Guayaquil. 05 ene 99. Las uvas podrían convertirse en una
alternativa para la exportación, pues tiene mucha demanda en
los mercados mundiales.

Como novios, el sector privado y el público se comprometen a
ir de la mano, pero no a la iglesia, sino a vender sus
productos en el mercado internacional donde no precisamente
pasarán una luna de miel, mas sí una etapa llena de los
desafíos propios de la globalización.

A vista de pájaro se nota que no es una tarea fácil, pero
posiblemente marcará el inicio de una nueva era comercial para
el país, donde los protagonistas serán la empresa privada y el
Gobierno. Se espera que ese loable acuerdo no se rompa.

Definitivamente, 1998 fue un año negativo para el sector
exportador del Ecuador, no solo por fenómenos internos sino
también por la crisis en los mercados internacionales.

Este año en cambio, se presenta con un panorama halagüeño,
pues expertos estiman que la crisis mundial aunque persistirá
no se agravará y por las condiciones de clima será favorable
para la producción local.

En la última década dos años se presentaron con un retroceso
en las exportaciones: 1993 con un desfase de -1,12%, cuando
las exportaciones cayeron alrededor 35 millones de dólares en
comparación a 1992; y 1998 cuando se calcula que la ventas
bajaron alrededor del 18%, esto es, 900 millones de dólares,
comparado con 1997.

En tanto, se estima que el saldo de la balanza comercial
(diferencia entre los que se exporta y lo que se importa),
será de 1.300 millones de dólares.

Campaña de ventas

Héctor Plaza Saavedra, Ministro de Comercio Exterior,
Industrialización y Pesca, cree que este año habrá un
crecimiento de las ventas del Ecuador al mundo, y calcula que
las exportaciones llegarán a 4.700 millones de dólares, es
decir, alrededor de 400 millones de dólares más que el año
anterior, pero unos US$ 500 millones menos que en 1997.

Ese objetivo se lograría gracias a una agresiva campaña
ecuatoriana de ventas en el mercado internacional, a la
apertura del mercado peruano, a una posible estabilización de
la economía de Rusia, de los Tigres Asiáticos (Filipinas,
Taiwan, Corea, Singapur, Hong Kong, Malasia, Indonesia,
Tailandia y China), que son mercados alternativos de marcada
importancia para Ecuador y a condiciones favorables para la
producción.

La estrategia estará en una gestión enfocada, básicamente, en
la promoción y estudio de mercado para los productos
agroindustriales no tradicionales, que es donde todos han
cifrado las esperanzas.

Pero esto indudablemente debe estar acompañado de líneas de
crédito a largo plazo y con tasas de interés bajas, pues caso
contrario ¿qué produciría el país para vender? Esa es la razón
por la que los exportadores plantean la necesidad de
financiamiento para la exportación, con cargo a las facturas
de las ventas que harán en el mundo.

Plaza afirmó que la situación para el comercio exterior del
Ecuador "está un poco difícil". Recordemos -sostuvo-, que el
mundo está viviendo una crisis en función de la poca demanda.
Los países han disminuido sus necesidades de compra porque ha
caído su poder adquisitivo, aseveró al hablar de Japón, Rusia
y los Tigres Asiáticos.

Las autoridades esperan ver una recuperación más pronunciada
del comercio exterior ecuatoriano a mediados del próximo año.

Bajón mundial

La Organización Mundial de Comercio (OMC), estima que el
intercambio comercial mundial disminuyó en 1998 el 60%, de
esas cifras reales todos los países exportadores estarían
seriamente perjudicados. "En el caso de Ecuador el petróleo es
el más afectado, pues sus ventas se redujeron entre 500 y 600
millones de dólares", dijo el ministro.

Entre tanto, por causa del fenómeno de El Niño el banano
disminuyó 18 y 20% sus exportaciones, o sea 250 millones de
dólares aproximadamente.

De ahí que Plaza precisa dirigir la exportación hacia la Unión
Europea (UE), haciendo uso del Sistema General de Preferencia
(que la UE otorga a los países andinos por su lucha contra las
drogas), sistema mediante el cual los productos agrícolas y
pesqueros (excepto el banano y el camarón), entran con cero
arencel.

El banano se exporta a Europa comunitaria bajo otro sistema
(Organización Comunitaria del Mercado del Plátano, OCM), y el
camarón ingresa con un arancel preferencial del 3,6%.

Por eso la necesidad de promover el sistema de preferencias
para que lo aprovechen otros sectores o productores que no
conocen o, que por ser muy pequeños, les ha dado temor salir
al exterior.

Para afrontar la crisis externa -subrayó el ministro-, debemos
pelear el pequeño mercado para varios productores, pero para
eso es necesario mantener la calidad o mejorarla, ser más
competitivos en cuanto a unir a todos y cada uno de los
sectores involucrados en una cadena productiva.

"Eso permitirá que todos tomen conciencia de que necesitamos
unirnos y entender que somos socios, porque a todos nos
compete el éxito de la exportación", señaló.

Hay otro aspecto que el ministro consideró importante: la
apertura del comercio con Perú. El libre comercio con el
vecino país del Sur, nos ayudará a paliar la crisis que existe
en otros mercados del mundo, dijo Plaza, pues la primera
visita de empresarios peruanos a Guayaquil arrojó muy buenas
expectativas de crecimiento.

Comercio con Perú

Oficialmente el Ministerio de Comercio Exterior del Ecuador
solicitó a su homólogo de Perú entrar en una zona de libre
comercio, bajo la circunstancia de que las naciones tienen una
economía complementaria, es decir, que no solo elaboran
productos diferentes, sino que aún cultivando los mismos
cosechan en épocas diferentes.

Plaza estimó que el país podría exportar a ese mercado
alrededor de 1.200 millones de dólares en productos
agropecuarios.

Entonces, las expectativas están cifradas en la agricultura
pero preocupa al funcionario que las vías de la Costa no sean
reconstruidas, porque de ser así no tendrán cómo salir los
productos al mercado.

Oscar Torre Robalino, Subsecretario de Comercio e Información
Sectorial del Ministerio de Agricultura y Ganadería, aseguró
que están empeñados en apoyar la producción y exportación de
arroz y maíz hacia Colombia y Perú, debido al impacto de estos
en la economía agrícola.

Por eso solicitó a la Corporación de Promoción de
Exportaciones e Inversiones (Corpei), que en los primeros
cuatro estudios de competitividad que hará con el Incae
(Instituto Centroamericano de Administración de Empresas), y
Michel Porter se incluya a estos, por la cantidad de mano de
obra que ocupan y su impacto en la población agropecuaria.

Los planes y programas del Corpei apuntarán a apoyar a los
productos agroindustriales que tengan una mayor salida, indicó
Ricardo Estrada Estrada, presidente ejecutivo del organismo de
promoción.

"Nosotros creemos que la parte agroindustrial es una de las
áreas importantes que quisiéramos manejar. Por ejemplo, vemos
un potencial mercado al Norte de Perú y pensamos que allí
podemos constituirnos en una fuente de alimento", aseguró
Estrada.

Eso implicaría no solo la participación en ferias sino la
presencia de misiones exploratorias a ciertos mercados. "Por
decir algo, Nueva Zelanda y Australia son mercados que
nosotros pensamos pueden tener un gran potencial. Creemos que
no han explorado, por eso, llevar un grupo de empresarios
hacia allá para tantear el terreno nos puede abrir las
puertas", expresó Estrada.

Allí existirían posibilidades para productos artesanales,
incluso, aparentemente, hay posibilidades de atraer inversión
de allá en Minería.

Posicionar productos

La estrategia, según lo explicó el ejecutivo de la Corporación
de Promoción de Exportaciones, va más allá de lo enunciado. Su
idea es posicionar al producto ecuatoriano por su calidad, tal
como lo hizo Colombia con el café.

"Es decir, trataremos de posicionar al banano de Ecuador como
el mejor del mundo, por sus componentes y por el impacto
social beneficioso en la población agrícola, pues abarca a más
de 5.000 productores, además se fumiga menos que en otros
países productores". No obstante, advirtió que todo aquello es
un proceso de largo plazo.

El valor agregado es asunto también indispensable.
Definitivamente hay que darle ese valor al producto nacional.
Queremos -acotó Ricardo Estrada-, que el Ecuador venda un
producto con un valor agregado y que no sea el intermediario
quien se lleve la ventaja de eso, sino el productor
ecuatoriano.

O sea, en vez de vender mango, exportar concentrados de esa
fruta; en lugar de guayabas, dulces; camarón apanado,
etcétera. Eso no permitiría que la crisis afecte tanto al
comercio exterior del país y poder participar de los mercados
internacionales aún en condiciones adversas.

Estrada consideró necesario exportar cada vez nuevos productos
y de mejor calidad, "es decir, tener una base nueva de
productos que quizás ni se soñaba exportar, eso permitirá a
los empresarios encontrar más opciones y capacidad de rotación
de cultivo".

Primero el mercado

Antes de eso -subrayó-, debemos estar seguros de que lo que se
cultive tenga primero un sitio en el mercado internacional.
Eso es clave. Adicionalmente se incorporarán los productos de
menor volumen de exportación en los denominados catálogos, que
utilizan los importadores internacionales para comprar
pequeñas cantidades.

Lo otro es agrupar a productores de palmito, de maracuyá, de
mangos, artesanos y a pequeños industriales, con la finalidad
de buscar nuevas tecnologías con el cofinanciamiento de la
Corpei.

Con estos antecedentes, al término del año 2005 el Ecuador
podría llegar a exportar unos 7.500 millones de dólares,
aseguró Estrada.

No es una utopía duplicar las exportaciones ecuatorianas, pero
lógicamente, aquello requiere de un trabajo duro y minucioso y
de una decisión frontal del Gobierno por eliminar las trabas
que aún existen para incorporar la oferta exportable al mundo.

De hecho, eso permitirá el desarrollo de una gran cantidad de
productos no tradicionales que tienen nichos (espacios), de
mercados aún no explorados, peor aún explotados.

La crisis aún no termina

La crisis asiática y rusa afectó a los más importantes
productos de exportación del Ecuador, incluyendo el petróleo,
durante 1998 y continuará en 1999, de acuerdo con las
proyecciones del Servicio de Información y Censo Agropecuario,
(SICA).

La afectación sería en cierto grado, fundamentalmente para el
banano, camarón y langostinos, flores, pescado, conservas y
harina de pescado, café, cacao, arroz y maíz, rubros que
representan el 85% de las exportaciones agropecuarias hacia el
mundo.

Durante 1998 fue malo para el comercio exterior ecuatoriano.
El fenómeno de El Niño logró una baja producción nacional de
banano que, junto al camarón, dejaron de generar unos 350
millones de dólares, de conformidad con los datos preliminares
del Programa Nacional del Banano (PNB), y la Cámara Nacional
de Acuacultura.

Otros productos, entre ellos el café, cacao, arroz y maíz,
también se vieron afectados severamente por la presencia de El
Niño, lo que permitió un volumen importante de importaciones
de estos dos últimos.

Menores precios

Todo no termina allí. El SICA estima que se extenderá hasta
1999. Ecuador podrá vender el excedente de frutas de la
reducción de los mercados asiático y ruso a Estados y a
Europa, pero a expensas de menores precios.

Otros efectos indirectos podrían darse. Si existe producción
de productos del mar en Rusia y de camarón en Asia, las
devaluaciones allí harían menos competitivas las exportaciones
de Ecuador y propenderían a un reducción de los precios, según
el SICA.

Esta reducción o el desplazamiento del camarón pudiera ser en
un momento de entre el 5% y 8% y del pescado y otros productos
del mar entre el 10% y 15%, indicó la misma fuente.

En general, el organismo prevé una baja en los precios
internacionales del banano, café, cacao, pescado, flores y
camarón también durante este año, debido a la reducción de la
demanda en Asia y Rusia. La baja podría ser más prolongada en
las flores, en el café y el cacao.

El SICA estima que los precios del arroz y el maíz bajarán
también este año, pero esa situación se revertirá por la
demanda de Rusia que no podrá ser sostenida en los niveles
bajos y por la acción de los agricultores de Estados Unidos
que bajarán las áreas cultivadas o sustituirán sus actividades
agrícolas para contrarrestar la caída de los precios
internacionales.

En busca del premio a la calidad

El posicionamiento de los productos ecuatorianos en los
mercados mundiales y la aplicación de las normas ISO
(Organización Internacional de Estándares) 9000 e ISO 14000
(ecológicas), son clave si se quiere en el mediano y largo
plazo competir con ventajas.

Ese es el criterio de Salomón Larrea, gerente de la
exportadora de banano Banadex, quien cree en la necesidad de
hacer algo similar a lo que la Federación Cafetera de Colombia
hizo con su café, al que posicionó en el mercado como el mejor
del mundo.

"Nosotros debemos hacer lo mismo con el banano, el cacao, las
flores ecuatorianas, es decir, darle al producto ecuatoriano
una imagen de calidad, con condiciones ecológicas que lo hagan
más atractivo en el mundo", aconsejó Larrea.

Eso implica un cambio de cultura general, y de manera muy
especial un direccionamiento de parte de los gremios, pero con
el apoyo decidido del Estado para lograr los objetivos.

Por mejores precios

Esos estándares internacionales se han dado mediante las
normas ISO, que establecen los criterios mínimos que debe
cumplir el sistema de calidad de cada empresa para asegurar a
la vez la calidad de sus productos, esto es, la satisfacción
del cliente.

Creo -dijo Larrea-, que debemos cumplir a la brevedad posible
con estas normas, que garantizan la posibilidad de estar
permanentemente como país en los mercados mundiales.

En naciones altamente sofisticadas, como por ejemplo Japón y
Alemania, sí valoran mucho al producto con características
ecológicas y dan un premio (mejor precio), a la calidad de los
productos orgánicos. Así, las flores de Ecuador tienen más
valor en el mercado alemán.

Un criterio similar tiene José Carvajal, presidente de la
Asociación Nacional de Exportadores de Cacao, (Anecacao).
Estimó que el cacao ecuatoriano podría constituirse en un
producto piloto, dada las condiciones que lo hacen el mejor
del mundo.

"Estamos planteando la posibilidad de exportar el cacao
nacional, puro de aroma, con etiqueta única que lo diferencie
del clonal (CCN 51) o trinitario", sostuvo.

A nivel general precisó que el Estado deber estar consciente
de que el comercio exterior ecuatoriano necesita de créditos
con bajas tasas de interés y plazos largos, y un plan de
reactivación que apunte al mejoramiento de la producción
nacional. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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