Quito. 28.02.95. El gas está ganando conductores. Y pese a que
existen muchas críticas sobre su empleo como combustible en
los automotores, está comprobado que tiene ventajas frente a
los combustibles tradicionales: produce el menor impacto
ambiental, más seguridad y superior rendimiento.

En el país en los últimos años se viene promocionando el uso
del gas licuado de petróleo (GLP) para transportación
vehicular. Una alternativa de la gasolina, considerada uno de
los principales contaminantes.

El GLP es una mezcla constituida por proporciones variables de
propano y butano. Se comercializa bajo presión en estado
líquido y se utiliza como combustible gaseoso. Su combustión
es más rápida y más limpia.

Se obtiene a partir del gas natural en plantas separadoras o
puede ser producido en refinerías a partir del petróleo o de
la gasolina natural.

En Ecuador la protección ambiental gana adeptos. Ecologistas,
organizaciones no gubernamentales y empresas privadas lo
recomiendan como el mejor sustituto de la gasolina.

La Fundación Natura, capítulo Guayaquil, considera que el gas
desde el punto de vista técnico, medioambiental y de precios
para el usuario es el mejor combustible de todos los derivados
hidrocarburíferos.

La Comisión Especial Permanente de Medio Ambiente estudia un
proyecto de Ley para la Regulación Ambiental de la Producción
y Comercialización de Combustibles en el Ecuador, y la
eliminación del plomo en la gasolina.

El gerente de Convegas, Luis Orrantia, sostiene que se debe
incluir el uso del gas como la alternativa más idónea.

Hay un obstáculo: la comercialización del GLP para transporte.
Existe una prohibición de su uso por el subsidio estatal que
recibe desde hace dos décadas. Es un producto de consumo
masivo.

Para uso doméstico se comercializa en tanques de 15 kilos y
para industrial de 45. En la práctica su utilización se ha
distorsionado. Industrias y locales de servicios adquieren
combustible al precio subsidiado vigente para uso residencial:
193.33 sucres/kg. comparado con 1.152 para otros sectores.

Según el Balance Energético de 1993 realizado por el Instituto
Nacional de Energía (INE), del total de ventas de GLP: el 88.1
por ciento correspondió al doméstico; 2.8 a servicios; 5.0 al
industrial y 4.1 a consumo no identificado ( contrabando hacia
países vecinos. Se calcula que fue de 18 mil toneladas; l.2
millones de cilindros de 15 kg).

En Guayaquil circulan alrededor de mil carros a gas. Hay más
usuarios en carpeta, aunque la conversión de los motores está
parada por la prohibición del uso del gas, sostiene Orrantia,
de Convegas.

El Decreto Ejecutivo 3338 del 25 de mayo de 1992, en su
artículo 180, prohíbe el uso del gas para transporte, pero no
establece sanciones, por lo tanto no se puede cumplir esta
disposición, dice Orrantia.

Las cosas no son tan negativas como parecen. Actualmente el
Ministerio de Energía y Minas analiza el marco legal que
regule la construcción y funcionamiento de estaciones de
servicio de GLP para vehículos, según el Director Nacional de
Hidrocarburos, Guillermo Granja. Además se revisará el Decreto
Ejecutivo 3338 para levantar la prohibición y autorizar el uso
de este combustible para transporte, según la comunicación del
funcionario (6 de febrero/95) enviada a Giuliano Pertile
Speroto, de Gas-Auto SA en Quito.

Un estudio sobre "El GLP y su utilización en el transporte",
de mayo 94, recomendó la utilización así como la instalación
de estaciones de carga que provean el combustible a precios
que reflejen el costo de oportunidad.

Los vehículos deberán disponer de tanques fijos, con válvulas
especiales (distintas a las utilizadas en los cilindros de uso
común).

El estudio fue realizado por el INE a pedido del ex ministro
de Energía y Minas, Francisco Acosta Coloma.

Recalcó el estudio que "aún cuando el GLP se venda a precios
reales el equivalente por caloría de gas licuado seria
inferior al de la gasolina. Constituye un principal factor de
sustitución". El costo sería de 1.500 sucres el galón de gas
en los surtidores.

El INE recomendó la revisión de precios del combustible para
uso doméstico, paralelamente a la aplicación de medidas
sociales de compensación para los grupos de menores ingresos.
Deberán buscarse mecanismos de control para evitar que el gas
de uso doméstico se utilice en el transporte.

En Guayaquil Convegas ya tiene en exposición los surtidores
que se instalarían en las estaciones de abastecimiento y los
tanques fijos para los vehículos ( 10 y 55 galones).

El uso del gas se desarrolló en Europa, hace varias décadas.
En Italia actualmente hay más de 300 mil automotores que
consumen gas natural comprimido (GNC). En México para fines de
1992 había alrededor de 135 mil vehículos con GLP. En Estados
Unidos todos los vehículos de transporte escolar funcionan a
gas. Los niños estaban sufriendo infecciones respiratorias a
causa de la contaminación producida por la gasolina.

La Agencia de Protección Ambiental de EU para 1998 no
garantizará la fabricación de vehículos que no tengan motores
a gas. La General Motors ya tiene opciones verdes: camionetas
de gas natural y gas licuado.

EL GLP TIENE UN QUEMADO MAS LIMPIO

No se daña la capa de ozono. Se estima que al combustionarse
el GLP reduce en un 50 por ciento la emisión de hidrocarburos
reactivos y en un 85 por ciento la de monóxido de carbono,
azufre y óxidos de nitrógeno, que son los que afectan a la
capa de ozono.

El GLP y el gas natural tiene un quemado más limpio, por lo
que no producen humos o partículas (PM) contaminantes.

Debido a las excelentes características de la combustión el
uso del GLP en automotores favorece la duración de los
lubricantes y las bujías. La mezcla que ingresa a los motores
no lava el aceite de las paredes de los cilindros, permite una
mejor lubricación y durabilidad.

No se forman sedimentos durante la combustión, no se acumula
carbón en las bujías, facilitando un uso más prolongado de las
mismas. Los gases de escape, por su composición, no atacan a
los metales y, por lo tanto, no afectan a los tubos de escape
ni a los silenciadores.

Según el estudio del INE, el rendimiento es mayor si se toma
en cuenta que los poderes calóricos del GLP son ligeramente
superiores a los de la gasolina. El combustible que ingresa al
carburador está completamente gasificado, por lo que produce
una mejor mezcla con el aire y la combustión es completa y
eficiente.

El GLP tiene un octanaje entre el 100 y 120 sin necesidad de
aditivos de plomo.

SISTEMA DOBLE

Desde un Susuki hasta un vehículo de inyección electrónica
computarizado puede funcionar con un sistema a gas. El costo
de la conversión puede variar desde 2.2 millones de sucres
hasta 5 con un sistema americano, en Convegas 1.4 millones
hasta 3 millones, en Duogas.

Al vehículo se adiciona el sistema a gas y conserva el de
gasolina. Dos kilos de gas equivalen a un galón de gasolina.
Un tanque fijo de 42 galones de gas permite recorrer 600
kilómetros.

El gas se distribuye desde el tanque a través de mangueras
hidráulicas; pasa a un filtro donde se purifica, luego al
vaporizador y al carburador hasta llegar al motor. (EL
COMERCIO, P-1C)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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