Quito. 05 sep 2001. La decisión se refiere al no cobro de una cartera por unos 141 millones de dólares. Algunas firmas vinculadas de los Isaías están allí.

Filanbanco le tiene que entregar la cartera (deudas) de 91 empresas (141,6 millones de dólares) al Grupo Isaías. Esto significa otro golpe a la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) que no ha tenido buenos resultados en los últimos juicios bancarios.

La jueza tercera de lo Civil del Guayas, Mercedes Bacilio, el 27 de agosto pasado, dictó sentencia en el juicio que iniciaron Intral Panamá y Seguros Rocafuerte, ex accionistas de Filanbanco, para recuperar, por esta vía, el capital que fue castigado cuando el banco pasó a manos del Estado, el 24 de noviembre de 1998.

Los demandantes argumentaron el art. 24 de la Ley de reordenamiento económico en el área tributario-financiera, que establece que los activos que hubiesen sido cubiertos total o parcialmente con el capital, y otros recursos de los ex accionistas, están en la obligación de devolverse a los ex dueños como pasó con los bancos La Previsora y Pacífico.

La mayoría de la cartera que tiene que entregarse está concentrada en créditos vinculados que tenía Filanbanco con empresas del Grupo Isaías: Ingenio La Troncal, Cablevisión, Josda, Bagno, Megagraf, Compañía Televisión del Pacífico, EICA Emilio Isaías CA Comercio y otras.

Pero también existen otras empresas que son los mayores morosos de Filanbanco, como Pesquera Jambelí.

Esta lista entregó Filanbanco para que se cubra el capital castigado de los ex dueños, en reemplazo de la que habían propuesto inicialmente los demandantes, que sumaban 392 empresas y un monto superior a los 375 millones de dólares.

Según la sentencia de la Jueza, los demandantes no pueden negarse a aceptar este paquete.

Para León Roldós Aguilera, rector de la Universidad de Guayaquil y experto en temas bancarios, esta resolución judical es una "bofetada" a la AGD, ya que se descuidó en defender sus activos que podían ser recuperados y trasladados a los depositantes. "No es posible que la AGD haya descuidado el proceso".

La decisión obliga a los funcionarios de Filanbanco a no tomar en cuenta esa cartera para empaquetarla en la subasta anunciada para el 8, ya que los únicos beneficiados serán los hermanos Isaías Dassum, a menos que no sea ratificada la sentencia.

Durante la semana de prueba del juicio civil, que terminó el 13 de agosto pasado, la AGD y Filanbanco no presentaron sus descargos. El Banco no acudió antes a una audiencia de conciliación para defender su interés. Y la sentencia del 27 de agosto no fue apelada por las partes, lo que "me sorprende si tanto reclamó la AGD y Filanbanco", dice la Jueza. Por eso el 3 de septiembre resolvió que la sentencia pase a consulta de una de las salas de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, que ratifique o no su fallo.

Bacilio argumentó el oficio SB-INJ-2001-0566 del superintendente de Bancos, Miguel Dávila, que determina antecedentes de devolución de activos a ex accionistas de otras entidades. Y adjuntó como prueba la grabación de las declaraciones de Dávila del 6 de agosto del 2001 en el Congreso, donde ratificó esa opinión.

De todas formas, ayer una fuente de la Superintendencia de Bancos dijo que el viernes la Junta Bancaria decidió la exclusión de activos de Filanbanco. Esto quiere decir que no se puede aplicar la sentencia de la Jueza.

Los activos se transferirán a un fideicomiso por no menos de seis meses. Luego, la Superintendencia verificará su valoración y podrá ofrecerlos en venta al sistema financiero.

La subasta genera escepticismo y rechazo

La banca privada está a la espera de los detalles de la subasta de activos y pasivos de Filanbanco. Sin embargo, se mostraron desinteresados en adquirir la cartera de dicha institución.

Fuentes bancarias señalaron que en el traspaso de cuentas a la banca privada "se trabajó intensamente con Price Waterhouse para buscar cartera buena. No sé qué otra cartera pueda ser interesante", dijo una fuente.

El interés de los banqueros se centra en los activos fijos, como edificios, oficinas, cajeros, equipos, etc.

Los banqueros creen que comprar créditos de Filanbanco es un negocio riesgoso, ya que su recuperación es muy conflictiva. "La prensa publicó las cartas de muchos deudores de Filanbanco y diciendo que ya pagaron. Ahora resulta que nadie debe y eso evidencia que el cobro será difícil".

El tiempo para conocer los activos a subastarse también es un limitante. No se conoce los paquetes ni el estado de los activos, la calidad, etc. Además, se conoce que la información de Filanbanco no es confiable y la cartera estuvo mal calificada. "No se sabe si hay documentos de respaldo".

Si la subasta no funciona, Filanbanco entrará en liquidación y esa figura preocupa a muchos, pues la garantía vigente cubre solo el 50 por ciento de los depósitos, con un mínimo de 8 000 dólares. Las empresas públicas tienen alrededor de 140 millones de dólares y lo más probable es que reciban bonos, pero solo sobre el 50 por ciento de sus depósitos.

Ahora, bajo la figura de la liquidación, Filanbanco podrá ejercer la coactiva para cobrar las deudas, lo cual pone nerviosos a muchos deudores.

En todo caso, la decisión de la subasta generó escepticismo entre la banca y el rechazo de las cámaras de la Producción de Guayaquil. Joaquín Zevallos, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, dijo que se está gestando un atraco a los clientes de la entidad. "Se hacen varios anuncios sobre el destino de los fondos pero constantemente se incumplen".

Pablo Baquerizo, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil dijo que han transcurrido más de 40 días del cierre de la institución y el proceso de devolución a los clientes está en el limbo. (Texto tomado de El Comercio)
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en Ciudad Quito

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