Quito. 02 sep 99. RECLAMO. "Hay que crear mecanismos que
faciliten el acceso al crédito y permitan a los sectores
productivos innovadores insertarse en el mercado", señala Ocampo.
El directivo reconoce que la denominada flexibilización del
mercado de trabajo no ha sido útil en la región para resolver el
problema del desempleo. En la conversación mantenida con Tiempos
del Mundo, defiende además la "acción pública" como un
instrumento para facilitar el desarrollo de las pequeñas y
medianas empresas y reactivar el aparato productivo.
Los economistas ortodoxos dicen que la Comisión Económica para
América Latina (Cepal) no ha acompañado los cambios estructurales
que se han
venido produciendo en la economÃa.
--Bueno, para decirlo de alguna manera, ni la Cepal tiene un
mensaje en contra del sistema capitalista ni tampoco es estatista
como a veces se sugiere. Lo que hemos venido diciendo es que se
necesita acción pública. Pero la acción pública la pueden llevar
adelante diversos agentes, no sólo el gobierno nacional, como
ocurrÃa antes. Analicemos el caso concreto de las pequeñas y
medianas empresas y el desarrollo productivo. Mientras los
gobiernos nacionales han abandonando progresivamente su rol
activo en el desarrollo productivo, en los últimos años surgieron
muchos municipios y gobiernos locales que están interesados en
desarrollar los mecanismos productivos de su región trabajando
junto al sector empresarial y las organizaciones no
gubernamentales. Entonces se generan cadenas de apoyo al sector
productivo que tienen componentes estatales y privados, e incluso
solidarios.
--O sea que debe existir una mayor interrelación entre el sector
privado y el estatal.
--La idea de que una empresa --sobre todo cuando se hace
referencia a las Pymes-- puede crecer sin el respaldo del resto
de los integrantes de la comunidad, no parece ser una idea con
mucho respaldo. A medida que se ha abandonado esa idea a nivel
nacional, uno la ve reconstruida a nivel local y regional, y el
pensamiento nuestro es que se requieren más acciones de este tipo
para desarrollar el sector productivo.
--¿Y qué rol juega la macroeconomÃa en todo esto?
--A lo largo de esta década también hemos aprendido que el puro
esquema ortodoxo de manejo macroeconómico ha tenido muchas
virtudes y capacidad para bajar los niveles de inflación, pero
evidentemente ha sido incapaz de generar solidez macroeconómica
en el tradicional sentido del término: en los ritmos de
crecimiento económico.
Argentina, en este sentido, es de alguna manera un ejemplo. Ha
sido sin duda el paÃs más exitoso en bajar la inflación, ha
tenido también éxito en el crecimiento económico, pero al mismo
tiempo ha tenido gran variación en los ritmos de crecimiento
económico.
En esta década hemos aprendido, un tanto dolorosamente, que el
control de los déficit públicos que se logra con estas polÃticas
no está acompañado con el control de los déficit privados, y los
déficit privados crecen excesivamente durante las bonanzas y
generan problemas durante las crisis.
--Y generan inconvenientes al sector público...
--Pueden terminar generando problemas vÃa el sector público, o
al sector público vÃa el sector financiero. En todo caso generan
ciclos muy agudos de gastos que les dan inestabilidad a las
economÃas. En este sentido observo que en el propio debate
argentino la idea de polÃtica anticÃclica ha vuelto. Es un
reconocimiento de que esta polÃtica procÃclica que ha sido
exitosa en un término, en otros términos no ha tenido éxito. La
necesidad de tener una polÃtica fiscal más anticÃclica, de una
polÃtica monetaria más anticÃclica, incluso aquellos paÃses que
tienen un manejo cambiario anticÃclico, y de un manejo de las
regulaciones de los flujos extranjeros anticÃclicos. El debate
se ha ido yendo a la necesidad de mantener polÃticas procÃclicas.
Debate del modelo
--¿Cuáles son los resultados de las polÃticas del modelo
neoliberal en el plano social?
--Esta es una década que deja problemas serios de empleo y
subempleo, en medio de la renovación del crecimiento económico
que le da caracterÃsticas más estructurales que coyunturales. Y
por otra parte el problema de la equidad, que está asociado a las
diferencias entre las remuneraciones que existen entre los
trabajadores calificados y aquellos que no lo están. En tercer
lugar, a la persistencia y al acrecentamiento de la pobreza
rural, es decir, aquellos núcleos de pobreza que no se insertan
en los procesos de crecimiento económico.
--El discurso ortodoxo señala que los paÃses latinoamericanos
recién van a tener un crecimiento uniforme y sostenido cuando
terminen con los cambios estructurales de sus economÃas...
--Nuestra perspectiva sobre esta materia es que a veces se
requieren más reformas, pero también a veces es necesario
reformar las reformas. Y quizás también es necesario incluir
algunos elementos que las reformas económicas olvidaron
enteramente. Le menciono algunos casos: en materia laboral hay
muchos problemas pendientes porque el mercado de trabajo es cada
vez más heterogéneo. Hay un núcleo de personas que tiene una
protección muy elevada, y un núcleo creciente de trabajadores que
tienen una inestabilidad muy elevada.
Tampoco hay que olvidar las denominadas reformas de segunda
generación.
Se habla, por ejemplo, de esquemas de justicia que antes ni se
mencionaban. Pero también hay que retornar a algunos conceptos
de polÃtica de desarrollo productivo. Este es un tema totalmente
ausente en las agendas que vienen del Norte. Incluso hay
empresarios que plantean la necesidad de volver a algún tipo de
intervención, de regulación. Nadie habla de volver a viejos
esquemas, pero parte del problema del diálogo de sordos que
existe en esta materia, es que cuando se habla de distintos temas
le dicen "ah... usted quiere volver al estatismo, a la
sustitución de importaciones", y del otro lado también dicen
"ah... usted representa a la agenda neoliberal", entonces se
convierte en un diálogo de sordos.
--¿Cuáles son las claves para que la región logre un crecimiento
sostenido?
--Uno de los defectos que yo le he encontrado a la macroeconomÃa
es que tiene un instrumental muy poderoso para entender un
proceso inflacionario pero no para poder entender cómo se llega
a un crecimiento sostenido.
El problema del crecimiento económico no se puede explicar con
agregados, hay que verlo desagregado. Este es un enfoque
enteramente diferente. La forma tradicional en que lo hemos visto
es a través del ahorro, la inversión, la formación de capital
humano, es decir unas formas muy agregadas, pero en la práctica
lo que no observan es que el crecimiento económico es muy
heterogéneo. Por ello hay que entenderlo a través de los núcleos
heterogéneos que se van formando en la economÃa, digamos de
innovadores en el sentido amplio. No solamente aplicados a la
innovación tecnológica sino a los procesos de mercadeo, a
descubrimientos de nuevas fuentes de materias primas, nuevas
rutas de transporte. En otras palabras, un proceso heterogéneo
incluso en el espacio económico.
En todo momento la economÃa tiene actividades que están en
decadencia y otras que son un núcleo dinámico. Para entender el
crecimiento económico hay que saber cómo estas fuerzas creativas
y destructivas se fusionan a nivel micro y mesoeconómico. El
crecimiento depende de esta dinámica.
El caso chileno
--Déme un ejemplo para que el lector pueda comprender mejor su
idea.
--Chile tuvo una primera etapa donde claramente prevalecieron los
elementos destructivos. Todo el perÃodo posterior a la caÃda del
presidente socialista (Salvador Allende) hasta mediados de los
80 fue visto como un perÃodo de lento crecimiento, y, sin
embargo, después vienen unos núcleos dinámicos en torno de la
minerÃa y los servicios, que logran un proceso espectacular de
crecimiento. En esta segunda etapa, lo creativo predomina sobre
lo destructivo. Y, por lo demás, todos los procesos de innovación
tienden a agotarse, tienen una historia. El problema es si se
renueva o no esa dinámica. En Chile los perÃodos dinámicos de los
80 están medio desgastados, mientras que otros siguen creciendo.
--El problema de Chile es que el cobre tiene una importancia
predominante en su economÃa...
--Pero el cobre, que fue uno de los factores más importantes del
crecimiento de Chile, está mostrando señales de desgaste. Incluso
en la década de los 90 lo que cambió fue el sector servicios.
--En un libro editado recientemente por la Cepal se criticó con
dureza la polÃtica económica que impulsó el gobierno autoritario
de Augusto Pinochet.
--Todo el mundo reconoce que hubo un cambio importante durante
la última fase del gobierno militar. Precisamente eso fue lo que
determinó el inicio del ciclo económico. Pero hay una crÃtica muy
fuerte que se basa en los números: los primeros doce años el
gobierno militar mostró dificultades para eliminar algunos
problemas macroeconómicos como la inflación, y generó otros
problemas económicos porque hubo un perÃodo de gran
inestabilidad. Hubo un colapso espectacular con una de las
quiebras del sector financiero más costosas.
Las crisis que sufrieron Chile y Argentina a principios de los
80 representaron entre el 40 y el 50% del PBI, cuando se habla
de evitar déficit fiscales del 2 o 3% del producto bruto. Bueno,
ha habido crisis financieras que terminan costando el 50% del
PIB, son mucho más importantes. En el caso Chile se observó un
rotundo fracaso, porque se hablaba de controlar el déficit
fiscal, pero nunca se tuvo en cuenta el déficit cuasi fiscal, y
todavÃa se está pagando la crisis financiera chilena. El Banco
Central de Chile todavÃa está pagando, 17 años después, los
pasivos del Estado.
--Usted sostiene que el sistema capitalista debe priorizar la
destrucción creativa a la destrucción en sà misma. ¿A qué hace
referencia concretamente?
--Nosotros hemos venido desarrollando la idea de las estrategias
defensivas y ofensivas. Es decir, el mero proceso destructivo es
el resultado de las estrategias defensivas de las empresas. O
sea, las empresas preocupadas por una menor posibilidad de
crecimiento empiezan a reestructurarse para ser más pequeñas.
Entonces disminuyen puestos de trabajo, lÃneas de producción,
pero pensándose a sà mismas como más pequeñas. En cambio, las
estrategias ofensivas son de incorporación de crecimiento, de
tecnologÃa, de nuevos proyectos, es un proceso creativo. Lo que
nosotros creemos es que el mercado por sà solo es posible que
produzca resultados. En la destrucción creativa es posible que
los aspectos creativos predominen sobre los destructivos, pero
el problema es que estos últimos pueden predominar mucho tiempo,
y de pronto los agentes económicos no están dispuestos a esperar
hasta el final. Y existe un campo para explotar los procesos
creativos, que, insisto, no son necesariamente polÃticas
estatales, pueden tener una amplia participación del sector
privado. Hay que tratar de fomentar las innovaciones y los
vÃnculos entre los sectores innovadores y el resto de la
economÃa. Hay que crear mecanismos que faciliten los recursos de
créditos hacia los sectores innovadores, mecanismos que permitan
a otros sectores insertarse.
La desigualdad social
--Uno de los grandes problemas de la década del 90 es la
inequidad social. ¿Usted a qué atribuye este fenómeno?
--Yo pertenezco a un grupo muy amplio de escuelas que piensan que
los procesos de mercado tienen una tendencia a aumentar la
desigualdad. En esta década ese fenómeno tiene una mezcla, que
es muy difÃcil de determinar, con los procesos de carácter
internacional y regional. Son aquellos asociados a la generación
de empleo y al aumento de la brecha de salarios entre
trabajadores calificados y no calificados.
--Este es el diagnóstico...
--Debemos pensar qué sectores son generadores de empleo, en
términos coyunturales durante la crisis, pero también en términos
de incentivos generales a la creación de sectores que consuman
mano de obra.
--¿Eso le parece que va a disminuir la inequidad en la región?
--Creo que el problema de la lenta generación de empleo está en
el núcleo de las tendencias a la desigualdad que hemos venido
observando durante esta década. Las respuestas fundamentales a
los problemas de equidad son, generalmente, de largo plazo. Y
todo pasa en esencia por el sistema educativo, por el nivel de
acceso al sistema educativo, pero éstas son acciones de largo
plazo. Las acciones que tienen efectos inmediatos son el empleo
y la capacitación del empleo, por lo tanto es en ese terreno
donde hay que pensar, y en ese terreno hay, debo decir, un
relativo desierto en materia de propuestas. Lo que observamos en
América Latina es que la liberalización del mercado de trabajo
no está solucionando el problema del desempleo. Hay que pensar
en otro tipo de respuestas. (Texto tomado de Tiempos del Mundo)