La inútil mansedumbre complaciente
Confundiendo lo legal con lo polÃtico, nos retiraron las preferencias arancelarias del mercado norteamericano, en represalia por aplicar una Ley Nacional sobre el IVA a las petroleras que operan en el Ecuador, asunto interno en que no caben mediaciones sino disciplinado acatamiento. Enfrentar esta represalia con decisión, firmeza y de pie, es el reto, sin renunciar derechos, soberanÃa, autoestima nacional y sin conciencia de sufridas vÃctimas. Que nuestro sector exportador deje de ser avasallado, y cuente con el respaldo de paÃs respetado. Para forjar esto, nuestro presidente debe dar un plazo prudencial al Gobierno estadounidense para que restablezca las preferencias; en caso contrario, debe ordenar la suspensión indefinida de las operaciones de la milicia estadounidense en la Base de Manta. Defendamos nuestros intereses económicos para cumplir deudas y respaldar la dolarización por sobre los intereses extranjeros que debieron instalar la Base en las mismÃsima Colombia.
La inseguridad jurÃdica la crean los representantes que firman contratos y convenios lesionando intereses, que en un futuro deben llegar a ser reparados por el reclamo de los afectados.
Nuestra historia nos ha mostrado la inútil conveniencia de poseer una complaciente mansedumbre en las relaciones internacionales, por el temor a lo que nos podrÃa suceder.
Aún el vecino del sur incrementó en estos dÃas el 5% de aranceles a nuestros productos, cuando se hablaba intensamente de reescribir la historia basada en conceptos de buena vecindad. Ahora nos golpea económicamente, mañana dirá que la medida fue provocada por nosotros...
Bayardo Montalvo GarcÃa
Un verdadero apóstol
El doctor José Laso Barba ha muerto. Cerca de 60 de sus 84 años los invirtió en el servicio a los demás. Fue un médico prominente y su vida transcurrió entre los libros que le dieron una cultura refinada y las decenas de pacientes que diariamente atendÃa, y a los que dedicaba sus mejores conocimientos con abnegación y desinterés. Amigos, familiares y conocidos acudÃamos en busca de su certero diagnóstico. Sólo unos pocos dejaban unos centavos apenas simbólicos como tarifa por la atención. Pero eran las legiones de pobres y desesperados sus más fieles clientes. El doctor "Lasito" los curaba, pues fue siempre su último y mejor recurso.
Fue una vida de entrega solidaria y generosa. Un ejemplo de cristiano indeclinable, un modelo de profesional rectilÃneo. El ha regresado al Padre, donde le tenÃa ya reservado un lugar de privilegio.
El Ecuador le debe un sentido homenaje de gratitud y reconocimiento. El nombre de José Laso Barba debe brillar en la galerÃa de los servidores más preclaros de la Patria.
Ing. Roberto Serrano
Resultados contra los partidos
El resultado de las elecciones presidenciales del domingo mostró la iniciación de un sentimiento mayoritario antipartidista tradicional, debido al incumplimiento de las habituales ofertas de la ahora maltratada partidocracia, a las que se han sumado algunas apresuradas declaraciones no meditadas polÃticamente de exaltados dirigentes, con las que han confundido y desanimado a un sector del electorado que otrora los favorecÃa con su votación.
Cuán erróneo fue para el Ecuador, que con apenas algo más de ocho millones de sufragantes, con alto Ãndice de analfabetos, por falta de una legislación apropiada se haubiera cometido otra vez la torpeza de presentar 11 candidatos a la Presidencia de la República..., la mayorÃa de los cuales, por su obnubilación, hoy son dolidos perdedores. Una lección para los aventureros polÃticos ecuatorianos.
Lcdo. Arturo Sampedro V.
¿Baki presidenta?
"¿Perdió?", interrogó Jorge Ortiz a Ivonne Baki al comunicar que los finalistas presidenciales eran los populistas Gutiérrez y Noboa. "¡No! Gané: espere y verá", retrucó la ex candidata. "¿Esperar cuatro años?", dijo Ortiz. "¡No! ¡Yo seré presidenta!" -contestó muy suelta de huesos- dejando entrever, implÃcitamente en su respuesta, que serÃa presidenta este próximo perÃodo.
Aunque no lo admita abiertamente, ¿creerá que los magros resultados obtenidos- dos de cada tres ecuatorianos no votaron por los finalistas- y el altÃsimo porcentaje sumado de perdedores, nulos, blancos y abstenciones que alcanzan casi el 70%; es decir la actual encrucijada a la que nos precipitaron los partidos polÃticos tradicionales, que determinaron una elección difusa, endeble y sin apoyo popular -pero elección al fin-, son razones suficientes para pescar a rÃo revuelto y dar al traste con la voluntad popular? ¿Acaso ella, por su cercanÃa con los âgringosâ, conoce con certeza lo que comenta el pueblo llano en los pasillos de los hospitales, oficinas y las nuevamente largas colas de los bancos? ¿Que los finalistas no son bien vistos por sus poderosos amigos y el ganador no durará en el solio presidencial más de lo que duraron Bucaram y Mahuad? Esperemos.
Pablo Izquierdo Pinos
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