UNA EMPRESA CON SENTIDO SOCIAL
Quito. 21.09.92. En 1983, la Corporación Femenina Ecuatoriana,
CORFEC, nació como una agrupación de mujeres profesionales que
buscaba ayudar a mujeres de escasos recursos. En ese entonces,
la CORFEC tenía un carácter de voluntariado, sobrevivía
gracias al aporte económico de sus socias y estaba dedicada a
la realización de investigaciones sobre la situación de la
mujer en el Ecuador.
Pero en abril de 1989, la CORFEC firmó un convenio con la
Banca Mundial de la Mujer, BMM, y desde entonces ha estado
funcionando como una verdadera empresa. La corporación de
hoy, como en los tiempos del voluntariado, no proporciona
ningún tipo de ingreso económico a sus socias -pues se trata
de una empresa sin fines de lucro-, pero ahora se mantiene
a sí misma, sin necesidad de que las socias realicen aportes
económicos periódicamente. ¿Cómo se logró esto? Pues.... con
el impulso de la BMM.
TRABAJANDO CON LA BMM
La BMM, cuya sede se encuentra en Nueva York, trabaja
actualmente en 56 países a través de afiliadas como la CORFEC
en Ecuador. Su labor no se limita a proporcionar dinero sino
que abarca también la capacitación a nivel directivo y
operativo.
Cada una de sus afiliadas tiene acceso a la asistencia técnica
de la BMM, que entrena al personal en actividades gerenciales
y financieras, optimización de recursos, planificación
estratégica, mercados... Además, existe un banco de talentos
conformado por miembros de la red que están especializadas en
determinadas áreas: cuando una afiliada las necesita, estas
mujeres viajan al lugar en el que son requeridas y brindan su
asesoramiento.
Durante la visita al centro de capacitación que la CORFEC
mantiene en Carcelén, Nancy Barry, presidenta de la BMM, dejó
traslucir su profunda convicción en el trabajo de la banca de
la mujer: "En el mundo son muchos más los problemas que nos
unen que los que nos separan, y trabajando juntas podemos
realizar nuestro fin", dijo a las microempresarias presentes
en el centro.
Hasta el momento, la BMM ha apoyado a CORFEC con asesoría. Los
préstamos de dinero empezarán, probablemente, a partir del
próximo año. La CORFEC, a su vez, ha volcado todos sus medios
en el fomento de la microempresa, a fin de llegar a los
sectores más pobres.
Sin embargo, el campo de trabajo de la BMM se amplía y
adquiere diversos matices de acuerdo con la situación
particular de cada uno de los sectores en los que
actúa. En otros países brinda ayuda a la clase media, a la
pequeña empresa y a jóvenes profesionales.
Según Nancy Barry, "la BMM mantiene muy buenas relaciones con
el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, tanto a nivel
local -en cada una de las 18 afiliadas de América Latina- como
a nivel global".
El BID ha proporcionado a la BMM dinero para programas de
desarrollo financiero y, además, ha financiado parte de los
programas de fortalecimiento institucional del BMM. -
UN SERVICIO POCO CONOCIDO
Pese a que la Corporación Femenina Ecuatoriana, CORFEC, cumple
con una labor de apoyo al sector informal de la economía, sus
servicios casi no cuentan con difusión. Han sido las socias o
las mismas beneficiarias de los créditos quienes se han
encargado de difundirlos entre las microempresarias.
Pero la CORFEC está intentando ya promocionar su labor y
ampliar así su campo de acción: "Ultimamente hacemos promoción
puerta a puerta: ubicamos la microempresa y, en contacto
directo, le indicamos los beneficios de la capacitación y el
crédito... También estamos repartiendo hojas volantes en
barrios como la Ferroviaria, el Camal, Comité del Pueblo y
Cotocollao, y en los mercados que hay de la Colón para el
norte", dijo a HOY Raúl Gómez, responsable de los programas de
capacitación, asesoría y crédito,
En los pocos años que lleva como empresa, la CORFEC ha apoyado
a muchas microempresarias ecuatorianas. Sus programas de
capacitación iniciaron en noviembre de 1989, y los de crédito
comenzaron un mes después. Hasta agosto de este año, la
CORFEC ha brindado capacitación a 1.488 mujeres y ha otorgado
844 créditos por un monto de 250 millones de sucres.
Estos préstamos no son fijos, sino que responden a las
necesidades de las solicitantes; sin embargo, debido a sus
limitaciones económicas la CORFEC ha establecido "techos".
Las cantidades máximas que puede conceder en un primer
préstamo son 400 mil sucres para capital de trabajo y un
millón para activos fijos. Desde el segundo préstamo en
adelante, los techos suben a un millón para capital de
trabajo y tres millones para activos fijos.
Martha Poveda, quien amplió su salón de belleza gracias a un
crédito de la corporación, manifestó a HOY su satisfacción por
el beneficio obtenido: "Yo vine por aquí y me comunicaron que
daban unos créditos... A mí me faltaba capital para
materiales. Entonces me vine a seguir el curso y me dieron el
préstamo: de los 300 mil sucres, yo iba pagando 23.500 sucres
semanales, al seis por ciento semestral... Pude pagar en menos
tiempo el préstamo y ahora voy a pedir el segundo, que es una
cantidad mayor..." -
CAPACITACIþN Y PRESTAMOS
A inicios de septiembre, Nancy Barry, presidenta de la Banca
Mundial de la Mujer, BMM, y María Elena Ovalle, presidenta del
la afiliada de la BMM en Chile, realizaron una breve visita al
Ecuador. Junto a ellas, HOY visitó el centro de capacitación y
la oficina que la CORFEC -la afiliada ecuatoriana- mantiene en
Carcelén. Allí, un equipo de capacitadores y asesores de
préstamos entrenan a mujeres microempresarias que desean
acceder a créditos, analizan cada caso y deciden si es
posible o no otorgarles.
Raúl Gómez explicó a HOY que "en la capacitación, las
aspirantes al crédito aprenden por módulos que tratan la
administración de pequeños negocios, mercadeo y ventas,
contabilidad y costos, relaciones humanas y manejo del
crédito... Después de recibir la capacitación -que abarca una
semana- las aspirantes pasan a una etapa de pre-selección para
acceder al crédito..."
La pre-selección comprende seguimiento y asesoría a la par.
CORFEC asigna un asesor a cada persona: él se encarga de
evaluar la capacitación y de llenar los vacíos que hubieran
quedado. Después, se ubica dentro del negocio de la
solicitante y analiza la marcha de la microempresa a fin de
conocer si su dueña puede o no acceder a un crédito.
"Nuestra función es evaluar la microempresa: cómo está
administrada, competencia, utilidad, situación interior y
entorno. Luego de la visita se realiza un informe de liquidez,
un índice de retorno -o sea cuántas veces se reinvierte en un
mes-, margen de cobertura, índice de rentabilidad y autonomía
de la microempresa... En fin, se intenta conocer cuál va a ser
la incidencia del crédito, porque éste debe garantizar el pago
a la corporación y el fomento de la actividad
microempresarial", dijo a HOY Graciela Romero, asesora de
crédito de la CORFEC.
La capacitación y los créditos están a la disposición de todas
las mujeres que lleven adelante cualquier actividad
microempresarial -comercio, cerámica, costura, manualidades-.
Pero aunque todas las microempresarias interesadas en obtener
un préstamo deben acudir al curso de capacitación, no todas
podrán acceder al crédito: el que una aspirante obtenga el
préstamo deseado depende del informe positivo del asesor de
crédito y, en gran parte, de su propia aptitud para manejar un
negocio. "Una no puede abarcar mucho... ojalá favoreciéramos a
todos, pero una tiene que seleccionar y dar la oportunidad a
quienes tienen posibilidades para ello", dijo María Elena
Ovalle.- (6c)
Quito. 21.09.92. En 1983, la Corporación Femenina Ecuatoriana,
CORFEC, nació como una agrupación de mujeres profesionales que
buscaba ayudar a mujeres de escasos recursos. En ese entonces,
la CORFEC tenía un carácter de voluntariado, sobrevivía
gracias al aporte económico de sus socias y estaba dedicada a
la realización de investigaciones sobre la situación de la
mujer en el Ecuador.
Pero en abril de 1989, la CORFEC firmó un convenio con la
Banca Mundial de la Mujer, BMM, y desde entonces ha estado
funcionando como una verdadera empresa. La corporación de
hoy, como en los tiempos del voluntariado, no proporciona
ningún tipo de ingreso económico a sus socias -pues se trata
de una empresa sin fines de lucro-, pero ahora se mantiene
a sí misma, sin necesidad de que las socias realicen aportes
económicos periódicamente. ¿Cómo se logró esto? Pues.... con
el impulso de la BMM.
TRABAJANDO CON LA BMM
La BMM, cuya sede se encuentra en Nueva York, trabaja
actualmente en 56 países a través de afiliadas como la CORFEC
en Ecuador. Su labor no se limita a proporcionar dinero sino
que abarca también la capacitación a nivel directivo y
operativo.
Cada una de sus afiliadas tiene acceso a la asistencia técnica
de la BMM, que entrena al personal en actividades gerenciales
y financieras, optimización de recursos, planificación
estratégica, mercados... Además, existe un banco de talentos
conformado por miembros de la red que están especializadas en
determinadas áreas: cuando una afiliada las necesita, estas
mujeres viajan al lugar en el que son requeridas y brindan su
asesoramiento.
Durante la visita al centro de capacitación que la CORFEC
mantiene en Carcelén, Nancy Barry, presidenta de la BMM, dejó
traslucir su profunda convicción en el trabajo de la banca de
la mujer: "En el mundo son muchos más los problemas que nos
unen que los que nos separan, y trabajando juntas podemos
realizar nuestro fin", dijo a las microempresarias presentes
en el centro.
Hasta el momento, la BMM ha apoyado a CORFEC con asesoría. Los
préstamos de dinero empezarán, probablemente, a partir del
próximo año. La CORFEC, a su vez, ha volcado todos sus medios
en el fomento de la microempresa, a fin de llegar a los
sectores más pobres.
Sin embargo, el campo de trabajo de la BMM se amplía y
adquiere diversos matices de acuerdo con la situación
particular de cada uno de los sectores en los que
actúa. En otros países brinda ayuda a la clase media, a la
pequeña empresa y a jóvenes profesionales.
Según Nancy Barry, "la BMM mantiene muy buenas relaciones con
el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, tanto a nivel
local -en cada una de las 18 afiliadas de América Latina- como
a nivel global".
El BID ha proporcionado a la BMM dinero para programas de
desarrollo financiero y, además, ha financiado parte de los
programas de fortalecimiento institucional del BMM. -
UN SERVICIO POCO CONOCIDO
Pese a que la Corporación Femenina Ecuatoriana, CORFEC, cumple
con una labor de apoyo al sector informal de la economía, sus
servicios casi no cuentan con difusión. Han sido las socias o
las mismas beneficiarias de los créditos quienes se han
encargado de difundirlos entre las microempresarias.
Pero la CORFEC está intentando ya promocionar su labor y
ampliar así su campo de acción: "Ultimamente hacemos promoción
puerta a puerta: ubicamos la microempresa y, en contacto
directo, le indicamos los beneficios de la capacitación y el
crédito... También estamos repartiendo hojas volantes en
barrios como la Ferroviaria, el Camal, Comité del Pueblo y
Cotocollao, y en los mercados que hay de la Colón para el
norte", dijo a HOY Raúl Gómez, responsable de los programas de
capacitación, asesoría y crédito,
En los pocos años que lleva como empresa, la CORFEC ha apoyado
a muchas microempresarias ecuatorianas. Sus programas de
capacitación iniciaron en noviembre de 1989, y los de crédito
comenzaron un mes después. Hasta agosto de este año, la
CORFEC ha brindado capacitación a 1.488 mujeres y ha otorgado
844 créditos por un monto de 250 millones de sucres.
Estos préstamos no son fijos, sino que responden a las
necesidades de las solicitantes; sin embargo, debido a sus
limitaciones económicas la CORFEC ha establecido "techos".
Las cantidades máximas que puede conceder en un primer
préstamo son 400 mil sucres para capital de trabajo y un
millón para activos fijos. Desde el segundo préstamo en
adelante, los techos suben a un millón para capital de
trabajo y tres millones para activos fijos.
Martha Poveda, quien amplió su salón de belleza gracias a un
crédito de la corporación, manifestó a HOY su satisfacción por
el beneficio obtenido: "Yo vine por aquí y me comunicaron que
daban unos créditos... A mí me faltaba capital para
materiales. Entonces me vine a seguir el curso y me dieron el
préstamo: de los 300 mil sucres, yo iba pagando 23.500 sucres
semanales, al seis por ciento semestral... Pude pagar en menos
tiempo el préstamo y ahora voy a pedir el segundo, que es una
cantidad mayor..." -
CAPACITACIþN Y PRESTAMOS
A inicios de septiembre, Nancy Barry, presidenta de la Banca
Mundial de la Mujer, BMM, y María Elena Ovalle, presidenta del
la afiliada de la BMM en Chile, realizaron una breve visita al
Ecuador. Junto a ellas, HOY visitó el centro de capacitación y
la oficina que la CORFEC -la afiliada ecuatoriana- mantiene en
Carcelén. Allí, un equipo de capacitadores y asesores de
préstamos entrenan a mujeres microempresarias que desean
acceder a créditos, analizan cada caso y deciden si es
posible o no otorgarles.
Raúl Gómez explicó a HOY que "en la capacitación, las
aspirantes al crédito aprenden por módulos que tratan la
administración de pequeños negocios, mercadeo y ventas,
contabilidad y costos, relaciones humanas y manejo del
crédito... Después de recibir la capacitación -que abarca una
semana- las aspirantes pasan a una etapa de pre-selección para
acceder al crédito..."
La pre-selección comprende seguimiento y asesoría a la par.
CORFEC asigna un asesor a cada persona: él se encarga de
evaluar la capacitación y de llenar los vacíos que hubieran
quedado. Después, se ubica dentro del negocio de la
solicitante y analiza la marcha de la microempresa a fin de
conocer si su dueña puede o no acceder a un crédito.
"Nuestra función es evaluar la microempresa: cómo está
administrada, competencia, utilidad, situación interior y
entorno. Luego de la visita se realiza un informe de liquidez,
un índice de retorno -o sea cuántas veces se reinvierte en un
mes-, margen de cobertura, índice de rentabilidad y autonomía
de la microempresa... En fin, se intenta conocer cuál va a ser
la incidencia del crédito, porque éste debe garantizar el pago
a la corporación y el fomento de la actividad
microempresarial", dijo a HOY Graciela Romero, asesora de
crédito de la CORFEC.
La capacitación y los créditos están a la disposición de todas
las mujeres que lleven adelante cualquier actividad
microempresarial -comercio, cerámica, costura, manualidades-.
Pero aunque todas las microempresarias interesadas en obtener
un préstamo deben acudir al curso de capacitación, no todas
podrán acceder al crédito: el que una aspirante obtenga el
préstamo deseado depende del informe positivo del asesor de
crédito y, en gran parte, de su propia aptitud para manejar un
negocio. "Una no puede abarcar mucho... ojalá favoreciéramos a
todos, pero una tiene que seleccionar y dar la oportunidad a
quienes tienen posibilidades para ello", dijo María Elena
Ovalle.- (6c)
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