Quito. 10 may 97. Hace apenas unos meses, pocos en Zaire
habrÃan reconocido el nombre de un tal Laurent Desiré Kabila.
Después de todo, habÃan pasado casi 20 años desde que se oyó
hablar por última vez del actual lÃder de la Alianza
Democrática de Fuerzas de Liberación de Congo-Zaire, que hace
siete meses inició una rebelión en el este del paÃs y hoy
tiene bajo su poder más de dos terceras partes de su
territorio.
A los 58 años, Kabila está a punto de llegar a la capital,
Kinshasa, de donde el presidente, Mobutu Sese Seko, se resiste
a salir, pese a la amenaza de la ocupación rebelde, a un
cáncer de próstata que lo consume visiblemente y al abandono
de sus otrora socios: las transnacionales mineras y EEUU, que
durante la Guerra FrÃa lo utilizó como un aliado contra la
"comunista" Angola.
Tuvieron que pasar más de 30 años para que Kabila viera el
poder tan de cerca.
Rebelde a tiempo completo
A inicios de la década del 60, el actual Zaire acababa de
independizarse de Bélgica y sufrÃa una guerra intestina,
generada por disputas separatistas.
Por esos dÃas, Kabila, nacido en Ankoro -al norte de la rica
provincia minera de Katanga- culminaba sus estudios de
filosofÃa en Francia. "Fascinado con el marxismo, se convirtió
en miembro de la Asamblea del Norte de Katanga y en seguidor
de Lumumba", cuenta Alfonso Armada en un artÃculo publicado
por el diario español "El PaÃs". Patrice Lumumba, lÃder de la
causa independentista asesinado por fuerzas belgas.
El joven rebelde se mantuvo en la pelea en 1964 y, en 1965,
recibió un breve y no muy exitoso apoyo de su Ãdolo, Ernesto
Che Guevara. Aupado por fuerzas externas convencidas de que
era el único hombre capaz de instituir el orden en el paÃs, el
general Mobutu se hizo del poder en noviembre del 65, y allÃ
se mantiene hasta hoy.
Pero para Kabila la revolución no habÃa terminado. En 1967
fundó el Partido Revolucionario del Pueblo (PRP), asentado
cerca del lago Tanganica y con un brazo armado, las Fuerzas
Armadas Populares. Después de haber secuestrado a cuatro
estudiantes norteamericanos en 1974, para canjearlos por 30
militantes del PRP, Kabila desapareció y hasta se pensó que
habÃa muerto pero, posiblemente, estaba recibiendo
entrenamiento en la Unión Soviética.
En 1980 formó un nuevo frente y no se supo más de él hasta
octubre pasado, cuando inició en el este del paÃs su exitosa
revolución.
¿Llanero solitario?
Kinshasa está cada vez más cerca pero, aunque los poderes
externos ya no quieren a Mobutu en el poder, tampoco ven en
Kabila al santo de su devoción.
A los rebeldes se les acusa de haber cometido crueldades
contra los refugiados hutus ruandeses -expulsados de sus
campamentos en el este de Zaire por la revolución- y de
imponer en las zonas conquistadas la existencia de un solo
partido: el suyo.
Kabila, el eterno rebelde, es el único lÃder zaireño que nunca
plegó al poder central instaurado por Mobutu, a diferencia de
todos los opositores actuales que, sin excepción, participaron
en gobiernos y ocuparon altos cargos durante los 31 años de
régimen de partido único.
Sin embargo, el mundo se pregunta ahora quÃén está detrás de
Kabila, quién lo apoya o lo maneja.
Voces crÃticas africanas afirman que, asà como Mobutu fue
utilizado en su momento, Kabila es también hoy un objeto de la
manipulación de las empresas trasnacionales (muy interesadas
en la riqueza mineral zaireña), ansiosas de un cambio.
El Gobierno zaireño, por su parte, insiste en que Kabila sirve
a los intereses de Ruanda, Burundi y Uganda, paÃses gobernados
por tutsis (etnia que rivaliza con los hutus). De hecho, al
expulsar a los refugiados hutus del este de Zaire, los
rebeldes desarticularon a los grupos subversivos que, según
esas tres naciones vecinas, se armaban y organizaban ataques
desde los campamentos de refugiados. La meta mayor de la
revolución, según esta hipótesis, serÃa constituir en la
región un reino tutsi unificado.
LA GRAN DECEPCION DEL CHE
En 1965, Ernesto Che Guevara llegó a lo que entonces se
llamaba Congo con 100 soldados cubanos. "La idea del Che era
utilizar la zona liberada bajo control de las fuerzas de
Kabila como epicentro de una revolución continental", explica
"El PaÃs".
Según un artÃculo publicado en "Newsweek" por el mexicano
Jorge Castañeda, en un diario que escribió durante su estadÃa
en Africa, el carismático revolucionario argentino muestra
varias veces la frustración que le provocaba Kabila.
"Todos los dÃas se repetÃa la misma historia; Kabila no ha
llegado hoy pero estará aquà mañana, y si no, pasado mañana...
Desde tiempos inmemoriales no ha puesto un pie en el frente...
Nada me conduce a creer que es el hombre de la hora. Deja que
se le pasen los dÃas sin preocuparse por otra cosa que peleas
polÃticas internas, y es demasiado adicto a las mujeres y la
bebida... Si alguien me preguntara si hay un individuo en el
Congo que podrÃa convertirse en una figura nacional, no podrÃa
responderle afirmativamente", recoge Castañeda.
Incluso ex compañeros de lucha del Che, que han calificado el
capÃtulo de Africa como "la historia de un fracaso", afirman
que el lÃder rebelde describió a las fuerzas de Kabila como un
"ejército de parásitos". "No trabajaba, no se entrenaba, no
luchaba; exigÃa a los habitantes que lo abastecieran y que
trabajasen para él, a veces en condiciones muy duras",
escribió el Che en sus apuntes. Al cabo de seis meses, él y
sus hombres se marcharon, hastiados.
Laurent Kabila, sin embargo, no ha dado demasiada importancia
a estas revelaciones. "Si estaba decepcionado, no me lo dijo.
Los paÃses son distintos, todas las revoluciones no tienen el
mismo objetivo", señaló en enero pasado, en una entrevista.
CORRUPCION
-El rápido avance de la Alianza rebelde se ha visto facilitado
por el propio Ejército. Sin pago desde hace años y
acostumbrados a vivir de la extorsión y el pillaje, en muchos
casos, apenas tienen noticias de que los rebeldes se acercan,
los soldados zaireños saquean las ciudades y luego las
abandonan a su suerte.
-Zaire se ha empobrecido durante estos últimos 31 años, pero
no ha ocurrido lo mismo con su presidente. Para 1992, la
fortuna de Mobutu (propietario de villas y castillos europeos)
se calculaba en 1000 millones de dólares, un patrimonio que lo
ubicaba entre los cinco jefes de Estado más ricos del Mundo.
EEUU calcula que su fortuna supera a la deuda externa zaireña.
-Laurent Kabila ha usado el dinero de los bancos de Goma y
Bukavu (ciudades del este de Zaire) para pagar a sus hombres y
a los funcionarios civiles. "Eso ha acabado por granjearle el
apoyo de la población local, harta de los abusos, la violencia
y el robo reiterado de la gente de Mobutu", dice "El PaÃs".
(DIARIO HOY) (P. 10-A)
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Publicado el 10/Mayo/1997 | 00:00