Quito. 3 dic 96. Cambió su habitual "suite" del Hotel Colón, que
ahora la ocupa el presidente de la República, por una en el Hotel
Oro Verde, donde recibe a los periodistas, en esta suerte de
regreso a la arena pública, después de que perdió las elecciones
el 7 de julio pasado.
A pesar de la vehemencia con la que responde algunas preguntas,
se lo ve más sereno que nunca. Jaime Nebot, que acaba de cumplir
50 años, rompió su silencio, un día después de que el Gobierno
de su oponente, Abdalá Bucaram, presentó el programa económico
al país.
En su primer contacto con la prensa, las imagenes de la campaña
deben haber vuelto a su memoria. Por eso, la primera reacción a
las propuestas del presidente de la República es severa: "Es el
más duro garrotazo que se les ha dado a los más pobres en el
país, en lo que va del retorno a la democracia", sentenció,
mientras agregaba: "al mentiroso no se le puede analizar por las
promesas, sino por los hechos".
A lo largo de la extensa entrevista con HOY, la palabra
"mentiroso" es recurrente, para referirse al jefe de Estado, con
quien compitió los comicios últimos, y de quien, dice, "falta a
la verdad".
"Cuando ganó las elecciones (Bucaram) el dólar estuvo en 3.150,
y a pesar que dijo que iba a revaluar la moneda, hoy el dólar
vale 3.500 sucres, e irá a cuatro mil; eso es devaluar la
moneda", dice, con muestras de enojo, al tiempo de hablar del
aumento de las tarifas telefónicas, que serán una carga para los
ecuatorianos.
Y agrega: un teléfono popular costará 650 mil sucres; un
residencial un millón 300 mil sucres, y para los negocios dos
millones de sucres. Las tarifas aumentarán para el sector popular
de 10 mil a 64 mil sucres; para el residencial de 20 mil a 172
mil sucres y para el comercial de 15 mil a 32 mil sucres. "Serán
los sectores más pobres los más afectados, no es el presidente
de los pobres", afirma.
Jaime Nebot, que pidió a su partido liberarlo de la disciplina
partidista, y que cesó como presidente del socialcristianismo,
abunda en ejemplos para resaltar las contradicciones en las que
incurre quien gobierna el Ecuador.
Recuerda que, en la campaña, Bucaram dijo que suspendería el
aumento mensual del precio de los combustibles, pero éstos siguen
hoy subiendo. Se muestra partidario de la descentralización,
mientras que ahora se opone a que se entregue el 15 por ciento
del presupuesto a los organismos seccionales. "Habló de que los
costos de la electricidad no subirán y se anuncia un alza del 35
por ciento. ¿Cómo que no hay paquetazo?", se interroga,
concluyendo que, "Bucaram mintió antes y miente ahora".
Como Chicago
Y como si lo dicho fuese poco, el ex candidato presidencial alude
a otros contradicciones. A su criterio, el Gobierno aumentará el
precio de la comida, ya que productos como el arroz, el azúcar,
el fideo, el aceite, tendrán un incremento del 10 por ciento. Y,
por añadidura, se cargará con un 10 por ciento adicional a los
insumos agropecuarios para producir comida.
Al hablar de la salud de los ecuatorianos, Nebot también ve
contradicciones, que él las llama "mentiras". "Un presidente que
dice que va a dar medicinas baratas y le pone impuestos a los
fármacos miente", dice, al tiempo de recordar que, en el
Presupuesto General del Estado la salud tiene apenas un 4 por
ciento, mientras el jefe de Estado "se retiene para sí, para el
rubro imprevistos, un porcentaje igual del 4 por ciento".
Por eso, Nebot dice "no creer en las promesas de alguien que
ofrece un mejor país, mientras carga con un impuesto a los
vehículos de hasta 3.5 toneladas, como las camionetas, que son
herramientas de trabajo para los ecuatorianos de menores
ingresos. Y tampoco dice creer en el aumento de impuestos a los
consumos selectivos como cigarrillos y whisky, por que lo que va
a fomentar el contrabando. "Por azar el fisco dejará de percibir
menos dinero, porque el dinero en lugar de ir al estado irá al
bolsillo de quienes ingresen los productos al país", sentencia,
recordando que al Ecuador, en este caso, le puede pasar lo que
a Chicago, en la época de Al Capone, que se consumirá de forma
clandestina más, y evadiendo los impuestos.
La convertibilidad y las metralletas
El ex candidato presidencial, Jaime Nebot, justifica su silencio
en los primeros meses de gobierno de Bucaram, señalando que no
podía comentar los hechos políticos porque se habría considerado
"que estaba resentido", y porque "esperaba que el Gobierno
actúe".
Lo que para él no tiene justificación es que el presidente haga
hoy, exactamente, lo contrario de lo que dijo en la campaña. Y
más aún que ciertos líderes políticos admitan que Bucaram no
estaba preparado para gobernar, cuando hicieron campaña por él.
"Cuando se tiene más de 60 años y ha vivido aquí sabe quien está
preparado", dice con un aire de queja, aunque evita dar nombres.
Pero las cosas están dadas, y Nebot quiere mirar a futuro. Acerca
del programa de convertibilidad, que entrará en vigor el mes de
julio, tiene su propia interpretaciones. A su juicio, la
convertibilidad no es ni buena ni mala, ya que se trata de un
instrumento. Y grafica el concepto: "La ametralladora es buen y
mala; es buena si es para el soldado que defiende la heredad
territorial en la frontera, y es mala para que un loco asesine
a los ecuatorianos en las calles". Si no hay producción si no hay
control del gasto público la convertibilidad es letal, porque es
una camisa de fuerza, y esa medida de nuevos 4 sucres por dólar
creará también inflación también, sentencia.
Recurriendo al caso Argentino donde se aplicó la medida se
pregunta por qué no se exhiben las cifras de deuda externa de
Argentina. Y por qué no se habla de que tiene 6 mil millones de
dólares de déficit de este año, y un 18 por ciento de desempleo.
Y por qué no del modelo chileno que evitó la convertibilidad y
ha mantenido recursos naturales como el cobre en manos del
Estado.
Sin credibilidad y sin producción se causa inflación, se tiene
menor capacidad de compra, caen las exportaciones y se llena de
importaciones, subraya, remarcando que la convertibilidad no es
mala ni buena sino una herramienta que en ciertos países, con
ciertos presidentes, en ciertas circustancias puede ser buena.
"Por eso en el ecuador yo me opongo", dice. (DIARIO HOY) (P.
10-A)
ahora la ocupa el presidente de la República, por una en el Hotel
Oro Verde, donde recibe a los periodistas, en esta suerte de
regreso a la arena pública, después de que perdió las elecciones
el 7 de julio pasado.
A pesar de la vehemencia con la que responde algunas preguntas,
se lo ve más sereno que nunca. Jaime Nebot, que acaba de cumplir
50 años, rompió su silencio, un día después de que el Gobierno
de su oponente, Abdalá Bucaram, presentó el programa económico
al país.
En su primer contacto con la prensa, las imagenes de la campaña
deben haber vuelto a su memoria. Por eso, la primera reacción a
las propuestas del presidente de la República es severa: "Es el
más duro garrotazo que se les ha dado a los más pobres en el
país, en lo que va del retorno a la democracia", sentenció,
mientras agregaba: "al mentiroso no se le puede analizar por las
promesas, sino por los hechos".
A lo largo de la extensa entrevista con HOY, la palabra
"mentiroso" es recurrente, para referirse al jefe de Estado, con
quien compitió los comicios últimos, y de quien, dice, "falta a
la verdad".
"Cuando ganó las elecciones (Bucaram) el dólar estuvo en 3.150,
y a pesar que dijo que iba a revaluar la moneda, hoy el dólar
vale 3.500 sucres, e irá a cuatro mil; eso es devaluar la
moneda", dice, con muestras de enojo, al tiempo de hablar del
aumento de las tarifas telefónicas, que serán una carga para los
ecuatorianos.
Y agrega: un teléfono popular costará 650 mil sucres; un
residencial un millón 300 mil sucres, y para los negocios dos
millones de sucres. Las tarifas aumentarán para el sector popular
de 10 mil a 64 mil sucres; para el residencial de 20 mil a 172
mil sucres y para el comercial de 15 mil a 32 mil sucres. "Serán
los sectores más pobres los más afectados, no es el presidente
de los pobres", afirma.
Jaime Nebot, que pidió a su partido liberarlo de la disciplina
partidista, y que cesó como presidente del socialcristianismo,
abunda en ejemplos para resaltar las contradicciones en las que
incurre quien gobierna el Ecuador.
Recuerda que, en la campaña, Bucaram dijo que suspendería el
aumento mensual del precio de los combustibles, pero éstos siguen
hoy subiendo. Se muestra partidario de la descentralización,
mientras que ahora se opone a que se entregue el 15 por ciento
del presupuesto a los organismos seccionales. "Habló de que los
costos de la electricidad no subirán y se anuncia un alza del 35
por ciento. ¿Cómo que no hay paquetazo?", se interroga,
concluyendo que, "Bucaram mintió antes y miente ahora".
Como Chicago
Y como si lo dicho fuese poco, el ex candidato presidencial alude
a otros contradicciones. A su criterio, el Gobierno aumentará el
precio de la comida, ya que productos como el arroz, el azúcar,
el fideo, el aceite, tendrán un incremento del 10 por ciento. Y,
por añadidura, se cargará con un 10 por ciento adicional a los
insumos agropecuarios para producir comida.
Al hablar de la salud de los ecuatorianos, Nebot también ve
contradicciones, que él las llama "mentiras". "Un presidente que
dice que va a dar medicinas baratas y le pone impuestos a los
fármacos miente", dice, al tiempo de recordar que, en el
Presupuesto General del Estado la salud tiene apenas un 4 por
ciento, mientras el jefe de Estado "se retiene para sí, para el
rubro imprevistos, un porcentaje igual del 4 por ciento".
Por eso, Nebot dice "no creer en las promesas de alguien que
ofrece un mejor país, mientras carga con un impuesto a los
vehículos de hasta 3.5 toneladas, como las camionetas, que son
herramientas de trabajo para los ecuatorianos de menores
ingresos. Y tampoco dice creer en el aumento de impuestos a los
consumos selectivos como cigarrillos y whisky, por que lo que va
a fomentar el contrabando. "Por azar el fisco dejará de percibir
menos dinero, porque el dinero en lugar de ir al estado irá al
bolsillo de quienes ingresen los productos al país", sentencia,
recordando que al Ecuador, en este caso, le puede pasar lo que
a Chicago, en la época de Al Capone, que se consumirá de forma
clandestina más, y evadiendo los impuestos.
La convertibilidad y las metralletas
El ex candidato presidencial, Jaime Nebot, justifica su silencio
en los primeros meses de gobierno de Bucaram, señalando que no
podía comentar los hechos políticos porque se habría considerado
"que estaba resentido", y porque "esperaba que el Gobierno
actúe".
Lo que para él no tiene justificación es que el presidente haga
hoy, exactamente, lo contrario de lo que dijo en la campaña. Y
más aún que ciertos líderes políticos admitan que Bucaram no
estaba preparado para gobernar, cuando hicieron campaña por él.
"Cuando se tiene más de 60 años y ha vivido aquí sabe quien está
preparado", dice con un aire de queja, aunque evita dar nombres.
Pero las cosas están dadas, y Nebot quiere mirar a futuro. Acerca
del programa de convertibilidad, que entrará en vigor el mes de
julio, tiene su propia interpretaciones. A su juicio, la
convertibilidad no es ni buena ni mala, ya que se trata de un
instrumento. Y grafica el concepto: "La ametralladora es buen y
mala; es buena si es para el soldado que defiende la heredad
territorial en la frontera, y es mala para que un loco asesine
a los ecuatorianos en las calles". Si no hay producción si no hay
control del gasto público la convertibilidad es letal, porque es
una camisa de fuerza, y esa medida de nuevos 4 sucres por dólar
creará también inflación también, sentencia.
Recurriendo al caso Argentino donde se aplicó la medida se
pregunta por qué no se exhiben las cifras de deuda externa de
Argentina. Y por qué no se habla de que tiene 6 mil millones de
dólares de déficit de este año, y un 18 por ciento de desempleo.
Y por qué no del modelo chileno que evitó la convertibilidad y
ha mantenido recursos naturales como el cobre en manos del
Estado.
Sin credibilidad y sin producción se causa inflación, se tiene
menor capacidad de compra, caen las exportaciones y se llena de
importaciones, subraya, remarcando que la convertibilidad no es
mala ni buena sino una herramienta que en ciertos países, con
ciertos presidentes, en ciertas circustancias puede ser buena.
"Por eso en el ecuador yo me opongo", dice. (DIARIO HOY) (P.
10-A)
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