El Presidente de la República calificó al pacto como âun triunfo para Ecuadorâ, sin embargo, los empresarios que lo acompañan en su visita a Estados Unidos consideraron al acuerdo como inútil, pues no ayuda a reactivar la economÃa del paÃs. El ministro de EconomÃa, Mauricio Pozo, aseguró que no hay presiones para elevar el precio del gas.
Risas iban y venÃan, apretones de manos, golpes en la espalda. Todo era bienvenido para felicitarse. ¿La razón?: âUn triunfo para el pueblo del Ecuadorâ.
El logro ecuatoriano, según el presidente Lucio Gutiérrez, es haber firmado la Carta de Intención para un acuerdo por un crédito de 200 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El documento contó con las firmas de Gutiérrez; el ministro de EconomÃa, Mauricio Pozo; el presidente del directorio del Banco Central, Mauricio Yépez, y de Horst Kohler, director-gerente del FMI.
La canciller, Nina Pacari; el embajador itinerante en Washington, Guillermo Lasso; y el diputado Renán Borbúa, que también asistieron a la cita, sonreÃan confirmando las declaraciones del Mandatario que, a la salida, insistÃa en aclarar que era âun momento de alegrÃa para el paÃsâ.
La Carta de Intención es una formalización del pedido de crédito del paÃs al directorio del organismo financiero. Se trata de un trámite que, al contar con el aval del director general, permite en la mayorÃa de los casos dar por seguro la aprobación del acuerdo por parte del directorio.
Si todo se cumple, Gutiérrez señaló que Ecuador recibirÃa el próximo 14 de marzo (el directorio se reunirá el 12 y 13 de marzo), âun primer desembolso de 150 millones de dólaresâ. El plan original es de cuatro desembolsos de 50 millones de dólares, tras revisiones trimestrales.
El apoyo del FMI justificarÃa los agradecimientos del Mandatario hacia Kohler. âGracias por la confianza, gracias por creer en Ecuadorâ.
Como lo ha hecho en cuanta reunión ha tenido, Gutiérrez insistió en que el acuerdo con el Fondo es vital para la reactivación de la economÃa ecuatoriana y resolver la pobreza.
El préstamo del FMI es parte clave del programa económico del Gobierno, que espera recibir otros 300 millones de dólares de instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, con quienes también se reunió en Washington.
Durante trece meses, a partir de la puesta en vigencia del acuerdo, Ecuador tendrá el aval del FMI ante los inversionistas extranjeros, después de ese tiempo ambas partes evaluarán los resultados antes de aprobar una ampliación.
Tanto Pozo como Gutiérrez se negaron a detallar los compromisos que adquirió el paÃs con la firma de la carta. El ministro se limitó a afirmar que los requisitos âno han cambiadoâ. Por el contrario, el Mandatario reiteró que âno falta nadaâ. Es decir, que Ecuador ha cumplido con todos los requisitos.
Sin embargo, un dÃa antes Gutiérrez admitió que aún están pendientes la reducción de los subsidios del gas y de la electricidad, además de las reformas legales.
Aunque el Mandatario no lo quiso admitir, no todo está dicho respecto al FMI.
Aún está por verse si el organismo mantiene el apoyo con la misma agilidad si el Congreso âdonde el Gobierno no tiene mayorÃaâ bloquea la aprobación de las reformas aduanera y tributaria.
Por eso, Gutiérrez pidió a los miembros del Congreso
âpragmatismo y patriotismoâ para aprobar las reformas económicas que necesita.
Entretelones
Ayer, con los analistas y académicos, que se reunió en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, un cansado pero seguro Lucio Gutiérrez no convenció con su discurso, pues âno respondÃa a las preguntasâ, se quejó uno de los asistentes. Sin embargo, la sensación general es que proyecta un interés real por resolver el área social.
En su discurso con la gente del Think Tanks en el Center for Strategical International Studies, Gutiérrez dijo que espera convencer a las petroleras internacionales de invertir en Petroecuador para aumentar la producción y exportación de petróleo, aprovechando el OCP. âNosotros no tenemos los recursos para invertirâ, dijo ante un foro de académicos y analistas.
El analista Walter Spurrier acudió a la cita con el FMI, junto a los representantes de las cámaras de la producción, para conocer los detalles del acuerdo. Spurrier se alojó en el mismo hotel que la comitiva presidencial, pero dijo que no pertenece a esta.
Renán Borbúa, Antonio Tramontana y Jorge López, asesor presidencial, estuvieron en más contacto con el presidente en el viaje.
En la conferencia con Think Tanks, Gutiérrez se ganó los aplausos y risas de la audiencia al afirmar que tiene muchas diferencias con el presidente venezolano, Hugo Chávez, porque âél es más gordito, sambito y él es teniente coronel y yo soy coronelâ. Antes de ese compromiso, el Mandatario y el ministro de EconomÃa, Mauricio Pozo, desayunaron con funcionarios del FMI.
A pesar de las bajas temperaturas (menos 6 grados centÃgrados), la canciller Nina Pacari usó el domingo pasado su atuendo usual con las alpargatas que mantenÃan descubiertos sus pies.
Ayer nevó en Washington, por lo que la Canciller decidió cubrirse del frÃo con unas botas negras de cuero, que se preocupa de cubrir con un abrigo largo.
El Mandatario destacó el proyecto a largo plazo de sus aliados polÃticos, los indÃgenas, durante la conferencia ante los creadores de opinión. El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, no viajó en la comitiva de invitados especiales. Ayer la canciller, Nina Pacari, no quiso explicar la razón de la ausencia del dirigente.
36 horas hablando con del Fondo
Entre órdenes de cuarteles, los militares a cargo del vuelo presidencial lograron que la comitiva oficial y la prensa estuvieran a bordo en la hora prevista por Carondelet (no la que se dio a la prensa).
Eran las 06h30 del domingo y el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, lucÃa sereno y cansado. Con mucha seriedad, apenas abordó, saludó personalmente a la prensa. Se sentó en la fila 7 y los ministros y funcionarios utilizaron la parte reservada a primera clase.
Sentado junto a su primo Renán Borbúa atendÃa los continuos saludos y consultas como las de JoaquÃn Zevallos, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, o Antonio Tramontana, secretario de Comunicación.
âTodavÃa no me despierto. Ni siquiera hemos desayunadoâ, respondió ante el saludo, temiendo una primera entrevista matutina.
Después de comer, Gutiérrez se sentó sobre el brazo de uno de los asientos del avión, se arremangó la camisa y diálogo âen offâ con los periodistas, como un aviso de lo que confirmarÃa más tarde en otra rueda de prensa improvisada en el avión, esta vez âen onâ. Aunque eso le costó pegarse un chicle en el pantalón, y lo obligó a cambiarse de traje apenas llegó al hotel.
En ambas ocasiones y como fue su tónica a lo largo del viaje de ida, âFondo Monetario Internacional (FMI)â fueron palabras clave. Con el acuerdo espera conseguir más préstamos y convencer a los inversionistas que tener ese garante lo hace un lugar seguro para invertir.
Entre las primeras cosas que dijo sobre su casi primer mes de gobierno fueron âlas duras condicionesâ que recibió del gobierno anterior y a pesar de eso logró un acuerdo con el organismo internacional.
La nieve le impidió trotar, algo que puede resultar perjudicial para un hombre que asegura que los constantes requerimientos âde todo el mundoâ lo pueden âreventar de estrés si no corroâ.
Acuerdo es bueno pero no reactiva, dicen productores
Los representantes de las cámaras de la producción felicitaron ayer al Gobierno por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero recordaron que este no es suficiente para lograr reactivar la deprimida economÃa ecuatoriana.
Lo que hace falta en Ecuador es mejores condiciones para producir, Ecuador es muy caro, dijo Sandro Coglitore, representante del sector camaronero.
El economista Walter Spurrier explicó que las medidas que ha tomado hasta ahora el Gobierno reducen el déficit fiscal, pero âel dinero que entra al paÃs (por préstamos que consigue el régimen) no le llega a la genteâ.
Para lograr el superávit al que se ha comprometido con el FMI, entre el 1% y 2% del Producto Interno Bruto (PIB), el Gobierno recurrió al aumento del precio de los combustibles y prepara reformas tributarias.
Esta medida fue entendida por los empresarios como que el Gobierno cargó el superávit a los bolsillos de la población al recortar el dinero circulante y por ende la capacidad de consumo, lo que perjudica a la producción, al comercio y a la industria.
Herbet Frei Pérez, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Norteamericana, dijo âentenderâ por qué el Presidente adoptó las medidas económicas, pero aseguró que ahora hacen faltan medidas como la reducción de impuestos a maquinarias y otros insumos de producción y de las tasas de interés.
âCon la dolarización se favoreció al importador, pero se perjudicó al exportador.
Las medidas tomadas para lograr el acuerdo con el FMI no corrigen este problemaâ, comentó Frei Pérez.
Caras largas
Los empresarios no estaban contentos con el acuerdo.
Uno de ellos consideró que al final de cuenta son âpréstamos por 500 millones para pagarles 2.000â.
Para algunos representantes del comercio, la industria y sectores productivos que participan del viaje, más importante que la firma era tomar medidas a favor del sector productivo y acciones para reducir los verdaderos males que espantan a los inversores: la inestabilidad jurÃdica, el alto costo de los bonos de la deuda y la conflictividad polÃtica. Hubo quienes fueron más allá y sin importarles la presencia de la prensa se quejaban: âLo del FMI es un cuento. Hoy firmamos... Veamos cuántos invierten mañanaâ. (MVA)
Mandatario abrió sector petrolero
Ayer a primera hora, el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, dio el primero de sus discursos durante su visita oficial a Estados Unidos, a los centros de investigación y estudios con sede en la ciudad de Washington.
A una nutrida concurrencia de investigadores, Gutiérrez expresó que la firma del acuerdo con el Fondo Monetario es solo el primer paso en la estrategia, que sirve para estabilizar la situación fiscal y mirar este año con respiro.
Para los próximos años, lo más importante es incrementar la producción petrolera, lo cual será posible dada la construcción del nuevo oleoducto. El esfuerzo será de las empresas privadas que deberán aumentar la producción no solo en los campos que en el presente tienen bajo contrato, ni en aquellos que saldrán próximamente a licitación, sino también en los campos que opera Petroecuador, ya que el Estado no tiene el dinero necesario para esas tareas.
Para el más largo plazo, es necesario que el aparato productivo ecuatoriano desarrolle lÃneas de exportación, en particular agrÃcolas, ya que el paÃs tiene vocación agrÃcola, pero que esta estrategia se estrella ante el proteccionismo de los paÃses desarrollados.
Finalizó Gutiérrez pidiéndoles a estos organismos de investigación que ayuden con sus conocimientos diseñando una estrategia de desarrollo para el Ecuador y América Latina, en la que se tomen en cuenta sus realidades polÃticas, económicas, sociales y culturales.