"Cortarle las uñas a la corrupción... cadena perpetua para los corruptosâ. Ese es el discurso con el que César Alarcón entra a la lid electoral presidencial, con un partido polÃtico "cero kilómetros", como él mismo lo describe con una retórica y una impostación de la voz, como si estuviera en una tarima y no en una entrevista en el set de HOY.
Aspira a que cuando su ley âcortaúñasâ se aplique en la sociedad caigan los 20 principales corruptos del paÃs, y que luego, con la pena de cadena perpetua, âlos demás, solitos se han de enderezarâ, y refuerza su tesis al mencionar que cualquier juez que sea sancionado será separado de sus funciones.
La ideologÃa del Partido Libertad se encamina desde lo que él llama un "humanismo progresista", que difiere en mucho a su pasado marxista, cuando fue presidente de la Federación Ecuatoriana de Estudiantes Universitarios (FEUE), en 1977, y miembro fundador del Movimiento Popular Democrático (MPD) de 1978 hasta 1980.
Y ¿por qué el cambio radical?, se le pregunta, y advierte que ahora ya no está en âel tiempo de la protesta, sino de la propuestaâ, e inmediatamente se dedica a hablar de que el ecuatoriano debe ser emprendedor, âel gerente de su propia empresaâ.
Confiesa que para su campaña polÃtica ha invertido $20 mil, al igual que su compañero de fórmula, el abogado manabita Universi Zambrano. "El resto se financia con el apoyo de los copartidarios, y calculamos que tendremos $150 mil para toda la campaña", advierte.
El discurso de Alarcón toma otro rumbo cuando afirma que Ecuador debe reconocer que su esencia es el sector agropecuario, y que su âdespegue se debe realizar con un fortalecimiento del Banco Nacional de Fomentoâ.
Asegura que su gabinete de gobierno estará compuesto por gente que él escogerá, finalmente, luego de que los sectores sociales conformen ternas para que la sociedad proponga nombres para diversos cargos. âEl error de Ecuador ha sido caer en las tronchas, que los gobiernos se conformen por amigos del presidente o por cuotas de poderâ, expresa el candidato. AsÃ, en su gobierno el presidente no pondrÃa, por ejemplo, al ministro de Educación, sino la UNE, los estudiantes y los padres de familia.
Con respecto al tema del Plan Colombia, Alarcón aclara desde el primer momento que el acuerdo de la Base de Manta se debe mantener tal como se lo firmó.
Señala que Ecuador y Colombia no tienen las mismas caracterÃsticas históricas, y considera casi imposible que a Ecuador lleguen los problemas de la guerrilla y el narcotráfico, y anota que hay que mantener cierta distancia con el conflicto. âNi nosotros los vamos a pacificar, ni ellos nos harán guerrillerosâ, concluye, no sin antes mencionar que desearÃa que un civil encabezara el Ministerio de Defensa. (JRI)
Una fiebre pasajera
El empaque de seriedad que lo envuelve no parece suficiente para conseguir votos
Por Diego Araujo Sánchez
Subdirector Editorial
César Alarcón Costta recuerda su pasado de fundador y militante del MPD y las convicciones de la izquierda radical como una suerte de pasajera fiebre juvenil.
Para justificar el tránsito de la ideologÃa anterior hacia el desarrollismo que profesa ahora, menciona un fragmento de Las Catilinarias, donde el escritor Juan Montalvo apostrofa al pueblo cuya juventud no es rebelde.
En el plano económico, Alarcón propone el apoyo con crédito, por medio del Banco Nacional de Fomento, a los agricultores y ganaderos, a los pequeños productores, para reactivar al sector agropecuario y generar trabajo; su ideal es hacer de cada ecuatoriano un empresario.
En el aspecto polÃtico, sin embargo, plantea una extraña fórmula de consenso para escoger a quienes conformarán su gabinete: la convocación a los grupos organizados de la sociedad civil para que elijan candidatos a titulares de los Ministerios...
Su discurso para enfrentar la delincuencia coincide con la fórmula socialcristiana de endurecimiento de las penas. Y cuando le hacen notar que la cadena perpetua para castigar a los corruptos complicará mucho más el problema del exceso de población en unas cárceles que carecen de todo, replica que confÃa en el poder disuasivo de los primeros 20 sentenciados...
Sin una estructura partidista fuerte, con una ideologÃa ambigua e ideas generales o estrategias tan poco viables como las de elección de ministros de Estado, el empaque de seriedad que envuelve a César Alarcón no parece suficiente para inclinar la decisión del voto por su candidatura, pero sà para alimentar una hoja de vida y una vocación por la participación y militancia polÃtica.
Una campaña como aperitivo polÃtico
El candidato hace propuestas para recibir muchos aplausos y pocos votos. Se olvida de que este es un paÃs de amarres y no de acuerdos
Por Orlando Pérez
Editor Metropolitano
Uno se pregunta cómo gobernarÃa César Alarcón Costta si su iniciativa de designar ministros se harÃa a partir de ternas propuestas por los gremios y grupos de la sociedad civil. ¿Proyecto novedoso o populista? ¿Plan de ciudadanÃa para un paÃs con alto desarrollo polÃtico?
No, es algo para llamar la atención porque implica que no conoce la realidad polÃtica de los gremios, los grupos de presión y la misma llamada sociedad civil ecuatoriana.
Y si él quiere llamar la atención con este tipo de planteamientos, perfectamente electorales, está fuera de la contienda, porque implica que los asuntos del poder (de ese que los filósofos franceses contemporáneos han dado tantas explicaciones para decir que está más allá de las buenas intenciones de los polÃticos) los asume sin mucha responsabilidad.
De hecho, varios candidatos creen que las elecciones son el fogueo, la presencia para el futuro, abrir cauces para la imagen y la propaganda.
Alarcón se resbala en estos terrenos cada vez que responde sobre temas delicados como gobernabilidad, economÃa y polÃtica ecuatorianas. O sea, se olvida de que este es un paÃs de amarres y no de acuerdos, de frases y eslóganes y no de principios y propuestas programáticas. Y para ello no es que hay que convertirse en purista.
Y como está en campaña, con toda la buena intención y ganas, cree que le bastarán cuatro años de gobierno para forjar en la mentalidad de los ecuatorianos el amor a la Patria, el respeto por la institucionalidad y los deberes y obligaciones ciudadanas. Cree que con âreinstaurarâ (¿?) las asignaturas de Historia, GeografÃa, Educación CÃvica y Moral las nuevas generaciones serán menos corruptas o más patriotas.
Una candidatura "cero kilómetros"
La sensación de un vacÃo de contenido no cambia al término del diálogo, aunque mencione que quiere "hacer de cada familia una empresa"
Por ThalÃa Flores y Flores
Editora de Información
Antes de que le inquieran acerca de su pasado marxista, César Alarcón Costta recita un breve texto de Juan Montalvo respecto de la rebelión y la juventud.
Da la impresión de ser un buen lector, se muesta enérgico, y exhibe buen talante. Pero la sensación de un vacÃo de contenido no cambia al término del diálogo. Durante la entrevista le consulto sobre cómo integrarÃa su gabinete y la respuesta sorprende a todos: "Lo conformaré con ternas de representantes de sindicatos, gremios, colegios profesionales, etc".
¿Ha pensado en las pugnas internas en los gremios por designar a sus âministrosâ?, le inquiero, y Alarcón responde que no tendrá conflicto alguno, y, que, además, las designaciones las hará antes del 15 de enero.
Pero ese no es el único anuncio que el candidato del Partido Libertad hace en su diálogo con HOY.
Para demostrar su decisión por el combate a la delincuencia, plantea âcadena perpetuaâ, sin importarle compartir criterios con el Partido Social Cristiano, de ideologÃa antagónica.
El vacÃo de contenido continúa latente, aunque mencione que quiere âhacer de cada familia una empresaâ, y âde cada ecuatoriano un emprendedorâ.
¿No es mejor que las madres ecuatorianas cuenten con medicinas para prevenir las enfermedades de sus hijos? ¿No son, acaso, los servicios básicos y educación para los hijos lo que ellas piden? ¿Les consultó a las madres ecuatorianas qué desean para ellas y sus hijos, antes de quererlas convertir en empresarias?
Es evidente que no.
De todos modos, el aspirante del Partido Libertad, César Alarcón Costta, que se ufana de participar por âun partido cero kilómetrosâ, puede ya incluir en su hoja de vida un hecho excepcional: âCandidato a la Presidencia de la Repúblicaâ.
AL PIE DE LA LETRA
l âLa crisis del paÃs tiene una raÃz profundamente moralâ.
l âEl Ecuador es básicamente agropecuario, por eso es necesaria la recuperación del Banco Nacional de Fomentoâ.
l "Nuestra polÃtica es un humanismo progresista que rebasa una simple participación laboral".
l âPodemos convertirnos en el destino mundial del turismoâ.
l "La lucha contra la corrupción es otro gran eje de mi gobierno. La Comisión de Control CÃvico de la Corrupción debe dejar de ser una sala de quejas y pasar a ser una sala de la Corte Suprema de Justiciaâ.
l âMi participación en estas elecciones es por convicción, no por interés o cálculo, por eso no me he unido a ningún partido polÃticoâ.
l âMi compañero de fórmula y yo nos hemos comprometido a entregar $20 mil cada uno para la campaña. Completaremos $150 mil con algunas contribucionesâ.
l âNuestro mensaje no está dirigido a los bolsillos, sino al alma, al corazónâ.
l âHay que pasar de la protesta a la propuestaâ.
"El debate de lo privado y lo estatal no tiene sentido si no se llega a un acuerdo social".
l "El sistema educativo en el paÃs solo ha servido como una fábrica de profesionales con tÃtulos, pero que no llegan a concretar un trabajo digno".
l âLa honradez es la piedra que constituirá al nuevo Ecuador. Eso se verá desde la Presidencia â.
l "Este Gobierno es un verdadero desastre, en todo"
l âEl Fondo Monetario Internacional nos trata tan mal porque quién va a querer negociar con corruptosâ.
l "Hay que poner un control de precios, con una polÃtica que garantice el Estado".
l "El esquema polÃtico de estos últimos 25 años ha institucionalizado la corrupción".
l "El Tribubal Constitucional ha sembrado un caos pavoroso. Ese Tribunal debe ser suprimido, y sus funciones tendrán que ser asumidas por una sala de la Corte Suprema de Justicia en primera instancia, y el pleno en segunda instancia".
l âEl acuerdo de la Base de Manta ya está firmado y en eso hay que ser serios, no variaremos los términosâ. (ICO-JRI)