Quito. 10 abr 2000. El economista Pablo Concha, quien hace cuatro
años fue ministro de Finanzas, ha sido escogido por el Presidente
Gustavo Noboa para presidir la Comisión de Seguimiento de la
Dolarización.

Pretender aplicar medidas de shock, sin ver el lado humano, pondrá
al país no solo al borde del estallido social sino que peligraría
la establidad propia del Gobierno.

Así piensa Pablo Concha Ledergerber, quien, como analista
económico y futuro Presidente de la Comisión de Seguimiento de la
Dolarización, realiza algunas puntualizaciones sobre el nuevo
esquema monetario y la posición del régimen de Gustavo Noboa.

El aplazamiento de la decisión de incrementar las tarifas
eléctricas evidencia que el presidente se debate entre el shock y
el plan social. ¿Hasta qué punto es cierto?
El Presidente de la República me confió que su mayor preocupación
son los pobres del Ecuador; por tanto el hecho de que haya
detenido el incremento de las tarifas eléctricas y analice el tema
de los combustibles va en la línea de un sentido muy social: ve la
realidad de la población y comprende que si bien es importante
sincerar la economía esto no puede ser a costa de hundir más en la
miseria al país.

El Ministro de Finanzas se mantiene en la posición de ajustar todo
de una vez, y que la dolarización no contempla gradualismos. ¿Por
qué el sistema se despreocupa de los sectores pobres y marginados?
Estoy de acuerdo en que una población con 80% de pobreza, de los
cuales el 37% vive en la miseria, no puede recibir más medidas de
shock, por una especie de carrera de velocidad que es incompatible
con la lentitud con que se mejoran los salarios.

Como analista creo que en principio hay que mantener subsidios
cruzados en combustibles que suba una clase de gasolina más que la
otra para compensar, y en otros productos o servicios, debe
existir un ajuste gradual, con elevaciones salariales, mejoras
sociales, salud, educacion, vialidad y, aunque no es lo ideal,
mejora del bono de la pobreza.

El precio del petróleo ha subido y el Estado tiene algo más de
ingresos para que la población no sea ahorcada.

Se le está imponiendo a la población un sistema para el cual no
estaba lista. ¿Es una nueva improvisación, como ya ha ocurrido en
otros temas con gobiernos anteriores?
Cuando Mahuad anunció la dolarización algunos dijimos que era
improvisada e irresponsable, que no estaban sentadas las bases y
que no había nada planificado.

Vino el cambio de régimen y el tiempo le ha ido ganando la
carrera. Se impulsa la dolarización y los pequeños detalles de los
que habló EL UNIVERSO no fueron oportunamente analizados.

Estamos lanzados en la montaña rusa de la dolarización e
intentamos, hasta el 13 de septiembre que es el último día en que
circularán los sucres, encontrar correctivos a un sistema que
nació sin proceso técnico.

El ejemplo más claro de la falta de planeación es el de la
acuñación de monedas. Recién se está discutiendo quién o qué
símbolo aparecerá, cuando eso debió ser analizado hace meses.
Finalmente se vieron obligados a traer monedas fraccionarias por
las necesidades de la gente.

Existe el criterio de que con la dolarización los precios deben
ponerse al nivel de los Estados Unidos. ¿Es cierto esto?
De ninguna manera. No es un axioma que todos los precios deben
equipararse a los Estados Unidos, si así se hace y no sucede igual
con los sueldos habría más pobreza y una inflación gigantesca.

No es cierto tampoco que en una economía dolarizada no existen
subsidios. Estados Unidos los tiene y cada gobierno los canaliza y
los focaliza según crea conveniente.

¿Por qué no se controla el redondeo, la especulación y el alza
indiscriminada de precios?
El Gobierno tiene que controlar. Debe proponer ajustes más
drásticos en las leyes con carácter de urgente para tener las
herramientas que permitan un mejor control. Debe existir mayor
participación de las Fuerzas Armadas y de las intendencias de
Policía.

De la misma manera, las cámaras y sectores gremiales tienen que
apoyar, con el compromiso de sostener sus precios en los próximos
meses y bajar márgenes de utilidad que tendrían sentido con
devaluación e inflación, no con una moneda dura como el dólar.

¿Cuáles serán los ejes básicos de la comisión que usted presidirá?
Son cuatro, básicamente. Primero será coordinar con las
instituciones del sector público en la aplicación de normas,
regulaciones, y políticas que hagan viable la implementación del
proceso de dolarización.

Segundo, difundir e informar a la ciudadanía sobre este proceso,
para lo cual diseñará y ejecutará las campañas que sean
necesarias.

Tercero, recomendar al Primer Mandatario los correctivos y
acciones que se juzguen necesarios para la eficaz aplicación del
nuevo sistema.

Y, por último, proponer al Presidente, en vista de que es una
comisión adscrita al Ejecutivo y que depende exclusivamente de él,
reformas legales tendentes a armonizar y ajustar la economía del
país a su desenvolvimiento con una moneda firme y dura como es el
dólar norteamericano.

Medidas vs. estabilidad

¿Cómo conjugar la consecución de los objetivos económicos y
sociales en un ambiente de estabilidad democrática? Es la
disyuntiva que tendrá que resolverse hasta junio próximo.

Las diversas posturas respecto al tema evidencian la
conflictividad y polémica que desata en la sociedad ecuatoriana el
papel de los subsidios generalizados y las tarifas de los
servicios básicos.

Los organismos internacionales de crédito consideran a los
subsidios como altamente regresivos, porque sus beneficios llegan
a los hogares de altos ingresos de las áreas urbanas, genera
estímulos para el contrabando hacia países vecinos y pérdidas para
empresas que prestan servicios.

En el caso específico del aplicado a los combustibles, el
representante del FMI en el Ecuador, Jeffrey Franks, afirmó que
los subsidios no son malos por sí mismos cuando benefician a las
clases más pobres. En este sentido, aseguró que mantener precios
congelados para los combustibles beneficia a segmentos específicos
de la población.

El ministro de Trabajo, Martín Insua, señaló que el FMI objetó el
incremento de los salarios de los trabajadores del sector público
debido a que no fue acompañado de una revisión del esquema de
comercialización de los combustibles, pero que finalmente pesó el
criterio gubernamental de dar un apoyo salarial a los empleados
públicos para entrar en la dolarización.

El analista social Daniel Badillo afirmó que el error de todo
programa económico es buscar un crecimiento económico con base en
la pobreza, que para él debe basarse en la equidad.

Según funcionarios del Frente Económico, el problema de los
subsidios depende de que el Frente Político venda la idea a los
sectores sociales, y a la población en general, pero ratificaron
que el acuerdo que congeló los precios de los combustibles,
termina el 30 de junio.

SUS PROPUESTAS
Disciplinar el consumo de combustible mientras haya subsidios.
Implementar sistemas de tanqueo de los vehículos livianos según la
placa, o proponer que los domingos no haya distribución de
gasolina.

Dos ajustes salariales más. Uno en julio, del 20%, con aumento de
combustibles, y otro, de iguales proporciones, en enero del 2001.
Busca nivelar el salario en 120 dólares.

Flexibilizar el uso de billetes de dólares. Que si existe un
billete un poco gris, doblado o con una mancha que no es aceptado
en el comercio, el Banco Central tenga la obligación de canjearlo.

Que la gasolina suba en el 60% y el gas solo 40%. Que el alza del
precio del gas doméstico se produzca después de algunos meses,
cuando pueda ser soportado socialmente. (Texto tomado de El
Universo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

Otras Noticias del día 10/Abril/2000

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el