Quito. 29 may 96. El II Salón de Fotografía del Desnudo está
abierto en la Posada de las Artes Kingman desde la semana
pasada. La calidad de los trabajos presentados, al igual que
hace dos años deja mucho que desear, con algunas excepciones.

Esta falta de propuestas, nos plantea muchas interrogantes.
¿No hay buenos fotógrafos en el Ecuador? ¿Los fotógrafos
ecuatorianos no saben tratar el tema del desnudo? ¿El curador
falló al escoger las obras? o ¿El salón ha sido mal concebido?

El Ecuador es un país en el que la fotografía tiene muy pocos
espacios de expresión y la fotografía ecuatoriana mucho menos.
Salvo en contadas ocasiones, los fotógrafos tienen poca
oportunidad de ver buena fotografía, lo que resulta
indispensable para hacer buena fotografía. Aquí tal vez esté
una de las claves para entender la baja creatividad de este
salón.

La organización del evento ha sido, a pesar de los resultados,
un gran esfuerzo de la Posada de las Artes Kingman por motivar
la fotografía en el país. Cabría, de todas maneras hacer
algunas anotaciones. Partiendo de la poca cultura fotográfica
que tenemos en nuestro medio, fotógrafos y público, todo
evento que se organice se convierte en un referente, por lo
tanto hay que ser muy cuidadoso en lo que se presente para ir
creando un espacio de discusión.

Las excepciones

A pesar de que el conjunto de la muestra no es muy alentador,
hay algunas obras que sobresalen.

Christoph Hirtz, nos presenta su trabajo "Ishpapuro", una
serie de fotografías montadas de tal manera que nos remiten al
vientre de la madre pero que al mismo tiempo denotan la gran
soledad del ser humano.

También cabe destacar la obra "Sueño sobre sueño" de Jorge
Vinueza, un reportero gráfico que ha logrado una propuesta
interesante, que incluso rompe con la concepción misma del
salón al presentarnos imágenes de maniquíes unas veces
ángeles, otras rotos y parchados.

Finalmente Sara Rotiman expone su obra "Presente" con
fotografías de una mujer indígena junto a un hombre blanco
desnudo. Si bien esta propuesta no ha sido acabada y causa
sentimientos encontrados, denota un esfuerzo de
conceptualización.

¿Cuál fue la concepción?

El curador del evento, Juan Carlos Alom dice: "Sería imposible
Hablar de "Desnudo Fotográfico" en el sentido ortodoxo del
término, por cuanto la exhibición de la desnudez humana no
suele ser una condición imprescindible ni la finalidad de la
obra, sino una alternativa para propiciar un discurso
adicional". Esta concepción del género choca con las obras
presentadas que más bien entienden el desnudo fotográfico
simplemente como la piel humana desnuda, o más bien, como las
partes "prohibidas" del cuerpo humano desnudas.

Las fotografías, en su gran mayoría, son escasa en contenidos,
denotan falta de formación fotográfica y de cultura, frente a
ellas los espectadores tienen pocas posibilidades de
cuestionarse, de sentir o de reflexionar. Sin embargo se nota
un trabajo técnico limpio y propuestas experimentales. Tal vez
muchas de las imágenes están cercanas a la fotografía
publicitaria, habría que definir los límites entre ésta y la
creación artística.

La muestra en conjunto no tiene ni calidad, ni concepción
uniformes, el público pasa de una obra a otra sin encontrar el
sentido que las une. Alom planteó la necesidad de dar
oportunidad a los fotógrafos de presentar su obra, quizá por
eso escogió a 17 de ellos y dejó una lista adicional de 10 que
podrían entrar por decisión de los organizadores, como
efectivamente sucedió.

Aunque La idea parezca interesante, no es menos cierto que la
rigurosidad de un curador ayuda más a crecer a los fotógrafos
que su buena voluntad.


Visiones desde la Posada

Para cualquier fotógrafo es un reto tratar el tema del
desnudo. Yo no veo el desnudo necesariamente como desvestirse,
el desnudo es el del alma, es develarse, hasta un autoretrato
puede ser un desnudo, tiene muchos sentidos.

Sara Roitman Wainmann

Fotógrafa.

El desnudo es mental más que físico, tomar fotos es como
desnudarse al mismo tiempo que el modelo y mostrar lo que se
siente en ese momento.

Mauricio Maggiorini

Fotógrafo

Desnudo es una cosa sumamente amplia, para mi desnudo es no
vestido

Paul Marggraff

Fotógrafo

Cada cual tiene una visión diferente, incluso dentro del salón
hay visiones muy diferentes y la visión del curador es otra. A
mi me parece interesante que se cree esta discusión sobre las
concepciones de la fotografía, la de él era tal vez un poco
más amplia.

Soledad Kigman

Un gato empieza a fumar

Esta noche, a las 19h00 en el Centro Cultural "Benjamín
Carrión" se hará el lanzamiento de la serie de tarjetas del
fotógrafo Diego Cifuentes sobre el circo Tyhani. Al mismo
tiempo se presentará la primera editorial de fotografía en el
país: "El gato que fuma".

Cifuentes es además Presidente de la nueva editorial,
conversamos con él

para saber un poco más sobre esta novedosa empresa

¿Cuál es la idea con el lanzamiento de estas tarjetas y la
formación de la editorial?

Hacemos esta propuesta porque el Ecuador es uno de los países
que menos publica en fotografía seria en América, de ahí la
necesidad de hacer una institución que se dedique a eso. El
lanzamiento de estas tarjetas de colección se da para cambiar
el panorama de los comercial. Estamos acostumbrados a ver el
Ecuador como geografía y el Ecuador es mucho más.

¿Parece una empresa riesgosa publicar tarjeta con motivos tan
europeos cuando son los extranjeros los principales
consumidores de este producto?

Claro que es una empresa riesgosa. En el resto del mundo, si
bien se venden tarjetas que reflejan el país, encuentras
también otras hechas en cualquier lugar del mundo que tienen
un carácter de colección, de obra de arte. No estamos
vendiendo Europa a los europeos, les estamos vendiendo obras
de arte hechas acá. Apuntamos a esa poca gente que busca otro
tipo de tarjetas, sean nacionales o extranjeros, por eso el
tiraje también es limitado.

¿Por qué "El gato que fuma"?

En realidad hay dos razones. Una de las razones es que cuando
quieres hacer algo y te metes con mucha gente, generalmente
los proyectos quedan en nada. Cuando se quieren hacer cosas se
hacen entre 4 pelagatos o entre 4 gatos, en este caso somos
menos, somos 2 gatos: Andrea Hruschka, una buena amiga, y yo.

Siempre me ha parecido muy elegante la imagen de un gato
fumando, pero al mismo tiempo un poco marginal. Estamos
haciendo algo de mucho riesgo y por lo tanto creemos que
somos, dentro del medio, un poco marginales y al mismo tiempo
bastante elegantes.

Como somos dos gatos bien fumones y estamos en esto de lo
marginal y de lo elegante, el nombre es "El gato que fuma".

¿De qué se trata tus fotografías?

La temática es el circo es un mundo un poco oculto.
Normalmente solo vemos una cara que es la escena. Siempre nos
imaginamos como algo sórdido, algo incógnito.

Esto puede conllevar mucha belleza y mucha vida detrás. Al
mismo tiempo que manejas algo tan lleno de glamour como es el
circo, dejas un poco de lado el glamour para ir más allá y
decir, ellos también están vivos, sufren, ríen, sueñan, son
como nosotros. Son dioses y al mismo tiempo son tan
terrenales, o más que nosotros mismos. Por eso el título de la
colección es "...Y los Dioses...." Es decir, ¿de qué dioses
hablamos?, lo son y no lo son al mismo tiempo.

Para el futuro "El gato que fuma" se ha planteado publicar de
series de tarjetas de otros reconocidos fotógrafos, un libro
sobre la fotografía de los 90 en Ecuador, afiches, discos
compactos, e incluso una revista especializada para que los
jóvenes se introduzcan en el mundo de la imagen por otra vía
diferente a la televisión. (DIARIO HOY) (P. 3-B)
EXPLORED
en

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