Quito. 18.03.95. Donde termina Manuelita Sáenz termina también
Quito. Al tope oriental de la ciudad, desde donde el Panecillo
parece realmente un pequeño pan. AllÃ, entre el silencio del
monte Atacaso y el ruidoso sur de la urbe, se levanta este barrio
urbano marginal de 180 hectáreas de extensión.
Con solo 60 de ellas urbanizadas, Manuelita Sáenz -uno de los
tres barrios que conforman la cooperativa Mariscal Sucre, ubicada
en los altos de la Ecuatoriana- está apenas poblándose.
Son 1.250 propietarios. Muchos de ellos no viven en el barrio
pero mantienen sus lotes. Gran parte de los terrenos están
vacÃos, quizás porque, no para toda la gente es fácil
acostumbrarse a vivir en un páramo.
Y es que a pesar de que el barrio está dentro del perÃmetro de
Quito, su ubicación hace que allÃ, el viento helado sople con más
fuerza y el corazón se agite a los pocos pasos.
"Del otro lado del monte, a una hora de camino, empieza la
Costa", asegura Manuel Carvajal, presidente del Comité
pro-mejoras del barrio. "Del otro lado, el camino conduce a la
montaña", explica.
Es justo en la mitad, en las faldas del monte Niño Loma, donde
Manuelita Sáenz florece.
AllÃ, las casas -y hasta la gente- parecen estar colgadas del
cerro, entre los sembrÃos de papa y legumbres.
En un lugar del monte Niño Loma, los vecinos han cercado un
pedazo de terreno. Es una extensión grande que, vista de lejos,
parece estar vacÃa.
En el cuadrado verde se destaca un puñado de cruces, esparcidas
de manera desordenada.
Es el cementerio privado de Manuelita Sáenz, y, a veces, de "uno
que otro vecino".
Por su ubicación, el campo santo domina el paisaje. Y aunque por
las noches, las sombras de las cruces parecen agrandarse, nadie
en el barrio le tiene miedo a las almas. "A los vivos es que hay
que temer", bromea uno de los vecinos. Y otro, quizás con más
experiencia, le responde: "a las vivas, mejor, compañero".
DESDE LA MAMA NEGRA HASTA LOS BAILES CUENCANOS
Durante un dÃa, uno solo, de Septiembre, en Manuelita Sáenz se
resume todo el calendario festivo del paÃs. Allà están la Mama
Negra y las coplas de Guaranda; los bailes cuencanos y las
artesanÃa de Otavalo.
Allà se reúnen la fritada y los patacones, el arrope, las nogadas
y las tortillas de Ambato.
Y la gente del barrio, cada uno con las tradiciones de su tierra
y algo de nostalgia en el pecho, se dedica a festejar. Asà nadie
se siente ofendido porque se le dedique a una sola región la
fiesta del lugar en el que todos se han encontrado.
Es que en Manuelita Sáenz, solo el 2% de gente es quiteña. El
resto llegó de todas las provincias, cuando, hace 21 años, fue
creada la cooperativa.
La mayorÃa es gente de la sierra. Ambateños, riobambeños,
ibarreños, lojanos, otavaleños.
CUANDO TENGAN LOS TITULOS DE PROPIEDAD....
Sin embargo, a la hora de trabajar todos se unen, pues ese pedazo
de tierra adosado a la montaña, pasó a ser, hace tiempo, su
hogar.
También lo hacen cuando llegan los campeonatos deportivos (en
Manuelita Sáenz hay 17 equipos de indorfútbol, seis de mujeres y
11 de hombres) o la elección de la reina en diciembre.
Y seguramente lo harán también el próximo 26 de marzo, cuando,
después de dos años de trámites, pasen a ser por fin, los dueños
legales de los lotes.
Ese sábado, en la casa comunal que ahora amplÃan y pintan
corriendo contra el tiempo, el presidente del barrio les
entregará las escrituras de propiedad.
Solo entonces, cuando cada uno tenga su tÃtulo de propiedad,
aquello que hicieron suyo fundando allà sus tradiciones, sus
familias, su memoria, les pertenecerá definitivamente .
LAS ESTRATEGIAS DEL SECTOR "POPULAR"
Cuando hablamos de los "sectores populares" nos referimos a un
término que ha sido interpretado de diversas maneras y ha
generado conflictos y controversias entre los estudiosos de la
realidad social. A pesar de todo existe un consenso en torno al
uso de éste término, que ha llegado a considerar a este sector
como un grupo humano representativo de la sociedad y que se
mantiene en condiciones precarias y marginales. Para el CONADE es
aquella población que se encuentra en situación de pobreza, que
vive en condiciones de hacinamiento, con un limitado acceso a los
servicios (especialmente de agua potable y alcantarillado), que
se debate en ambientes insalubres, con déficit y mala calidad de
vivienda y del hábitat en general.
Lo "popular" se convierte de esta manera en un término que
engloba toda una serie de situaciones, conflictos y problemas que
son compartidos por la gran mayorÃa de la población en los
sectores periféricos de nuestra ciudad. Pero hablar de lo popular
es referirnos también a una gama de "estrategias de vida" muy
interesantes que se han dado al interior de estos sectores a
nivel familiar y comunal, las cuales se han originado con la
finalidad de lograr satisfacer sus necesidades más apremiantes.
Datos del censo de 1990, muestran que alrededor de la mitad de
los pobladores de estos sectores, tiene un trabajo estable,
encontrándose, la otra mitad, desocupada o subocupada. La
principal rama de actividad es la construcción, con un 23.7% y la
artesanÃa con un 19.3%. La mayorÃa de la población ocupada,
trabaja en condición asalariada (43.9%, mientras el 28% trabaja
por cuenta propia.
Y la realidad, como todos sabemos, es que los salarios no logran
cubrir las necesidades de la familia. Entonces aparece lo que se
ha dado en llamar "estrategias de sobrevivencia" de los sectores
populares. Qué son estas estrategias? Son prácticas que realizan
las familias para obtener los ingresos necesarios que ayuden a la
reproducción de sus miembros. En los sectores populares, como en
el caso de Manuelita Sáenz, se dan algunas prácticas comunes a
las de los sectores campesinos. En plena ciudad, se dan
manifestaciones de una familia campesina. Poseen huertas, crianza
de ganado, cocinan con leña, sus productos los venden en los
mercados, etc. Estas estrategias ha ayudado a que sus familias
logren obtener los recursos adicionales necesarios para su
manutención. Si bien es un complemento, su significado es de suma
importancia en la reproducción de las familias. Y esta ha sido
una de las caracterÃsticas muy interesantes de los sectores
populares, el mantenimiento de prácticas campesinas, al interior
de la ciudad como parte de sus estrategias de vida.
CaracterÃstica que, unida a los esfuerzos de organización y
solidaridad entre las familias, ha permitido que estos sectores
logren su consolidación como participantes de la evolución y el
crecimiento de la ciudad, y obtengan el apoyo de las autoridades
municipales, la sociedad civil y los organismos privados de
desarrollo.
UNA GENTE EXPERTA EN TOMARSE LAS CALLES
Manuelita Sáenz tiene un sistema subterráneo de mangueras (que
sustituyen al alcantarillado), dos canchas deportivas,
"próximamente un estadio" y una casa comunal que es el orgullo
del barrio. Cuenta con luz eléctrica, un sistema de captación de
agua construido por la EMAP, transporte (hasta la entrada) y el
empedrado de una parte del camino principal.
Acaso han sido la "niña de los ojos" de alguna administración
municipal. No. Se lo deben a su buena organización.
"A base de lucha", dicen haber conseguido todo lo que ahora
tienen. Y aunque la forma de luchar resulte singular: "la gente
es experta en tomarse oficinas y calles", parece haberles dado
resultado.
Pero también funciona el sistema de la minga. Aún para quienes no
viven en el barrio, pero son propietarios de los lotes. "Todos
participan al menos una vez al mes", dice Carvajal.
"Eso sà aquà somos bien unidos", reitera. La cohesión parece
funcionar, sobre todo, cuando alguien en el barrio corre peligro.
"Muchas veces han intentado robarse el ganado por la noche, pero
aquà estamos preparados: apenas alguien escucha algo extraño
grita o silba y todos salimos gritando o disparando; entonces los
ladrones son los que se asustan", asegura.
UN MUNDO DIVIDIDO EN DOS ESCUELAS
Los pobladores de Manuelita Sáenz entienden los desacuerdos...
aunque eso les cuesta mantener dos escuelas.
En el un extremo levantaron la escuela católica, perteneciente a
las religiosas de La Providencia.
En el otro extremo, está la escuela laica Che Guevara.
De ese modo, no es necesario entrar en el debate en torno a la
ley que establece las dos horas de educación religiosa.
Asà expresan la tolerancia los vecinos, aunque gran parte de
ellos renuevan su fidelidad polÃtica al FADI, de quien dicen
haber recibido un invalorable respaldo. (5B)
en
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Ciudad N/D
Publicado el 18/Marzo/1995 | 00:00