Quito. 27 feb 98. Catorce meses de lluvia bastaron para
descubrir la tragedia de El Mate, un lejano recinto
perteneciente a la parroquia Santa Rita, del cantón Chone, en
Manabí. Allí, la pobreza y la desesperación de sus 3.000
habitantes es parte de la rutina.

La situación para las 80 familias que se asientan en el
caserío principal empeoró, los hombres están en la
desocupación desde hace 5 meses. El Niño se encargó de dañar
sus pequeñas fincas donde sembraban cacao, café, naranjas...
Cuando hay trabajo ganan 10.000 sucres diarios. Pero, ahora,
los que tienen algo de dinero se cuentan con los dedos de la
mano.

Pero más duros, según sus pobladores, son los efectos que
ocasionó la construcción, hace 12 años, de la represa
Daule-Peripa por parte del Cedegé (Comisión de Estudio para el
Desarrollo de la Cuenca del Guayas). Decenas de finqueros
perdieron sus propiedades a causa del embalse.

Lo peor es que ahora los productos perecen ante la
imposibilidad de transportarlos por el río Grande. La gran
cantidad de lechuguines que crecen en la represa -miden más de
un metro de alto por fuera del agua y sus raíces tienen hasta
ocho metros de profundidad- impide el paso de las canoas.
Muchos agricultores han fallecido en el intento.

Alex Intriago, alcalde del cantón Pichincha, hace un balance:
33.000 hectáreas están afectadas tanto por El Niño como por la
inundación que ocasiona la represa Daule-Peripa.

Antes del invierno y ahora con mayor insistencia se reviven
las historias de tiempos audaces cuando El Mate -cuyo nombre
proviene del árbol del mismo nombre- comenzó a poblarse
marcado por una constante: el abandono. Edison Cedeño, un
anciano de 78 años aún fuerte como el roble y con tabaco en
mano, cuenta desde su hamaca, colgada de un pilar de su casa
de dos dormitorios, cocina y bodega para guardar los granos,
hecha de caña y madera, como los políticos llegan eufóricos al
pueblo a ofrecer todo. Después desaparecen.

Cedeño recuerda cuando hace más de una década tuvo que
abandonar El Mate Viejo, el sitio donde originalmente se
asentó el poblado. "El agua del embalse subió e inundó mis
tres hectáreas... lo perdí todo hasta a mis dos hijos que,
expulsados por la pobreza, salieron a buscar mejor vida en el
cantón Pichincha".

En este caserío improvisado en lo alto de una loma, los niños,
la mayoría flacos y enfermos, ahogan las tardes de calor
correteando con sus perros por la única calle, casi siempre
enlodada y pestilente, que separa las viviendas de madera,
bloque y zinc. Las mujeres, con sus pequeños hijos bajo el
brazo, se apuran a poner unos pocos granos de arroz y un verde
en la olla, antes de que anochezca.

La oscuridad la combaten con un par de velas o una linterna.
"Es mejor a tener que gastar una lámpara petromax o un tanque
de gas", dice Genaro Ibarra, de 55 años. Los escasos recursos
de este agricultor -no alcanza a recoger ni 75 mil sucres
semanales de su cosecha de cacao- no son suficientes para
presupuestar la compra de un cilindro de gas que en la zona se
consigue hasta por 20.000 sucres.

La falta de vías de comunicación es el principal escollo que
tienen que atravesar los pobladores de El Mate y sus recintos
aledaños como Pescadillo, Unión Ecuatoriana, San Pedro de Oro,
Carrasco, La Feria, El Barril, Santa Rosa, Las Palmas, Los
Angeles, Cabecera de España, La Tigra, Dos Hermanas...

Las 37 familias de Carrasco, por ejemplo, deben caminar dos
horas a pie hasta El Mate en medio del lodo y la amenaza de
las culebras.

Conseguir un médico es una osada aventura que no siempre llega
al éxito. "Aquí los niños, ancianos o parturientas,
simplemente se mueren", dice Carmen Alcívar, directora de la
escuela Mercedes Aveiga, la única de El Mate.

El Mate no está en el mapa

En El Mate, los pobladores no saben lo que es agua potable y
alcantarillado. Los 150 niños beben agua de lluvia o empozada.
Cuando quieren bañarse acuden a las orillas del embalse,
cubierto por basura y desechos. Las madres -casi todas de
entre 13 y 17 años- no conocen normas elementales de higiene.
Las mujeres de éste y los recintos aledaños viven para tener
hijos, las que menos, como Dalia Muñoz de 25 años, tiene entre
cuatro y siete hijos.

Casi todos los pobladores presentan un cuadro dramático en la
salud. Niños con parasitosis, vientres hinchados, piodermitis,
anemia, patada china, desnutrición, raquitismo. El médico
Jaime Jaque, que acompañó al equipo de la campaña "Ellos
necesitan tu ayuda", organizada por los diarios EL COMERCIO,
Ultimas Noticias y las radios Quito y Platinum, detectó 5
casos de paludismo y uno de dengue.

La lista de enfermedades de los 300 pacientes atendidos en 6
horas fue interminable: dolores de cabeza, huesos, columna,
riñones, vómitos, diarreas, fiebres... Los que más parecían
estables, los hombres, tenían heridas profundas en sus brazos,
piernas y manos. Sin embargo, todos mostraban el mismo
síntoma: son flacos y retraídos.

El Mate está tan marginado que hasta el Municipio de Chone se
olvidó de cobrar los impuestos. "Hace unos años, el Alcalde
enviaba a sus empleados a recoger los impuestos prediales,
pero el pueblo se cansó de pagar porque el dinero no se
invertía en obras...", cuenta Alcívar. El Mate es tan olvidado
que hasta desapareció del mapa geográfico del Ecuador.

Leptospirosis: menos casos

El rumor sobre un rebrote de leptospirosis es solo eso, un
rumor. Según Fidel Endara, subsecretario de Salud, la
situación es estable, aunque se siguen presentando casos pero
en un promedio diario menor: antes eran de 4 a 5 pacientes por
día, esta semana ha sido de 2 a 3, como ayer.

No se han reportado nuevas defunciones, y en el Hospital de
Infectología se está dando el tratamiento adecuado a los
pacientes. Como medida de prevención se administra
Toxificilina a familiares de enfermos y a todos quienes están
en contacto con ellos.

Hasta ayer se habían reportado 118 pacientes sospechosos. De
este número, el Hospital de Infectología confirmó que 45 son
positivos y 18 negativos. Aún no se entregan los resultados de
55 pacientes.

Durante el carnaval se reportó un posible caso de cólera. Una
señora de la Isla Trinitaria ingresó al Hospital de
Infectología con los síntomas. Como no fueron tomadas las
muestras, la enfermedad no ha sido confirmada.

La paciente se encuentra fuera de peligro y Endara advierte
que no hay razones para alarmarse, ya que en el país el cólera
se ha convertido en una enfermedad endémica; es decir que se
presenta regularmente sin que las cifras muestren aumentos.

No se presentan muchas novedades respecto a otras
enfermedades. En Huaquillas hay brotes de malaria, debido a la
epidemia que afecta al Perú, y, a pesar de los esfuerzos de
las autoridades de salud del Ecuador aún no han podido
combatirla.

El dengue clásico, también endémico, se presentó en casos
aislados. En el país este año aún no se sabe de personas con
dengue hemorrágico, pero se mantienen controles para evitar
una propagación desde Colombia. El ministro de Salud, Asdrúbal
De la Torre, ordenó la fumigación de los aviones provenientes
del país vecino y de todo auto que atraviese la frontera.

La Subsecretaría tomó medidas. Durante el carnaval 5 carpas
fueron instaladas en la península: 2 en Salinas, 1 en
Ballenita, 1 en La Libertad y 1 en Playas.

En estas carpas se brindó atención médica y educación para la
salud. Además, como la mayoría de los tanqueros de Santa Elena
toma el agua de pozos, inspectores sanitarios y personal del
Ejército colocaron cloro para evitar algún rebrote epidémico
en las zonas inundadas. Redacción Guayaquil

El fenómeno en el país

Múnera en favor de los damnificados *

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana presentó ayer la campaña
cuaresmal Múnera, que este año será destinada a los
damnificados del fenómeno El Niño. Con este motivo, invitó a
todos los católicos a unirse en esta cruzada durante la
Cuaresma. La colecta se realiza, a nivel nacional, en todas
las parroquias, curias diocesanas, escuelas y colegios. El
arzobispo de Quito, monseñor Antonio González, dijo que
"durante toda la temporada de la Cuaresma haremos la campaña y
la colecta está prevista para el Domingo de Ramos en todos los
templos del país. Esperamos que este año la colecta sea más
amplia para poder atender a los damnificados".

La Espe entregó vacunas en Cotopaxi *

La Escuela Superior Politécnica del Ejército (Espe) sede
Latacunga, en coordinación con la Gobernación, Jefatura de
Salud y Defensa Civil, visitaron el sector costa de Cotopaxi,
ha objeto de llegar con ayuda a las personas afectadas por El
Niño.

El director de la Espe, Mario Morales organizó varias brigadas
médicas que se complementó con la entrega de medicamentos y
vacunación para niños. "La acción está orientada a prevenir
enfermedades como dengue, paludismo, cólera, parasitoris,
salmonelosis, especialmente en Palo Quemado a donde hasta el
momento no ha llegado ningún tipo de ayuda", dijo el jefe
militar.

Ofrecen alternativas de empleo *

Ante la presencia de El Niño y frente a la necesidad de crear
fuentes de empleo y reactivar la actividad turística en
Esmeraldas, el Ministerio de Medio Ambiente, el INEM, el MOP y
la Cámara de Turismo de Esmeraldas, se constituyeron en un
grupo de trabajo. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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