Quito. 13 feb 98. La evasión de presos en los 33 centros de
rehabilitación del Ecuador es un cuento de nunca acabar. Al
parecer hay tres causas para ello: la falta de guías
penitenciarios (hay 799, divididos en dos jornadas, para un
total de 9.560 internos y 140 para 844 internas, en doble
labor), las pocas seguridades físicas y la corrupción.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostiene que debe
haber un guía para vigilar a 10 presos, pero en el Ecuador hay
uno para 26 presos hombres y una guía para 12 internas.
La Dirección Nacional de Rehabilitación Social (DNRS) tramita
en el Ministerio de Finanzas la creación de 320 plazas para
vigilantes.
Entre tanto, las evasiones siguen. Según las estadísticas de
la DNRS, durante 1997 fugaron 92 presos: 27 por tráfico de
drogas; 10 por asesinato; 2, falsificación; 10, consumo de
drogas;
3, hurto; 11, robo; y 29 por delitos indeterminados.
En este año, en Quito, otros ocho reos se evadieron y la DNRS
no tiene aún datos actualizados. Además, los intentos de
escape ocurren a diario con un agravante: la complicidad de
los guías.
Este último aspecto, si bien no ocurre en el 100 por ciento de
los casos, sin embargo, si es un asunto por considerar.
Por ejemplo, el 22 de octubre del 97, un presunto
narcotraficante español trató de escapar del pabellón E (de
máxima seguridad) del ex Penal García Moreno. Tres guías lo
habrían ayudado y, por ello, están detenidos para
investigaciones pues hay versiones -por confirmar- de que el
español pago varios millones por la oportunidad. Como este
caso hay otros que están registrados en la DNRS.
A esta situación se añade otro inconveniente que lo reconocen
los empleados de la DNRS: todos los directores de las cárceles
tienen nombramiento por influencia del Ministro de Gobierno de
turno o del partido político al que representan. Además los
guías generalmente no son capacitados y no siempre se escoge
al mejor aspirante.
Para Marco Alvarez, director de Rehabilitación Social, éste es
un problema que se trata de corregir. "Siempre en este tipo de
casos ordenamos una investigación y lo separamos de la
institución.
Además, la responsabilidad es compartida con la Policía,
porque da seguridad externa y nosotros la interna. Hoy,
tratamos de reforzar la vigilancia para que la tendencia no
vaya en aumento".
Como un intento de mejorar el sistema penitenciario se
presentó un proyecto para convertir a la DNRS en un organismo
autónomo y liberarse de todo el manejo político.
Alvarez considera que es un buen mecanismo para frenar los
actos de corrupción, la politización del sistema y que se
respete el escalafón de los funcionarios de esa entidad.
Además de mejorar la capacitación de los guías.
Guayaquil es la punta de la flecha
El consumo y tráfico de drogas siguen a la cabeza
Ciudad Fugas Delitos
Ibarra 14 13 tráfico, 1 asesinato.
Quito 18 10 consumo de drogas, 7 tráfico, 1 falsificación
Latacunga 4 2 asesinato y 2 robo
Riobamba 1 1 tráfico de drogas
Alausí 1 1 asesinato.
Guaranda 1 1 tráfico.
Cañar 1 1 asesinato
Cuenca varones 7 1 falsificación, 1 tráfico, 2 asesinato, 3
por robo
Quevedo 2 1 asesinato y 1 robo
Vinces 1 1 tráfico.
Machala 1 1 tráfico
Zaruma 1 1 tráfico.
Guayaquil mujeres 2 por tráfico
Guayaquil varones 29 (sin datos)
Tena 2 1 hurto , 1 robo.
Esmeraldas 2 1 hurto, 1 robo
Esmeraldas Mujeres 2 drogas
Loja 3 consumo de drogas.
Total 92
Fuente Direción Nacional de Rehabilitación Social (D.N.R.S.)
¿Un evasión con ayuda?
La última vez que los vieron fue mientras iban a recibir la
misa dominical, en el pabellón 6 b. Francisco Murillo Vélez y
Ernesto Macías Loor, internos de la Cárcel Nº 2, escaparon a
las 09h00 del pasado domingo 25 de enero.
Se escondieron en el baño de la cocina, cortaron uno de los
barrotes y salieron por el techo.
Al parecer, saltaron a unas de las casas contiguas en la calle
Ambato, en el centro de Quito ¿Qué hacían los guías? Algunos
de ellos con una parte de los internos miraban la final del
campeonato ecuatoriano de fútbol. Los agentes de la Oficina de
Investigación del Delito de Pichincha (OID-P) encontraron
parte del barrote de hierro limado y con restos oxidados.
El trabajo lo terminaron ese domingo con una sierra de hierro;
así se abrieron paso hacia la tercera garita y luego al techo.
Nadie sabe de ellos, desde el año pasado Murillo y Macías
estaban detenidos por muerte y asalto, respectivamente.
La Policía, en su informe, sospecha de uno de los guías, quien
estaba a cargo, en ese momento, de las celdas de ese piso. La
Dirección Nacional de Rehabilitación Social (DNRS) comenzó el
sumario interno y los guías siguen en sus labores.
Manabí con hacinamiento
El Centro de Detención Provisional de Manta alberga hasta 90
personas. El hacinamiento es constante en sus tres celdas: una
para delincuentes comunes, otra para mujeres y la tercera para
choferes.
Una delgada pared las divide y no hay una buena ventilación.
El calor y la humedad son intensos. Es de hormigón y se
considera un sitio seguro porque está dentro del Comando de
Policía de Manta.
En Portoviejo, el Penal Thomás Larrea tiene 305 presos
distribuidos en siete pabellones: seis para hombres y uno para
las mujeres. Los custodian 34 guías diseminados en esa
construcción que tiene más de 50 años. Su cerramiento se alza
a dos metros de altura y tiene un cerco superior de alambre de
púa. No se puede hablar de descongestionamiento de presos
porque apenas 30 fueron trasladados a la Granja Penitenciaria,
inaugurada en octubre del 97, en el sitio denominado El Rodeo.
A propósito de esta granja, persiste la duda sobre su
seguridad: sus 15 hectáreas tienen un cerramiento de mallas,
13 garitas (7 altas y 6 bajas) separadas entre sí por 100
metros. Algunos de los guardias dijeron que no se distingue
bien a una persona entre garita y garita. Redacción Manta
Un lugar con 68 años
El centro de rehabilitación de Ibarra si bien es uno de los
más tranquilos del Ecuador, sin embargo, no tiene mayor
seguridad. Funciona en una casa construida en 1930.
Solo el área administrativa tiene dos plantas y en el interior
se hicieron adecuaciones para mejorar el espacio. Hace 15 años
se construyó una guardería con un espacio pequeño, ocupado
para los juegos, un comedor y un dormitorio.
Su directora encargada, Maura Burbano, aseguró que en ese
centro no hay presos de gran peligrosidad. La mayoría son
indígenas, negros y mestizos que cometieron delitos de tráfico
de drogas, robo, violación, muerte, entre otros.
Tiene casi 300 presos varones distribuidos en 11 pabellones y
casi medio centenar de internas en cuatro cuartos. Burbano
estima que en un día normal pueden salir hasta cinco detenidos
e ingresan alrededor de 10. A raíz de la aprobación de la ley
denominada dos por uno (cumplir la mitad de la pena) salió la
mayoría de los internos con con más de 10 años de condena. Eso
sí, las boletas de libertad tardan en llegar y todo se
canaliza con el único abogado del lugar. Redacción Ibarra
7 escapes con sanciones
En 1997 ocurrieron siete en el Centro de Rehabilitación de
Varones de Cuenca y tres reos fueron recapturados. Uno de
ellos fue procesado por tráfico de drogas y robo de vehículos
y era su segunda fuga: la primera fue en Loja. El resto tenía
delitos menores como robo. En Cuenca hay 350 presos, entre
hombres y mujeres.
Las evasiones según, las autoridades de la Dirección
Provincial, de Rehabilitación Social se produjeron tres en el
día y cuatro durante la noche. Los vigilantes de turno no se
percataron cómo los presos excavaron huecos en las paredes
posteriores.
El centro funciona en un edificio antiguo con más de 30 años,
construido con tierra y cemento. En los cuatro casos no hubo
responsabilidad directa de los vigilantes. Pero, según fija la
Ley de Carrera Civil y Administrativa, fueron sancionados.
Uno de los trabajadores no cobró sueldo durante dos meses y
fue suspendido en el mismo tiempo. Los otros vigilantes
quedaron sin pago y fuera de sus actividades durante un mes ó
15 días. Los guardias fueron llamados a una audiencia y no
hubo denuncias.
En la cárcel de Loja, con 330 personas, no hubo fugas, salvo
un intento. Redacción Cuenca (Texto tomado de El Comercio)
rehabilitación del Ecuador es un cuento de nunca acabar. Al
parecer hay tres causas para ello: la falta de guías
penitenciarios (hay 799, divididos en dos jornadas, para un
total de 9.560 internos y 140 para 844 internas, en doble
labor), las pocas seguridades físicas y la corrupción.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostiene que debe
haber un guía para vigilar a 10 presos, pero en el Ecuador hay
uno para 26 presos hombres y una guía para 12 internas.
La Dirección Nacional de Rehabilitación Social (DNRS) tramita
en el Ministerio de Finanzas la creación de 320 plazas para
vigilantes.
Entre tanto, las evasiones siguen. Según las estadísticas de
la DNRS, durante 1997 fugaron 92 presos: 27 por tráfico de
drogas; 10 por asesinato; 2, falsificación; 10, consumo de
drogas;
3, hurto; 11, robo; y 29 por delitos indeterminados.
En este año, en Quito, otros ocho reos se evadieron y la DNRS
no tiene aún datos actualizados. Además, los intentos de
escape ocurren a diario con un agravante: la complicidad de
los guías.
Este último aspecto, si bien no ocurre en el 100 por ciento de
los casos, sin embargo, si es un asunto por considerar.
Por ejemplo, el 22 de octubre del 97, un presunto
narcotraficante español trató de escapar del pabellón E (de
máxima seguridad) del ex Penal García Moreno. Tres guías lo
habrían ayudado y, por ello, están detenidos para
investigaciones pues hay versiones -por confirmar- de que el
español pago varios millones por la oportunidad. Como este
caso hay otros que están registrados en la DNRS.
A esta situación se añade otro inconveniente que lo reconocen
los empleados de la DNRS: todos los directores de las cárceles
tienen nombramiento por influencia del Ministro de Gobierno de
turno o del partido político al que representan. Además los
guías generalmente no son capacitados y no siempre se escoge
al mejor aspirante.
Para Marco Alvarez, director de Rehabilitación Social, éste es
un problema que se trata de corregir. "Siempre en este tipo de
casos ordenamos una investigación y lo separamos de la
institución.
Además, la responsabilidad es compartida con la Policía,
porque da seguridad externa y nosotros la interna. Hoy,
tratamos de reforzar la vigilancia para que la tendencia no
vaya en aumento".
Como un intento de mejorar el sistema penitenciario se
presentó un proyecto para convertir a la DNRS en un organismo
autónomo y liberarse de todo el manejo político.
Alvarez considera que es un buen mecanismo para frenar los
actos de corrupción, la politización del sistema y que se
respete el escalafón de los funcionarios de esa entidad.
Además de mejorar la capacitación de los guías.
Guayaquil es la punta de la flecha
El consumo y tráfico de drogas siguen a la cabeza
Ciudad Fugas Delitos
Ibarra 14 13 tráfico, 1 asesinato.
Quito 18 10 consumo de drogas, 7 tráfico, 1 falsificación
Latacunga 4 2 asesinato y 2 robo
Riobamba 1 1 tráfico de drogas
Alausí 1 1 asesinato.
Guaranda 1 1 tráfico.
Cañar 1 1 asesinato
Cuenca varones 7 1 falsificación, 1 tráfico, 2 asesinato, 3
por robo
Quevedo 2 1 asesinato y 1 robo
Vinces 1 1 tráfico.
Machala 1 1 tráfico
Zaruma 1 1 tráfico.
Guayaquil mujeres 2 por tráfico
Guayaquil varones 29 (sin datos)
Tena 2 1 hurto , 1 robo.
Esmeraldas 2 1 hurto, 1 robo
Esmeraldas Mujeres 2 drogas
Loja 3 consumo de drogas.
Total 92
Fuente Direción Nacional de Rehabilitación Social (D.N.R.S.)
¿Un evasión con ayuda?
La última vez que los vieron fue mientras iban a recibir la
misa dominical, en el pabellón 6 b. Francisco Murillo Vélez y
Ernesto Macías Loor, internos de la Cárcel Nº 2, escaparon a
las 09h00 del pasado domingo 25 de enero.
Se escondieron en el baño de la cocina, cortaron uno de los
barrotes y salieron por el techo.
Al parecer, saltaron a unas de las casas contiguas en la calle
Ambato, en el centro de Quito ¿Qué hacían los guías? Algunos
de ellos con una parte de los internos miraban la final del
campeonato ecuatoriano de fútbol. Los agentes de la Oficina de
Investigación del Delito de Pichincha (OID-P) encontraron
parte del barrote de hierro limado y con restos oxidados.
El trabajo lo terminaron ese domingo con una sierra de hierro;
así se abrieron paso hacia la tercera garita y luego al techo.
Nadie sabe de ellos, desde el año pasado Murillo y Macías
estaban detenidos por muerte y asalto, respectivamente.
La Policía, en su informe, sospecha de uno de los guías, quien
estaba a cargo, en ese momento, de las celdas de ese piso. La
Dirección Nacional de Rehabilitación Social (DNRS) comenzó el
sumario interno y los guías siguen en sus labores.
Manabí con hacinamiento
El Centro de Detención Provisional de Manta alberga hasta 90
personas. El hacinamiento es constante en sus tres celdas: una
para delincuentes comunes, otra para mujeres y la tercera para
choferes.
Una delgada pared las divide y no hay una buena ventilación.
El calor y la humedad son intensos. Es de hormigón y se
considera un sitio seguro porque está dentro del Comando de
Policía de Manta.
En Portoviejo, el Penal Thomás Larrea tiene 305 presos
distribuidos en siete pabellones: seis para hombres y uno para
las mujeres. Los custodian 34 guías diseminados en esa
construcción que tiene más de 50 años. Su cerramiento se alza
a dos metros de altura y tiene un cerco superior de alambre de
púa. No se puede hablar de descongestionamiento de presos
porque apenas 30 fueron trasladados a la Granja Penitenciaria,
inaugurada en octubre del 97, en el sitio denominado El Rodeo.
A propósito de esta granja, persiste la duda sobre su
seguridad: sus 15 hectáreas tienen un cerramiento de mallas,
13 garitas (7 altas y 6 bajas) separadas entre sí por 100
metros. Algunos de los guardias dijeron que no se distingue
bien a una persona entre garita y garita. Redacción Manta
Un lugar con 68 años
El centro de rehabilitación de Ibarra si bien es uno de los
más tranquilos del Ecuador, sin embargo, no tiene mayor
seguridad. Funciona en una casa construida en 1930.
Solo el área administrativa tiene dos plantas y en el interior
se hicieron adecuaciones para mejorar el espacio. Hace 15 años
se construyó una guardería con un espacio pequeño, ocupado
para los juegos, un comedor y un dormitorio.
Su directora encargada, Maura Burbano, aseguró que en ese
centro no hay presos de gran peligrosidad. La mayoría son
indígenas, negros y mestizos que cometieron delitos de tráfico
de drogas, robo, violación, muerte, entre otros.
Tiene casi 300 presos varones distribuidos en 11 pabellones y
casi medio centenar de internas en cuatro cuartos. Burbano
estima que en un día normal pueden salir hasta cinco detenidos
e ingresan alrededor de 10. A raíz de la aprobación de la ley
denominada dos por uno (cumplir la mitad de la pena) salió la
mayoría de los internos con con más de 10 años de condena. Eso
sí, las boletas de libertad tardan en llegar y todo se
canaliza con el único abogado del lugar. Redacción Ibarra
7 escapes con sanciones
En 1997 ocurrieron siete en el Centro de Rehabilitación de
Varones de Cuenca y tres reos fueron recapturados. Uno de
ellos fue procesado por tráfico de drogas y robo de vehículos
y era su segunda fuga: la primera fue en Loja. El resto tenía
delitos menores como robo. En Cuenca hay 350 presos, entre
hombres y mujeres.
Las evasiones según, las autoridades de la Dirección
Provincial, de Rehabilitación Social se produjeron tres en el
día y cuatro durante la noche. Los vigilantes de turno no se
percataron cómo los presos excavaron huecos en las paredes
posteriores.
El centro funciona en un edificio antiguo con más de 30 años,
construido con tierra y cemento. En los cuatro casos no hubo
responsabilidad directa de los vigilantes. Pero, según fija la
Ley de Carrera Civil y Administrativa, fueron sancionados.
Uno de los trabajadores no cobró sueldo durante dos meses y
fue suspendido en el mismo tiempo. Los otros vigilantes
quedaron sin pago y fuera de sus actividades durante un mes ó
15 días. Los guardias fueron llamados a una audiencia y no
hubo denuncias.
En la cárcel de Loja, con 330 personas, no hubo fugas, salvo
un intento. Redacción Cuenca (Texto tomado de El Comercio)
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