INDIGENAS EN COMPAS DE ESPERA
Quito. 05.08.92. Luis Macas, presidente de la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), confía más en
la fuerza de la organización que preside, que en la voluntad
del próximo gobierno, para lograr que los planteamientos
indígenas sean atendidas.
Califica al gobierno de Sixto Durán Ballén como de tendencia
"derechista", pero se muestra cauteloso al momento de predecir
cómo será su gestión una vez que se haga cargo del Estado.
Como otros sectores sociales, el indígena también se ve
afectado por la crisis económica. Por eso, sostiene Macas, lo
único que tiene que hacer el gobierno es detener la carrera
inflacionaria hacer producir al país, principalmente al sector
agrícola.
Los indígenas ecuatorianos consideran al gobierno de Sixto
Durán Ballén como de derecha dentro del ámbito político.
"Durán Ballén y Jaime Nebot tienen el mismo tinte y línea
política de derecha y hoy sabedores de que iba a ganar
cualquiera de los dos partidos (Republicano y
Socialcristiano), decimos que lo único que tiene que hacer el
gobierno es salir del problema que vivimos todos los
ecuatorianos: detener esta carrera inflacionaria, esta falta
de producción, principalmente del sector agrícola", dijo Luis
Macas.
Aseguró que los indígenas están a la expectativa de lo que va
a hacer el arquitecto Durán Ballén, "que pertenece a la misma
línea del sociacristianismo, ex colaborador del ingeniero León
febres Cordero", a tiempo de insistir que no confían
íntimamente en el gobierno, sino, más que nada, "en nuestra
forma organizativa a nivel nacional y seguiremos pugnando
porque este gobierno cumpla, al menos, con las mínimas
aspiraciones que tenemos los pueblos indígenas".
- Usted se muestra cauto en sus declaraciones frente a la
posición de la clase indígena.
Más que cautela, nosotros esperamos que el gobierno inicie su
gestión y ver cuál es su línea de acción y si es de impujarla
a través de la CONAIE, si hay coordinación con el movimiento
indígena y respeto mutuo, nosotros dialogaremos con el
gobierno; pero si hay acciones en contra del pueblo, por
ejemplo, con las medidas económicas, haremos inmediatamente la
opocisión, como lo haría cualquier otro sector.
- ¿Esta oposición implicaría un nuevo levantamiento indígena?
Todavía de las acciones futuras no podemos decir nada, pero
naturalmente nos pondríamos en esa línea de defensa de los
intereses de los pueblos indígenas y del pueblo en general, de
dictarse medidas tipo shock.
- ¿Se unirán en la lucha con otros movimientos laborales?
Naturalmente. Nosotros tenemos una vinculación con el
movimiento obrero, campesino, estudiantil y poblacional y la
alternativa que vemos es que debemos unirnos toda la gente que
estamos afectadas por la crisis. Yo creo que no se puede
hablar en el Ecuador de un estado de pobreza, sino de
desesperación.
- ¿La CONAIE se mantendrá al margen de la ingerencia política?
En las elecciones de 1992 no participamos, pero hay una
posición diversa dentro del movimiento indígena. Hay gente
que ha estado vinculada con partidos políticos, e incluso han
habido casos de candidatos indígenas terciando en las
elecciones, pero creo que es un problema de proceso, porque no
podemos de la noche a la mañana olvidarnos lo que significa la
participación democrática.
La no participación en las elecciones fue una decisión crucial
porque significa para nosotros 500 años de resistencia de los
pueblos indígenas.
Cuatro millones y medio de indígenas asentados en diez
poblaciones (el 45 por ciento de la población total
ecuatoriana) esperan del gobierno de Sixto Durán Ballén, una
respuesta a la legalización de tierras, aunque confían en su
propia forma organizativa a nivel nacional para pugnar al
gobierno cumpla con las mínimas aspiraciones del sector.
Los indígenas que representan más del 45 por ciento de la
población total ecuatoriana, se constituye en uno de los
sectores sociales más grandes del país, con presencia
histórica y política y que al decir del presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), Luis
Macas, "una población tan numerosa no puede ser postergada,
abandonada, ni descuidada por parte del Estado".
El movimiento indígena de junio de 1991, representó la más
viva voz de alerta para que los poderes públicos den atención
a ese sector. Más aún, cuando a nivel Latinoamericano se ha
despertado un movimiento indígena uniforme y consolidado.
"Tenemos la confianza de que el nuevo gobierno, con la
seriedad y la capacidad que le caracteriza, va a gobernar para
todos los ecuatorianos", dijo Macas, quien aspiró que cuando
asuma el poder, Durán Ballén responda a la propuesta que
hicieron los indígenas antes de la segunda vuelta electoral,
en torno a su supervivencia y desarrollo.
-¿La falta de respuesta desestima la importancia del nuevo
gobernante a los problemas indígenas del Ecuador?
Nos han calificado que somos beligerantes, pero vamos a
esperar con paciencia y tolerancia hasta cuando el gobierno se
posesione. No podemos anticipar ningún criterio en el sentido
de que la próxima administración va a desconocer o manejar mal
las propuestas que los indígenas hemos hecho.
- Frente a la posición de la clase indígena, ¿no cree que es
necesario un pronunciamiento oportuno?
El nuevo gobierno ha estado preocupado en estructurar su
gabinete con empresarios, con gente que representa a la
empresa privada.
- ¿Eso constituye un obstáculo?
Consideramos que la gente que está en el gobierno, a lo mejor
no va a aceptar o no ve con claridad las acciones de tipo
social que el gobierno debe emprender, pero quiero reiterar la
confianza de que tal como está estructurada la planta del
gobierno, seguramente tendrán planes de qué van a hacer con el
movimiento indígena.
- ¿Qué tipo de gobierno le interesaría tener al Ecuador?
Para nuestra forma de ver, creemos que un gobierno no por el
interés de reactivar el aparato económico, ni hablar del
desarrollo económico, deba descuidar el aspecto social y creo
que en la medida que se hable de un desarrollo económico,
siempre se debe estar pensando también en las necesidades de
un gran sector que es totalmente desprotegido.
- ¿Cuál es la posición de los indígenas respecto al plan de
privatizaciones anuciadas por el nuevo gobierno?
La privatización que se viene hablando, no solo a nivel
nacional sino también mundial como una de las opciones o
panaceas del desarrollo, de acuerdo al criterio de los
actuales y futuros gobernantes, tiene que ser también
diseñada para buscar el bienestar de mucha gente, porque no se
va a desmentaler el Estado sino que tendrá que ser
racionalizado.
-Partidario entonces, de una privatización selectiva?
Van haber ciertas empresas estatales que necesariamente se
tendrán que privatizar, pero otras, definitivamente, no.
Además, las empresas del Estado siempre han estado manejadas y
diseñadas por el mismo sector empresarial privado, de tal
suerte que no se puede hablar a estas alturas de la
ineficiencia del Estado.
Hay necesidad de mantener empresas que, de privatizarse, van a
beneficiar a esos sectores y en manos privadas no tendrán la
protección adecuada, por lo que el Estado debe seguir velando
por ellas. Un gobierno debe estar al servicio del pueblo.
- ¿Cuál sería la forma ideal de gobernar?
No pensar solamente en el desarrollismo puro o pensando que
reactivando el sistema económico se pueda olvidar los sectores
indígenas, de los trabajadores, de la gente más pobre.
Entonces, pienso que el gobierno estará diseñando un sistema
de gobernar atendiendo las necesidades de las grandes
mayorías.
- ¿La posición indígena frente a las nuevas medidas
económicas?
Suponiendo que el gobierno elevara las tarifas de transporte
dentro de un gran paquete de medidas, que vaya en contra del
pueblo, creo que el mismo pueblo va a protestar porque estaría
en contra de toda la posibilidad de vida de los más pobre.
- ¿Usted expresa confianza en el nuevo gobierno de que dará
atención a los problemas del sector?
Estimo que seguirá adelante atendiendo las propuestas
indígenas en cuanto tiene relación a los conflictos de tierra,
dentro de los términos legales, y trabajando por una educación
indígena bilingue. Esa sería una de las formas como el
gobierno debe atender a todos los sectores, sin discrimen
alguno. (2A)
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Ciudad N/D
Publicado el 05/Agosto/1992 | 00:00