El matador de toros español César Jiménez fue el triunfador del sexto festejo de Feria, al desorejar por partida doble a un gran toro de Huagrahuasi, en una tarde en la que también destacaron la maestría de Enrique Ponce y la dignidad del ecuatoriano Diego Rivas, que cortó una oreja al toro de su alternativa.
Se lidiaron seis reses de Huagrahuasi de correcta presentación y desigual comportamiento. En conjunto, el encierro cumplió en el tercio de varas y propuso una lidia de distintos matices de bravura, teniendo el denominador común de la calidad y la escasez de fuerzas. Se destacaron por su comportamiento los corridos en primero, quinto y sexto lugares.
El latacungueño Diego Rivas, de blanco y oro, se convirtió en matador de toros de manos de Enrique Ponce. La responsabilidad de tan señalado día no afectó al espada que cumplió una sólida actuación. Con su primero, Gordito, de 453 kilos, ejecutó una labor en la que conjuntó el valor y la seguridad. A las verónicas y chicuelinas del saludo capotero le siguieron intensos derechazos en los que aprovechó las nobles embestidas del toro, al final se adornó con lacernistas y cobró una estocada entera que dio lugar al mayoritario pedido de una oreja, finalmente concedida. En el sexto, Grosero, de 540 kilos, su labor se limitó a recibir al ejemplar de rodillas, prender sin mayor lucimiento las banderillas y esbozar una faena de muleta que se truncó, pues el bravo ejemplar se partió la mano izquierda, obligando al torero a matar con rapidez.
Anduvo sin suerte Enrique Ponce en la tarde de su segunda presentación en Quito. La mala fortuna del valenciano se presentó al malograr con la espada una pulcra faena de muleta y al sortear como segundo un manso que no le ofreció opción alguna.
Ponce supo diagnosticar primero y recetar después la faena adecuada a Gobernante, de 515 kilos. El cuidado de las reducidas fuerzas de la res determinó que tras las tres series iniciales las embestidas surgieran, y con ellas, Ponce edificara una faena rítmica y pausada, penosamente malograda con el acero. Escuchó una gran ovación.
César Jiménez cuajó una faena completa con el quinto, Cochambroso, de 522 kilos, un toro notable, pronto y repetidor que le permitió al torero lances precisos a la verónica y ceñidas chicuelinas. La tarea muletera arrancó con las dos rodillas en tierra y continuó con series de largos muletazos correspondientes a las prestaciones del astado. Apuntamos tres estupendas series de planta firme y mano baja por cada uno de los pitones, los consabidos adornos de hinojos antecedieron a una estupenda estocada que tiró al toro sin puntilla y supuso el corte de las dos orejas con la posterior salida en hombros, mientras el bravo animal recibió los honores de una vuelta al ruedo. En las cuadrillas, se destacaron Pablo Santamaría y el español Mariano de la Viña, en la brega, y Milton Calahorrano a la hora de las banderillas.
El año triunfal de cesar Jiménez
Al término de la temporada española el diestro español César Jiménez se colocó a la cabeza de las estadísticas como el matador de toros que más corridas acumuló. Ese liderazgo en las estadísticas se basó en la regularidad mantenida en la exigente y dura campaña. La racha triunfal de Jiménez continuó ayer en Quito: instrumentó una vibrante faena con la que cortó dos orejas y abrió la puerta grande de la Plaza de Toros.
DESDE EL BURLADERO
Ayer fue un día especial para el latacungueño Diego Rivas que, vistiendo un traje blanco y oro, con fajín y corbatín rosa, tomó la alternativa como matador de toros de manos del maestro Enrique Ponce. Un lleno hasta la bandera registró el aforo de la Plaza de Toros Quito.
Fue muy emotiva la ceremonia del doctorado de Diego Rivas, quien lucía un traje nuevo confeccionado una parte en México y la otra en el Ecuador.
Un minuto largo e interminable duró el abrazo que se dieron Diego Rivas y su padre, Jaime Rivas, a la hora en que el flamante torero le brindaba la lidia y muerte del toro con que se graduaba como matador de toros.
El maestro Enrique Ponce entregó los trastos de matar al ecuatoriano Diego Rivas, teniendo como testigo al español César Jiménez.
Al término de la faena con que se graduaba como matador de toros, Diego Rivas le cortó una oreja a Gordito, de Huagrahuasi. Al momento de la vuelta al ruedo, unas tres docenas de rosas arrojaron los aficionados a los pies del matador que lucía una amplia sonrisa.
El picador Carlos Tapia, en el sexto de la tarde, que le correspondió en suerte a Diego Rivas, sufrió un tumbo que le obligó a ser traslado en camilla a la enfermería. Luego se conoció que tenía un esguince en el tobillo izquierdo. (XP)
La Feria de Quito entra en su etapa final
El 5, 6 y 7 de diciembre se completarán las nueve tardes del abono del presente año
La Feria de Quito entra en su recta final. Atrás han quedado ya dos tercios del ciclo taurino, los tres festejos finales complementarán las nueve tardes del abono del presente año. La serie de espectáculos taurinos arroja aleccionadores resultados en cuanto al comportamiento de los toros y novillos que en él se han lidiado, la actuación de los diestros, la respuesta del público y la gestión empresarial.
El grupo de los destacados es encabezado en forma incontrastable por el maestro español Enrique Ponce, señera figura del toreo y eje del ciclo quiteño. En un escalón más abajo se alinea el resto de la tropa de toreros que se ha presentado en el ruedo capitalino. Sin embargo, también lograron trascender Cartagena, Albán, "El Fandi", Manzanares y Jiménez, como importante resultó el doctorado del ecuatoriano Rivas.
El saldo ganadero no ha tenido los números favorables que se esperaban, más allá de la actitud de varios novillos y toros importantes que derrocharon bravura y calidad en cada una de las instancias de la lidia. Pese a ello, algunos hierros reflejaron un inquietante bajón en los niveles de raza de sus productos, situación que reclama generosos correctivos a la hora de la selección.
Restan por lidiarse la novillada de hoy con la divisa de Triana; la corrida de mañana formada por ejemplares de Santa Coloma y Campo Bravo, y la tarde final de Triana y Huagrahuasi. (SAC)
La novillada, con actores de primera línea taurina
Los españoles Javier Solís y Sergio Marín esperan agradar hoy a la afición quiteña
En cuanto a los coletas que serán los actores de primera línea de los tres capítulos finales, encontramos hoy a los novilleros españoles Javier Solís y Sergio Marín y al ecuatoriano Pablo Santamaría.
El rejoneador Andy Cartagena se despide hoy de la afición quiteña. Se reunirá en el ruedo con su paisano Juan Diego y el local Juan Pablo Díaz. Finalmente, Eduardo Dávila Miura, Matías Tejela y Carlos Yánez bajarán el telón de la anual cita taurina. (SAC)