Guayaquil. 15 feb 99. "El Gobierno tiene que reinstaurar un
esquema que permita recuperar confianza en la polÃtica
económica y reconstruir su imagen de independencia en sus
decisiones con respecto al Congreso Nacional", manifestó el
analista económico Mauricio Pozo.
Pozo señaló que la decisión del Banco Central de eliminar el
sistema de bandas fue la más adecuada, no obstante no se puede
decir que "va a quedar de por vida" y se irá definiendo a
medida que la actual administración adopte una conducción de
polÃtica económica creÃble.
Salida con el FMI
Señaló que ahora es preciso llegar a un acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) para lo cual se tiene que hacer
un esfuerzo muy especial, ya que el presupuesto general del
Estado no brinda la seguridad al no haber sido aprobado bajo
parámetros adecuados.
"Tenemos una pro forma aprobada pero no reúne las
caracterÃsticas adecuadas para considerarla un presupuesto
financiado", expresó.
Urge propuesta de reactivación
Para Guillermo Landázuri, miembro de la Comisión de lo
Tributario, Fiscal y Bancario del Congreso Nacional, el hecho
que la pro forma presupuestaria no fuera aprobada como dispone
la Constitución, es decir por sectores de ingreso y que
inclusive tenga signos de desfinanciamiento justifica la
inseguridad que existió en el mercado cambiario y que fue
corregida con la acción del Banco Central.
Por ello consideró preciso que el gobierno enuncie un concreto
plan de reactivación de los sectores productivos, asegure la
eficiencia y austeridad en el gasto público y tenga lucidez en
el campo tributario.
Señaló que hasta el momento el único combate que se le ha dado
a la inflación es a través de la restricción de la demanda,
pero el enfoque correcto debe ser el de dar estÃmulo a la
reactivación.
Landázuri consideró importante situar una polÃtica de
endeudamiento de largo plazo que signifique que estos recursos
sean utilizados para propósitos productivos, para inversión y
además cumplir con lo que dispone la constitución, es decir
establecer un lÃmite de deuda externa.
"Es preciso que el gobierno se comprometa con el desafÃo de un
manejo racional de la deuda, reducir su impacto en el
presupuesto, unirla con una propuesta de reactivación
productiva para que esta sensación de incertidumbre termine",
recalcó.
Impacto social de la medida devaluatoria
Entrevistado en la calle por algún canal de televisión, un
ciudadano común corriente aseguraba que la flotación del dólar
producirÃa un incremento significativo en los bienes de
primera necesidad y, en consecuencia, que elevarÃa aún más el
costo de la vida. No fue consultado acerca de las razones que
tenÃa para asegurar esto, pero de su rápida respuesta se
pueden desprender dos conclusiones. En primer lugar, la
experiencia ciudadana sabe que un alza de gran magnitud en la
cotización del dólar tiene un efecto inmediato sobre todos los
bienes de consumo masivo. En segundo lugar, el solo hecho de
que afirmara lo que afirmó ya permite suponer que asà será,
dado que si su suposición es compartida por la mayorÃa de la
población, como en realidad lo es, esa misma mayorÃa se
encargará de empujar los precios hacia arriba.
Los productores, los comerciantes, los oferentes de bienes y
servicios y en general los empresarios grandes o pequeños
saben con exactitud la incidencia real que tiene cada sucre de
incremento en el precio de las divisas sobre el precio final
de los productos y de los servicios. Lo saben tan bien como el
transportista que conoce el verdadero monto en que se afecta
su ganancia con un determinado porcentaje de alza en el
combustible, o como el empleador que establece la incidencia
de cada unidad en que sube el salario sobre sus costos.
Sin embargo, ellos y en general todo ese conjunto a quienes
los economistas denominan los agentes económicos, no trasladan
únicamente ese monto al consumidor final, sino que prefieren
regirse por una cifra siempre más alta, en lo posible cercana
a la del incremento del insumo en cuestión.
Es, sin duda, lo que sucederá en esta ocasión. La elevación de
aproximadamente un veinte por ciento en la cotización del
dólar (que aparentemente será el nivel definido por el
mercado) llevará a alzas diferenciadas y especÃficas para cada
producto, pero siempre en mayor proporción que la realmente
tiene en términos económicos. En productos agrÃcolas básicos,
por ejemplo, como el arroz, la papa, el fréjol, se calcula que
la incidencia de insumos y materias primas importadas no es
mayor a un quince por ciento de su costo de producción. Por
tanto, su precio final deberÃa tener un incremento de
alrededor de un tres por ciento (el veinte por ciento del
quince por ciento), pero pensar en que eso pueda ocurrir es
simplemente una ingenuidad.
Por diversos motivos, entre los que cabe destacar la necesidad
de realizar diariamente la compra de bienes básicos -a causa
de su baja disponibilidad de recursos acumulados y de
facilidades para la conservación de productos perecibles-, asÃ
como por su dependencia de comerciantes minoristas que
constituyen el eslabón final de una larga cadena, este estrato
será el más afectado por la devaluación.
Es probable que inicialmente los sectores medios paguen
también este costo, en especial por la elevación del precio de
los productos importados.
Ellos podrÃa restringir temporalmente su demanda de estos
rubros, pero luego se verÃan compensados con el efecto
benéfico que seguramente tendrá la devaluación sobre las tasas
se interés. El abaratamiento de los créditos, beneficiarÃa a
este estrato.
Es cierto, sin embargo, que algunos sectores de beneficiarán
de esta medida. No solamente quienes acumularon dólares en
meses anteriores, sino quienes están en capacidad de
transferir los incrementos de los costos al usuario final.
En cualquier caso, el paÃs ha vivido uno de esos momentos en
que se expresa con absoluta claridad la contradicción y la
interdependencia entre las necesidades de la macroeconomÃa y
la realidad económica de las familias. Como estaba implÃcito
en la respuesta del transeúnte entrevistado, nadie podrá
evitar los efectos de lo que suceda en la primera, aunque para
unos será desastroso mientras que para otros puede hasta
constituir una ventaja. (Texto tomado de El Universo)