Quito. 19 de abril de 1997
Como si fuera insulto
"indio" me llaman
Yo fui Señor de Llauto y Cetro.
Ni un pájaro bogaba, ni Germinación mecÃase
sin mi Orden.
Andas y Ajuar a diario tuve de Oro.
El MaÃz y la Tierra mis propiedades eran:
y todo me quitaron.
Mis hombres adultecÃan El Infinito al Sol:
y ahora están en polvo.
Hoy la tierra no es MÃa, y hasta el ladrón me venden.
Bandera fui en Pichincha,ClarÃn en Carabobo;
en JunÃn y Ayacucho Lanza y Fusil sembré
e "indio" aún me aúllan
aquellos que hice libres.
Hombre Ecuménico Soy: Cimiento, Torre, Iglesia,
la Mina, la Nación, el Código y la Patria...
de mis manos se nutren y por mis Pies caminan
en GeografÃa MÃa: que en su sangre llevan
y aún me insultan de indio
Gonzalo Humberto Mata
(ecuatoriano)
Desde mucho más antes de 1940, en que el I Congreso
Indigenista Continental reunida en Pátzcuaro, Michoacán,
República Mexicana, mediante oportuna resolución exhorto a los
gobiernos y comunidades de América a estudiar y tratar de
resolver la angustiosa realidad que atentaba para entonces
contra la gran masa indÃgena del continente, ya hubo bastante
preocupación para erradicar o por lo meos amenguar los
problemas de discrimen, explotación y hasta de exterminio que
sufrÃan estos habitantes de la tierra americana.
Por fortuna, estas iniciativas prepugnadas por el encuentro de
lÃderes indÃgenas en 1940, con plena vigencia desde 1976, han
logrado crear conciencia en magistrados, estadistas y
ciudadanos en general de las distintas naciones de América,
que hoy se observa la intensificación de polÃticas de respaldo
y de cambio de actitudes a la causa del indio, quien insiste
en la demanda de respeto para sus valores históricos, sociales
y culturales en serio peligro de extinción ante la seria
arremetida de influencias extrañas y harto nocivas.
La celebración del DÃa Panamericano del Indio, fijada para el
19 de abril de cada año, abre entonces una renovada
oportunidad para evaluar los programas de apoyo que ya no
incluyen solamente a las autoridades y ciertos organismos
gubernamentales, sino a los mismos indÃgenas convertidos en
protagonistas de primera lÃnea, precisamente gracias a la
organización con que ahora cuentan y a la preparación de sus
lÃderes y de quienes forman sus bases.
IMPACTOS DECISIVOS
Si bien es cierto que no todo fue malo como consecuencia de la
conquista y colonización acometidas por los españoles,
especialmente, resulta indiscutible que estas etapas trajeron
consigo el abuso, el menosprecio y otras tantas vicisitudes
que causaron daño en el ánimo del habitante indÃgena del
continente.
Cuando se hizo más intensa la venida de conquistadores y
colonizadores desde octubre de 1492, América ostentaba
orgullosa grandes culturas como la maya, azteca e inca, que
dicho sea de paso acusaban un importante Ãndice demográfico.
Y aunque la población del litoral caribeño y sudamericano
junto a las extensas sabanas del rÃo de La Plata era algo
menor, lo anterior y esto nos llevan a admitir que en esa
época los pobladores sumaban entre los 10 y 15 millones, una
cifra considerable para imaginarnos la proyección a través de
los siglos.
PRESENCIA DE SIEMPRE
En medio de los diferentes teatros ecológicos representados
por selvas, montañas, desiertos, etc., en América hubo una
estimable población indÃgena que afianza su presencia hasta
nuestros dÃas.
Bolivia, Perú, Guatemala, Ecuador, Honduras y México son
anciones de un considerable porcentaje de elemento indÃgena,
asà como lo son Panamá, Nicaragua, Guayana, Guyana Francesa y
Chile.
PaÃses con bajo número de población indÃgena son: Brasil,
Jamaica, HaitÃ, Colombia y Paraguay; asimismo Costa Rica,
Argentina, Puerto Rico, república Dominicana, Venezuela, Cuba,
Estados Unidos y Canadá en su orden.
Los indÃgenas de Bolivia sobrepasan a la población blanca y
mestiza; en el Perú, en cambio, están en la mitad de los
blancos y mestizos.
SITUACION ACTUAL
El antropólogo peruano José Matos Mar sostiene que en la
actualidad los pueblos indios representan una minorÃa que
fluctúa entre el 5 y 6% de la población total de América,
destacando eso sà que en los casos de Perú, Bolivia, Guatema y
Ecuador constituyen poblaciones significativas que oscilan
entre el 30 y 40% del total nacional.
En su largo ensayo publicado a propósito del V Centenario del
Descubrimiento de América, el mismo autor revela que a pesar
del peligro de extinción eminente que amenaza a numerosas
etnias minoritarias del continente, la tendencia al
crecimiento del conjunto de los pueblos indios es cada vez
mayor.
Añade el investigador que la población indÃgena de México,
Perú, Bolivia, Guatemala y Ecuador, mermada seriamente por la
conquista, en los siglos XVI y XII, resultó diezmada por las
epidemias y la brutal explotación colonial manteniendo un
reducido volumen de habitantes hasta fines del siglo XVIII.
Desde entonces, hasta avanzada el siglo XX, se produjo una
lenta recuperación, que con ayuda del avance cientÃfico y
tecnológico se redujo la mortalidad y amplió las expectativas
de vida. Mantos Mar en otro capÃtulo de su interesante
trabajo, ratifica que los pueblos indios se distribuyen en
todo el ámbito americano y mantiene una notable y fuerte
presencia histórica, social y cultural, pese a que no existe
una relación completa de las actuales etnias aborÃgenes
americanas, porque solo en América del Sur se estima que hay
aproximadamente más de 400, la mayorÃa de las cuales conserva
sus idiomas, y muchos de estos tienen una serie de variedades
dialectales.
CASO ECUATORIANO
De las nacionalidades indÃgenas que se asientan en territorio
ecuatoriano hay que citar entre otras a las siguientes: awa
(coaiquer), chachis, tschátchilas (colorados), siona-secoya,
cofanes, huaoranis, shuar-achaur, y las numerosas agrupaciones
de los quichuas de la sierra (otavalos, natabuelas, caranquis,
salascas, pÃllaros, chibuleos, quisapinchas, guanujos,
vinchoas, simiagtus, guanujos, vinchoas, simiagtus, etc).
Estas y otras etnias o nacionalidades ubicadas en diferentes
provincias cumplen y lideran un papel preponderante en el
quehacer cotidiano del Ecuador actual, que ve que sus núcleos
humanos van por los caminos del resurgimiento mientras afirman
sus raÃces culturales y ayudan a recobrar el espacio que se le
habÃa escamoteado al indio, merecedor de un rol que esté
estrictamente de acuerdo con su ancestral derecho.
Sirva, pues, la celebración del DÃa del Indio para augurar los
mejores alcances de participación del indigenado americano en
la vida de sus pueblos.
VOTOS DEL PRIMER CONGRESO INDIGENISTA REUNIDO EN PATZCUARO,
MICHOACAN, MEXICO, EN 1940
Se recomienda
Primero: Que los gobiernos de los paÃses americanos
establezcan el DÃa del Indio, dedicado a estudiar en todas las
escuelas y universidades, con criterio realista, el problema
del indio actual.
Segundo: Que los paÃses de América adopten el 19 de abril
como DÃa Panamericano del Indio, para conmemorar la fecha en
que por primera vez se reunieron los delegados indÃgenas al
Primer Congreso Indigenista Panamericano en la Posada de don
Vasco de Quiroga en Pátzcuaro, Michoacán, Republicana
Mexicana, y en consecuencia invita a los pueblos y gobiernos
de América a participar en esa celebración.
LIDERES DE LA LUCHA INDIGENA EN AMERICA
EN LA LARGA LISTA DE VALORES QUE LUCHARON POR LA
REIVINDICACION DE SU GENTE FIGURAN:
Anacaona- Santo Domingo- HaitÃ
Abayuba- Uruguay
Atlacatl- El Salvador
Cauhthémoc- México
Caupolicán- Chile
Calarca- Colombia
Camarao- Brasil
Carabito- Costa Rica
Enriquillo- República Dominicana
Guaycapuro- Venezuela
Jumandi- Ecuador
Lautaro- Chile
Lambere- Paraguay
Lempira- Honduras
Nicarao- Nicaragua
Rumiñahui- Ecuador
Sequoyah- Estados Unidos
Túpac Amaru- Perú
Tecum-Umán- Guatemala
Tehuelche- Argentina
Túpac Catari- Bolivia
Urraca- Panamá
Otros grandes rebeldes por la causa indigenista fueron:
Caonabo, Enrique Guarocuya, Agueybana, Hatuey, Cemaco,
Tisquesuza, Aracare, Yaracuy, Cordúa, Sempe, Fernando
Daquilema, entre muchos más. (Texto tomado de El Universo)
(Pág. 12).
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Publicado el 19/Abril/1997 | 00:00