El paquete económico que el Gobierno anunciará el
domingo es la continuación de las políticas de ajuste
que los gobiernos anteriores desataron en contra del
pueblo.

La preocupación de los obreros es que detrás del
paquete subsiste el propósito de que sean los
trabajadores quienes carguen con el mayor peso de
la crisis, mientras los sectores que apoyan al
Gobierno, como los empresarios, no hagan
sacrificios.

Preocupan al sector las políticas de flexibilización,
en especial la que pretende reducir las utilidades
para los trabajadores, lo cual sería un atraco al
trabajo de los obreros, ya que ese rubro no es más
que las ganancias que han sido obtenidas en forma
conjunta por el capital financiero y humano. La
flexibilización salarial, es decir la contratación
directa sobre la base de la productividad, rompe la
contratación colectiva, perjudica el derecho del
trabajador a la semana integral, tiende a obtener
mayor plusvalía a través de una superexplotación
laboral. Los trabajadores tendrán que desatar una
competencia desleal entre ellos para tener mayor
ingreso y satisfacer a la empresa.

Ramiro Veloz

PRESIDENTE DEL FUT

La flexibilización, un peligro

Es gravísimas las previsiones sobre flexibilización
laboral que pretende aplicar el régimen.

Es inadmisible que desaparezcan la estabilidad y la
indemnización por despido, pues son derechos
legítimos de los trabajadores.

Asimismo, es imposible que se disminuyan las
utilidades de los trabajadores, que son el
reconocimiento al esfuerzo laboral.

El debilitamiento del derecho a la huelga y de la
contratación colectiva, son aspectos que también
rechaza el sector laboral y que provocarán una
reacción violenta de los sindicatos. El trabajo por
horas, una de las propuestas de la Ministra de
Trabajo, ya está vigente, pero los empresarios no
han utilizado el sistema, como tampoco dio
resultado la contratación a plazo fijo ni los
mecanismos de Maquila y Zonas Francas,
dispuestas por el Gobierno de Rodrigo Borja,
cuando subió de 15 a 30 el número de
trabajadores para formar un sindicato. La
aplicación de estas medidas será considerada
por los trabajadores como un rompimiento del
diálogo hacia el pacto social que se busca entre
los empresarios y los trabajadores.

Hilario Guerrero

DIRIGENTE DE LA CEOLS

Un golpe duro a la economía

Al margen de los lineamientos generales, de
aquí al domingo, hay mucho trecho y al
Gobierno no se le puede creer nada. Estamos
totalmente preocupados y a la expectativa del
plan, pues preveemos algunas cosas que van a
trastrocar la escuálida economía de los
ecuatorianos. En ese sentido estamos alertas.
Hoy tenemos una reunión de dirigentes del FUT
para analizar las medidas y planificar las
acciones a tomar.

Como Ceosl hemos resuelto llamar a una
desobediencia civil en rechazo al incremento
escandaloso de las tarifas de servicios básicos.
Estamos convocando a nuestra militancia para
una convención nacional, para adoptar
resoluciones definitivas. Otro de los propósitos
es hacer conciencia en el pueblo en su conjunto
para que se una al rechazo al plan económico,
pues no solo los trabajadores sindicalizados
deben protestar, el problema es de todos, haremos
una labor de hormiga, de conciencia, para involucrar
al pueblo, porque todos estamos jodidos. Si el plan
se aplica como está previsto, los trabajadores
revisaremos el proceso de concertación. La Ceosl
firmó un acuerdo con Bucaram, pero él lo ha
olvidado.

Augusto L. Tosi

SUBGERENTE DE PASAMANERIA S.A.

La industria no aguanta más

Las ideas básicas del Gobierno, igual que los
anteriores, es bajar la inflación. Creo que todos
han tratado y hasta cierto punto lo han logrado,
pero a qué costos.

El Gobierno anterior logró bajar la inflación con
una fuerte cuota de recesión. Las empresas no han
crecido ni la producción.

Con un plan exclusivamente monetarista ¿cuál
será el costo de bajar la inflación como lo
pretende el nuevo Gobierno si no hay puestos de
trabajo, ni hay buena educación? La inflación
seguirá. Mientras no se genere puestos de trabajo,
ni se solucione el grave problema energético, ni se
solucione el problema de los subsidios innecesarios,
nada se solucionará.

Hay un elemento adicional; un plan de
convertibilidad exige una reducción del gasto
público, ¿cómo lograrlo si el tamaño del Estado
sigue creciendo?

En ese marco de incertidumbre por las medidas,
nuestra empresa, por ejemplo ha aumentado sus
ventas de manera increíble; nuestros compradores
han decidido no quedarse con sucres y aumentar su
stock de mercaderías, otros se pasan a dólares.

Patricio Pinto

GERENTE GENERAL DE OMNIBUS BB

Ahí no hay nada nuevo

El Gobierno busca, por un lado, mejorar los ingresos
fiscales: habla de eliminar las exenciones al Impuesto
al Valor Agregado (IVA), los subsidios, privatizar
empresas como Emetel, en definitiva volver más
eficiente al Estado.

Además, busca reformas fuertes en el ámbito laboral
para flexibilizar la contratación, pero aún no está
claro cómo se lo hará.

Hasta aquí, estas propuestas no son nada nuevas,
sino que se derivan de esa propuesta llamada
convertibilidad. Ir por la convertibilidad implica
para el país una camisa de fuerza que no sé si este
Gobierno esté dispuesto a conservarla.

Yo creo que si la propuesta del Gobierno no cuadra
inmediatamente y no hay la reducción de inflación de
que habla, las empresas locales perderán
inmediatamente competitividad con el sector externo
y lo que es peor, a más de exportar menos, se verán
perjudicadas por el ingreso de mercaderías extranjeras.

Como plan suena bonito eso de bajar las tasas, pero,
me pregunto, ¿qué nos hacemos con tasas de interés
más bajas si hay gente sin empleo?

Miguel Calahorrano

SINDICATO DEL INECEL

No al desmantelamiento

Este plan señala que de no cumplirse ciertas
condiciones con rigor, los efectos negativos que
causaría sobre la economía serían gravísimos,
catastróficos. De allí que habrá que asegurarse de
cumplir con esas condiciones antes de llevarlo a la
práctica.

Otro aspecto que salta a la vista es que todo el
proceso de reforma se pretende articularlo en torno
al eje de la convertibilidad, lo cual constituye una
gravísima debilidad porque más bien puede resultar
que la convertibilidad devendrá en un proceso de
deterioro gravísimo de la economía nacional.

Para el sector eléctrico es preocupante el anuncio
de que el Fondo de Solidaridad pasaría a tener
preeminencia en la privatización. Es grave, pues los
recursos del sector energético deben permanecer en
el sector para afianzarlo, y no destinarlo a obras de
beneficio social. El logro del bienestar social será
más cercano y posible en tanto se considere al sector
como lo que es: una herramienta poderosa para el
desarrollo económico nacional y allí propiciar el
beneficio social que debe ser resultado de otro
tipo de políticas y acciones, no la del
desmantelamiento.

Patricio Ribadeneira

EMPRESARIO AGRICOLA

El papel aguanta todo

Se necesita terminar con la incertidumbre para que
los planes funcionen. Creo que ahí está la causa para
que los sectores productivos estén desacelerados.

Pero, ¿quiénes van a manejar ese plan? No estoy
seguro de que la inversión extranjera venga cuando
una convertibilidad puede resultar demasiado rígida
para sectores como el hidrocarburífero y el agrícola.

Otro problema, un posible exceso de importaciones
que generen la salida de divisas que si no están
compensadas con el ingreso suficiente, no se va a
poder sostener el respaldo monetario para una
nueva moneda.

"No sería nada raro que el 1 de diciembre el
Presidente nos diga que va a haber convertibilidad,
crecimiento al 6%, etc., pero que no nos diga cómo
se lo va ha realizar". Se debe pulir la economía de
acuerdo como ha funcionado y no establecer un
modelo que si resulta forzado, obligue a devaluar
nuevamente la moneda después de uno o dos años
de la aplicación del plan de convertibilidad.

Primero las reformas deberán pasar por la
aprobación del Congreso y eso puede ser una
complicación.

Modernización * Hay muchas imprecisiones en la
propuesta

IESS: el cambio es riesgoso

Marco Landázuri, diputado de la Izquierda
Democrática (ID), exigió precisiones. "Para no
causar pánico en el sector de trabajadores es
necesario que el Gobierno dé una explicación
amplia sobre la modalidad de capitalizar el
Fondo de Pensiones con el 15 por ciento de las
utilidades que reciben en las empresas".

Según Landázuri, los trabajadores podrían
reaccionar si a la par que se les recorta un
porcentaje de las utilidades, no reciben una
compensación. "El debate debe ser más amplio
porque, de lo contrario, se podría pensar que
todo es una cortina de humo para no pagar lo
que el Estado le debe al IESS".

Para Napoleón Saltos, diputado del Movimiento
Nuevo País, la decisión de modernizar al IESS
es un mecanismo que, prácticamente, dejaría sin
piso al sistema actual porque olvida la
solidaridad.

Saltos dijo no estar en contra de la reforma, pero
que se debe respetar la voluntad popular que se
manifestó en contra de la privatización del IESS
en la consulta de noviembre del año pasado.
Reforma sí, pero a la par se debe resolver el
problema de la deuda que tiene el Estado con el
Seguro Social.

El ex asesor del Conam en seguridad social, Diego
Borja, se refirió al anuncio de entregar los fondos
pensionales a la Corporación Financiera Nacional.
Para él, traspasar los fondos pensionales a la banca
privada o pública en las actuales condiciones es
muy riesgoso.

La situación del sistema financiero y bancario en
general es de riesgo crediticio y vulnerabilidad. Por
otro lado, no existe un organismo gubernamental
específico que controle el manejo de los fondos
pensionales (Chile y Colombia, en donde se han
hecho reformas, tienen una superintendencia).

La banca entraría a manejar los fondos de pensiones
como se están manejando los fondos de inversión,
pero la naturaleza de ambos es completamente
distinta: los fondos de pensiones son a largo plazo
mientras los de inversión son a corto plazo, además,
la fuente de los primeros es el ahorro forzoso de
los trabajadores mientras la fuente de los fondos de
inversión es el ahorro voluntario de quienes tienen
rentas.

Evidentemente, el sistema requiere de una reforma,
pero las instituciones privadas que deberían
manejarlo deberían ser de giro único, es decir, que
manejen exclusivamente fondos pensionales porque
ahí sí puede hacerse la separación entre estos y el
patrimonio de la institución financiera. De esa forma,
las instituciones arriesgan su patrimonio pero no el
de los trabajadores. (FUENTE: EL COMERCIO)
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