Quito (Ecuador). 12 may 96. Han cambiado los estilos, porque
las ciudades han cambiado. Los cierres de campaña electoral ya
no son las festivas vísperas del triunfo. Hoy, las vísperas
ocurren en la pantalla de televisión. El jueves, los
candidatos con dinero, nos mandarán a la cama a meditar con
una arenga de largos minutos de duración. La política se
individualiza y las concentraciones dejan de ser el termómetro
de los resultados, cuando hay encuestas que coronan a
presidentes virtuales con varios meses de antelación.

Este fin de semana, varios candidatos cerraron con
anticipación sus campañas, más con fiestas públicas que con
concentraciones políticas.

Privilegiando las caravanas, porque las ciudades han crecido y
es preferible llegar con las algazara al barrio de cada uno,
antes que esperar que todos acudan a la plaza. Recordemos un
poco los "cierres de campaña" de años anteriores y repasemos
los ocurridos este fin de semana.

Aquellos espacios públicos

Velasco Ibarra devolvió a las plazas públicas su dimensión
política. Allí, frente a un balcón, se definirían, durante
varias décadas, las elecciones. Al fin, la política tenía una
apariencia de participación, se volvía seductora. No importa
si llovía o el calor era abrasador. Allí estaban, improvisando
paraguas o viseras, no curiosos atraídos por la música de Los
Iracundos, sino auténticos velasquistas.

En Quito, un silencio profundo se filtraba por la ciudad el
día de la concentración final, y solo en las cercanías de la
plaza de San Francisco la agitación era enorme. A la hora del
clímax, en la plaza no cabía un alfiler, ni tampoco en las
calles adyacentes. Sobraban las encuestas, sobraban los
cálculos, nadie dudaba ya de los resultados.

Pero también otras expectativas se dilucidaban en San
Francisco. Por ejemplo, la sorprendente concentración de
Eusebio, el pintoresco candidato de las masas trigueñas y su
sicodélico vicepresidente, hacia fines de la década del
sesenta. Y a partir de la concentración, el billetazo, para
que don Eusebio retirara su candidatura que le estaba
"mermando" huestes al populismo velasquista.

Vino la dictadura y el silencio invadió las plazas.

Ya nada se dilucidaba en la plaza. La política volvió a los
corredores de los cuarteles y los palacios. Hasta el retorno a
la democracia y, nuevamente, la vigencia del mismo escenario
para cerrar las campañas electorales.

Pero para entonces, aparecieron las primeras "proyecciones"
políticas. Acusiosos agrimensores se dedicaron a calcular en
detalle, cuantas personas "de contextura normal" cabían en la
plaza de San Francisco, para saber con exactitud el número de
partidarios. Pero ya no eran los quiteños los que llenaban las
plazas. Llegaban buses de todo el país.

Había que impresionar. Difícil olvidar las concentraciones de
cierre de campaña de Rodrigo Borja y León Febres Cordero en
1984, a día seguido. Allí estaban los "agrimensores" tejiendo
coordenadas para calcular los votos.

Pero la televisión le ganó el espacio a la plaza. Y no
únicamente porque es más cómodo oír al candidato en la
pantalla chica, sino porque la vida misma abandonó las plazas,
se privatizó, se individualizó. La política ya no se define en
los espacios abiertos, sino en las conciencias indecisas.
Siguen las concentraciones, es cierto, pero con un sabor a
"farra" puramente. Ya no es el candidato el que atrae a los
partidarios, sino otro espectáculo, el verdadero espectáculo.

Castelló al ritmo del "vena" o"

Juan José Castelló ya estaba afónico. Su discurso había durado
alrededor de una hora, y seguía hablando de su Plan de
Gobierno y de su triunfo. Es que el profesor tenía mucho por
contar en su cierre de campaña, y le faltaba tiempo. "Este
flaquito barrerá la corrupción" prometía Juan José.

Antes se realizó una gran caravana de automóviles, que partió
desde la Plaza Indoamericana, frente a la Universidad Central.
Desde ahí los partidarios de Castelló se dirigieron lentamente
hacia la plaza de San Francisco, lugar de la concentración que
clausuraría la campaña del MPD en la sierra.

Los candidatos seccionales hablaron de uno en uno, hasta que
le tocó el turno a Castelló. Hacía mucho frío, y la gente se
abrigaba la garganta con "Trópico Seco".

La Policía retiró a un chumadito que se dedicaba a gritar
insultos contra los "comunistas".

Cuando Castelló terminó, él y su grupo abandonaron la tarima y
se mezclaron con la gente de la plaza. A la tarima subió la
orquesta de "La Gran Sociedad". Empezó a sonar el famoso
merengue "El Vena1/2o". Y, como Castelló es un buen bailarín y
adicto confeso de la música tropical, no resistió la tentación
de ponerse a bailar en medio de sus partidarios. A la primera
niña que encontró, la invitó a bailar. Y bailó imitando con
las manos los cuernos que tiene "el animal", al que se refiere
la canción.

Para no desentonar, todos los emepedistas, que no se
caracterizan precisamente por ser buenos en el arte de mover
el esqueleto, tuvieron que seguir el ritmo de la música. Y no
lo hicieron tan mal, excepto el maestro Gustavo Terán,
candidato a diputado nacional, que sigue con su dolencia en el
pie y apenas puede caminar. ¡Qué sufrimiento!

Los políticos se forjaron en las Cinco Esquinas

Era el sitio especial de cierre de campaña de los partidos
populistas en Guayaquil. Era el sitio preferido del extinto
patriarca Assad Bucaram. Allí se formaron los políticos de
ahora.

Las tradicionales Cinco Esquinas, ahora son para el recuerdo
de esas grandes concentraciones que cumplían los cefepistas y
que nunca más se han vuelto a repetir.

Le decían Las Cinco Esquinas, porque es allí donde confluyen
las calles Avenida Olmedo, Boyacá, Francisco de Paula Lavayen
y Chiriboga. Y porque estaba cerca de la central cefepista de
Boyacá y Colón. Don Assad pasaba caminando los 40 metros que
separan el uno del otro sitio, para dar sus siempre furibundos
discursos "contra la oligarquía, los terratenientes y los
enemigos de Guayaquil".

Ahora todo ha cambiado. El lugar queda para el recuerdo. Ni
los cefepistas de vieja data (ni que se diga de los jóvenes)
quieren saber de Las Cinco Esquinas. Prefieren las caravanas
de vehículos que oculten ese declinar popular notorio en ese
partido.

Como para no parecerse a los viejos cefepistas o quizá para
evitar un mal rato, (sobre todo cuando no llenan el espacio y
las expectativas) ahora los cierres de campaña en Guayaquil
son en San Francisco, (una plaza vecina de la iglesia de La
Catedral y del sector bancario) o en la 29 y Oriente, en el
corazón del suburbio oeste.

Los niños de ayer, adultos de hoy, recordaron que sus padres
los llevaban a las Cinco Esquinas, para escuchar al "chueco"
(así le decían a Assad Bucaram), lanzar fogosos discursos, de
proclama y de victoria en tiempos en que ganaba las elecciones
con el 67% del total de los votos.

Los cefepistas de hoy recordaron que Las Cinco Esquinas
siempre se llenaban de gente que venía de todas partes del
país, a pie especialmente cuando eran de Guayaquil, y que
soportaban estóicamente hasta cinco horas de discursos y
discursos. Allí se hicieron, se cuajaron, varios dirigentes
políticos que, en la actualidad, siguen activando en otros
partidos. Allí aprendieron a lanzar sus primeros discursos
bajo la mirada del "maestro" de la oratoria popular Assad
Bucaram.

Un viejo cefepista que aún recuerda las victoriosas
concentraciones de cierre de campaña de CFP, dijo a manera de
sentencia que, cuando "don Assad murió, nació la leyenda de
Las Cinco Esquinas, porque nadie más ni partido alguno, se han
atrevido a ocupar ese lugar sagrado que fue para nosotros los
cefepistas".

Las chivas de Paz se tomaron Quito

El "Negro" Paz obligó a madrugar a todos sus partidarios en
viernes. A las siete de la mañana ya estaban instaladas las
orquestas de música en Cotocollao y la Villa Flora, dando
serenata a los repartidores de periódicos y a los usuarios del
trole. La idea era que la gente empezara el día bailando y que
se percatara que, en ese día, la campaña del "Negro" iba a
estar en todas partes.

Claro que, a esas horas, las personas estaban más ocupadas en
ir al trabajo que en bailar, y no hubo tiempo sino para mirar
un ratito y quedarse "picado" con la música. Pero no hubo
manera de salirse del ambiente. Diez chivas repletas de
partidarios con banderas de la Democracia Popular se
encargaron de recorrer la ciudad y meter bulla por todo lado.

En total hubo 17 lugares estratégicos del norte y sur de Quito
en que la farra estaba instalada... y el tránsito totalmente
congestionado. No hubo actos masivos en el centro histórico
porque ahí estaban los partidarios de Abdalá, que preparaban
la clausura de la campaña de los roldosistas en Quito.

Paz, siempre acompañado por su esposa, Cecilia, empezó sus
recorridos a las diez, donde realizó un homenaje a niños y
madres solteras. Luego, a bordo de una chiva, fue a La
Carolina, donde recibió un documento de compromiso firmado por
jóvenes. Alguien le invitó a jugar un básquet, pero el Negro
se vio obligado a no jugar debido a que sigue con su mano
lesionada. Mientras tanto, en el cielo quince parapentes
volaban con banderas verdes.

En Teleamazonas, muy cerca de la sede de campaña de Freddy
Ehlers, el Negro recibió el respaldo de 300 indígenas del
Chimborazo, que se sumaron a la caravana. El padre Pedro,
líder de estos indígenas, fue el testigo de honor de este
encuentro.

Entre tanta fiesta, Paz no dejó de pronunciar declaraciones
serias: Paz apoyó públicamente la decisión del presidente de
la Corte Suprema, Carlos Solórzano, de iniciar una
investigación acerca de la concesión del crédito subordinado
al Banco Continental.

En Cotocollao Paz asistió a un concierto de música popular, y
en El Inca disfrutó de un sabroso plato de comida criolla. Ahí
arribaron los futbolistas Pietro Marsetti, Danilo Samaniego y
Rodney Mantilla para brindar su apoyo al candidato.

La fiesta se extendió hasta la una de la madrugada del sábado
con farras en La Y y en la ciudadela Atahualpa.

También en Guayaquil

La fiesta de Quito se trasladó a Guayaquil. Un trasnochado
"Negro" arribó al puerto por la mañana y presidió un masivo
acto lleno de payasos, globos y música.

Lo destacable de la fiesta fue la presencia de alrededor de
500 porristas, todas simpáticas chicas guayaquileñas, que
lucieron hermosos vestidos verdes y rojos, con banderas y
afiches del candidato y que pusieron la nota de simpatía de
esta novedosa forma de cerrar la campaña electoral demócrata
popular.

Posteriormente, al mediodía, los simpatizantes de la lista
cinco se trasladaron al coliseo cerrado Voltaire Paladines,
donde se desarrolló un festival artístico animado por "míster"
Osvaldo Valencia, con la participación de artistas nacionales
e internacionales. ¡Todo un show el que se mandó el "Negro"
Paz!

Abdalá ofrece licor, música y un gobierno de los pobres

En la plaza San Francisco de Quito, totalmente cubierta de los
colores amarillo y rojo, distintivos del partido Roldosista,
Abdalá Bucaram y los candidatos de las listas 10 cerraron la
campaña la noche del viernes.

Igual que en las fiestas de diciembre, organizadas por el
cabildo, los roldosistas instalaron en los graderíos de la
plaza una inmensa tarima que dio cabida a todos los candidatos
y a la "caravana" de artistas que animaron el acto.

El licor no podía faltar, como toda fiesta que se precie de
ser tal, pues desde temprano se percibía el olor, por lo menos
a dos cuadras a la redonda de la plaza. También los vendedores
ambulantes hicieron su agosto por adelantado.

El operativo "banderas" empezó a las tres de la tarde y las
brigadas encargadas lo cumplieron concienzudamente, de modo
que tres horas después, cuando empezó el acto, la plaza y sus
alrededores estaban decorados con los colores del PRE.

Mientras, el centro de la capital iba siendo "invadido" por
gente que portaba banderas y lucía camisetas con la cara del
"líder", mezclados con los grupos que llevaban prendas,
empastado el rostro de Rosalía Arteaga y gritaban consignas a
favor del movimiento político de la candidata.

Con la llegada de los candidatos, poco después de las 18h00,
la farra se prendió en la plaza de San Francisco, pues Abdalá,
Rosalía Arteaga, Jacobo y Santiago Bucaram intercalaron sus
discursos nada menos que con un conjunto de mariachis, Los
Iracundos, los Hermanos Miño Naranjo y Jinsop.

Como lo ha hecho en gran parte de sus recorridos de campaña,
Abdalá no solo compartió el escenario con Los Iracundos, sino
que cantó con ellos, mientras los espectadores alzaban ambas
manos abiertas en señal de apoyo a "la 10, ñaño".

La plaza no estuvo repleta. Varios grupos se retiraron después
de las ocho de la noche, luego de que se fueron los
candidatos. En la plaza quedaron, con la música de Jinsop,
muchos... "borrachitos".

Y lo que queda...

-El independiente Ricardo Noboa (listas 2-14) cerrará hoy su
campaña en Guayaquil con una caravana motorizada. El desfile
empezará en la Bahía Norte y atravesará los principales
sectores de la ciudad.

-El candidato que más cierres viene realizando es Jaime Nebot
(PSC, listas 6). Este fin de semana realizó una maratónica
jornada de clausura por Esmeraldas, Loja, Cuenca y Tungurahua.
Los actos finales serán en Quito el 15, y en Guayaquil el 16.

-El general Frank Vargas Pazzos (APRE, listas 13) empezó a
cerrar su campaña con serenatas en homenaje a las madres
quiteñas. Los barrios en que las madres recibieron el homenaje
fueron Carcelén, Comité del Pueblo, La Luz, Guamaní, Tarqui y
San Bartolo.

-Pero eso no es todo. Vargas tiene otras sorpresas preparadas.
El 14 de mayo, en Guayaquil, Vargas "vacunará" a la ciudad de
la "peste amarilla". El 15, en Quito, habrá canelazos para
amenizar actividades artísticas. Finalmente, Vargas cerrará el
16 de mayo en su natal Manabí con un acto de masas entre
"paisanos".

-Freddy Ehlers (Nuevo País, listas 18) prepara sus "caravanas
del arco iris". El lunes cierra en Portoviejo, el martes en
Cuenca, el miércoles en Guayaquil y el jueves en Quito. No
habrá concentraciones.

-El general José Gallardo (listas 19) terminará sus
actividades proselitistas el miércoles 15 con un sobrio acto.

-El MPD (listas 15), cerró su campaña en Quito. El martes 14,
a las 17h00, en las calles Quito y Venezuela, se realizará el
acto de cierre de campaña, con la presencia de los candidatos
Juan José Castelló y Lenín Rosero. ¿También bailarán el
"vena1/2o"?

-Finalmente, el PRE (listas 10) cerrará su campaña nacional en
las calles 29 y Oriente. Estarán Los Iracundos y algunos
artistas que cantaron en Quito. Por supuesto, el
"matantirun-tirulá" de Abdalá no Bucaram no estará ausente.
(Diario HOY) (6-7A)
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