FINALIZO LA VIGILIA DE 34 AÑOS
Nueva York. 30.09.91. Los bombarderos estratégicos
norteamericanos provistos de armas atómicas dejaron de
sobrevolar por primera vez en 34 años el territorio de su país
como consecuencia del cese del alerta permanente dispuesto por
el Presidente George Bush.
Cuarenta B-52 y B-1B permanecieron en sus bases al dejarse sin
efecto el sábado pasado el alerta, en el marco de las medidas
de reducción de armas atómicas anunciadas por la Casa Blanca.
Los B-52 se encontraban en alerta permanente volando las 24
horas del día desde el 1 de octubre de 1957, con el objetivo
de poder dar respuesta a un eventual golpe nuclear de los
soviéticos.
Alivio y orgullo
Aunque algunas de las tripulaciones celebraron la resolución
de Bush con champán, el fin de las 297.786 horas de vuelo en
general fue recibido con una mezcla de alivio y orgullo, dijo
el vocero de una de las bases de la fuerza aérea.
"Realmente los aviadores no se dedicaron a festejar
bulliciosamente las posibilidad de permanecer en tierra que
les brinda el fin de alerta", expresó el teniente Robert
Carver, vocero de la base de la fuerza aérea Ellsworth, en
Dakota del Sur.
"Creo que simplemente se registró una gran satisfacción por el
hecho de que todo haya salido bien durante 34 años" añadió
Carver.
Fin a inacabable vigilia
Los tripulantes retiraron de los aviones los mapas y otros
materiales destinados a permitirles el retorno a los puestos
de comando. Luego entregaron los aparatos a los equipos de
mantenimiento para estos se ocupen de descargar las armas
atómicas.
Los gigantescos aviones con alas de 56 metros desde una punta
a la otra, voluminosos fuselajes y profundos compartimentos
para las bombas, fueron una expresión elocuente de una
política atómica militar decidida.
La inacabable vigilia inspiró durante la Guerra Fría el temor
a que los bombarderos pudieran atacar por accidente la Unión
Soviética provocando una pesadilla nuclear.
Bush Cedió a presiones.
Los recorte en el arsenal nuclear norteamericano anunciados
por el Presidente George Bush se produjeron como consecuencia
de las presiones del Congreso y de los defensores del desarme
para que aprovechara la oportunidad histórica que le brindaba
la actual situación en la Unión Soviética.
Mientras la propuesta de Bush delineada en un discurso
televisivo pronunciado el viernes ni siquiera alcanzaba lo
sugerido por expertos en el tema, es suficientemente audaz
como para fijar el rumbo y dar ímpetu a una nueva era.
Antes del discurso , que Bush elaboró con un reducido grupo de
asesores, se había culpado al mandatario de lentitud en dar
una respuesta a los pedidos soviéticos de ayuda económica.
Tal crítica puede dejarse de lado ahora, por lo menos por el
momento, mientras el mundo contempla el desarme de las
superpotencias, un proceso que Bush dijo ayudar a la economía
soviética. un vocero apuntó que Moscú se sumará a la
iniciativa.
Al ritmo de los cambios
La decisión del Presidente estadounidense George Bush de
reducir unilateralmente armas nucleares ha venido a responder
a críticos que afirmaban que no tenía visión de estadista
internacional, pero persisten las voces de quienes sostienen
que crece de audacia para encarar la solución de apremiantes
problemas internos.
cuando el Presidente soviético Mijail Gorbachov fue derrocado
por un breve lapso el mes pasado, Bush se mantuvo a la
expectativa y siguió de vacaciones en Maine, diciendo que los
acontecimiento de la Unión Soviética se desarrollaban con
demasiada rapidez y no permitían adoptar decisiones sobre cual
debía ser en adelante la política norteamericana.
"El presidente Bush está tratando de mantenerse al ritmo de
los cambios, no solo en los acontecimientos mundiales sino
también en el ámbito interno y en los intereses de nuestra
nación", indicó el senador Albert Gore, demócrata por
Tennessee.
Respaldan plan pero añaden críticas.
Los líderes del congreso estadounidense expresaron su respaldo
a la propuesta de reducción de armas nucleares anunciadas por
el Presidente Bush pero añadieron algunas criticas al
concierto de reacciones de aprobación suscitados por el nuevo
plan de desarme.
Los congresista demócratas, en diversas intervenciones en las
horas que siguieron al anuncio de Bush, subrayaron que, en
primer lugar, el presidente estadounidense se apoderó de
algunas propuestas que ellos mismos venía planteando desde
hace tiempo.
"Estamos muy contentos de que el Presidente haya aceptado la
posición que veníamos preconizando desde hace años", dijo el
líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes,
George Mitchell. (1S-3).
Nueva York. 30.09.91. Los bombarderos estratégicos
norteamericanos provistos de armas atómicas dejaron de
sobrevolar por primera vez en 34 años el territorio de su país
como consecuencia del cese del alerta permanente dispuesto por
el Presidente George Bush.
Cuarenta B-52 y B-1B permanecieron en sus bases al dejarse sin
efecto el sábado pasado el alerta, en el marco de las medidas
de reducción de armas atómicas anunciadas por la Casa Blanca.
Los B-52 se encontraban en alerta permanente volando las 24
horas del día desde el 1 de octubre de 1957, con el objetivo
de poder dar respuesta a un eventual golpe nuclear de los
soviéticos.
Alivio y orgullo
Aunque algunas de las tripulaciones celebraron la resolución
de Bush con champán, el fin de las 297.786 horas de vuelo en
general fue recibido con una mezcla de alivio y orgullo, dijo
el vocero de una de las bases de la fuerza aérea.
"Realmente los aviadores no se dedicaron a festejar
bulliciosamente las posibilidad de permanecer en tierra que
les brinda el fin de alerta", expresó el teniente Robert
Carver, vocero de la base de la fuerza aérea Ellsworth, en
Dakota del Sur.
"Creo que simplemente se registró una gran satisfacción por el
hecho de que todo haya salido bien durante 34 años" añadió
Carver.
Fin a inacabable vigilia
Los tripulantes retiraron de los aviones los mapas y otros
materiales destinados a permitirles el retorno a los puestos
de comando. Luego entregaron los aparatos a los equipos de
mantenimiento para estos se ocupen de descargar las armas
atómicas.
Los gigantescos aviones con alas de 56 metros desde una punta
a la otra, voluminosos fuselajes y profundos compartimentos
para las bombas, fueron una expresión elocuente de una
política atómica militar decidida.
La inacabable vigilia inspiró durante la Guerra Fría el temor
a que los bombarderos pudieran atacar por accidente la Unión
Soviética provocando una pesadilla nuclear.
Bush Cedió a presiones.
Los recorte en el arsenal nuclear norteamericano anunciados
por el Presidente George Bush se produjeron como consecuencia
de las presiones del Congreso y de los defensores del desarme
para que aprovechara la oportunidad histórica que le brindaba
la actual situación en la Unión Soviética.
Mientras la propuesta de Bush delineada en un discurso
televisivo pronunciado el viernes ni siquiera alcanzaba lo
sugerido por expertos en el tema, es suficientemente audaz
como para fijar el rumbo y dar ímpetu a una nueva era.
Antes del discurso , que Bush elaboró con un reducido grupo de
asesores, se había culpado al mandatario de lentitud en dar
una respuesta a los pedidos soviéticos de ayuda económica.
Tal crítica puede dejarse de lado ahora, por lo menos por el
momento, mientras el mundo contempla el desarme de las
superpotencias, un proceso que Bush dijo ayudar a la economía
soviética. un vocero apuntó que Moscú se sumará a la
iniciativa.
Al ritmo de los cambios
La decisión del Presidente estadounidense George Bush de
reducir unilateralmente armas nucleares ha venido a responder
a críticos que afirmaban que no tenía visión de estadista
internacional, pero persisten las voces de quienes sostienen
que crece de audacia para encarar la solución de apremiantes
problemas internos.
cuando el Presidente soviético Mijail Gorbachov fue derrocado
por un breve lapso el mes pasado, Bush se mantuvo a la
expectativa y siguió de vacaciones en Maine, diciendo que los
acontecimiento de la Unión Soviética se desarrollaban con
demasiada rapidez y no permitían adoptar decisiones sobre cual
debía ser en adelante la política norteamericana.
"El presidente Bush está tratando de mantenerse al ritmo de
los cambios, no solo en los acontecimientos mundiales sino
también en el ámbito interno y en los intereses de nuestra
nación", indicó el senador Albert Gore, demócrata por
Tennessee.
Respaldan plan pero añaden críticas.
Los líderes del congreso estadounidense expresaron su respaldo
a la propuesta de reducción de armas nucleares anunciadas por
el Presidente Bush pero añadieron algunas criticas al
concierto de reacciones de aprobación suscitados por el nuevo
plan de desarme.
Los congresista demócratas, en diversas intervenciones en las
horas que siguieron al anuncio de Bush, subrayaron que, en
primer lugar, el presidente estadounidense se apoderó de
algunas propuestas que ellos mismos venía planteando desde
hace tiempo.
"Estamos muy contentos de que el Presidente haya aceptado la
posición que veníamos preconizando desde hace años", dijo el
líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes,
George Mitchell. (1S-3).
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