corresponsal de HOY en Washington
Quito. 27 may 96. El proceso de reconciliación entre Ecuador
y Perú, que comenzó hace más de un año con la Declaración de
Paz de Itamaraty, deberÃa ser agilizado mediante un encuentro
entre los presidentes Sixto Durán Ballén y Bill Clinton, en la
opinión de analistas polÃticos familiarizados con el tema.
Una reunión bilateral en la Casa Blanca podrÃa tener un
carácter informal, similar a las conversaciones que Clinton y
sus asesores para la Seguridad Nacional, Anthony Lake y James
Dobbins, mantuvieron con el presidente peruana Alberto
Fujimori y el canciller, Francisco Tudela, la semana pasada.
"SerÃa muy difÃcil programar una visita oficial del presidente
a estas alturas de la campaña electoral ", comentó un
diplomático norteamericano vinculado al tema. "Sin embargo,
nada impide que se improvise una reunión en el caso de que el
presidente Durán Ballén pudiera venir a Washington en estos
meses. Ya es patente el interés que tiene el presidente
Clinton en la solución pacÃfica de los conflictos y en
participar personalmente en estas gestiones cuando es
oportuno".
En los cÃrculos diplomáticos latinoamericanos se ha preguntado
más de una vez por qué Clinton, que en su campaña polÃtica
resalta su papel de "pacificador internacional" en los
conflictos del Oriente Medio, Bosnia e Irlanda del Norte, no
incluye el diferendo entre Ecuador y Perú, en el que
diplomáticos estadounidenses han jugado un papel crÃtico en
una ejemplar coordinación con la cancillerÃa brasileña y los
otros dos paÃses garantes, Argentina y Chile.
"No entendemos por qué Clinton no cita a Durán Ballén y
Fujimori, juntos o por separado, como lo ha hecho con los
lÃderes de Israel y los paÃses Arabes", confió un embajador
que pidió que no se publique su nombre.
El solo hecho de que Clinton hubiera recibido al presidente
Fujimori en la Casa Blanca sin un gesto correspondiente hacia
Durán Ballén, ha creado preocupación en el Departamento de
Estado de que un simple gesto de cortesÃa se presta a ser
interpretado, en Quito, como restándole la imparcialidad al
gobierno de Estados Unidos.
Por eso, funcionarios estadounidenses enfatizan que el
encuentro con Fujimori fue una improvisación. Consideran que
Clinton cursó una invitación a último momento, aprovechando la
presencia del lÃder peruano en una conferencia de la Comisión
Económica de la Cuenca del PacÃfico y a la exposición de la
momia de una doncella Inca que fue descubierta en el Altiplano
de Peruano.
La única entrevista con un alto funcionario que habÃa previsto
el embajador peruano, Ricardo Luna, fue con el general en
retiro Barry McCaffrey, recientemente nombrado por Clinton
para encabezar la lucha contra la drogadicción y el
narcotráfico. El embajador Luna no devolvió las llamadas que
pedÃan su comentario sobre la reunión.
Otras fuentes, sin embargo, informaron que Clinton y Fujimori
abarcaron los problemas de la democratización y la integración
económica del hemisferio además de los temas del diferendo
fronterizo y el narcotráfico. Las mismas fuentes indicaron
que Clinton reiteró el interés de su gobierno en una pronta
solución del diferendo limÃtrofe Ecuador-Perú.
De hecho, las únicas declaraciones públicas del presidente
peruano sobre el diferendo limÃtrofe fueron eminentemente
conciliadoras, al señalar que no le parecÃa necesario esperar
la realización de la segunda ronda de elecciones en Ecuador
para un próximo encuentro entre los dos cancilleres. Aunque
los cancilleres de Ecuador y Perú están comprometidos a
reunirse nuevamente en Buenos Aires, aún no se ha fijado una
fecha y algunos funcionarios creen que serÃa oportuno que el
proceso reciba un empujón "desde la cumbre".
El proceso se estancó
El proceso, iniciado con la firma de la Declaración de
Itamaraty el 17 de febrero de 1995 en Brasilia, establece las
bases para lograr una paz duradera, parece estar estancado,
después de meses de prometedoras gestiones. Entre otros
factores se presentaron las elecciones en Ecuador y señales de
reticencia entre algunos sectores militares del Perú, aunque
Fujimori continúa en una actitud conciliadora, según los
observadores que hablaron con el.
Los observadores piensan que, en el caso de que el presidente
Durán Ballén hiciera una visita informal a Washington, ya sea
personal o junto con el nuevo presidente que salga electo el 7
de julio, serÃa probable que Clinton encontrará una
oportunidad para recibirlo, a pesar de que ya estará en plena
campaña electoral.
El embajador de Ecuador en Estados Unidos, Edgar Terán, dijo
que por el momento no habÃa planes para una visita presidente
Durán Ballén. Pero destacó de que tampoco podÃa descartarse,
ya que en años anteriores el presidente visitaba regularmente
esta capital para someterse a tratamientos médicos por una
dolencia en la espalda.
SON 14 LOS PERUANOS DESAPARECIDOS
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Francisco
Tudela, sostuvo que dialogará con su homólogo ecuatoriano,
Galo Leoro, durante la Cumbre del Grupo de RÃo a celebrarse la
próxima semana en Cochabamba, Bolivia, para solicitarle "una
respuesta sastifactoria a la nota sobre los desaparecidos que
ha presentado Perú".
Tudela reveló que, hasta el momento, hay 14 ciudadanos
peruanos desaparecidos en Ecuador y que el gobierno
ecuatoriano no ha dado respuestas "coherentes" sobre esa
situación.
Perú denunció, por medio de un comunicado, la desaparición en
Ecuador del peruano Wilmer Alvarez, "detenido arbitrariamente
desde febrero por las Fuerzas Armadas de ese paÃs, bajo
acusación nunca comprobada de espionaje".
Tudela explicó, en entrevista a una radioemisora local, que el
gobierno peruano emitió la carta de protesta no sólo ante la
desaparición de Alvarez, sino también por el desconocimiento
de la situación de otros 13 casos.
"La mejor prueba de confianza entre naciones es que las
personas no desaparezcan", indicó el canciller tras señalar
que "no hay ni un solo caso de desaparición de ciudadanos
ecuatorianos en Perú".
Respecto a Wilmer Alvarez, la cancillerÃa ecuatoriana informó
este sábado que este peruano es un prisionero de guerra
capturado durante el conflicto de principios de año y que se
fugó de una cárcel de Quito
Perú no se sacrificará
Perú no hará "sacrificios en el altar del internacionalismo"
para conseguir la paz y la armonÃa con Ecuador, en referencia
al proceso electoral que viven los ecuatorianos.
"Perú considera que Ecuador está obligado, independiente de
quién lo gobierne, por los acuerdos que su Estado ha contraÃdo
con su similar del Perú", señaló Tudela en declaraciones a la
emisora Radio Programas del Perú.
Según Tudela, se debe diferenciar entre lo que es la campaña
electoral ecuatoriana y lo que previsiblemente puede ser el
comportamiento del nuevo gobierno, una vez que asuma sus
funciones.
"Un estado responsable respeta sus acuerdos internacionales.
Porqué habrÃa que aceptarse la declaración de Paz de Itamaraty
y no aceptar el acuerdo de Quito, por el que se plantean el
intercambio de la lista de impasses (desacuerdos)", añadió
Tudela.
El ministro peruano dijo que, si el próximo gobierno
ecuatoriano modifica la lista de desacuerdos, se destruirá
nuevamente la certeza jurÃdica del proceso, que se inició el
17 de febrero de 1995, con la firma de la Declaración de
Itamaraty (sede de la CancillerÃa brasileña), que puso fin a
la guerra entre Perú y Ecuador de principios de 1995.
"Yo no puedo juzgar las intenciones del Ecuador en esta
materia. Si ellos dicen que el haber sentado a Perú en la mesa
de negociaciones es un triunfo, entonces están admitiendo que
recurrieron al uso de la agresión y de la fuerza como
mecanismo para forzar una conversación diplomática", añadió.
En este sentido, Tudela añadió que se tratarÃa de un triunfo
muy relativo, "porque las posiciones jurÃdicas de ambos paÃses
siguen intactas".
En palabras de su ministro de Exteriores, Perú no acepta la
tesis de que se haga un arbitraje sobre otro arbitraje, por
una razón de lógica jurÃdica, "la función arbitral terminó con
el fallo de Braz DÃaz de Aguiar (árbitro brasileño), de julio
de 1945", señaló.
"Este arbitraje no fue favorable a Perú, eso lo saben los
expertos. Pero estamos dispuestos a hacer todas las
verificaciones geográficas, todos los peritajes necesarios,
para determinar cómo debe aplicarse el fallo arbitral de Braz
DÃaz y el Protocolo de RÃo de Janeiro de 1942", recalcó.
"Perú no a va ir con una venda sobre los ojos a un arbitraje o
a una mediación sobre una materia que aún no conoce y cuyos
extremos aún no han sido planteados en la mesa de
negociaciones que tendrá lugar en Brasilia, cuando terminemos
con los procedimientos", enfatizó.
El canciller peruano advirtió que, "si hay quienes creen que
vamos a obtener la armonÃa entregando otra parte para
contentarlos allá, se equivocan. Esta es una posición de
principios y no de concesiones". (DIARIO HOY) (P. 3-A)
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Publicado el 27/Mayo/1996 | 00:00