Quito. 23.11.94. En medio de incidentes y en el marco de la
paralización temporal de la transportación urbana, cientos de
choferes de todo el país exigieron ayer en Quito la derogatoria
del decreto ejecutivo que dio paso a la última elevación del
precio del diesel.

A partir de las nueve de la mañana se suspendió el servicio de
transporte urbano de la capital de la República, mientras
centenares de choferes que vinieron de todo el país
protagonizaron una marcha hacia el Palacio de Gobierno para
exigir la derogatoria del último decreto presidencial que elevó
el diesel en un 62 por ciento.

Lanzando consignas contra el Gobierno, encabezados por Hugo
Peñafiel, los miembros del gremio del transporte coparon las
principales calles de la ciudad e impidieron el tráfico vehicular
en la zona central de la urbe.

Poco después de salir de las inmediaciones de la Casa de la
Cultura, los transportistas protagonizaron una accidentada
marcha, pues lo que en un comienzo se dijo que sería una
manifestación pacífica se convirtió en una "batalla campal" entre
los transportistas que plegaron a la movilización y los pocos que
ofrecieron servicio durante las primeras horas de la mañana.

La ciudadanía observó temerosa cómo en el sector de la Marín
fueron apedreadas varias unidades de transporte, por parte de
quienes formaban parte de la medida de hecho.

Los dirigentes lograron ingresar a la Casa Presidencial donde
dialogaron con el ministro de gobierno encargado, Roberto
Paissailague, pese a que el Palacio y sus inmediaciones
estuvieron resguardados por gran cantidad de elementos de la
Policía.

Durante todo el día se suspendió gran parte del servicio urbano,
tanto del popular como de las unidades del transporte
metropolitano que no laboraron para evitar ser blanco de
atentados. En tanto, algunos propietarios de camionetas cobraron
a la ciudadanía "tarifas" exageradas a cambio de la prestación de
ese servicio.

Por ese motivo, se vio en las calles de la capital gran cantidad
de personas que prefirieron caminar entre la lluvia.

VIOLENCIA CARACTERIZO EL PARO DE LA UNE

Las manifestaciones más violentas que se registraron ayer en
Quito fueron protagonizadas por los maestros de la UNE que hoy
cumplen el segundo día de paralización de actividades a nivel
nacional.

Mientras un grupo de profesores lanzaba bombas de fabricación
casera a los ventanales del Ministerio de Finanzas -varios de los
cuales quedaron totalmente destruidos- la mayor parte de
planteles fiscales lucieron desolados debido a la inasistencia de
docentes y alumnos.

Las bombas "molotov" que estallaron en el Ministerio de Finanzas
provocaron varios incendios que fueron controlados con relativa
facilidad, en tanto que en el centro de la ciudad los profesores
fueron violentamente reprimidos por la Policía Nacional que había
acordonado la zona.

Los profesores se reunieron en el Instituto Nacional Mejía desde
donde salieron en una marcha hacia la Presidencia de la
República, a la que no pudieron arribar por cuanto en las
cercanías tuvieron que enfrentarse a la Policía.

Como se había previsto, la marcha estuvo encabezada por el
presidente de la UNE nacional, Gustavo Terán y por el diputado
del MPD Iván Rodríguez, a quien de nada le sirvió demostrar que
es legislador para llegar al Palacio de Gobierno.

En un recorrido realizado por los principales centros educativos,
HOY constató que en los planteles particulares y municipales se
desarrollaron con normalidad las actividades docentes, pese a la
escasez del transporte urbano. No así en los establecimientos
fiscales, donde no acudieron a laborar los profesores agremiados
en la UNE ni los estudiantes.

Según el presidente de la UNE, el paro constituyó todo un "éxito"
en el país, en cambio para el ministro de Educación, Fausto
Segovia, la medida tuvo una acogida relativa, pues dijo que había
recibido reportes sobre ocho colegios paralizados.

Agregó que no existe la posibilidad de incrementar en un 100% los
sueldos de los profesores y ofreció restituir hasta diciembre las
62 partidas presupuestarias suprimidas a los maestros durante el
paro del año pasado.

OTROS HECHOS

- Ayer se realizó la paralización de las actividades de los
obreros y trabajadores del Municipio de Portoviejo en demanda del
pago de sus emolumentos. El alcalde, José Delgado, agotaba
esfuerzos con el fin de obtener los recursos para cancelar los
haberes a los obreros y de esta manera suspender la medida de
hecho. Esta situación produjo problemas en la entrega de
servicios básicos como la recolección de basura, limpieza de
alcantarillado, etc..

- También se anuncia para el 29 de este mes un paro general de
actividades de los municipios de los cantones manabitas. Ayer el
presidente del consorcio, Ottón Loor, dijo que el gobierno
debería conocer el descontento de los organismos seccionales. La
única manera de que vea esta realidad es cuando se paralizan los
municipios, acotó.

- La amenaza de los productores de banano de paralizar las
actividades si es que el gobierno no define una ayuda al sector
luego del alza del precio de los combustibles, produjo la
inmediata reacción del gobierno, quien a través del presidente
encargado, Alberto Dahik, convocó a una reunión con el sector, de
cuyos resultados se darán a conocer hoy en la mañana.

- Un profundo malestar existe entre los artesanos de la pesca,
ante las restricciones impuestas por la Subsecretaría de Recursos
Pesqueros contra la pesca de pepinos de mar.

El malestar se da cuando la subsecretaría impuso límites para la
pesca de este recurso marino, lo cual ha causado problemas debido
a que el cupo destinado a cada cooperativa de pescadores no
satisface las mínimas necesidades de consumo y por cuanto de esta
actividad viven miles de personas. Indicaron que si a partir del
lunes no se amplia el cupo, ellos adoptarán medidas de hecho.

- El Consejo Nacional de la Asociación de Municipalidades
Ecuatorianas, AME, se reunirá hoy en Quito, con el fin de
resolver el inicio de una paralización de actividades. El
presidente de AME y alcalde de Azogues, Segundo Serrano, acusó al
gobierno de conducir a la bancarrota a los organismos
seccionales, toda vez que se les adeuda no menos de 200 mil
millones de sucres, correspondientes a partidas presupuestarias
que por ley son parte de los ingresos municipales.

- Serrano indicó que esta cifra se suma varios miles de millones,
producto del aumento en el precio del galón de diesel, lo que ha
tornado incontrolable la situación financiera de la inmensa
mayoría de cabildos ecuatorianos y está provocando la paulatina
paralización de la obra pública que les corresponde ejecutar.
(6A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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