Quito. 30.09.91. "Como en ningún otro sector de la economía,
los cambios que se prevén para el sistema financiero son
radicales y, si se quiere, revolucionarios", afirmó el
Secretario Nacional de Planificación, Moisés Tacle, al
inaugurar el seminario sobre "El sector financiero y el
desarrollo futuro del Ecuador", que se realiza en el marco del
Proyecto "Ecuador Siglo XXI - Estrategia de desarrollo
económico y social", auspiciado por el Consejo Nacional de
Desarrollo (CONADE) y la Agencia Alemana de Cooperación
Técnica (GTZ) del gobierno de la República Federal de
Alemania.
Tacle dio a conocer que en pocos días el gobierno propondrá
una nueva Ley de Régimen Monetario, "cuya elaboración puso a
su vez de manifiesto la necesidad de una nueva Ley de Bancos,
con el fin de superar las contradicciones que actualmente
existen entre los dos articulados". Analizó las situaciones
pasadas y presentes que han dado origen a la nueva
legislación.
"Como resultado de la crisis de la década de los 80 el sistema
financiero pasó a depender en alto grado de los créditos del
Banco Central y, paralelamente, sufrió las consecuencias de la
restricción del crédito, la iliquidez de la economía, la
disminución notable del ahorro financiero", manifestó.
"Hoy vemos que se ha incrementado notablemente el ahorro
financiero, que, según datos de julio pasado, alcanzaría una
tasa anual del 74% de crecimiento", dijo, pero advirtió que
"paradójicamente, casi no existe inversión productiva, una
contradicción que, de hecho, refleja un elemento de la crisis
del sector".
Según Tacle, la a economía requiere de un sector financiero
fuerte, moderno, ágil, adaptado a las circunstancias del
momento; a tiempo de referirse a la proliferación de entidades
financieras como un hecho "inconveniente para el desarrollo
del sector". Datos recientes revelan que el capital pagado y
las reservas de todo el sistema financiero ecuatoriano alcanza
apenas al 25%. "Esto demuestra que no tenemos un sistema
financiero fuerte, que pueda competir con alguna probabilidad
de éxito, especialmente con los países con los que nos vamos a
integrar a corto plazo", enfatizó.
El Secretario Nacional de Planificación explicó algunas de las
medidas que se están adoptando para enfrentar el desafío de la
integración. Uno de estos cambios apunta a la situación del
sistema financiero. "Ya no hay créditos del Banco Central al
sistema financiero "manifestó" y no los habrá en el futuro,
con el fin de eliminar paulatinamente la dependencia que el
sector ha venido manteniendo frente al Instituto Emisor".
Tacle expresó que el gobierno se propone igualmente una
liberalización de las tasas de interés, pues no se tiene aún
un sistema completamente establecido en ese sentido, pero se
persigue dicho objetivo. Opinó que la misma banca de
desarrollo estatal está asimilando poco a poco tasas de
interés que son prácticamente las del mercado, lo que no ha
dejado de suscitar alguna polémica, como en el caso del Banco
Nacional de Fomento, pero, de hecho, se trata de una decisión
irreversible.
"También se ha tratado de impulsar, a través de una serie de
regulaciones de Junta Monetaria, una cierta estandarización en
cuanto a los procedimientos que tienen que ver con el sistema
financiero", agregó. "Se han introducido encajes ahí donde no
los había, se han establecido reglas igualitarias en cuanto a
la captación de recursos y, en fin, algunas medidas
administrativas que apuntan a que se apliquen las mismas
reglas del juego para todo el mundo".
Refiriéndose al artículo que se introdujo hace algunos meses en
la Ley que convertía a la Corporación Financiera Nacional en
"banca de segundo piso", dijo que se pensó que ésta podía
funcionar de ese modo inmediatamente, pero luego de algunos
análisis se llegó a la conclusión de que había que transformar
otras leyes para que se pudiera implementar este mecanismo,
que es otra de las transformaciones importantes que se vienen
a corto plazo. Retomando el tema de la proliferación de
entidades financieras, Tacle se refirió a la necesidad de
unificarlas, "de tal manera que se constituyan en entidades de
multi-propósito, que puedan desarrollar prácticamente todas
las actividades del sector y que a su vez tengan una solidez
que les permita incursionar con éxito en este desafío de la
integración".
Para concluir, sostuvo que para lograr una modernización del
sistema financiero se requiere que la banca privada vaya
asumiendo el rol de banca de desarrollo. "Si hablamos de
convertir a la Corporación Financiera Nacional en banca de
segundo piso y de hacer lo mismo con el BEDE para el sector de
la construcción, e incluso con el Banco Nacional de Fomento,
necesariamente la banca privada tendrá que asumir el papel de
promotora del desarrollo; es decir, discutir, analizar,
calificar, garantizar, aprobar los proyectos de desarrollo y
luego descontar los documentos respectivos en la banca
estatal", enfatizó.
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