Quito. 19 feb 98. La decisión de Jaime Nebot de no ser el
candidato presidencial socialcristiano patea el tablero
electoral

Por Santiago Roldós B.

Cinco bypass, cáncer, la inminente pérdida de la vista en un
ojo e imposibilidad de viajar constantemente a Quito, por un
lado, y la abultada billetera del constructor del Mall del
Sol, su cercanía a los colores del popular Barcelona S.C. y
una de las actuaciones más grises de la historia reciente como
diputado, por otra, parecen ser los elementos a considerar en
el PSC ante el vacío dejado, ahora sí parece que
definitivamente, por Jaime Nebot.

NO HUELE A CARAMELO

"Nebot es un estadista, y él aún piensa que Moeller sería el
candidato de unidad, más allá de sus opciones reales de
triunfo". Pidiendo no ser citado, habla uno de los tantos
socialcristianos alarmados ante la posibilidad de que su
partido nomine a Isidro Romero Carbo. Si, como se comenta, la
visión de Nebot se ha vuelto -al menos en el corto plazo-
sumamente pesimista y desesperanzada, Heinz Moeller no se
queda atrás: reacio a lo que sería una derrota segura, su
depresión aumenta junto al desprestigio que en los últimos
meses ha cosechado en el Congreso, defendiendo una causa tan
indefendible como la de los pipones.

Hay quienes piensan que a pesar de todos los problemas de
salud de León Febres-Cordero, es por antonomasia el llamado a
tomar la posta: "Su último viaje a los Estados Unidos no fue
un chequeo de rutina, sino la esperanza de que hubiese
mejorado... algo que lamentablemente no ocurrió". Pero un
allegado a Nebot aclara que las versiones sobre la candidatura
del Alcalde de Guayaquil surgen de su núcleo familiar. Como
sea, en una época donde la tecnología lleva cada vez más la
campaña electoral a los medios audiovisuales, ¿cuántas veces
debería León subir a la capital?

DINOSAURIOS

Pero la apariencia de un proselitista atado no es la mejor
presentación para quien, como en su caso, genera el segundo
más alto rechazo en la Sierra, sólo detrás de Abdalá Bucaram.
En ese contexto, el principal promotor externo de su
nominación, Rodrigo Paz, su compañero a la vicepresidencia,
aventuraría una promoción inédita: Febres-Cordero haciéndose
cargo de la Costa, y Paz llevando la campaña en la Sierra.

Si bien Paz estaba fijo desde hace meses como la primera
opción de binomio para el PSC, tampoco a él le agrada mucho la
idea de hacer fórmula con el Catalán Romero, quien ya estudia
la posibilidad de invitar a otro conocido ex funcionario de la
administración pública capitalina, el ex prefecto Federico
Pérez.

Dadas las dudas que levantan su capacidad para gobernar y su
relativo arrastre, ligado únicamente al Barcelona, la apuesta
de Romero es convertirse en "el Collor de Mello ecuatoriano",
un outsider de la oligarquía. Dentro de las inconsistencias de
nuestro sistema político, en el cual priman, por ejemplo,
cuestiones de índole personal sobre lo programático -el
principal opositor de la candidatura de Nebot fue su padre,
contrario a "quemar" más a su hijo-, pueden ocurrir hechos
como el que durante la pasada elección para la Asamblea, la
falta de cuadros no fue un óbice, sino más bien una
constatación del poderío del PSC.

Pero una cosa es votar una dignidad de cuatro meses, encargada
de elaborar una Constitución que, en última instancia, le dice
muy poco a las masas condenadas a la miseria y la
insalubridad... y otra cosa es votar para la Presidencia de la
República.

"La estructura nacional prácticamente garantiza que nuestro
candidato llegue a la segunda vuelta", dice Xavier Neira,
quien seguramente destacará en las listas de diputados de la
6. Neira niega el mayor problema que ha planteado Romero: una
probable división socialcristiana, un cataclismo en forma de
desbandada más que de fragmentación. Dice que es mentira que
asambleístas de su partido estén pensando en promover la
candidatura presidencial de Ricardo Noboa, quien se dio el
lujo de jugar con una idea parecida ante las cámaras de
Ecuavisa.

Pero la sangría mayor, no sólo de la militancia del PSC como
tal, sino de sectores que electoralmente se han ido con el
partido, puede ser la de Jamil Mahauad, a quien preferirían
sobre Romero o incluso sobre Febres-Cordero.

¡TODOS LOS DÍAS!

"Ya en campaña, a Mahauad le van a recordar todos los días que
su salud es un peligro", opina Francisco Borja, ex asesor de
Freddy Ehlers y hermano de Rodrigo Borja, y quien ante la
inminencia de que ambos se lancen, se ha declarado neutral.
Por lo oído a varios socialcristianos, no le falta razón: se
quejan repetidamente de la "irresponsabilidad" del Alcalde de
Quito, "un hombre muy enfermo".

Jamil fue tan hábil en posponer su candidatura, que su regreso
al ruedo a mediados de diciembre -cuando inició de facto su
campaña enviando maquinaria del Municipio a Manabí-, tomó por
sorpresa a Nebot y al PSC, que ya habían ofrecido una alianza
a largo plazo a la DP, consistente en poner vicepresidente en
1998, a cambio de que en el 2002 se voltearan las cosas: DP
ponía al presidente y el PSC al vicepresidente. Un plan del
que habrían estado de acuerdo figuras demopopulares como el
diputado Juan Manuel Fuertes y Alexandra Vela. El sueño
bipartidista de Osvaldo Hurtado hubiese comenzado. Pero
Mahauad le brinda algo más importante: la posibilidad concreta
que su partido triunfe.

DISTANCIA

Mucho se ha rumoreado sobre su compañero de fórmula. El tema
es álgido: el de una no deseada sucesión, obligada justamente
por su salud.

De Noboa, cercanos colaboradores de Jamil afirman que nunca
fue una opción para él, lo que confirma un ex candidato a
asambleísta de Gente Nueva en Guayas. Sobre Moeller -como
independiente, pues el PSC ni pensó en ello-, esas mismas
fuentes aseguran que fue una idea de la DP, más que de Jamil.

Es que la táctica de Mahauad parece ser conservar la distancia
que ha tenido durante casi seis años con su partido: durante
febrero del año pasado, por ejemplo, Mahauad participó primero
como Alcalde de Quito y luego como cabeza de la Asamblea de la
Ciudad, ambas dignidades ligadas a su personalidad. Explica
Jaime Durán, de Informe Confi- dencial: "A estas alturas,
Jamil es visto como un personaje menos político que el propio
Ehlers". Ese activo electoral, sin embargo, no le evita a
Mahauad un crucigrama análogo al de la DP, de la que uno se
pregunta, después de sus vueltas y giros ideológicos, ¿qué
mismo es, dónde está? ¿con quién puede pactar, si no con su
aliado natural, el PSC? Obsesionado con encontrar el perfil
perfecto de su vicepresidente, un guayaquileño no político -de
ahí la negativa a Noboa-, conocido y que no pase los 50 años,
Mahauad no puede divorciarse de "El Proyecto" alentado por su
partido y el PSC, gobernabilidad hurtadista y reforma
económica dahikista. Además, ¿dónde encontrar a ese candidato
ideal? En la Fundación El Universo, quizás, y candidata: Nila
Velásquez.

UNIDAD (?)

Sin posibilidades de aspirar a una alianza con Mahauad, a
quienes muchos adeptos del centro izquierda ven como el
candidato perfecto en términos puros, debido a sus
divergencias programáticas, la alternativa, nuevamente,
consistiría en formar un sólo bloque... algo que la
experiencia señala casi como imposible.

Luego de la decisión de Paco Moncayo de no quemarse en esta
elección, para prepararse lentamente con miras al año 2002,
Pachakutik procura convencer a Ehlers y Borja que se lance uno
sólo, a cambio de su apoyo condicionado a que tres
personalidades (León Roldós, Alberto Acosta y Julio César
Trujillo) participen en puestos estelares de la alianza. Ambas
candidaturas generan desconfianza: la de Borja, entre los
indios y sindicatos que recuerdan su gobierno sin mucho
agrado; la de Ehlers, entre todos, aunque es más probable
debido a alianzas puntuales en distintas provincias. Ehlers es
percibido como la opción real de triunfo, en una visión de los
movimientos sociales que no toma en cuenta que llegar de su
mano al poder, lejos de consolidar sus conquistas, puede
significar un retroceso brutal, en medio de su complicidad con
el escenario del caos ehlerista. Tal vez por eso no se ha
descartado el lanzamiento de una fórmula propia: una mujer que
acompañe a Luis Macas, por ejemplo.

Para Ehlers, el tema vicepresidente parece no ser preocupante:
les ha propuesto a León Roldós, Ricardo Noboa, Roberto Dunn,
Marcel Laniado, y Carlos Solórzano. Éste último en un momento
parecía el más cercano, ya se retiró del frente de
conversaciones del centro izquierda, lo que deja la puerta
abierta a Medardo Mora, rector de la Universidad de Manabí,
hombre de confianza de Ehlers. (Texto tomado de La revista
Vistazo #732)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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