PARECIDOS, NO IGUALES. Por Consuelo Albornoz Tinajero
Quito. 15.09.92. Aunque la contaminación quÃmica y orgánica en
los rÃos Machángara, Monjas y San Pedro es muy similar, el
Machángara por su mayor caudal y el recorrido que bordea los
25 kilómetros por la ciudad recibe un mayor volumen de
contaminantes que el Monjas. Se calcula que al Machángara
llega alrededor del 80 al 85 por ciento de descargas
domésticas e industriales de la ciudad. Es decir desde
materia orgánica hasta metales pesados...
"El caudal natural del Machángara es bastante pequeño -declaró
el consultor ambiental Jorge Jurado-. Es de alrededor de un
metro a dos metros cúbicos por segundo, según la estación.
Pero el caudal real que vemos todos los dÃas es dos o tres
veces superior: oscila entre los 4,5 a siete metros cúbicos
por segundo. La diferencia está dada por las descargas de
aguas servidas, residuales de la ciudad".
Sin embargo el Machángara, por ser un rÃo correntoso que a su
salida de la ciudad cae 500 metros, tiene una muy alta
capacidad de autodepuración, por la velocidad de sus aguas, la
pendiente, la turbulencia que generan y la capacidad de
captación de oxÃgeno por ellas. Estas caracterÃsticas le
permiten depurar una gran cantidad de elementos orgánicos,
biológicos y quÃmicos. Las sustancias que no puede depurar son
arrastradas por las aguas o sedimentadas en sus lodos, lo que
representa el mayor peligro a largo plazo, por lo que hay que
ayudarlo. Sin embargo, por ser el Machángara un rÃo con un
gran encañonamiento la posibilidad del uso directo de sus
aguas es menor.
PERFIL DEL MONJAS
Otro es el caso del Monjas, un rÃo plano, con un corto
recorrido por la ciudad, y un fácil acceso a sus aguas.
En épocas de estiaje el caudal natural del Monjas no llega al
metro cúbico por segundo y en épocas de alta pluviosidad puede
alcanzar los tres metros cúbicos por segundo, incluso con
cierto torrente. "Pero su problema adicional es que es un rÃo
con escasa capacidad de autodepuración, pues es mucho más
manso y tranquilo que el Machángara y no tiene una pendiente
tan pronunciada" dijo Jurado.
Por otro lado el Monjas riega tierras agrÃcolas y el
Machángara tierras que fueron agrÃcolas y que se están
transformado en urbanas, sobre todo en Cumbayá. De tal manera
que la descontaminación del Monjas parecerÃa prioritaria.
El caudal del San Pedro es de alrededor de cuatro metros
cúbicos por segundo, pero está también muy contaminado, pues
una sola de las industrias asentadas a sus orillas descarga
tanta contaminación biológica como la que producirÃa una
pequeña ciudad, reveló Jurado.
"Son diferentes entonces el problema de contaminación y el
proceso de descontaminación de un rÃo de montaña como el
Machángara, que el de un rÃo plano como el Monjas" comentó el
concejal Roque Sevilla.
A las aguas del Monjas sà vamos a tener que tratar en su
totalidad porque ahà no se produce la oxidación natural. Pero
estamos hablando de cifras muy importantes que podrÃan ir
desde algo asà como 280 millones de dólares, hasta sistemas
mixtos con costos del orden de los 50 a 60 millones de
dólares", añadió.
COSTOS
Según el principio vigente en todo el mundo industrializado:
"quien contamina paga. Por eso el tratamiento de las aguas
residuales tiene que ser asumido por las propias empresas"
manifestó Jurado.
"A mi juicio -dijo- paralelamente a la aplicación drástica de
la ordenanza, el Municipio de Quito podrÃa desarrollar una
serie de estudios sobre estos rÃos, para analizar la calidad
de sus aguas, conocer sus caudales y su capacidad de
autodepuración. Luego tendrÃa que diseñar las medidas que
deberá tomar con aquellas descargas biológicas que mayor
impacto pudieran causar a los rÃos. A lo mejor, no se
necesitará tratar todas esas aguas servidas sino parte de
ellas como una contribución para mejorar la totalidad del
caudal. Y al mismo tiempo deberÃa emprender una campaña para
lograr el cambio de cultivos en las áreas irrigadas por estos
rÃos. No se puede permitir el cultivo de hortalizas y de
vegetales que puedan ser consumidos crudos. Pero hay que dar
alternativas de posibles cultivos a los productores, quizá
frutales. A muchos agricultores esto les significará un
problema económico, frente al cual el Municipio podrÃa
conseguir préstamos internacionales blandos para lograr un
reenfoque en los cultivos y asà ayudar a esa gente". -
INDUSTRIA DISPUESTA
Según Jorge Jurado, un consultor ambiental, "la mayor parte
del sector industrial está consciente y dispuesto a hacer los
esfuerzos necesarios para descontaminar el agua de sus
descargas. A ello ayudó que Rodrigo Paz fue un alcalde capaz
de dialogar con esos sectores en su mismo nivel y que inspiró
confianza en lo que decÃa y en lo que iba a exigir".
A juicio del concejal Roque Sevilla, "algunas industrias
tienen como único elemento contaminante la temperatura a la
que arrojan el agua. En esos casos precisarán solo columnas de
enfriamiento, instalaciones muy elementales. Otras van a
requerir instalaciones más complejas, que demandarán un tiempo
de construcción mayor".
Sevilla precisó que un buen porcentaje de esta contaminación
es simplemente porque no se pone atención. "El mejor ejemplo
es lo que pasa con el aceite de los vehÃculos, que es echado a
la alcantarilla. Pero si efectivamente Petroecuador reprocesa
el aceite, eliminarÃamos este contaminante y de paso el paÃs
ahorrarÃa 5 millones de dólares por importaciones de aceite".
Es muy difÃcil de descomponer la mezcla que se produce por la
unión de los detergentes con las grasas y aceites, pues
produce una súper molécula. "Entonces -declaró Sevilla- vamos
a tener que exigir que los detergentes sean biodegradables y a
prohibir en el cantón la comercialización de los no
biodegradables. Con la famosa apertura, si les ponemos cero de
impuesto a los detergentes biodegradables, las industrias que
no produzcan esos detergentes van a quebrar. Si
adicionalmente retiramos los aceites y las grasas ya no vamos
a tener esa mezcla tan peligrosa" -
PROBLEMA NO ES EXCLUSIVO DE QUITO
La situación de riesgo que vive la población de Quito por el
uso y consumo de aguas con tanta contaminación, no es ni de
lejos exclusiva de esta capital y de su zona de influencia
Ya lo advirtió el alcalde de Quito, Jamil Mahuad quien
reconoció que "los procesos de contaminación son tan
complicados que en el caso del Machángara afectan hasta el rÃo
Esmeraldas, que desagua en el PacÃfico, pues es uno de sus
afluentes. Por lo que hasta "una buena parte de la
agricultura de agroexportación del paÃs podrÃa verse en algún
momento contaminada", dijo.
La forma como la gente en todo el paÃs trata los cursos de
agua, que son la fuente de vida fundamental, hay que cambiarla
con la educación y con el sentido de que la basura puede ser
tratada de otra manera recomendó el concejal Roque Sevilla.
"Ahà tenemos el caso de los rÃos de la AmazonÃa, con
permanentes derrames de petróleo, y muchos rÃos afectados por
mercurio, por la explotación minera, pues este metal pesado es
usado para recoger el oro, que se lo lava en los rÃos".
El edil ambientalista calificó como un "desastre" la situación
del Estero Salado en Guayaquil -la mayor ciudad y puerto
ecuatoriano- porque el nivel freático de las aguas es más bajo
que las casas. "Entonces, cuando sube la marea hay un
regreso de las aguas negras y cuando hay fuertes lluvias la
ciudad se cubre de una capa de excrementos".
Son graves también la contaminación del rÃo Cutuchi, en la
central provincia de Cotopaxi, y el del rÃo Ambato, en la
también central provincia de Tungurahua, que recibe las
descargas de las innumerables curtiembres de la zona.
"En general la costumbre es de que el rÃo se lleve la basura.
El mejor ejemplo es lo que hace el vecino Municipio de
Rumiñahui que recoge la basura y la bota directamente al rÃo
San Pedro" anotó Sevilla.
Como otro caso preocupante señaló el de los cuatro rÃos de la
austral Cuenca, en la provincia de Azuay, que hace rato ya
sufren los embates de la contaminación., especialmente cuando
hay estiaje. - (1c)