Por Roque Espinosa
Quito. 11.09.95. En medio de la turbulencia política que ha
caracterizado al país durante este período la economía ha
logrado estabilizarse, ha dicho, el Gerente General del Banco
Central, Augusto de la Torre. En una larga entrevista
exclusiva para Economía de HOY, también se refirió a otros
aspectos relacionados con la "agenda" del gobierno actual

Principales directrices

La estabilización económica que es el esfuerzo de gestión que
ha obtenido los más importantes resultados dentro del régimen
se ha orientado básicamente a: disminuir la inflación y
revertir la tendencia que se observa en el Ecuador a partir
del año 1982; consolidar la balanza de pagos; mejorar la
reserva monetaria del país; lograr un crecimiento de la
economía pese a la introducción de medidas de estabilización
que, casi siempre, son recesivas.

El crecimiento aunque limitado, ha sido más que nada
cualitativo y se ha logrado mientras bajaba la inflación, no
se debilitaba la balanza de pagos, y se producía una elevación
del salario real. Este crecimiento ha sido posible en
condiciones diversas a las que se observan en el pasado:
mientras caen los precios del petróleo que, históricamente,
han condicionado la evolución del resto de indicadores
económicos, por un lado, y; por otro, mientras se produce un
descenso de la deuda pública como porcentaje del PIB. Por lo
tanto, en una situación económica de equilibrio que se
inscribe dentro de las perspectivas del Plan Brady.

Novedosa gestión económica

El equilibrio se ha logrado a través de una gestión monetaria
y cambiaria novedosa. Esta gestión se ha fundado en la
racionalización de las tasas de interés, abandono del uso del
encaje bancario, desmantelamiento de las restricciones
cambiarias. En lugar de los controles se ha logrado una
liberalización del manejo monetaria y cambiario por parte del
Banco Central, mediante la instrumentación de las mesas de
dinero y las subastas de bonos. Al respecto, se debe señalar
-dijo de la Torre- que la nueva Ley del Banco Central expedida
por el gobierno anterior, creó las condiciones para modernizar
la gestión del instituto emisor. Las reformas introducidas
durante la administración de Borja permitieron, efectivamente:

1. independizar al Central del fisco, en el sentido de
impedirle conceder crédito al Estado;

2. trasladar el crédito de desarrollo al Banco de Desarrollo,
lo cual le permitió enfocar mejor sus funciones;

3. crear las posibilidades para desmantelar las restricciones
cambiarias.

Mercado unificado

Dentro de una situación legal radicalmente distinta a la del
gobierno anterior, el Banco Central ha podido moverse con
tasas de interés más flexibles que le han permitido cumplir
con el esquema de bajar la inflación y lograr la estabilidad
cambiaria. Gracias a la creación de la mesa de cambios se ha
logrado, además, unificar el mercado introduciendo bandas de
flotación, con un techo y un piso, en el que el cambio se ha
movido sin restricciones dentro de la banda definida por las
autoridades monetarias. La definición de las bandas ha
permitido controlar, efectivamente, la volatilidad cambiaria,
la que combinada con el ajuste y el control del gasto público,
han contribuido a bajar la inflación.

Un esquema no monetarista

El esquema adoptado por las autoridades ecuatorianas no puede
ser considerado como monetarista, ha resaltado el gerente del
Banco Central. Se trata de un esquema particular, a caballo
entre distintas posturas, que se ha fundado en dos criterios
básicos. Por un lado, no existe una demanda estable de dinero.
Por otro, que en economías abiertas, el crédito más el cambio,
y no la masa de dinero en circulación, determina la cantidad
de está en manos de los agentes económicos.

Hasta ahora el esquema ha funcionado, pero ha tenido que
enfrentar dos dilemas fundamentales: las tasas de interés que,
en la práctica, se han tornado más volátiles porque asimilan
las incertidumbres del país, y; la apreciación del tipo de
cambio. Con el objeto de enfrentar satisfactoriamente estos
dilemas, las autoridades monetarias, han flexibilizado la
banda y han tratado de controlar el tipo de interés,
especialmente, a través de la cámara de compensación.

Pérdida de competitividad

La meta de bajar la inflación definida al inicio de la actual
administración ha tenido sus costos. Estos costos han estado
asociados a la estrategia asumida por el gobierno y las
autoridades monetarias para lograr alcanzar efectivamente este
objetivo central. Dicha estrategia ha llevado a una
apreciación real del tipo de cambio que, momentáneamente, ha
tornado a la producción nacional menos competitiva. Pero, si
no se ha optado por esta estrategia era porque mantener un
tipo de cambio real alto -tal como se intentó en el anterior
gobierno- tenía, a su vez, dos costos más graves : no se
lograba bajar la inflación, y el tipo de cambio se convertía
en un desestímulo para la inversión.

Romper la inercia

La estrategia económica actual ha permitido romper la inercia
a la que el país ha estado abocado: o se mantiene un tipo de
cambio real o no se puede bajar la inflación. La apreciación
del tipo de cambio, obviamente, ha dado paso a que se
incrementen las importaciones pero, sin necesidad de
instrumentar más controles. Las importaciones se han ido
ubicando dentro de los límites de la capacidad de compra del
país, en especial en insumos y bienes de capital. En la
práctica, esto ha significado que no se ha producido un
déficit en la cuenta corriente exterior como podría haberse
esperado. Por lo demás, hay que destacar -ha dicho el Gerente
del Banco Central- que las exportaciones ecuatorianas se han
recuperado, y que las no tradicionales se han triplicado
durante el período.

Resultados positivos

Analizando los resultados del programa económico, a través de
los principales indicadores macroeconómicos, se puede decir,
ha señalado el Gerente del Banco Central, que los resultados
obtenidos han sido positivos. El comercio exterior ha crecido
y en niveles aceptables. La cuenta de capitales está bien, y
no es tan volátil como en otros países. La inversión
extranjera ha crecido en 800 millones de dólares por año,
siendo la inversión destinada al sector petrolero el 60% y un
40% a repatriación de capitales, pudiendo considerarse como
capitales especulativos, menos de un 20% del total.

Otros logros

No obstante, conviene relievar otros logros del plan económico
actual. El más importante es el acuerdo de la renegociación de
la deuda dentro del marco del Plan Brady. Especialmente,
porque es el mejor paquete alcanzado en América Latina; se lo
ha hecho en buenas condiciones, con profesionalismo, lo que ha
permitido recuperar la credibilidad y el acceso a capitales
frescos.

Los éxitos del Plan Económico han permitido, además, recuperar
imagen en el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco
Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al
respecto, hay que señalar que, por primera vez, el FMI ha
concedido al Ecuador un crédito de ajuste estructural, para
profundizar las reformas.

Otros puntos de la agenda

La estabilización -ha señalado Augusto de la Torre- ha sido
como poner los cimientos de la casa, pero no ha sido
suficiente. Se deben emprender otras acciones. Se debe dar
continuidad al programa económico iniciado pero, más que nada,
se deben completar los puntos de la agenda que fueron
esbozados al inicio de la actual administración. Dichos puntos
fueron:

1. estabilización económica;

2. reforma jurídica estructural;

3. reforma institucional que incluye reforma del Estado y del
Banco Central;

4. Reforma política.

Sobre la estabilización se ha señalado que ha sido el más
importante logro del gobierno. Respecto de la reforma jurídica
estructural que buscaba modificar el marco jurídico del estado
y la sociedad, el gerente del Banco Central, ha señalado que
se ha avanzado bastante, pues, se han logrado aprobar diez u
once leyes esenciales. Entre ellas, la Ley de Modernización,
la Ley de Desarrollo Agrario y, últimamente, la Ley de
Telecomunicaciones. En este campo se puede decir -ha indicado
el funcionario- que el gobierno "ha sacado buenas notas".

En relación de los cambios institucionales en los que se
incluyen las reformas al Banco Central, la Ley del Mercado de
Valores, la Ley de Presupuesto, se debe reconocer que los
resultados han sido limitados. A partir de la expedición de la
Ley de Modernización los resultados han sido, más bien,
magros. No se ha hecho mucho al respecto; quedan cosas
pendientes. La razón de esta situación es que la reforma
institucional es lo más duro de toda la gestión
administrativa.

Sobre la reforma política no se ha avanzado. Es un tema que
queda pendiente y que es necesario enfrentarlo. Debe, en todo
caso, tratar de responder a una pregunta esencial que
generalmente se hacen los inversionistas: ¿es posible la
reforma política dentro de los límites que impone el sistema
democrático?.

Temas incompletos

El Gerente del Banco Central ha señalado que quedan algunos
temas incompletos, que el gobierno no los ha enfrentado o que
simplemente no ha estado en condiciones de hacerlo. El más
importante es la falta de integración de los problemas
sociales a la política económica. Además, han quedado
pendientes asuntos como la reforma de la educación, la que,
probablemente, debería descentralizar el manejo de las
escuelas, como sucede en Chile. También es necesario llegar a
las reformas al sistema de salud y seguridad social en la que
los esfuerzos del gobierno se han entrampado. Finalmente, se
debe avanzar hacia el desarrollo de propuestas sociales de
vivienda que son un arma que tiene un alto efecto
multiplicador a nivel del empleo y de las condiciones de vida
de una sociedad. (Revista Economía)(pg.4)
(Diario Hoy)
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en Ciudad N/D

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