Quito. 22 abr 97. Seis meses después de que la rebelión se
iniciara en el este de Zaire, más de la tercera parte del paÃs
-incluyendo la segunda ciudad más importante, Lubumbashi- se
encuentra en poder de la Alianza de Fuerzas Democráticas para
la Liberación de Congo-Zaire (AFDL).
El sábado, Laurent Desiré Kabila, lÃder de los rebeldes,
afirmó ante 20 mil personas que su cruzada no parará sino
hasta llegar a la capital, Kinshasa. Nunca como hoy se ha
visto tan cerca la caÃda del general Mobutu Sese Seko, quien
ejerce la presidencia del paÃs desde hace 31 años.
Desde finales del siglo XIX, los territorios que hoy conforman
Zaire (entonces conocido como Congo) se convirtieron en
colonia belga.
Tras décadas de explotación, el paÃs declaró su independencia
en 1960, pero la guerra interna se extendió cuando fuerzas
secesionistas de la rica provincia minera de Katanga-Shaba
(cuya capital es Lubumbashi) intentaron separarse del paÃs,
con el apoyo de Bélgica.
"En el contexto de la Guerra FrÃa, Mobutu se perfiló ante
Estados Unidos y las empresas transnacionales como el único
hombre capaz de mantener al paÃs unido y alineado con sus
intereses", explica el sacerdote angolés José Chipenda,
secretario general de la Conferencia de Iglesias de Toda
Africa. Fue asà como, en 1965, el entonces comandante general
del Ejército, Joseph Desiré Mobutu, dio un golpe de Estado,
cambió su nombre por el de Mobutu Sese Seko y el del paÃs por
Zaire.
Mobutu se queda solo
Según Chipenda, que visitó el Ecuador hace unos dÃas, para
participar en el ..... del Consejo Latinoamericano de Iglesias
(CLAI), este orden se mantuvo contra viento y marea mientras
duró la Guerra FrÃa, pero ya para 1990 "Estados Unidos dice
que no hay necesidad de apoyarse más en Mobutu y que un cambio
es necesario".
La crÃtica llegaba bastante tarde pues, mientras Mobutu
actuaba como gran aliado de la potencia en la región, el paÃs
-pese a ser uno de los que más recursos posee en el
continente- se iba sumiendo en la miseria: en 1967, un dólar
se compraba por 0,5 zaires, hoy se cotiza en 17 mil. Hasta la
exportación de cobre (base de la economÃa zaireña) se ha
venido abajo, y las 500 mil toneladas anuales que el paÃs
exportaba en 1990 se reducen actualmente a 45 mil.
También la corrupción se apoderó de Zaire en estos años. Los
funcionarios públicos, con salarios mÃseros, se hacen
remunerar directamente por los ciudadanos. Y mientras el
general Mobutu acumula en su fortuna personal efectivo, villas
y castillos europeos, que para 1992 lo ubicaban entre los
cinco jefes de Estados más ricos del mundo y sumaban alrededor
de 1000 millones de dólares, sus soldados, que hace años no
reciben paga, viven del pillaje.
Hasta 1990, la única organización polÃtica legal en Zaire fue
el Movimiento Popular Revolucionario (MPR, fundado por
Mobutu), y aunque a partir de ese año, debido a las presiones
internacionales, se permitió la legalización de nuevas
agrupaciones, este primer intento de democratizar el paÃs
implicó varios casos de represión sangrienta y finalmente se
estancó en una Conferencia Nacional que elaboró una nueva
Constitución hasta hoy no aplicada.
¿Otra falsa alarma?
La rebelión en el este de Zaire surge en este contexto y,
aparte de su afán de expulsar al dictador, prácticamente nada
se conoce sobre sus ideas polÃticas, aparte de que Kabila
-como Mobutu- no ha permitido la permanencia de otro partido
polÃtico que no sea el suyo en las regiones conquistadas desde
octubre de 1996, cuando inició su campaña subversiva.
Atenazado por los triunfos de los rebeldes, Mobutu les sugirió
la posibilidad de formar un gobierno conjunto de "unidad
nacional"; ellos respondieron que "no combaten para compartir
el poder". Tanto Naciones Unidas (ONU) como la Organización
para la Unidad Africana (OUA) presionan para que las partes
lleguen a un acuerdo pacÃfico en la mesa de negociaciones,
pero mientras se especula que el Gobierno y los rebeldes
tendrán un segundo encuentro crucial esta semana, en
Sudáfrica, Kabila asegura que pronto sus fuerzas estarán en
Kinshasa.
Ya entre 1977 y 1978 la prensa internacional se equivocó al
anunciar la caÃda de Mobutu, amenazado entonces por rebeldes
secesionistas de la provincia de Shaba-Katanga que,
finalmente, fueron contenidos por tropas extranjeras. Pero,
esta vez, la rebelión parece tener las de ganar pues, como lo
señala José Chipenda, "hay tres detalles que no se pueden
perder de vista": Mobutu padece un cáncer de próstata que lo
ha mantenido en largos tratamientos fuera del paÃs, y ya no
cuenta con el apoyo de sus soldados, pues ellos se colocarán
del lado de quien pueda pagarles. Además, los poderes
económicos internacionales que lo llevaron al poder ya no lo
quieren allÃ.
OPOSICION QUE NO CONVENCE
"Si alguien llega al poder a través de las armas, no es
necesariamente la mejor opción... lo será Kabila?", se
pregunta José Chipenda. Y cuando echa una mirada a la actual
oposición zaireña, encuentra muchÃsimos partidos "con ansias
de poder", pero no necesariamente a un gran lÃder.
En ese grupo está Etienne Tshizekedi, quien en una afán de
Mobutu Sese Seko por calmar los ánimos del paÃs fue elegido
primer ministro hace un mes. En cuanto el conocido intelectual
mencionó la necesidad de cambios, una semana después de haber
sido elegido, fue destituido por el mismo presidente.
En cuanto a Kabila, hasta antes de la rebelión era,
prácticamente, un desconocido. "Dicen que él hacÃa parte de un
grupo polÃtico en Kisangani (este de Zaire) destruido por el
poder de Mobutu", afirma Chipenda.
Según el conocido intelectual mexicano Jorge Castañeda, el
"Ché" Guevara, que en 1965 dirigió un grupo de 100 soldados
cubanos en apoyo a los revolucionarios del Congo, conoció a
Laurent Kabila y no tenÃa precisamente la mejor imagen de él.
En un artÃculo publicado por la revista "Newsweek", Castañeda
reproduce extractos de un manuscrito inédito, titulado
"Pasajes de la guerra revolucionaria (El Congo)", en el que el
Che afirma que Kabila, como otros lÃderes de la región, se la
pasaba "en los mejores hoteles, enviando comunicados y
bebiendo scotch, acompañado de bellas mujeres".
"...Nada me conduce a creer que Kabila es el hombre de la
hora. Deja que se le pasen los dÃas sin preocuparse por otra
cosa que peleas internas, y es demasiado adicto a las mujeres
y la bebida... Si alguien me preguntara si hay un individuo en
el Congo que podrÃa convertirse en una figura nacional, no
podrÃa responderle afirmativamente", agrega el famoso
revolucionario.
Según Chipenda, asà como Mobutu fue utilizado en el pasado,
Kabila está siendo usado también, para lograr un cambio:
"ahora las compañÃas internacionales actúan alrededor de
Kabila", dice. (DIARIO HOY) (P. 11-A)
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Publicado el 22/Abril/1997 | 00:00