Quito. 29 sep 99. Los quiteños compraron atún y otros productos
enlatados, que rápidamente desaparecÃan de las perchas
Ayer llovÃa a cántaros, pero Enma Paucar esperaba, con un
paraguas negro en una mano y su hijo José tomado de la otra, a
que se abrieran las puertas del supermercado Santa MarÃa, en el
sector de la Universidad Central.
Doña Enma no alcanzó a comprar ni una velita la noche anterior,
luego de que, en el noticiero de las 20:00, se enteró de que la
capital entraba en alerta naranja por el aumento de actividad del
volcán guagua Pichincha. La tienda de la cuadra, ubicada en el
barrio América, ya estaba cerrada.
Mientras doña Enma se lamentaba de su falta de prevención (no
tenÃa enlatados ni máscaras y menos leche en polvo), en los
locales de la cadena Supermaxi registraban una altÃsima
concurrencia que obligó a los cajeros y cajeras a laborar hasta
las 21:00.
En el Supermaxi de El JardÃn, a las 19:45, en el momento en que
la televisión informaba sobre la alerta naranja, los recién
llegados al local no encontraban cochecitos libres para hacer las
compras. Muchos clientes se vieron obligados a cargar con los
productos y deambular por las congestionadÃsimas cajas, a la caza
del primer coche que se desocupara.
Algunos clientes, que ya habÃan oÃdo los rumores sobre el cambio
de alerta, caminaban frente a las estanterÃas hablando por
celular con sus familiares, para saber qué hacÃa falta en el
hogar.
A las 20:30, hora en que el local cierra la atención al público,
todavÃa se registraban largas filas de gente que acaparó cloro,
agua, diversos productos lácteos (incluso los instantáneos),
galletas de sal, carne de pollo y de res, agua de diferentes
marcas, jugos, velas, verduras y pan, además de productos
enlatados, sobre todo atún y vegetales.
También hubo demanda de huevos, papel higiénico, harina, avena,
frutas, embutidos, focos y escobas (fueron los primeros productos
que se terminaron en el Supermaxi del aeropuerto).
Pero doña Enma no se dejó vencer. Ayer se levantó temprano y,
aprovechando que sus hijos no tuvieron clases, se llevó al mayor
de ellos al supermercado Santa MarÃa para ser la primera en
ingresar de entre un mar de gente que se lanzó a los productos
básicos.
La administradora de este local, América Carpio, se vio obligada
a lidiar con una masa de clientes ¡superior al 100% de lo
habitual!, para envidia de las caseritas del Mercado de Santa
Clara, ubicado al frente y que ayer registró una de las peores
mañanas desde su reapertura.
Después de una hora y media de ajetreo, doña Enma por fin
consiguió velas, atún y demás productos para esperar, con más
calma, la erupción. Pero las compras no paraban ahÃ, pues aún
faltaba comprar cintas adhesivas y mascarillas, por lo que doña
Enma, a toda prisa, y pese a la lluvia, se llevó a su hijo a una
ferreterÃa.
OJO CON...
ALIMENTOS
Usted debe guardar alimentos de acuerdo con las cantidades que
su familia esté acostumbrada a consumir.
Entre los alimentos que puede tener en su despensa están:
verduras enlatadas, pan tostado (que permanece apto para el
consumo aproximadamente 20 dÃas), huevo hervido (que dura tres
dÃas en buen estado para comerlo), nueces, jugos y néctares en
envases de cartón, leche en polvo, agua envasada (que dura entre
cinco y diez dÃas), chocolate en barra, granola, atún y sardinas,
frutas y queso seco (que puede consumirse en 10 dÃas).
AGUA
Considere la cantidad de agua que va a almacenar a razón de
cinco litros diarios por persona.
Cierre las bocas de acceso de agua de las cisternas domésticas,
proteja las llaves externas y otros sitios de aprovisionamiento
como tanques de lavado, para evitar que el agua se contamine con
ceniza volcánica.
Revise y repare las tuberÃas externas y las instalaciones
internas, además de los equipos sanitarios, para evitar las fugas
de agua potable en su hogar.
CENIZA
Conserve una escoba, una pala recta y bolsas para basura en
cantidad suficiente para depositar la ceniza que deberá quitar
del techo, para que éste no se hunda. Aún mejor que las fundas
serÃa proveerse de costales.
Provéase también de un rollo de cinta selladora ancha y un buen
tramo de tela. Con la cinta podrá sellar hendiduras de puertas
y ventanas hacia el exterior. La tela es para sellar la parte
baja de las puertas hacia el exterior.
La comunidad deberá organizarse para la realización de mingas
de limpieza de las quebradas altas, bajas, rejillas, sumideros
y otros sistemas de alcantarillado y evacuación de aguas lluvias.
LAS MASCARILLAS UNA FIEBRE EN LAS FERRETERIAS
Otro de los negocios que recibió gran afluencia de gente fueron
las ferreterÃas que, por lo cual se incrementaron
considerablemente sus ventas en tan solo siete horas de atención
al público.
El almacén de la cadena Kywi ubicado en el Centro Comercial
OlÃmpico registró un incremento del 400% en sus ventas de
mascarillas (el producto estrella de esta alerta naranja),
plásticos, linternas, pilas eléctricas y diversas clases de
cintas adhesivas. Los empleados aseguraron que las ventas fueron
mucho más altas en volumen que hace un año, cuando se decretó la
alerta amarilla.
Asimismo, FerreterÃa La Americana (en la avenida América) también
reportó un alza similar en la venta de cintas de embalaje,
mascarillas y gafas protectoras.
En ambos negocios también se informó de una venta considerable
de ponchos de agua, botas de caucho y materiales para la
recolección de ceniza de patios, techos y vidrios.
Pero las ferreterÃas debieron competir contra los vendedores
informales que salieron a las esquinas de la ciudad a vender
mascarillas a los transeúntes, pese a que sus productos no eran
los recomendados por la Defensa Civil.
Otro de los negocios que recibieron a una marejada de compradores
fueron las farmacias, que vendieron sobre todo medicinas y
botiquines de primeros auxilios y alcohol, También recibieron
clientes las gasolineras y los centros de expendio de gas
doméstico.
Al contrario de esta situación, los mercados municipales, el
aeropuerto de la ciudad y el terminal terrestre no manifestaron
un incremento inusual en sus actividades.(DIARIO HOY) (P. 4-B)