Guayaquil. 02.01.95. Prácticamente, cualquier persona culta
menos culta con quien se hable en Estados Unidos conoce el
Internet o habita en él. Más aún, pocas empresas quedan al
margen del entusiasmo por esta red informática, red de redes,
hilvana una nueva comunicación planetaria. Desde Melbourne a
Seattle, desde Malasia a Madrid, los usuarios del Internet
(International Network of Computers) suman ya más de 30
millones, su número crece a razón de un 20% mensual e
intercambian toda clase de informaciones, desde interés por la
ciencia hasta cuestiones sobre la moda y el vino.

El Internet es una infraestructura mundial, creada en 1919 por
el departamento de Defensa de Estados Unidos para conectar al
Pentágono con las investigaciones militares en las
universidades y grandes corporaciones. Su fundación es, por
tanto, vieja y castrense, pero en 1986, la National Science
Fundation estimuló el uso no militar del network, agregando
una nueva red enlazada con otros cinco superordenadores, y
permitió simultáneamente el acceso a los estudiantes a través
de sus centros. La novedad radica ahora, además, en que, desde
hace un año, el acceso a la red no exige siquiera pertenecer a
una universidad o una empresa, sino que se halla virtualmente
disponible para cualquier ciudadano. Los obstáculos normativos
y técnicos han sido eliminados por completo y, gracias al
nacimiento de otras redes privadas como Prodigy, American
Online, Genie o Compuserve, los suscriptores de estas firmas
reciben instrucciones para sumergirse en el universo Internet
y vivir la experiencia de un mundo que no cesa de complicarse.

Un mundo complejo

En diferentes aspectos y no solo técnicos. En primer lugar,
Internet es la realización especial de la utopía anarquista.
Concebido sin autoridad central ni núcleos superiores, en su
interior no existen más reglas que las que se procuran los
usuarios. Por sus vías circulan los amantes de los animales,
de los sellos, de las armas, de la pornografía, de la física,
del horóscopo, de las flores... Cuando alguien abre la
pantalla, se encuentra en condiciones de escoger el tema que
le interese y disfrutar de formas diversas. Una es consultado
en los archivos y libros de las grandes bibliotecas conectadas
al sistema; otra es recibiendo clases o conferencias por
video; la otra es participando en tertulias donde se van
intercambiando frases escritas y en las que se discute de todo
y desde todas partes. El inglés es el idioma más utilizado,
pero también se emplean otras lenguas: unas 100 naciones
poseen ya conexión con el sistema.

La administración norteamericana declara estar recibiendo
presiones de asociaciones familiares y religiosas que
denuncian casos de pornografía infantil, abusos sexuales,
estafas, suplantación de personalidades y otros crímenes
dentro de ese ámbito electrónico. De hecho, una de las
propuestas oficiales es marcar cada ordenador con un clipper
chip, de manera que cualquier servicio policial especializado
podría identificar en cada momento al emisor de una calumnia o
una ofensa. Contra ello, la oposición de los pioneros del
Internet, ex estudiantes de Berkeley o del Mit, hackers
formados en la empresa Apple o en Sun Microsystems, para
quienes existe una ética Internet que repele las regulaciones
de todo tipo. Su credo se resume en tres principios: el acceso
debe ser limitado; la información debe ser libre; la autoridad
debe estar ausente.

Como una cooperativa

No es seguro, sin embargo, que la situación vaya a durar
mucho. Actualmente no lo dirige nadie. Funciona como una
cooperativa con sede en Reston, Virginia, que se sostiene con
aportaciones de la NASA, universidades, impuestos y cuotas de
las compañías agregadas. Nadie persigue, por el momento, a
nadie ni impide los pocos libelos que han circulado en sus
adentros. Las compañías privadas, sin embargo, como
Compuserve, Prodigy y American Online, que a su vez poseen
redes paralelas y prestan servicios para utilizar el Internet,
son más puritanas. Cuando facilitan a los inexpertos sus
prestaciones acompañan su mediación con determinadas órdenes
electrónicas que borrarán el empleo de palabras malsonantes:
incluso el término damm (maldito) se desintegra al teclearlo.

Los hackers o expertos en la piratería de ordenadores son
también capaces de borrar o bloquear casi todo lo que les
plazca, como es leyenda. Combaten lo que no les gusta o creen
inconveniente para la cibercomunidad. Por ejemplo,
determinadas propagandas comerciales son desviadas hacia el
basurero electrónico. Con ello procuran evitar que los buzones
de los concurrentes sean atestados con panfletos y se atosigue
el sistema.

Cada habitante del Internet posee una dirección , al modo de
un apartado de correo, un E-Mail (correo electrónico, y
ciertas compañías que se hacen con las listas siembran de
panfletos los electrodomicilios. Más allá de las
interferencias que combaten los hackers,,las relaciones son de
buena vecindad e incluso de algunos romances. Muchas de las
atribuciones criminales que se hacen al desarrollo de este
ámbito anárquico son, en opinión de los usuarios más
conspicuos, intentos del Estado o de IBM, AT&T o General
Electric de descalificar el territorio y de penetrar en sus d
dominios.

Efectivamente, algún desarreglo hay. Recientemente hay se ha
planteado el problema de gentes que registran nombres de
marcas importantes, como el Mc Donals, dentro del internet, de
forma que si la hamburguesería quisiera operar dentro tendría
que comprar la patente de ese nombre. ¿O no? Un asesor del
Vicepresidente Al Gore, Tom Kalil, advertía contra el hecho de
que el Internet puede ser una importante fuente de conflictos
legales, cuando no guarida de timadores, traficantes,
traficantes de drogas y difamadores.

Accesos

En cuanto a las difamaciones, la revista US informaba sobre la
multiplicación de cotilleos sobre actores, actrices,
deportistas o cantantes. Mientras Prodigy o Compuserve
censuran, Internet es una escena neutral. Entre las compañías
privadas existen registradas más de 1.000 direcciones de
personajes populares con los que se puede mantener entrevistas
o enviarles correo.

Desde el vicepresidente Gore hasta Peter Gabriel, Jodie
Foster, Lou Reed, la premio Nobel Toni Morrison, Mick Jaggerr.
Ross Perot o Holly Hunter se han presentado a mantener
conversaciones con los ciudadanos. "Los clubes de fans están
muriendo, reemplazados por el correo electrónico", contaba
Jane Keen, una alumna de la Universidad de Villanov que
dedica mas de dos horas diarias al Internet.

Una serie de boletines sobre cotilleos en el mundo del
espectáculo, como el Cyber Sleaze Reports, y otros mundos,
desde el deporte al erotismo, no han dejado de crecer. Pero
existen a la vez boletines para coleccionistas de sellos,
amigos de los animales, jugadores de bridge, amantes de la
barbacoa, micólogos, dentistas, coleccionistas de coches.

Pertenecer al Internet es participar en un mundo que ocupa
hasta cuatro y cinco horas a las personas que pueden pagar los
gastos telefónicos. Pero a veces, si el servicio que se
solicita es limitado, los precios no son altos.

Para Wired, una publicación electrónica de san Francisco,
difundida en el Internet, el usuario medio tiene unos 33 años
y ;unos ingresos de unos 12 millones de pesetas anuales.
La cuota de acceso al Internet, facilitada por una compañía
para un particular cualquiera, es de unas 2.000 pesetas. Los
profesores y estudiantes de universidades adscritas pueden
usar el sistema 365 días al año, 24 horas al día,
completamente gratis. Si además de Internet se desea contar
con los servicios de otra red privada, se paga aparte. Un
usuario de América Online, Peter Irving, calculaba en unos 100
dólares al mes la utilización de una hora.

AYUDAS

Los precios compensan según la profesora Lisa Thorrell de la
Universidad de Princeton- a los investigadores, que así se
introducen en los más importantes bancos de datos del mundo.
Pero compensan también a individuos que por razones laborales
o de entrenamiento entablan contactos con nuevos amigos y
colegas. Un programa reciente aparecido y titulado Mosaic en
Macintosh, diseñado para bucear en el Internet, es actualmente
un producto de moda electrónica.

Postmasters o expertos en Internet prestan también ayudas a
través de academias, adicionalmente. Una docena de
publicaciones, desde el libro de Ed Krol (The whole Internet:
users, guide and catalog) hasta el David Sachs Y Henry Stair
(Hands-on Internet, a beginning guide for PC user), facilitan
el camino. Un camino cuya pequeña escabrosidad radica en
poseer un modem conectado al teléfono, un ordenador y un curso
de pocas horas. Tras esos pasos se ingresa en ingresa en este
ciberespacio que hoy reproduce, antes de que llegue la Policía
y las grandes empresas, un territorio sin leyes, cargado de
ofertas sin fin, compañías exóticas y sorpresas.

De hecho, cuando Andrew Lewis, un fogoso internetista de
Waiyne, en Pensilvania, hizo una especulación sobre el futuro
de la intercomunicación electrónica, habló inmediatamente de
la posibilidad de disfrutar pronto de una realidad virtual,
gracias a la cual se podrá hacer el amor con cualquier
personaje escogido: "Con Madonna, con Julia Roberts, con
Hillary Clinton", dijo. "No habrá problemas seguramente
también, dicen, para que en un futuro lo que ahora se realiza
mediante un teclado y a través de ciertas claves acabe
resolviéndose en una comunicación cara a cara, pantalla a
pantalla, y solo la convocatoria de la palabra. Serán los
gigantes de la comunicación, en creciente coalición y acoso,
quienes perfeccionarán esta intercomunicación electrónica de
la que el Internet es hoy la más ancha y libertaria escena.
(Fuente: El Expreso, P-25)
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