Edwin Ríos

Quito. 16 dic 96. L a experiencia que vive Argentina
bajo la convertibilidad desde hace seis años deja una
lección: un ejemplo que debe mirarse con beneficio
de inventario. Esta es una de las conclusiones del
economista Arnaldo Bocco, testigo del doloroso
proceso que aún rige en su país.

¿Bajo qué situación económica se debe encontrar un
país para aplicar un modelo de convertibilidad?

La convertibilidad es una herramienta económica
muy primaria que solo tiene sentido aplicarla en
situaciones extremas de crisis o de derrumbe
socioeconómico. Si no hay hiperinflación ni fuga
de los actores económicos hacia una moneda dura,
no existe ningún justificativo para ingresar al
sistema. En el momento en que Argentina implantó
ese modelo, la economía estaba totalmete dolarizada
y la inflación era del 3.000 por ciento.

¿La situación de Ecuador amerita la implantación
del modelo?

No se justifica porque el beneficio que va a producir
es infinitamente menor al costo que se tendrá que
pagar. Ecuador tiene 24 por ciento de inflación
anual, es un nivel manejable. Se pueda bajar la
inflación por una vía menos cruenta que la
convertibilidad. Los problemas de déficit fiscal y
de deuda externa, lejos de mejorar, se agravarán.

¿Por qué es una vía cruenta?

A juzgar por lo que ha pasado en Argentina, las
experiencias de convertibilidad son muy traumáticas.

Desde la perspectiva del observador externo, ¿por
qué cree que el Gobierno quiere meter al país en ese
modelo?

No sé. No tengo evidencias suficientes, pero me
parece que hay algunos intereses que están
presionando.

¿Quienes saldrían en Ecuador beneficiados con la
implantación de la convertibilidad?

Minorías. Algunos bancos que tengan acceso al
mercado de capitales. Los poseedores de bonos de
la deuda ecuatoriana obtendrán enormes ganancias;
estos papeles se revalorizarán por un tiempo. Saldrán
ganado los que participen en las privatizaciones; los
que repatrien capitales; los contrabandistas y los
importadores.

¿Quiénes saldrían perdiendo?

La gran mayoría de ecuatorianos. Un sector de la
industria desaparecerá. Serán barridos gran cantidad
de almacenes comerciales. Los trabajadores, porque el
salario real va a caer y el desempleo se acrecentará.

¿Qué opina de los asesores y mentalizadores del
modelo?

El que está promoviendo la contratación de esos
funcionarios, no está bien informado de lo que sucede
en Argentina, o tiene algún interés en que se implante.
Está viniendo al Ecuador gente que ha tenido que irse
del Gobierno argentino por la mala política que aplicó.
Acaba de ser contratado Gustavo Parino, fue director
de la Aduana en Argentina y provocó un contrabando
por 10 mil millones de dólares por falta de controles.
Tiene 42 juicios penales en estos momentos. Mientras
que el ingeniero Bastos, cuando fue secretario de
Energía, quiso vender en 800 millones de dólares la
mayor generadora de electricidad que tuvo un costo de
8.000 millones de dólares. El propio presidente, Carlos
Menem los despidió al igual que lo hizo con Cavallo.

¿Cómo evitar que en el país se aplique el modelo?

Creo que se van a movilizar sectores importantes de la
sociedad en los próximos días para hacerle ver al
Gobierno que tiene un plan que no es compatible con
el espíritu que la sociedad está buscando. La aceptación
que tiene la convertibilidad es mínima en representantes
de la industria, el comercio y los trabajadores con los
que he conversado.

Si se implanta la convertibilidad en Ecuador ¿en qué
tiempo podría fracasar y por qué?

No lo sé. Eso depende mucho de la situación
internacional. La desaparición del Banco Central como
regulador de las políticas cambiaria y crediticia deja a
la economía expuesta a los impactos negativos externos.

¿Qué vía debería seguir el Ecuador?

Debe buscar otro modelo, porque el argentino es un
fracaso. Tiene que jugar con mucho cuidado si va a
privatizar o no el petróleo, porque es una herramienta
estratégica de disponibilidad de recursos que va ser
muy útil para una economía altamente endeudada. El
sector petrolero ecuatoriano debe ser lo que el cobre
en el modelo chileno. Todo el mundo habla sobre los
beneficios de ese modelo, pero nadie dice que su éxito
se debe a que el 49% de las exportaciones las manejó
el Estado. Ecuador debe recuperar el mercado interno,
pensar en políticas de expansión de la demanda, en
fuerte inversión productiva y en mejorar sus lazos
comerciales.

SU HOJA DE VIDA...

Sus estudios * Graduado en Economía en la Universidad
de Córdoba; tiene una maestría en Estudios de
Desarrollo en la Flacso (sede Ecuador); Doctorado en
Economía Política de la Universidad de Buenos Aires;
Ph D (c) en Social and Political Thougth en York
University (Canadá).

Su trayectoria * Profesor de varias universidades de
Argentina. Colaboró con el BID, al Banco Mundial,
PNUD y actualmente trabaja para Unicef. Es asesor de
un partido opositor a Carlos Menem.

Sus escritos * Tiene publicados más de 10 libros de
investigación económica y cerca de 100 artículos.

Cavallo puso candado

¿Qué consecuencias le trajo la convertibilidad a
Argentina?

Después de seis años de aplicación, la convertibilidad
ha provocado la quiebra de 25.000 industrias, el cierre
de 20.000 establecimientos comerciales cada año. El
salario real cayó 10 por ciento, en el sector público
descendió 35 por ciento. La desocupación asciende
hoy al 20 por ciento. Y el problema de empleo afecta
ya a 3,5 millones de hogares de mi país.

Por la debilidad de la economía, la industria, los
sistemas bancario y comercial pasaron a manos de los
capitales transnacionales. Argentina perdió la industria
metalmecánica, de bienes de capital, desapareció la
industria textil.

Sin embargo, el modelo acabó con la hiperinflación.
¿No hay allí mérito?

Es cierto, pero otros problemas que también pretendía
atacar, y que son los mismos que se discuten en Ecuador,
no se solucionaron. Argentina no corrigió el déficit
fiscal, lo arrastra por cuatro años consecutivos. El
déficit de 1996 es de 7.000 millones de dólares. La
deuda externa lejos de disminuir aumentó. En 1991
era de 80 mil millones de dólares, hoy se ubica en los
93 mil millones. A pesar de que se pagaron 20 mil
millones de dólares con los ingresos de las
privatizaciones. La convertibilidad se ha sostenido con
endeudamiento.

Las tasas de interés tampoco bajaron. Este año, con
inflación cero, las tasas para la pequeña y la mediana
industrias es del 18 por ciento; y para las empresas
grandes es de 12 por ciento en dólares

En este contexto, ¿cree Ud. que la Argentina se puede
salir de la convertibilidad monetaria?

Argentina está en una trampa. La convertibilidad es
una camisa de fuerza con un candado. Domingo Cavallo
cerró ese candado y botó la llave al mar. El día que el
Gobierno de Carlos Menem amenace con salirse de la
convertibilidad, fugarán del país entre 10 y 15 mil
millones de dólares, porque desaparecerá la confianza.
Y si no hay bonanza, la Argentina no puede salirse de la
convertibilidad. Y si se sale en una etapa de crisis, la
economía implosionará. (FUENTE: EL COMERCIO)
EXPLORED
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