Si en 1996, cuando fue por primera vez candidato para la Presidencia, el plan de gobierno de Jacinto Velázquez se basó en una propuesta expresada en 181 páginas, seis años después, ese texto se ha convertido en un grueso libro de 993 páginas.
En aquella primera candidatura inauguraba un nuevo aspecto del proceso democrático: era el primer candidato independiente, no estaba auspiciado por un partido polÃtico. Ahora, su discurso ya no tiende a versar sobre aquella caracterÃstica y, más bien, se centra en su plan de trabajo. Por eso, a la hora de contestar las preguntas, antes de dar su punto de vista siempre dice: âPero si está descrito en mi plan de trabajo... qué pena que no lo haya leÃdoâ.
No se hace problema cuando se le menciona el hecho de que si tiene una propuesta "bien fundamentada", como él mismo la califica, por qué las encuestas no lo favorecen. "No soy monedita de oro, ni billete de $100 para que todos me quieran", explica con un poco de humor, y añade que no es "un llorón" y que no se lamenta por los informes de las encuestadoras que no lo han anunciado como el favorito en las intenciones de voto de los ecuatorianos.
Cuando habla de su plan de gobierno, recuerda que el 86% de los ecuatorianos son pobres. Asà asegura que, inmediatamente después de posesionarse en el cargo, convocará a un referendo âpara que el pueblo apruebe una nueva Constituciónâ.
Si se pone en vigencia la nueva Carta Magna, en ella se estipulará la reducción del número de diputados en un 70%, y habrá un Congreso formado por tres cámaras, una de Legislación, una Fiscalización y âuna tercera cámara, en la que estén representados todos los estamentos del puebloâ.
Acerca de la Base de Manta, Velázquez dice que no pedirá una renegociación del tratado, porque asegura que en su gobierno habrá un ârespeto totalâ a los acuerdos internacionales. âEso sÃ, la Base se limita únicamente al control del tráfico de drogasâ, enfatiza el candidato.
âExigiré que todos los colombianos que ingresen al paÃs tengan una visaâ. Para Velázquez es imposible que Ecuador ofrezca empleos a los extranjeros, Ello lo sintetiza con el siguiente refrán: âSi la gallina no tiene agua para beber, ¿cómo puede invitar a nadar al pato?â.
Revela que en su gobierno no subirá el presupuesto de la educación y que desea eliminar el bachillerato en humanidades modernas. âDebemos propiciar las carreras técnicas intermedias y hacer un plan de educación masiva, a través de un programa de estudios por televisión, que debe financiar el Estadoâ, explica.
Jacinto Velásquez afirma que por su temperamento no sabe obedecer, y que si no llega a ser presidente, prefiere retirarse de la polÃtica. â¡Dios me libre de aceptar un cargo público!â, concluye. (PM-JRI)
Plan, camisa y oxigenación
Se muestra orgulloso al asegurar que âes el mejor candidatoâ, aunque quede resentida la modestia
Por Diego Araujo Sánchez
Subdirector Editorial
Jacinto Velázquez se muestra orgulloso porque cuenta con el plan de Gobierno más amplio y completo en relación con los demás candidatos, recogido en el libro Promesa al pueblo, de 993 páginas, que, según su autor, constituye el estudio más completo sobre el paÃs y en el cual señala cómo proceder en cada área.
Velázquez se muestra también orgulloso al asegurar que "es el mejor candidato", aunque pueda quedar resentida la modestia. Pero se entusiasma, además, cuando revela que la camisa de cuello que viste es de seda, lleva grabado su monograma, tiene puños para broches y no es de marca, sino confeccionada en Guayaquil, en la CamiserÃa Orellana, por el módico precio de $14.
El candidato tiene respuestas para todo; no se molesta cuando Diego Cornejo le recuerda que, en anteriores elecciones, se le llamó âtodólogoâ. Sin embargo, me parece que se mueve como pez en el campo jurÃdico, de donde provienen su mayor experiencia y conocimientos.
Jacinto Velázquez asegura que tiene fundadas esperanzas de entrar a la segunda vuelta. Pero una eventual derrota no le animarÃa a entregar su plan de Gobierno a otra persona. âTengo una zona de inmadurez en mi vida. No sé obedecer. No soy el número dosâ, dice con orgullo y énfasis.
Para el candidato, âla patria se está cayendo en pedazos" y es la hora de la renovación polÃtica, la oxigenación y el cambio de los dirigentes. âYa pasó la época de determinados polÃticosâ, repite.
Sin embargo, no deja de ser paradójico que el mismo polÃtico que pide nuevos cuadros haya estado vinculado, durante más de dos décadas, a los avatares de la tradicional lucha polÃtica en el paÃs.
"Ante la crisis, tengo listo el libreto"
En este juego de imágenes positivas, en el cerebro de un presidenciable deben agitarse todas las neuronas de la seducción
Por Orlando Pérez
Editor Metropolitano
De entrada afirma que la patria se cae en pedazos. El libreto está advertido: ây llego yo para salvarlaâ, parecerÃa decir con una serie de propuestas, reconocidas con algo de humildad por Jacinto Velásquez como buenas, aunque no sean las mejores.
Es de los pocos, quizá el único que no se hace bolas con las cifras de las encuestas. Incluso su preocupación parecerÃa trasladarla a sus contrincantes, cuando dice que "nada está dicho", en un tono de que âtodo puede pasar pero a mà no me va a revolucionar la vidaâ.
Claro, como dice no ser un número dos, porque nunca aprendió a obedecer, solo acepta el cargo de presidente de la República.
Si no alcanza la Primera Magistratura ha jurado que se retirará a su casa y a su despacho. Ni siquiera agradecerÃa una embajada y mucho menos un ministerio o un puesto en la administración pública.
¿Con ello dejarÃa atrás la carrera polÃtica? Es muy difÃcil creerle a un polÃtico y menos a un candidato cuando está en plena campaña, aunque también enfatiza, más de una vez, que no quiere ser un Matusalén de la polÃtica. Y no porque sea deshonesto, sino porque en este juego de apariencias y venta de imágenes positivas hay que decir de todo, y en el cerebro de un presidenciable deben agitarse todas las neuronas de la seducción.
La pregunta de rigor es ¿qué pasarÃa en el paÃs si Velásquez llegara a la Presidencia? Solo por un ejercicio intelectual: deberÃa demostrar, dÃa por dÃa, que es "un chiflado fanático de la honestidad", como se encargó de decirlo en la entrevista, y que llamará a consulta popular para transformar la Constitución actual. Claro, el paÃs ya no está para experimentos, seguro, seguro.
¿Con diagnóstico anticipado?
"Alguna vez me harán un sicoanálisis", pronostica Jacinto Velázquez, quien se retirará de la polÃtica si pierde, el 20 de octubre
Por ThalÃa Flores y Flores
Editora de Información
Llega con una camisa de seda y con una fe inquebrantable. Se deshace en agradecimientos y elogios por âla apertura democráticaâ. Jacinto Velázquez es un polÃtico que no se inmuta al usar frases aprendidas en los muchos textos que habrá leÃdo, pero también los extraÃdos del habla popular: âSi la gallina no tiene agua para beber, ¿cómo puede invitar al pato a nadar?..â. Con este dicho sentencia que no permitirá que los colombianos ingresen a Ecuador, porque nos traen violencia.
Ha dedicado más de seis años a escribir su nueva propuesta de gobierno. Diego Cornejo le recuerda que, en 1996, su programa tenÃa 181 páginas y que hoy tiene 993. Le sorprende la precisión de los datos, y justifica que ahora ha desarrollado su pensamiento, que hay más problemas en el paÃs, y que la impresión del libro la hizo âa doble espacio, para facilitar la lecturaâ.
Cuando levanta los brazos para graficar los saludos de las âmultitudesâ que, además afirma, reciben gustosas su programa de gobierno, parecerÃa estar convencido de que sà llegará a Carondelet. Pero a renglón seguido se cura en salud, renuncia a su sueño, y anticipa que si no gana los próximos comicios se retirará de la polÃtica.
Las palabras le brotan como en una cascada, con el riesgo que conlleva el hablar antes de terminar de pensar: âHay un 50% de ratas de albañal, de alcahuetes de los gobiernos que se dejan comprarâ. âNo soy llorónâ. âNo sé obedecerâ. ¿Cómo piensa gobernar sin escuchar al pueblo, su mandante? le pregunto. Velázquez debe rectificar: âCon excepción de Dios, el pueblo y la historiaâ.
De todas maneras, el corpulento polÃtico al que le brillan los ojos cuando habla de los problemas del paÃs, concluye el diálogo con HOY haciendo una confesión que nos releva de cualquier comentario: âAlguna vez me harán un sicoanálisisâ.
AL PIE DE LA LETRA
l âNo soy el mejor candidato, sino el más acertado en sus planes de gobiernoâ.
l âYa pasó la época de los partidos polÃticos, tienen que democratizarse y replantearse ideológicamente, todosâ.
l "También tengo detractores, no soy monedita de oro, ni billete de $100".
l âEl mitin polÃtico es la expresión más clara de la vanidad de los polÃticos, porque uno en vez de ir hasta la gente, lo que hace es decir vengan a oÃrmeâ.
l âMe desafilié del Partido Unidad Republicana, que hizo la reingenierÃa de Sixto (Durán Ballén), porque él tenÃa un exceso de confianza en el que fue su vicepresidente, Alberto Dahik. Luego, la historia me dio la razónâ.
l âEl actual Gobierno no debe firmar ningún acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para no atar de manos al próximo gobiernoâ.
l âEn el Congreso hay un 50% de ratas de albañal, de alcahuetes de los gobiernos que se dejan comprarâ.
l âMe molesta como ciudadano que no se aprecie el proceso que hubo en la elaboración de mi plan de gobiernoâ.
l âMuchos candidatos de esta campaña electoral me están copiando mis propuestas de campaña, escritas en mi libro. Solo me rÃo de estoâ.
l âEl libro de mis propuestas tiene 993 páginas, porque fue escrito a doble espacio, para que fuera más fácil de leerloâ.
l âNo acuso ni defiendo a las encuestadoras, porque no soy ningún llorónâ.
l âYo soy un chiflado de la rectitud. Puedo aceptar que alguien robe un reloj, pero lo que no puedo concebir es que se le robe al pueblo ecuatorianoâ.
l "¡Dios me libre aceptar un cargo público. No soy ningún burócrata!â
l âTodos tienen una zona de inmadurez, la mÃa es que no sé obedecer. Solo obedezco a Dios, a la patria y a la leyâ.
l âEs una inmoralidad que el Congreso gobierne con el Ejecutivoâ.
l âLimitaré el ingreso de los colombianos para que ocupen plazas de trabajo de los ecuatorianos. Por más penosa que sea la situación". (JRI)