Quito. 20 abr 2000. Los periodistas no podían dar crédito a lo que
estaban oyendo. El presidente del Congreso Nacional, Juan José
Pons, anunciaba en la sala de prensa del Parlamento, que el
trabajo de los reporteros se limitaría a ese lugar.
A partir de esta sesión, la prensa va a dedicar sus actividades en
la sala de prensa durante la sesión del Pleno. No habrá presencia
de la prensa en la sesión del Pleno a partir de hoy, tal como es
en todos los congresos del mundo, decía un autoritario Pons.
Acostumbrados a la afable figura del Presidente de la legislatura
aún había espacio para la duda. Pero lo que vino confirmó
cualquier duda. Tienen ustedes que seguir por las radios toda la
sesión del Pleno, todas las entrevistas que quieran, podrán
hacerlas en la sala de prensa o en los exteriores del Pleno. Esta
es una resolución que fue votada por unanimidad ayer (martes),
agregó.
La primera reacción de los periodistas fue la protesta, luego
vinieron las indagaciones que revelaron que el planteamiento de
cerrar las puertas del salón de sesiones fue idea de Elizabeth
Ochoa.
Un comunicado de protesta fue redactado inmediatamente por los
periodistas, que se organizaron en una comisión por la defensa de
sus derechos. Unos armaron una red de denuncia en todos los
medios; otros reunieron una cuota de dos mil sucres por cada
persona para comprar dos pliegos de cartulina, dos marcadores y un
masking. Eran las herramientas con los que forjaría su rechazo.
La protesta fue pacífica. Todos cubrieron su boca con el masking y
en las cartulinas se escribieron leyendas en rechazo a la medida
adoptada por el Congreso. en las puertas del recinto legislativo
colocaron sus grabadoras, cámaras fotográficas, de vídeo y
credenciales que el Parlamento otorga para el ingreso al salón.
Esta protesta fue acompañada de las palmas de las manos y los
murmullos de los asesores que aún sorprendidos veían a los
cronistas ahora como protagonistas de una noticia.
En medio de la agitación, el diputado Ramiro Rivera de la DP
repartió un boletín de prensa aclarando que no estaba de acuerdo
con la resolución que para él era una antología a la torpeza. Por
eso fue observado por el Comité de Excusas y Calificaciones.
Polo Baquerizo advirtió que dejará su curul mientras dure la
mordaza a la prensa. Mientras la protesta tomaba cuerpo, los
diputados a puerta cerrada ratificaron la resolución.
La Constitución
La Carta Magna, en la sección décima, de la comunicación. artículo
81 anota:
El Estado garantizará el derecho a acceder a fuentes de
información; a buscar, recibir, conocer y difundir información
objetiva, veraz, plural, oportuna y sin censura previa, de los
acontecimientos de interés general, que preserve los valores de la
comunidad, especialmente por parte de periodistas y comunicadores
sociales.
Asimismo, garantizará la cláusula de conciencia y el derecho al
secreto profesional o de quienes emiten opiniones formales como
colaboradores de los medios de comunicación.
No existirá reserva respecto a informaciones que reposen en los
archivos públicos, excepto de los documentos para los que tal
reserva sea exigida por razones de defensa nacional y por otras
causas expresamente establecidas en la ley.
Los medios de comunicación social deberán participar en los
procesos educativos, de promoción cultural y preservación de
valores éticos. La ley establecerá los alcances y limitaciones de
su participación.
SIP hará pronunciamiento
Obviamente esto es coartar la libertad de información, manifestó
ayer por teléfono el Presidente de Libertad de Prensa de la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Ricardo Trotti, al
conocer la resolución del Congreso ecuatoriano de no permitir el
ingreso de periodistas a la sesión plenaria.
Sin tener mayores detalles de la disposición, Trotti esperaba
obtener información que respalde la denuncia de los periodistas
parlamentarios respecto de que esto sería una represalia por las
denuncias hechas en cuanto a los gastos de los diputados en los
viajes que realizan en representación del Congreso ecuatoriano.
Luego de esto, según Trotti, la Sociedad Interamericana de Prensa
dará su pronunciamiento.
Lo que molestó a los diputados
El Presidente del Congreso Nacional, Juan José Pons, ha sido claro
en las entrevistas de televisión que atendió. A él y a los
diputados les molestaron las críticas de la prensa por lo que se
invirtió en el viaje de una misión parlamentaria a EE.UU. 18.000
dólares.
Pons afirmó que los resultados de este periplo han sido favorables
para el país porque se dialogó con organismos internacionales que
comprendieron la unión que existe en el Ecuador para salir
adelante.
Agregó que será de beneficio el viaje que cinco diputados realicen
a Jordania para participar de la 103 Conferencia de la Unión
Interparlamentaria Mundial, argumentando que en estos encuentros
se realizan contactos de tipo social y financieros.
Los legisladores visitarán Siria, Turquía, Israel y Egipto, el
costo para el Ecuador es de unos 23.000 dólares.
Pons negó ayer que en la sesión reservada del martes en la noche
se haya tratado la elevación de sueldos de los diputados, como
anunció la prensa antes de la cita. Según los periodistas que
cubren las sesiones del Congreso, la decisión parlamentaria es una
represalia por estas informaciones.
Los más recientes encontrones
Los atropellos en contra de la prensa tienen antecedentes frescos,
registrados incluso por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
en su informe sobre libertad de prensa de octubre del año pasado.
En dicho documento, la SIP denunció una manipulación de la
justicia que atenta contra el ejercicio libre del periodismo en el
país.
El organismo se refirió al caso de la ex Jueza Isabel Segarra, que
citó en abril de 1999 a varios periodistas y directores de medios
de comunicación de la capital para que declararan en Guayaquil en
el caso Banco del Progreso.
La SIP reseñó además la agresión que sufrió Stalin Díaz, cronista
gráfico de este Diario, el 7 de julio de 1999, en Manta, durante
movilizaciones populares.
En años recientes, varios funcionarios públicos han protagonizado
encontrones con la prensa.
Durante el régimen de Jamil Mahuad, Juan Reece, vocero de la
Presidencia, se dirigió despectivamente a los periodistas
guayaquileños en la Gobernación del Guayas. Esta acción le valió
el rechazo de los gremios periodísticos.
En febrero de este año, durante el debate de la Ley de Control del
Gasto Electoral, algunos diputados se refirieron a los medios de
comunicación como mafiosos y plumíferos baratos. (Texto tomado de
El Universo)
estaban oyendo. El presidente del Congreso Nacional, Juan José
Pons, anunciaba en la sala de prensa del Parlamento, que el
trabajo de los reporteros se limitaría a ese lugar.
A partir de esta sesión, la prensa va a dedicar sus actividades en
la sala de prensa durante la sesión del Pleno. No habrá presencia
de la prensa en la sesión del Pleno a partir de hoy, tal como es
en todos los congresos del mundo, decía un autoritario Pons.
Acostumbrados a la afable figura del Presidente de la legislatura
aún había espacio para la duda. Pero lo que vino confirmó
cualquier duda. Tienen ustedes que seguir por las radios toda la
sesión del Pleno, todas las entrevistas que quieran, podrán
hacerlas en la sala de prensa o en los exteriores del Pleno. Esta
es una resolución que fue votada por unanimidad ayer (martes),
agregó.
La primera reacción de los periodistas fue la protesta, luego
vinieron las indagaciones que revelaron que el planteamiento de
cerrar las puertas del salón de sesiones fue idea de Elizabeth
Ochoa.
Un comunicado de protesta fue redactado inmediatamente por los
periodistas, que se organizaron en una comisión por la defensa de
sus derechos. Unos armaron una red de denuncia en todos los
medios; otros reunieron una cuota de dos mil sucres por cada
persona para comprar dos pliegos de cartulina, dos marcadores y un
masking. Eran las herramientas con los que forjaría su rechazo.
La protesta fue pacífica. Todos cubrieron su boca con el masking y
en las cartulinas se escribieron leyendas en rechazo a la medida
adoptada por el Congreso. en las puertas del recinto legislativo
colocaron sus grabadoras, cámaras fotográficas, de vídeo y
credenciales que el Parlamento otorga para el ingreso al salón.
Esta protesta fue acompañada de las palmas de las manos y los
murmullos de los asesores que aún sorprendidos veían a los
cronistas ahora como protagonistas de una noticia.
En medio de la agitación, el diputado Ramiro Rivera de la DP
repartió un boletín de prensa aclarando que no estaba de acuerdo
con la resolución que para él era una antología a la torpeza. Por
eso fue observado por el Comité de Excusas y Calificaciones.
Polo Baquerizo advirtió que dejará su curul mientras dure la
mordaza a la prensa. Mientras la protesta tomaba cuerpo, los
diputados a puerta cerrada ratificaron la resolución.
La Constitución
La Carta Magna, en la sección décima, de la comunicación. artículo
81 anota:
El Estado garantizará el derecho a acceder a fuentes de
información; a buscar, recibir, conocer y difundir información
objetiva, veraz, plural, oportuna y sin censura previa, de los
acontecimientos de interés general, que preserve los valores de la
comunidad, especialmente por parte de periodistas y comunicadores
sociales.
Asimismo, garantizará la cláusula de conciencia y el derecho al
secreto profesional o de quienes emiten opiniones formales como
colaboradores de los medios de comunicación.
No existirá reserva respecto a informaciones que reposen en los
archivos públicos, excepto de los documentos para los que tal
reserva sea exigida por razones de defensa nacional y por otras
causas expresamente establecidas en la ley.
Los medios de comunicación social deberán participar en los
procesos educativos, de promoción cultural y preservación de
valores éticos. La ley establecerá los alcances y limitaciones de
su participación.
SIP hará pronunciamiento
Obviamente esto es coartar la libertad de información, manifestó
ayer por teléfono el Presidente de Libertad de Prensa de la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Ricardo Trotti, al
conocer la resolución del Congreso ecuatoriano de no permitir el
ingreso de periodistas a la sesión plenaria.
Sin tener mayores detalles de la disposición, Trotti esperaba
obtener información que respalde la denuncia de los periodistas
parlamentarios respecto de que esto sería una represalia por las
denuncias hechas en cuanto a los gastos de los diputados en los
viajes que realizan en representación del Congreso ecuatoriano.
Luego de esto, según Trotti, la Sociedad Interamericana de Prensa
dará su pronunciamiento.
Lo que molestó a los diputados
El Presidente del Congreso Nacional, Juan José Pons, ha sido claro
en las entrevistas de televisión que atendió. A él y a los
diputados les molestaron las críticas de la prensa por lo que se
invirtió en el viaje de una misión parlamentaria a EE.UU. 18.000
dólares.
Pons afirmó que los resultados de este periplo han sido favorables
para el país porque se dialogó con organismos internacionales que
comprendieron la unión que existe en el Ecuador para salir
adelante.
Agregó que será de beneficio el viaje que cinco diputados realicen
a Jordania para participar de la 103 Conferencia de la Unión
Interparlamentaria Mundial, argumentando que en estos encuentros
se realizan contactos de tipo social y financieros.
Los legisladores visitarán Siria, Turquía, Israel y Egipto, el
costo para el Ecuador es de unos 23.000 dólares.
Pons negó ayer que en la sesión reservada del martes en la noche
se haya tratado la elevación de sueldos de los diputados, como
anunció la prensa antes de la cita. Según los periodistas que
cubren las sesiones del Congreso, la decisión parlamentaria es una
represalia por estas informaciones.
Los más recientes encontrones
Los atropellos en contra de la prensa tienen antecedentes frescos,
registrados incluso por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
en su informe sobre libertad de prensa de octubre del año pasado.
En dicho documento, la SIP denunció una manipulación de la
justicia que atenta contra el ejercicio libre del periodismo en el
país.
El organismo se refirió al caso de la ex Jueza Isabel Segarra, que
citó en abril de 1999 a varios periodistas y directores de medios
de comunicación de la capital para que declararan en Guayaquil en
el caso Banco del Progreso.
La SIP reseñó además la agresión que sufrió Stalin Díaz, cronista
gráfico de este Diario, el 7 de julio de 1999, en Manta, durante
movilizaciones populares.
En años recientes, varios funcionarios públicos han protagonizado
encontrones con la prensa.
Durante el régimen de Jamil Mahuad, Juan Reece, vocero de la
Presidencia, se dirigió despectivamente a los periodistas
guayaquileños en la Gobernación del Guayas. Esta acción le valió
el rechazo de los gremios periodísticos.
En febrero de este año, durante el debate de la Ley de Control del
Gasto Electoral, algunos diputados se refirieron a los medios de
comunicación como mafiosos y plumíferos baratos. (Texto tomado de
El Universo)
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