Guayaquil. 14 feb 99. En todas las decisiones que se toman a
nivel económico siempre hay ganadores y perdedores.
Esa máxima, que es manejada entre los estudiosos de la ciencia
económica, muy bien puede aplicarse en el caso de la
flotación| del dólar en el mercado libre de cambios.
Para la mayorÃa de los analistas, tomando en consideración las
circunstancias actuales, la liberación del precio de la moneda
estadounidense a las fuerzas del mercado (oferta y demanda),
era el único camino que le quedaba al Banco Central.
Sus razones se fundamentan en que si se conservaba el sistema
de bandas cambiarias, que establecÃa un piso y un techo para
la divisa, se hubiese drenado aún más las reservas monetarias
internacionales.
La afirmación se explica porque la incertidumbre que genera en
los agentes económicos la aprobación de un presupuesto de
dudoso financiamiento, hubiese presionado al tipo de cambio
del dólar. De forma paralela, el Central para defender sus
niveles y solventar la demanda de divisas. hubiera tenido que
inyectar dólares al sistema por medio de sus mesas de cambio.
Los dólares provienen de la RMI.
Asà como los agentes económicos están conscientes de esa
realidad, también lo están de que, como consecuencia de la
incertidumbre, en el mercado se registrará una tendencia al
alza.
Doble efecto
Ese resultado tendrá un doble efecto para el comercio
exterior: uno, para los exportadores, y otro, para los
importadores.
Igualmente beneficiará a los tenedores de dólares y
perjudicará a quienes mantienen deudas en esa divisa.
|En el caso de los exportadores, lo positivo radica en que
como reciben ingresos en dólares, obtendrán mayores recursos
en sucres por el diferencial cambiario. Asà también, al
depreciarse el tipo de cambio, sus productos serán más
competitivos en los mercados mundiales respecto a sus
competidores más cercanos.
En ese caso, se incentivan las exportaciones y por
consiguiente, podrÃan mejorar los ingresos que Ecuador obtiene
por ese concepto.
Mientras tanto, los importadores, la industria nacional y los
consumidores serán los afectados.
Quienes adquieren en el exterior productos deberán pagar más
sucres para obtener los dólares que requieren para concretar
sus negociaciones. Ese aspecto desincentiva las importaciones.
Y como la industria necesita de insumos importados en sus
procesos productivos, por los mismos motivos anteriores, sus
costos se encarecen. Normalmente esos costos se trasladan a
los precios de los productos finales, proceso en que el
afectado es el consumidor. El resultado es una mayor
inflación.
La consecuencia de la conjunción de todos esos factores será
la recesión, es decir la disminución de las actividades
productivas, por ende, un menor crecimiento de la economÃa.
Egas: El reto es evitar la especulación
Evitar que la flotación del tipo de cambio del dólar respecto
al sucre, sea influenciada "por los especuladores de siempre",
es el reto que para Eduardo Egas, ex decano de la Facultad de
EconomÃa de la Universidad Católica, tiene ahora el Banco
Central.
Al igual que otros especialistas en el tema, Egas sostiene que
dada las condiciones actuales, liberar el precio del dólar a
las leyes de la oferta y la demanda, era "la única medida
inmediata y disponible a aplicarse".
Cualquier otra alternativa, agregó, requiere de análisis
profundos y consenso antes de implementarse.
A su criterio el punto débil de la decisión radica en que
grupos de especuladores no entiendan a la flotación como un
proceso de ajuste de los precios reales en la economÃa sino
como una gran oportunidad para incrementar aún más su riqueza
y su poder.
¿Quienes especulan?
Especificó que la especulación por lo general nace de sectores
como la banca y ciertos exportadores. De allà se deduce,
remarcó, que el Central deberá ser duro y estricto para
impedir esa especulación.
Asà también, Egas dijo esperar que la resolución sea
momentánea y no indefinida, para luego retornar al sistema de
bandas cambiarias o cualquier sistema que permita al Central
monitorear y controlar indirectamente el tipo de cambio del
dólar.
Para alejar la incertidumbre que tienen los agentes frente al
déficit fiscal, Egas dijo que le corresponderá al poder
Ejecutivo implantar una verdadera disciplina de gastos.
El gobierno "no puede darle la vuelta por debajo de la mesa al
sentido de la aprobación del presupuesto y al clamor casi
total que existe por eliminar el déficit fiscal", relievó.
En caso contrario, acotó, no desaparecerán las expectativas
que existen sobre la permanencia de un proceso inflacionario,
lo que pondrÃa en peligro al sistema flotación de flotación.
Relativa calma en mercado cambiario
Relativa calma se notó ayer en el libre mercado cambiario de
la calle Pichincha. En contraposición a la vÃspera fluyeron
muchos dólares, el sector estuvo concurrido y los cambistas
mostraron más optimismo.
A 7.200 la compra y 7.500 la venta se comercializó en la
calle; en los bancos privados, la compra a 7.500 y la venta a
7.800 sucres. El principal comentario que se escuchó fue que
habÃa bastantes dólares y poca demanda; no obstante, gran
cantidad de personas en vehÃculos o a pie llegó al lugar, pese
a que era sábado.
Glenda Otero, cambista de la asociación 25 de Agosto, dijo que
mucha gente se abstenÃa de comprar dólares, porque esperaba
que la moneda norteamericana baje más. Otros, en cambio, no
vendÃan sus dólares porque creÃan que subirÃa más que el
viernes. En todo caso, continuó la especulación.
Para Cecilia San Andrés, la moneda propende a la normalización
y bajará más. "Pero el viernes la gente se quedó como loca,
fuera de onda. Muchos no supieron qué hacer, por lo
sorpresivo.
Pero ahora parece que tiende a normalizarse, conforme pasan
las horas".
MarÃa Baquero, que llegó a comprar, comentó que existe
incertidumbre pero que el Gobierno tendrá sus razones al tomar
esta medida "con el fin de salvar la Reserva Monetaria. Sin
embargo, no debió ser de golpe y porrazo, porque mucha gente
salió afectada".
Luis Bastidas, un comerciante que ayer requerÃa dólares, dijo
que la gente aún está alarmada por la tendencia alcista. "En
los almacenes los precios subieron hoy. Anoche nadie querÃa
vender porque esperaban una nueva alza. Incluso, en uno de los
centros comerciales de la ciudad, pagamos adelantado con
cheque por una determinada mercaderÃa y en la noche que fuimos
a retirarla cancelaron el negocio". (Texto tomado de El
Universo)