Quito. 28 may 97 .- Hay alrededor de 103 mil pensionistas. En los
últimos años se registró un incremento de la esperanza de vida,
pero sus condiciones no mejoran.

Inconformidad es la palabra que se volvió recurrente en los temas
de conversación de los jubilados. Los abuelos, mientras hacían
las acostumbradas filas en la Caja del Seguro Social, en el
Hospital Carlos Andrade Marín y en la Dirección de Gerontología,
solo hablaban del alza en sus pensiones.

La mayoría se refirió al aumento con un tradicional dicho que
ilustra la situación: "del lobo un pelo". Frases como: "algo es
algo, por lo menos el IESS no nos abandona" y "al menos no se
olvidan de los viejos, aunque la pensión resulta ofensiva",
sintetizan el pensamiento frente al insignificante incremento.

Para la mayoría el alza del 22 por ciento en sus pensiones
mensuales y los 20 mil sucres al costo de vida no representa una
pensión digna. La jubilación es la figura de protección para un
trabajador frente a riesgos, invalidez y vejez. En el país están
protegidas 103.154 personas que superan los 60 años de edad.

El Seguro de Pensiones fue creado como capitalizador de las
reservas de los afiliados que después serán pensionistas, pero
los fondos de reserva se han trasladado para cubrir salud y
seguro campesino y maternidad. Esta es la primera razón para que
las pensiones de los jubilados sean bajas.

Hay un desgaste en las reservas, la crisis de la entidad lleva
a vislumbrar un panorama incierto que pone en riesgo las
pensiones de aquí a 10 años, tal vez menos, según explican los
expertos.

En promedio, tomando en cuenta la pensión mínima, 40 afiliados
mantienen a un jubilado, que además tiene acceso a la atención
médica: fármacos, consultas y cirugías que no son descontadas de
las pensiones. Además está el servicio que la Dirección de
Gerontología, con una cobertura de 17 mil jubilados.

Francisco Peña, director de la Asesoría Matemático Actuarial del
IESS, señala que las causas del desfinanciamiento del IESS tienen
que ver con la creación de nuevos beneficios económicos sin la
contrapartida de los recursos. Por ejemplo, las pensiones décimo
quinta, sexta y compensación de costo de vida no tienen
financiamiento, al igual que incrementos como este último. Todo
esto le toca cubrir al bolsillo del IESS.

Otra forma de desfinanciamiento es la mantención del Seguro
Campesino, cuyos afiliados aportan con el 1 por ciento del
salario mínimo vital. Es decir 950 sucres, a cambio el IESS les
entrega atención médica para toda su familia.

Otra causa es la falta de pago en la contribución del Estado del
40 por ciento de las pensiones pagadas, que no han sido cubiertas
desde 1985 y que actualmente rebasa los tres billones de sucres.

Se teme que de aquí a 10 años se terminarán las pensiones y
beneficios.

A esta problemática se suma la evasión patronal. Para Dolores
Chávez, jefa del Departamento de Inspección Patronal, la crisis
se debe en gran medida al mal manejo de las políticas salariales
y a la falta de afiliación.

"No hay una cifra de cuántos patronos y empleadores evaden la
afiliación, pero lo cierto es que en los últimos años por el
subempleo del país que llega al 55 por ciento, hay menos
afiliados".

El panorama expuesto se complica por el incremento en la
esperanza de vida. Para los hombres es de 65 a 70 años y para las
mujer, va de 70 a 75.

La recreación cuenta

Mariana López se desempeñó como maestra durante 38 años. Tiene
cuatro hijos, 10 nietos y tres bisnietos. Para ella la subida no
es significativa, pero se siente compensada con los servicios que
ofrece la Dirección de Gerontología. Ella acude al curso de
gimnasia.

Georgina Silva tiene 76 años, 35 años de su vida fue maestra,
ahora está dedicada a escribir, participa en el taller literario.
Tiene publicados cinco libros.

Simón Castro de 76 años es uno de los que se favorece de este
servicio gerontológico que ya tiene 11 años. Para él es la mejor
terapia para soportar la vejez y olvidar la depresión.

Hay 159 talleres que mantienen activos a los abuelos: tai chi,
pintura, gimnasia, literatura, jardinería, sexualidad... Pero el
proyecto más interesante es el de turismo dentro y fuera de la
ciudad.

En Quito la cobertura de los talleres llega a 4.000 pensionistas.
Se acaban de crear los clubes de diabéticos y de hipertensos.
Otro de los servicios es la asistencia a domicilio a ancianos
maltratados y abandonados. 25 reciben ayuda en Quito en este
sistema.

SU ORGANIZACION

La Confederación * Esa es la máxima instancia organizacional de
los jubilados en el país. Está conformada por los presidentes de
las federaciones provinciales.

Las federaciones * Cada federación tienen en su interior las
asociaciones de jubilados. Las federaciones están en: Pichincha,
Cotopaxi, Bolívar, Chimborazo, Tungurahua, Guayas, Los Ríos,
Manabí, Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Azuay, Cañar, El Oro, Loja
y Zamora.

Las asociaciones * La integran los jubilados de las empresas como
Emetel, Ferrocarriles, La Internacional, la de los maestros, la
de Aztra... En Carchi cuatro, Imbabura siete, Pichincha 20,
Cotopaxi cuatro, Los Ríos una, Zamora una, Tungurahua cuatro,
Bolívar tres, Chimborazo 10, Cañar cinco, Azuay seis, Loja cinco,
Esmeraldas tres, Manabí 9, Guayas 19, El Oro 9. (Texto tomado de
El Comercio)
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