Quito (Ecuador). 11 may 96. Ecuador, a nueve días de elegir al
sucesor del presidente derechista Sixto Durán Ballén vivió el
viernes una intensa campaña política con cuatro candidatos con
posibilidades de triunfo y otros cinco que las encuestas de
opinión los relegaban a ocupar una mención en la historia.
Jaime Nebot, del derechista Partido Social Cristiano (PSC), el
democristiano Rodrigo Paz, de la Democracia Popular (DP), el
populista Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE) y quien se autodefine como "demócrata nacionalista", y
el periodista independiente Freddy Ehlers aparecen como los
favoritos.
Con poca opción se menciona a los generales retirados Frank
Vargas y José Gallardo, así como los también independientes
Ricardo Noboa y Jacinto Velásquez y el izquierdista Juan José
Castelló, del Movimiento Popular Democrático (MPD).
En los comicios participarán 6,2 millones de ecuatorianos,
mayores de 18 años y que constitucionalmente están obligados
a ir a las urnas o de lo contrario se exponen a perder muchos
de los derechos ciudadanos, como son el de tener cédula de
ciudadanía, cambiar cheques en los bancos y optar por un
trabajo remunerado.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que están
calificados para participar en las elecciones 19.849
candidatos: nueve binomios para presidente y vicepresidente
(18 aspirantes); 336 para diputados nacionales; 1.804 para
diputados provinciales; 158 para prefectos provinciales; 1.724
para consejeros provinciales; 200 para alcaldes municipales;
1.163 para presidentes de concejos municipales y 14.446 para
concejales municipales.
"Se elegirán 2.201 dignidades", dijo el presidente del TSE, el
magistrado Carlos Pardo, quien adelantó que todo se encuentra
listo.
Observó que en esta ocasión se incrementarán en cinco curules
los escaños de los diputados "ya que la reforma constitucional
determina que las provincias deben contar con un mínimo de dos
representantes en el Parlamento" y por lo tanto el cuerpo
legislativo (Congreso Nacional) pasará de 77 a 82 miembros.
En cuanto a los candidatos, Nebot, un abogado de 49 años, es
el indiscutible favorito, pero según las últimas encuestas no
obtendrá más del 50% de los votos y por lo tanto tendrá que
vérselas en una segunda vuelta que se realizará el 7 de julio
con el segundo de la primera.
Así las cosas, Paz, Bucaram y Ehlers están metidos en una
lucha sin cuartel por ser segundos el 19 de mayo y tratar de
superar a Nebot en la segunda vuelta, cuando muchos de los
sectores que los apoyan deberán unirse para buscar las
mayorías necesarias.
Nebot propugna un gobierno decidido a combatir la corrupción,
a generar empleo, planea un más fácil acceso a la canasta
familiar y habla de reformas en la salud, educación, la
seguridad, los servicios básicos, el ahorro y regular los
excesos del sindicalismo.
Ehlers ofrece reformas constitucionales, combate a la
corrupción, una revolución agrícola, protección ambiental,
tecnología, respeto a los derechos humanos de las minorías,
mejoramiento productivo y educación.
Paz, empresario de 63 años propone primero empleo,
reactivación económica, servicios básicos, lucha contra la
corrupción, seguridad pública, control de precios, sueldos y
salarios, y reformas educativa, en la salud, seguridad social
y vivienda.
Bucaram, un abogado de 44 años, garantiza que hará un gobierno
democrático, en el cual serán prioritarios la seguridad
social, los servicios básicos, plantea una revolución
educativa, mejoramiento de las condiciones de la mujer,
descentralización, una fuerte política económica, vivienda y
protección de los recursos naturales.
Abdalá, ahora o nunca
El polémico abogado guayaquileño Abdalá Bucaram, de 44 años, a
quien no le molesta que le digan "El Loco", aspira por tercera
vez a la presidencia de Ecuador, para imponer una revolución
que le permita acabar con lo que denomina "el acaparamiento de
los poderes del Estado".
"Soy una necesidad para mucha gente", dijo Bucaram en diálogo
con la AFP. "Estoy apto para gobernar", agregó aunque muchos
ecuatorianos confiesan que le tienen miedo por lo que llaman
sus extravagancias, sus pasiones y hasta el mal genio, aunque
él afirma que "tengo muy buen carácter porque amo a la gente".
"Rechazo la hipocresía, soy a veces un poco temperamental,
pero en todo caso soy un hombre bastante bueno", explicó
cuando se le pidió un autoperfil.
"Tengo una excelente relación con mi familia, voy a la playa
con ellos, creo que soy un padre amoroso y amoroso seré con mi
país", declaró con voz fuerte, casi gritando. "Yo hablo duro",
explicó.
Abdalá nació el 4 de febrero de 1952 y se casó muy joven con
María Rosa Pulley; es padre de cuatro hijos.
De 1,81 metros de estatura, Bucaram quien luce un bigote al
estilo Hitler, reveló que tiene una fortuna de dos millones de
dólares, pero se rehusa a dar explicaciones de sus orígenes,
aunque se le reconoce como un comerciante que está metido
actualmente en la producción y exportación de mangos.
Fue un destacado deportista (practicó el fútbol, el atletismo
y el baloncesto). Todavía conserva el récord nacional juvenil
de los 100 metros planos con 10 segundos y 5 décimas.
Es fundador del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) en 1982,
después de la muerte de su cuñado el presidente Jaime Roldós
Aguilera (murió en un accidente de aviación en 1981).
Es autor de varios libros entre ellos "El Ideario Político del
Partido Roldosista Ecuatoriano" y "Los Principios de
Liberación Nacional", así como de "Las verdades de Abdalá",
una obra que describe su vida y cómo se inmiscuyó en la vida
política ecuatoriana.
Fue alcalde de Guayaquil (1984), la ciudad más poblada de
Ecuador y centro económico del país. "Honestamente creo que
tengo bastos conocimientos como para encaminar correctamente a
mí país", insistió.
Aspiró a la presidencia, por primera vez, en 1988, cuando
quedó finalista a la segunda vuelta en donde lo venció el
socialdemocrata Rodrigo Borja.
Volvió por la presidencia en 1992 y en 1996 sostiene que
"ahora o nunca" y argumenta que está debidamente preparado
para acabar con la corrupción, el narcotráfico y los
monopolios económicos.
Pese a que se le conoce como "populista", Abdalá Bucaram pidió
a la AFP que lo identifiquen como "un demócrata nacionalista"
y afirmó que si llega a la presidencia "Ecuador será el mejor
país del mundo".
Un periodista apoyado por los indígenas
Freddy Ehlers, un periodista de la televisión ecuatoriana,
que de golpe aceptó una propuesta de los indígenas y de
algunos sectores sindicales para lanzar su candidatura
presidencial, se convirtió en el "offsider" con mayor
proyección para el triunfo en los comicios del 19 de mayo
próximo cuando Ecuador renovará su democracia.
Los ecuatorianos que estaban acostumbrados a ver a Ehlers en
la pantalla chica los domingos en el programa "La Televisión",
en donde prefería mostrar cosas curiosas o formas de vida en
otras latitudes, se sorprendieron cuando el famoso periodista
anunció sus apetitos presidenciales con el apoyo de muchas de
las comunidades indígenas.
Nacido el 30 de noviembre de 1945, su padre fue un
norteamericano y su madre una ecuatoriana. Es padre de tres
hijos, Raúl del primer matrimonio, Carolina y Fernando del
segundo con la peruana Malú Morelli, hija de un diplomático
limeño que en fue embajador del Perú en Quito.
La nacionalidad de su mujer se convirtió en su Talón de
Aquiles, frente al viejo litigio fronterizo que Ecuador y Perú
sostienen por una franja sin demarcar de la Amazonía y que ya
en más de una ocasión ha conducido a la guerra a las tropas de
los dos países, la más reciente en febrero de 1995.
Ehlers es obsesivo, terco y voluntarioso. Sostiene que cuando
algo se le mete en la cabeza (es un calvo prematuro) no hay
poder alguno que le haga cambiar y busca ejecutarlo sin medir
el desgaste, ni las horas de trabajo o los esfuerzos que sean
necesarios para cristalizarlo.
Sus amigos lo describen como un "profesional" en todo el
sentido de la palabra con mucha sensibilidad y vanidad.
Empero, lo consideran inquieto, ecléctico, curioso y con
grandes aptitudes para ejercer la presidencia con sencillez y
un profundo deseo de cambio porque conoce las necesidades de
los pobres.
"Soy nostálgico", dijo. "Me gusta leer a Neruda, escuchar
boleros", añadió observando que con su 1,86 metros cuando
baila incurre en un atentado contra la estética, pero admite
que ha hecho reales progresos en la interpretación del
merengue.
Para Ehlers tener el apoyo de los indígenas y de algunos
sindicatos es importante. "No tengo compromisos con los grupos
económicos y políticos del país", dijo observando que su
gobierno buscará la realización de una Asamblea Nacional
Constituyente, para "introducir las reformas que necesitamos
los ecuatorianos".
Su gobierno, según afirmó, se fincará convencer a los
ciudadanos que una de las maneras de reducir la corrupción es
lograr que quienes tienen que pagar impuestos lo hagan.
"Trabajaré con gente capaz, honrada y honesta", dijo a la vez
que anunció que propiciará una alta inversión extranjera.
"Espero hacer del turismo una potencia del Estado", declaró
mientras anunció que está aprendiendo a usar corbata (sólo
para los momentos que realmente sean necesarios por las
obligaciones de la presidencia).
Jaime Nebot, el gran favorito
El abogado Jaime Nebot, una especie de "cara dura" que
pretende por segunda vez la presidencia ecuatoriana, pero que
tiene como un ángel guardián al polémico ex presidente León
Febres Cordero (1984-88), es el gran favorito para imponerse
en las elecciones del 19 de mayo próximo.
Es el presidente del derechista Partido Social Cristiano
(PSC), que aparece hasta con un 34% de las preferencias y
quien confiesa que "es indiferente" frente al rival que tendrá
que enfrentar en la segunda vuelta, del 7 de julio, en caso de
que no obtenga 50% de los votos en la primera.
Nacido el 22 de octubre de 1946 en Guayaquil, Nebot es el hijo
primogénito de Jaime Nebot Velasco y de Zulema Saadi, quienes
siempre pretendieron que fuera un sobresaliente ingeniero
cuando le descubrieron su habilidad por los números y los
cálculos.
Se describe como un demócrata y confiesa que aprendió de su
padre el amor por la libertad.
Casado con Cynthia Bohre, es padre de tres hijos, Jaime, de 25
años, y las mellizas Nicolle y Melissa, de 8 años, con quienes
departe la música aunque es un pésimo bailarín que en las
fiestas prefiere escoger un rincón para ejercer su deporte
favorito: conversar.
Nebot, de 1,78 metros de estatura, ha confesado a los
periodistas ser poseedor de una fortuna personal de cuatro
millones de dólares, por la que pagó el año pasado un impuesto
de renta de unos 18.000 dólares.
Entre sus "hobbies" tiene la lectura, pasear por el campo e ir
al cine.
Afirma que su campaña ha sido financiada con recursos propios
y de amigos, descartando la posibilidad de recibir dineros de
desconocidos.
"Si me pregunta por dineros calientes, le puedo decir que
tenemos mucho cuidado para establecer de dónde provienen los
fondos que utilizamos", dijo a la AFP, indicando que durante
"mi gobierno atacaremos todas las formas de corrupción".
También luchará contra la evasión fiscal y anuncia que
generará trabajo e impulsará la inversión extranjera para
fortalecer la economía de un país que, en su criterio, tiene
todo para ser uno de los mejores no sólo de América Latina
sino del mundo".
Pese a que aparece como "el gran favorito", Nebot no olvida la
derrota que hace cuatro años le propinó el actual presidente
Sixto Durán Ballén a quien critica tanto en lo personal como
en el manejo que ha dado a los asuntos del país. "La falta
liderazgo, que a nosotros nos sobra", sostuvo.
Nebot no acepta que "se vaya a dejar manejar" por el
expresidente Febres Cordero y en sus apariciones públicas
trata de mostrarse como un hombre tolerante que no pierde la
compostura y mantiene, aún en los malos momentos, una sonrisa
que se pronuncia debajo de un frondoso bigote. (Diario HOY)
(7A)
sucesor del presidente derechista Sixto Durán Ballén vivió el
viernes una intensa campaña política con cuatro candidatos con
posibilidades de triunfo y otros cinco que las encuestas de
opinión los relegaban a ocupar una mención en la historia.
Jaime Nebot, del derechista Partido Social Cristiano (PSC), el
democristiano Rodrigo Paz, de la Democracia Popular (DP), el
populista Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE) y quien se autodefine como "demócrata nacionalista", y
el periodista independiente Freddy Ehlers aparecen como los
favoritos.
Con poca opción se menciona a los generales retirados Frank
Vargas y José Gallardo, así como los también independientes
Ricardo Noboa y Jacinto Velásquez y el izquierdista Juan José
Castelló, del Movimiento Popular Democrático (MPD).
En los comicios participarán 6,2 millones de ecuatorianos,
mayores de 18 años y que constitucionalmente están obligados
a ir a las urnas o de lo contrario se exponen a perder muchos
de los derechos ciudadanos, como son el de tener cédula de
ciudadanía, cambiar cheques en los bancos y optar por un
trabajo remunerado.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que están
calificados para participar en las elecciones 19.849
candidatos: nueve binomios para presidente y vicepresidente
(18 aspirantes); 336 para diputados nacionales; 1.804 para
diputados provinciales; 158 para prefectos provinciales; 1.724
para consejeros provinciales; 200 para alcaldes municipales;
1.163 para presidentes de concejos municipales y 14.446 para
concejales municipales.
"Se elegirán 2.201 dignidades", dijo el presidente del TSE, el
magistrado Carlos Pardo, quien adelantó que todo se encuentra
listo.
Observó que en esta ocasión se incrementarán en cinco curules
los escaños de los diputados "ya que la reforma constitucional
determina que las provincias deben contar con un mínimo de dos
representantes en el Parlamento" y por lo tanto el cuerpo
legislativo (Congreso Nacional) pasará de 77 a 82 miembros.
En cuanto a los candidatos, Nebot, un abogado de 49 años, es
el indiscutible favorito, pero según las últimas encuestas no
obtendrá más del 50% de los votos y por lo tanto tendrá que
vérselas en una segunda vuelta que se realizará el 7 de julio
con el segundo de la primera.
Así las cosas, Paz, Bucaram y Ehlers están metidos en una
lucha sin cuartel por ser segundos el 19 de mayo y tratar de
superar a Nebot en la segunda vuelta, cuando muchos de los
sectores que los apoyan deberán unirse para buscar las
mayorías necesarias.
Nebot propugna un gobierno decidido a combatir la corrupción,
a generar empleo, planea un más fácil acceso a la canasta
familiar y habla de reformas en la salud, educación, la
seguridad, los servicios básicos, el ahorro y regular los
excesos del sindicalismo.
Ehlers ofrece reformas constitucionales, combate a la
corrupción, una revolución agrícola, protección ambiental,
tecnología, respeto a los derechos humanos de las minorías,
mejoramiento productivo y educación.
Paz, empresario de 63 años propone primero empleo,
reactivación económica, servicios básicos, lucha contra la
corrupción, seguridad pública, control de precios, sueldos y
salarios, y reformas educativa, en la salud, seguridad social
y vivienda.
Bucaram, un abogado de 44 años, garantiza que hará un gobierno
democrático, en el cual serán prioritarios la seguridad
social, los servicios básicos, plantea una revolución
educativa, mejoramiento de las condiciones de la mujer,
descentralización, una fuerte política económica, vivienda y
protección de los recursos naturales.
Abdalá, ahora o nunca
El polémico abogado guayaquileño Abdalá Bucaram, de 44 años, a
quien no le molesta que le digan "El Loco", aspira por tercera
vez a la presidencia de Ecuador, para imponer una revolución
que le permita acabar con lo que denomina "el acaparamiento de
los poderes del Estado".
"Soy una necesidad para mucha gente", dijo Bucaram en diálogo
con la AFP. "Estoy apto para gobernar", agregó aunque muchos
ecuatorianos confiesan que le tienen miedo por lo que llaman
sus extravagancias, sus pasiones y hasta el mal genio, aunque
él afirma que "tengo muy buen carácter porque amo a la gente".
"Rechazo la hipocresía, soy a veces un poco temperamental,
pero en todo caso soy un hombre bastante bueno", explicó
cuando se le pidió un autoperfil.
"Tengo una excelente relación con mi familia, voy a la playa
con ellos, creo que soy un padre amoroso y amoroso seré con mi
país", declaró con voz fuerte, casi gritando. "Yo hablo duro",
explicó.
Abdalá nació el 4 de febrero de 1952 y se casó muy joven con
María Rosa Pulley; es padre de cuatro hijos.
De 1,81 metros de estatura, Bucaram quien luce un bigote al
estilo Hitler, reveló que tiene una fortuna de dos millones de
dólares, pero se rehusa a dar explicaciones de sus orígenes,
aunque se le reconoce como un comerciante que está metido
actualmente en la producción y exportación de mangos.
Fue un destacado deportista (practicó el fútbol, el atletismo
y el baloncesto). Todavía conserva el récord nacional juvenil
de los 100 metros planos con 10 segundos y 5 décimas.
Es fundador del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) en 1982,
después de la muerte de su cuñado el presidente Jaime Roldós
Aguilera (murió en un accidente de aviación en 1981).
Es autor de varios libros entre ellos "El Ideario Político del
Partido Roldosista Ecuatoriano" y "Los Principios de
Liberación Nacional", así como de "Las verdades de Abdalá",
una obra que describe su vida y cómo se inmiscuyó en la vida
política ecuatoriana.
Fue alcalde de Guayaquil (1984), la ciudad más poblada de
Ecuador y centro económico del país. "Honestamente creo que
tengo bastos conocimientos como para encaminar correctamente a
mí país", insistió.
Aspiró a la presidencia, por primera vez, en 1988, cuando
quedó finalista a la segunda vuelta en donde lo venció el
socialdemocrata Rodrigo Borja.
Volvió por la presidencia en 1992 y en 1996 sostiene que
"ahora o nunca" y argumenta que está debidamente preparado
para acabar con la corrupción, el narcotráfico y los
monopolios económicos.
Pese a que se le conoce como "populista", Abdalá Bucaram pidió
a la AFP que lo identifiquen como "un demócrata nacionalista"
y afirmó que si llega a la presidencia "Ecuador será el mejor
país del mundo".
Un periodista apoyado por los indígenas
Freddy Ehlers, un periodista de la televisión ecuatoriana,
que de golpe aceptó una propuesta de los indígenas y de
algunos sectores sindicales para lanzar su candidatura
presidencial, se convirtió en el "offsider" con mayor
proyección para el triunfo en los comicios del 19 de mayo
próximo cuando Ecuador renovará su democracia.
Los ecuatorianos que estaban acostumbrados a ver a Ehlers en
la pantalla chica los domingos en el programa "La Televisión",
en donde prefería mostrar cosas curiosas o formas de vida en
otras latitudes, se sorprendieron cuando el famoso periodista
anunció sus apetitos presidenciales con el apoyo de muchas de
las comunidades indígenas.
Nacido el 30 de noviembre de 1945, su padre fue un
norteamericano y su madre una ecuatoriana. Es padre de tres
hijos, Raúl del primer matrimonio, Carolina y Fernando del
segundo con la peruana Malú Morelli, hija de un diplomático
limeño que en fue embajador del Perú en Quito.
La nacionalidad de su mujer se convirtió en su Talón de
Aquiles, frente al viejo litigio fronterizo que Ecuador y Perú
sostienen por una franja sin demarcar de la Amazonía y que ya
en más de una ocasión ha conducido a la guerra a las tropas de
los dos países, la más reciente en febrero de 1995.
Ehlers es obsesivo, terco y voluntarioso. Sostiene que cuando
algo se le mete en la cabeza (es un calvo prematuro) no hay
poder alguno que le haga cambiar y busca ejecutarlo sin medir
el desgaste, ni las horas de trabajo o los esfuerzos que sean
necesarios para cristalizarlo.
Sus amigos lo describen como un "profesional" en todo el
sentido de la palabra con mucha sensibilidad y vanidad.
Empero, lo consideran inquieto, ecléctico, curioso y con
grandes aptitudes para ejercer la presidencia con sencillez y
un profundo deseo de cambio porque conoce las necesidades de
los pobres.
"Soy nostálgico", dijo. "Me gusta leer a Neruda, escuchar
boleros", añadió observando que con su 1,86 metros cuando
baila incurre en un atentado contra la estética, pero admite
que ha hecho reales progresos en la interpretación del
merengue.
Para Ehlers tener el apoyo de los indígenas y de algunos
sindicatos es importante. "No tengo compromisos con los grupos
económicos y políticos del país", dijo observando que su
gobierno buscará la realización de una Asamblea Nacional
Constituyente, para "introducir las reformas que necesitamos
los ecuatorianos".
Su gobierno, según afirmó, se fincará convencer a los
ciudadanos que una de las maneras de reducir la corrupción es
lograr que quienes tienen que pagar impuestos lo hagan.
"Trabajaré con gente capaz, honrada y honesta", dijo a la vez
que anunció que propiciará una alta inversión extranjera.
"Espero hacer del turismo una potencia del Estado", declaró
mientras anunció que está aprendiendo a usar corbata (sólo
para los momentos que realmente sean necesarios por las
obligaciones de la presidencia).
Jaime Nebot, el gran favorito
El abogado Jaime Nebot, una especie de "cara dura" que
pretende por segunda vez la presidencia ecuatoriana, pero que
tiene como un ángel guardián al polémico ex presidente León
Febres Cordero (1984-88), es el gran favorito para imponerse
en las elecciones del 19 de mayo próximo.
Es el presidente del derechista Partido Social Cristiano
(PSC), que aparece hasta con un 34% de las preferencias y
quien confiesa que "es indiferente" frente al rival que tendrá
que enfrentar en la segunda vuelta, del 7 de julio, en caso de
que no obtenga 50% de los votos en la primera.
Nacido el 22 de octubre de 1946 en Guayaquil, Nebot es el hijo
primogénito de Jaime Nebot Velasco y de Zulema Saadi, quienes
siempre pretendieron que fuera un sobresaliente ingeniero
cuando le descubrieron su habilidad por los números y los
cálculos.
Se describe como un demócrata y confiesa que aprendió de su
padre el amor por la libertad.
Casado con Cynthia Bohre, es padre de tres hijos, Jaime, de 25
años, y las mellizas Nicolle y Melissa, de 8 años, con quienes
departe la música aunque es un pésimo bailarín que en las
fiestas prefiere escoger un rincón para ejercer su deporte
favorito: conversar.
Nebot, de 1,78 metros de estatura, ha confesado a los
periodistas ser poseedor de una fortuna personal de cuatro
millones de dólares, por la que pagó el año pasado un impuesto
de renta de unos 18.000 dólares.
Entre sus "hobbies" tiene la lectura, pasear por el campo e ir
al cine.
Afirma que su campaña ha sido financiada con recursos propios
y de amigos, descartando la posibilidad de recibir dineros de
desconocidos.
"Si me pregunta por dineros calientes, le puedo decir que
tenemos mucho cuidado para establecer de dónde provienen los
fondos que utilizamos", dijo a la AFP, indicando que durante
"mi gobierno atacaremos todas las formas de corrupción".
También luchará contra la evasión fiscal y anuncia que
generará trabajo e impulsará la inversión extranjera para
fortalecer la economía de un país que, en su criterio, tiene
todo para ser uno de los mejores no sólo de América Latina
sino del mundo".
Pese a que aparece como "el gran favorito", Nebot no olvida la
derrota que hace cuatro años le propinó el actual presidente
Sixto Durán Ballén a quien critica tanto en lo personal como
en el manejo que ha dado a los asuntos del país. "La falta
liderazgo, que a nosotros nos sobra", sostuvo.
Nebot no acepta que "se vaya a dejar manejar" por el
expresidente Febres Cordero y en sus apariciones públicas
trata de mostrarse como un hombre tolerante que no pierde la
compostura y mantiene, aún en los malos momentos, una sonrisa
que se pronuncia debajo de un frondoso bigote. (Diario HOY)
(7A)
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