Fotografía facilista e incorrecta
El domingo 1 de diciembre en la página 3 de la sección C, "En Familia", el diario ilustró la nota titulada "Un cebichito para el chuchaqui", con la fotografía de una persona que aparentaba malas condiciones físicas. Supongo que se quiso mostrar el malestar que deviene del chuchaqui luego de una farra de grandes proporciones. O, como dice la entradilla del artículo, ilustrar los efectos de "Deshidratación, cansancio, sed, náuseas, vómito, ansiedad", que "son algunos de los malestares que se padece en una resaca", según dicha entradilla, escrita con atroz falta de concordancia, como si la foto mentirosa no fuera ya suficiente. Todos esos malestares, señor redactor, "se padecen". En plural porque no menciona uno sino varios.
El extendido embeleco de que "una foto dice más que mil palabras" sirve para ilustrar inadecuadamente situaciones que no tienen nada que ver con lo que se pretende decir. Jamás una foto puede reemplazar un texto, entre otras cosas porque puede ser manipulada, posada o tomada en circunstancias ajenas al hecho que se quiere graficar. Puede mentir. Un texto también, pero la mentira se evidencia de su contenido: un texto dice lo que expresa o expresa lo que dice y si eso es mentira el lector lo sabe, lo intuye o lo puede llegar a saber en un momento dado. En cambio, si una foto dice lo que no es o ilustra una situación que no tiene nada que ver con el hecho, es difícil y hasta imposible que llegue a saberse. A no ser que haya un perjudicado y este proteste, como pasó en este caso.
La foto corresponde al señor Javier Aguirre, colaborador del diario, y fue tomada hace un año cuando un fotógrafo de HOY le pidió al señor Aguirre que simulara un dolor de espalda para ilustrar un artículo relacionado con el asunto. Ya entonces la cosa estuvo mal. Pero lo de ahora es peor: la foto es irrelevante y además irrespetuosa para con la persona fotografiada, quien alega con justa razón que esa fotografía "atenta contra mi moral y ha afectado el honor de mi familia". El facilismo impidió que se buscara en los lugares adecuados a una o varias personas en estado etílico, algo nada difícil en temporada de fiestas. Así se hubiera ilustrado el tema con una foto real y se habría evitado ofender a una persona que, por cierto, menciona en su carta de reclamo por el hecho: "No soy una persona que acostumbro a libar licor ni tengo vida disoluta".
El defensor opina que la redacción le debe una disculpa al señor Aguirre por haber utilizado una fotografía suya fuera de contexto, y espera que, al menos, esta columna sirva para aclarar el entuerto. No creo que tomarse unos tragos signifique llevar una "vida disoluta", pero en todo caso se ofendió a una persona que no tiene nada que ver con lo que se quiso decir.
Del señor alcalde de Loja
Ayer se publicó en el Buzón una carta del doctor José Bolívar Castillo, alcalde de Loja y presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador, en la cual manifiesta "Me ha sorprendido observar en la primera página de HOY del 4 de diciembre, una aparente noticia, que no es otra cosa que los afanes del señor alcalde de Azogues de generar protagonismo para propiciar una aspiración personal suya en la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME)". Al final de la carta el doctor Castillo solicita: "Que se juzgue la conducta del periodista autor de este acto de irresponsabilidad y mala fe, que incluso se permite utilizar las primeras páginas del Diario para difundir imágenes subliminales en el afán perverso de hacer daño".
El doctor Castillo se refiere a la noticia aparecida el miércoles 4 en la primera página, con el título "AME: caso de corrupción enfrenta a los alcaldes". Sobre el título, las fotografías de los alcaldes de Loja y Azogues, involucrados en el asunto, el uno por su condición de presidente de la AME y el segundo, como denunciante de un hecho de corrupción real y efectivo, que incluso tuvo la consecuencia de que su autor fuera despedido hace algunos meses. No hay, piensa el defensor, nada de "aparente" en la noticia, ni tampoco imágenes "subliminales" de ninguna clase. Hay dos fotos reales de dos personas reales y existe la noticia real de un enfrentamiento real entre dos alcaldes, uno presidente de la AME y otro, según se colige de la carta del doctor Castillo, aspirante a serlo. De manera que tampoco hubo "irresponsabilidad y mala fe" ni mucho menos "afán perverso de hacer daño", como lo dice en su carta. El Diario se limitó a informar sobre un enfrentamiento público, y el redactor de la nota tuvo el tino de confrontar a las partes para llegar a la verdad de los hechos. Incluso trató de averiguar el nombre de la persona a cuyo poder fueron a parar los dineros desviados por el funcionario despedido, pero el doctor Castillo no proporcionó ese dato: alegó desconocerlo. Los hechos, pues, se expresaron como ocurrieron. Si el señor alcalde de Azoguez fue extemporáneo en la denuncia, lo cierto es que ella es noticia, sea tardía o no.
El Diario estuvo en lo correcto anunciando el hecho. Sus implicaciones políticas, en el caso de que existiesen, cosa que el defensor no pone en duda ni tampoco afirma, son otro asunto: hubo el enfrentamiento o lo hay, y eso, entre personajes conocidos y públicos, es noticia.
Las opiniones y reclamos a la Defensoría del Lector puede enviarlos al Diario HOY, Apartado 17-07-09069 de Quito, o al buzón electrónico:
[email protected].
Las cartas deben tener un máximo de 1 000 caracteres (página y media a doble espacio), con firma responsable y cédula de identidad.
El domingo 1 de diciembre en la página 3 de la sección C, "En Familia", el diario ilustró la nota titulada "Un cebichito para el chuchaqui", con la fotografía de una persona que aparentaba malas condiciones físicas. Supongo que se quiso mostrar el malestar que deviene del chuchaqui luego de una farra de grandes proporciones. O, como dice la entradilla del artículo, ilustrar los efectos de "Deshidratación, cansancio, sed, náuseas, vómito, ansiedad", que "son algunos de los malestares que se padece en una resaca", según dicha entradilla, escrita con atroz falta de concordancia, como si la foto mentirosa no fuera ya suficiente. Todos esos malestares, señor redactor, "se padecen". En plural porque no menciona uno sino varios.
El extendido embeleco de que "una foto dice más que mil palabras" sirve para ilustrar inadecuadamente situaciones que no tienen nada que ver con lo que se pretende decir. Jamás una foto puede reemplazar un texto, entre otras cosas porque puede ser manipulada, posada o tomada en circunstancias ajenas al hecho que se quiere graficar. Puede mentir. Un texto también, pero la mentira se evidencia de su contenido: un texto dice lo que expresa o expresa lo que dice y si eso es mentira el lector lo sabe, lo intuye o lo puede llegar a saber en un momento dado. En cambio, si una foto dice lo que no es o ilustra una situación que no tiene nada que ver con el hecho, es difícil y hasta imposible que llegue a saberse. A no ser que haya un perjudicado y este proteste, como pasó en este caso.
La foto corresponde al señor Javier Aguirre, colaborador del diario, y fue tomada hace un año cuando un fotógrafo de HOY le pidió al señor Aguirre que simulara un dolor de espalda para ilustrar un artículo relacionado con el asunto. Ya entonces la cosa estuvo mal. Pero lo de ahora es peor: la foto es irrelevante y además irrespetuosa para con la persona fotografiada, quien alega con justa razón que esa fotografía "atenta contra mi moral y ha afectado el honor de mi familia". El facilismo impidió que se buscara en los lugares adecuados a una o varias personas en estado etílico, algo nada difícil en temporada de fiestas. Así se hubiera ilustrado el tema con una foto real y se habría evitado ofender a una persona que, por cierto, menciona en su carta de reclamo por el hecho: "No soy una persona que acostumbro a libar licor ni tengo vida disoluta".
El defensor opina que la redacción le debe una disculpa al señor Aguirre por haber utilizado una fotografía suya fuera de contexto, y espera que, al menos, esta columna sirva para aclarar el entuerto. No creo que tomarse unos tragos signifique llevar una "vida disoluta", pero en todo caso se ofendió a una persona que no tiene nada que ver con lo que se quiso decir.
Del señor alcalde de Loja
Ayer se publicó en el Buzón una carta del doctor José Bolívar Castillo, alcalde de Loja y presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador, en la cual manifiesta "Me ha sorprendido observar en la primera página de HOY del 4 de diciembre, una aparente noticia, que no es otra cosa que los afanes del señor alcalde de Azogues de generar protagonismo para propiciar una aspiración personal suya en la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME)". Al final de la carta el doctor Castillo solicita: "Que se juzgue la conducta del periodista autor de este acto de irresponsabilidad y mala fe, que incluso se permite utilizar las primeras páginas del Diario para difundir imágenes subliminales en el afán perverso de hacer daño".
El doctor Castillo se refiere a la noticia aparecida el miércoles 4 en la primera página, con el título "AME: caso de corrupción enfrenta a los alcaldes". Sobre el título, las fotografías de los alcaldes de Loja y Azogues, involucrados en el asunto, el uno por su condición de presidente de la AME y el segundo, como denunciante de un hecho de corrupción real y efectivo, que incluso tuvo la consecuencia de que su autor fuera despedido hace algunos meses. No hay, piensa el defensor, nada de "aparente" en la noticia, ni tampoco imágenes "subliminales" de ninguna clase. Hay dos fotos reales de dos personas reales y existe la noticia real de un enfrentamiento real entre dos alcaldes, uno presidente de la AME y otro, según se colige de la carta del doctor Castillo, aspirante a serlo. De manera que tampoco hubo "irresponsabilidad y mala fe" ni mucho menos "afán perverso de hacer daño", como lo dice en su carta. El Diario se limitó a informar sobre un enfrentamiento público, y el redactor de la nota tuvo el tino de confrontar a las partes para llegar a la verdad de los hechos. Incluso trató de averiguar el nombre de la persona a cuyo poder fueron a parar los dineros desviados por el funcionario despedido, pero el doctor Castillo no proporcionó ese dato: alegó desconocerlo. Los hechos, pues, se expresaron como ocurrieron. Si el señor alcalde de Azoguez fue extemporáneo en la denuncia, lo cierto es que ella es noticia, sea tardía o no.
El Diario estuvo en lo correcto anunciando el hecho. Sus implicaciones políticas, en el caso de que existiesen, cosa que el defensor no pone en duda ni tampoco afirma, son otro asunto: hubo el enfrentamiento o lo hay, y eso, entre personajes conocidos y públicos, es noticia.
Las opiniones y reclamos a la Defensoría del Lector puede enviarlos al Diario HOY, Apartado 17-07-09069 de Quito, o al buzón electrónico:
[email protected].
Las cartas deben tener un máximo de 1 000 caracteres (página y media a doble espacio), con firma responsable y cédula de identidad.
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