Quito. 16 dic 96. Libros, textos y mapas con la
interpretación peruana sobre el origen y las
"equivocaciones ecuatorianas" del problema
fronterizo, se siguen difundiendo.
Ese es el caso de las "10 grandes verdades detrás
del bosque", un documento editado por la Academia
Diplomática del Perú.
Sin embargo, la Academia Diplomática del Ecuador
-a través de "Respuestas del Ecuador a diez grandes
errores del Perú"- da su versión y rectifica los
argumentos peruanos ahà expuestos.
El folleto explica puntualmente cuáles son las
imprecisiones del vecino del sur, basado en
referencias textuales a documentos históricos
como Cédulas Reales, tratados, versiones de los
españoles y funcionarios de los gobiernos de
Ecuador, Colombia y Perú.
Los argumentos que expone el Ecuador son, entre
otros: la existencia del Protocolo Pedemonte
Mosquera, la pérdida de cientos de miles de
kilómetros cuadrados en la guerra del 41, la salida
tardÃa de territorio ecuatoriano de los soldados
peruanos, la demarcación fronteriza en la
Cordillera del Cóndor, el origen de las nacientes
del Cenepa y la precisión sobre los fundamentos
que llevaron a plantear la nulidad del Protocolo de
RÃo de Janeiro.
El Pedemonte Mosquera
Según el Perú, el "Ecuador alega que la suscripción
del Protocolo de RÃo le despojó de la mitad de su
territorio. Basa esta aseveración en la pretendida
lÃnea del apócrifo Protocolo Pedemonte-Mosquera.
El área comprendida entre las lÃneas del Protocolo
de RÃo y el Pedemonte-Mosquera es de 200 mil
Km2. Sin embargo ni en el Perú ni en Colombia ni
en el Ecuador se ha podido exhibir un ejemplar
auténtico del ficticio Protocolo Pedemonte-
Mosquera".
La respuesta del Ecuador afirma que el Protocolo
existe. El 11 de agosto de 1830 en copia certificada
fue proporcionado por Colombia a Ecuador y se lo
presentó ante el Rey de España, durante el juicio
arbitral de fines del siglo anterior y principios del
actual. Hay otros documentos de prueba: Memorias
de 1889; los escritos de Arturo GarcÃa,
plenipotenciario del Perú en Quito, en 1890;
Memoria reservada del Ministro de RR. EE. Alberto
Elmore, bajo el tÃtulo de Protocolo entre el Ministro
de Colombia en Lima y el Ministro de RR. EE. del
Perú; la nota del 31 de diciembre de 1907 del
ministro de RR. EE. de Colombia a su Encargado de
Negocios en Perú.
Sobre los 200 mil Km2, el documento dice que Perú
fue el primero en hacer esta afirmación. Sin embargo,
el libro "El Protocolo de RÃo ante la Historia" afirma
que "la lÃnea de 1829 (del Tratado de Guayaquil, del
cual el Protocolo Pedemonte-Mosquera es el
convenio de ejecución) es bien distinta a la obtenida
en 1942. Hay una diferencia de más de 200 mil Km2
que el Tratado de RÃo afirma dentro del Perú".
Los kilómetros perdidos
El Perú, basándose en una cita de Julio Tobar Donoso,
dice que con la firma del Protocolo de RÃo de Janeiro
el Ecuador solamente perdió 13.480 Km2 y no 200 ó
300 mil Km2.
La CancillerÃa ecuatoriana aclara que Tobar se referÃa
a una y no la última serie de pérdidas territoriales del
paÃs. Y agrega que al recoger este dato, el Perú acepta
la inculpación contenida en el mismo de haber
conquistado territorio ecuatoriano, en clara violación
de las normas del Derecho Internacional y que al citar
fuera de contexto a Tobar, esa publicación está
aceptando las tesis ecuatorianas sobre el tema
territorial.
La nulidad del Protocolo
"El Ecuador planteó unilateralmente la tesis
jurÃdicamente insostenible de la nulidad del Protocolo
de RÃo de Janeiro recién en 1960, casi veinte años
después de su firma", esta es la versión peruana sobre
el tema.
Ante esto, el Ecuador explica que cuando sostuvo esta
tesis, se basó en el derecho internacional que habla de
la invalidez de los tratados que son frutos de la
agresión, ya que nacen de una violación del derecho de
gentes, entre otros. Además, hace un llamado de
atención al Perú al no señalar la posición actual del
Ecuador que, basado en el Acuerdo de Itamaraty, busca
una solución pacÃfica y digna.
La demarcación fronteriza
El Perú dice que la frontera está delimitada de acuerdo
al Protocolo de RÃo y el fallo de Braz Dias de Aguiar.
El 90 por ciento está demarcada, faltando demarcar
sobre la Cordillera del Cóndor.
El Ecuador dice que la frontera no está delimitada,
porque en el sector Zamora-Cenepa-Santiago no se
conoce aún la trayectoria de la lÃnea, que habrá que
establecer mediante la negociación. También hay
extensas zonas en las que si bien se construyeron los
hitos, éstos no fueron aprobados, por los que no
tienen el carácter de definitivos. Y falta la "aprobación
final de todos los trabajos en el Oriente", como lo
dispone el Acta de Puerto BolÃvar en su artÃculo X.
La salida de los peruanos
El 26 de febrero de 1942, fecha en que el Congreso
de Ecuador aprobaba el Protocolo de RÃo de Janeiro,
no quedaba un solo soldado peruano en territorio
ecuatoriano. Esta es la afirmación peruana sobre lo
que ocurrÃa en la frontera en aquellos años.
Pero, recuerda el folleto de la CancillerÃa de Ecuador,
el Perú -por esos dÃas- no cumplió totalmente con el
compromiso de retirar sus fuerzas más allá de los
puntos descritos en el Art. 8 del Protocolo. Y, al
contrario, en algunos lugares amplió su ocupación y
por varios años el Perú "mantendrÃa sus amenazas de
llevar nuevamente en triunfo sus estandartes de guerra
por los campos de batalla".
El divortium aquarum
El Perú dice que desde 1943 se conocÃa la localización
precisa de las nacientes del rÃo Cenepa "y la existencia
del divortium aquarum entre los rÃos Zamora y
Santiago". Según el Parte de la Misión de Exploración
hacia el Cóndor, esto no es exacto.
El Ecuador dice que si bien una comisión de exploración
llegó en ese año a lo que parecÃa ser el origen del rÃo
Cenepa, eso indicaba que ese rÃo se interponÃa entre el
Zamora y el Santiago, desvirtuando la existencia de un
divortium aquarum. En 1947 con el mapa
Aerofotogramétrico, levantado por el Servicio Geodésico
de Estados Unidos, se estableció que ese rÃo producÃa
dos divisores de agua.
Los derechos amazónicos
La versión peruana afirma que la primera expedición
española que llegó al Amazonas partió del Cuzco,
liderada por Gonzalo Pizarro. En 1541 hizo una escala
en Quito para aprovisionarse. "Esgrimir derechos del
Ecuador con base en el descubrimiento de un rÃo por
parte de la corona española, resulta tan absurdo como
adjudicarle a la Gran Bretaña derechos soberanos
sobre el rÃo Nilo".
La paternidad del Ecuador sobre el rÃo Amazonas no
son la base de su derecho, aunque no se puede dejar
de desconocer el hecho de que la expedición
descubridora salió de Quito. La prueba reposa en los
propios testimonios de los descubridores.
No es una disputa incaica
"Considerar el enfrentamiento entre Huáscar y
Atahualpa como un antecedente de las diferencias
peruano-ecuatorianas de este siglo, es casi tan
descabellado como explicar la guerra franco-
prusiana de 1870 remontando las causas de su
estallido a las luchas entre las tribus germánicas
en los tiempos del Imperio Romano". Esta es la
declaración peruana.
Ante esto, el documento ecuatoriano aclara que el
adjetivo usado en la cita debe endosársele al
publicista peruano, José de la Riva Aguero, para
quien "según consta en su obra La Historia del
Perú, el antagonismo entre Atahualpa y Huáscar
fue seminacional".
La Cédula Real de 1802
Según la interpretación de Perú, la Real Cédula
del 15 de julio de 1802 segregó del Virreinato de
Nueva Granada y reintegró al del Perú, el
Gobierno y la Comandancia General de Maynas,
con los pueblos de Quijos, excepto Papallacta.
Pero, la Cédula no segregó territorios porque tuvo
un alcance eclesiástico y militar. El Perú la ha
llamado Cédula o Autos Erección del Obispado de
Maynas. En el Archivo de Indias está clasificada
como eclesiástica. Además, señala dos formas de
delimitación incompatibles, una para cada una de
las dos jurisdicciones, lo que era común en la
Colonia y que hace imposible atribuirle carácter
gubernativo.
Sobre la Gran Colombia
Perú sostiene que el 18 de enero de 1832, el
representante diplomático del Ecuador, Diego
Noboa, declaró que los tratados de la Gran
Colombia no tenÃan valor para Ecuador. Esto fue
reafirmado en el Tratado Pando-Novoa de 1832.
El Ecuador responde que en la correspondencia de
Noboa no existe alguna nota de esa fecha. Y si Perú
ha querido referirse a la del 18 de junio de 1832,
"Noboa trata en ella, exclusivamente, de las
cláusulas de Nación más favorecida". El extender
ese pronunciamiento a todos los compromisos es
utilizar la frase fuera de contexto. El Tratado de
1832 reitera la vigencia del Tratado de Guayaquil
de 1829. (FUENTE: EL COMERCIO)
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Publicado el 16/Diciembre/1996 | 00:00