Quito 01.01.95. Ha vivido 86 años y confiesa haberlos vivido a
plenitud, aprovechando cada instante para amar a sus seres
queridos, para estudiar el pasado, para escribir sobre sus grandes
héroes (Eloy Alfaro, Vargas Torres, Carlos Concha); en suma, una
vida entregada al servicio del país, a la indagación crítica del
pasado, al estudio de las relaciones limítrofes con nuestros
vecinos. El periodismo, la cátedra universitaria, la diplomacia,
también han ocupado su tiempo. Y es que este hombre de aspecto
dulce, extremadamente encantador, con una cantidad de anécdotas que
vuelve la conversación agradable, con una sabiduría y rigor
crítico, que ya la quisieran para sí, muchos de nuestros políticos,
es fundamental acudir a sus libros cuando se trata de indagar sobre
problemas territoriales, o sobre los orígenes de nuestra historia
naval, o también si quisiéramos penetrar en la vida de los grandes
héroes del liberalismo ecuatoriano. Palabra autorizada de nuestra
historia, con un gran acervo moral, Jorge Pérez Concha,
guayaquileño, autor de más de diez libros, es parte de ese "Ecuador
profundo", que hoy tratamos de rescatar para conocimiento de las
nuevas generaciones.

-Ud. ha sido testigo de una buena parte de nuestra historia del
siglo XX. Ha escrito sobre aspectos puntuales de ella. ¿Cuáles
serían los recuerdos y que saca como conclusiones?

Muy compleja su pregunta. En 86 años de vida me ha toado
presenciar muchas cosas y escribir sobre muchas de ellas. En todo
caso he tratado de perennizar muchas de estas cosas a través de
escritos, libros, etc. El Ecuador del siglo XX ha tenido grandes
problemas: uno se han superado, otro no. La vigencia de las ideas
liberales, permitió a nuestro país el ingreso a la modernidad, pero
para conseguirlo, Alfaro tuvo que luchar como solo pueden hacerlos
los grandes hombres. Su preocupación por el indio, por los
derechos de la mujer, por el mejoramiento de la educación, por
hacer obra material, todo eso supuso un gran sacrificio que él lo
enfrentó. Allí, de esas acciones arranca el progreso del Ecuador
de hoy. Mirar hacia atrás, significa recordar la obra de Alfaro y
de quienes lo acompañaron.

Las ideas liberales siempre han sido su refugio. Creció en medio
de ellas. Ud. es sobrino nieto de algunos de los grandes héroes
del liberalismo ecuatoriano. ¿Cómo ve esa lejana juventud?

Con una extraordinaria satisfacción y con mucho de nostalgia. No
olvide que mi juventud en el colegio transcurre con gentes de la
talla de un Pedro Saad, Demetrio Aguilera Malta, Eduardo Ortega
Moreira, Alfredo Vera, de un Carlos Guevara Moreno, hombre de gran
inteligencia, pero carente de escrúpulos. Luego vinieron Enrique
Gil, Pedro J. Vera.

¿Cuál considera que fue el legado de esa generación al país. Qué
dejaron...?

Bueno, yo creo que su gran obra literaria. Sus novelas, cuentos,
poemas, una obra sociológica, científica, artística, en donde puede
verse al Ecuador, con todos sus problemas, que antes habían pasado
desapercibidos. Y que ahora, con esa gran sensibilidad de estos
intelectuales nuestro país era desnudado para ver si algunos de
esos males denunciados podían tener solución. Allí está ese
legado.

Como todos los escritores, ud. comenzó haciendo versos. Incluso
llegó a fundar una revista con Alfredo Pareja, con quien lo unió
una gran amistad.

También tuve una gran amistad con Demetrio Aguilera, con quien
llegué a publicar un libro de versos: "Primavera interior" creo que
se llamó. Yo escribí versos, Demetrio hizo prosa poética.
Bueno... así creo que se comienza. Con Pareja, sacamos una
revista: "Voluntad", en la que se alternaron temas de todo tipo.
Luego cada uno siguió su camino.

Dr., "Voluntad" estuvo llena de literatura frívola, parte de ella
estaba llena de poemas, dedicatorias, loas a señoritas de la
sociedad guayaquileña. He leído en un número de la revista savia
de Guayaquil de los años veinte un comentario del poeta Hugo Mayo
que dice: "... Pérez Concha y aguilera Malta, han desertado de la
poesía tuberculosa y pintarrajeada, alistándose en las filas de las
nuevas corrientes estéticas"

Creo que merecíamos esa crítica. En cuanto a "Voluntad", hay que
reconocer que fueron cosas de "nuestra despreocupada juventud

Se arrepintió de ser poeta?

Otras disciplinas me atrajeron, principalmente la investigación
histórica, donde el rigor y la seriedad de los estudios hicieron
de mi un investigador a tiempo completo.

En su ya lejana juventud, como asimilo la muerte de su familiar
Vargas Torres, luego el arrastre de los Alfaro, el 15 de noviembre,
"La revolución Juliana, etc.

Me crié en un ambiente donde solo se hablaba de política y de
revoluciones. Tomé conciencia de la muerte de mi tío ya cuando era
joven. Cosa parecida sucedió respecto de la muerte de los Alfaro.
Todo esto me iba llenando de santa indignación, que cuando me
inicié en la investigación histórica, mis primeros libros fueron
sobre Vargas Torres y Eloy Alfaro.

Más tarde, otros sucesos como los que Ud. menciona fueron
determinantes en mi formación política e ideológica. Pero déjeme
contarle algo: mis tías eran católicas, iban a misa, pero cuando
andaban por la calle, las gentes les gritaban ­herejes! ­herejes!
Todo por ser las hermanas de Vargas Torres, Carlos Concha. así
eran esos tiempos


Su primer intento por estudiar a Vargas Torres se inicia con un
folletito de 36 pgs del año 36, donde ratifica la participación del
coronel Muñoz Vernaza en el fusilamiento de Vargas Torres.

Así es. Pero luego lo amplie en un libro de centenares de páginas,
que tengo con el correr del tiempo, también considero que fue libro
de juventud.

Se arrepiente, entonces de ese libro...

No, no me arrepiento de ninguno de mis libros. Lo que ocurre es
que como no he encontrado nuevos documentos, sería bueno
incorporarlos a una nueva investigación.

-También sería obra de juventud su libro sobre Alfaro a pesar de
las 432 pgs., y que data de 1942.

Ese libro lo escribí especialmente para un concurso de biografías
en el homenaje al centenario del natalicio de Alfaro. Investigué,
escribí, concursé y gané. Pero lo fundamental está dicho en ambos
libros. Aunque si debo reescribir esos dos libros, añadiría nuevos
documentos.

-¿Cómo ve el Guayaquil de es época, los años 20-30...?

Nuestra ciudad siempre estuvo azotada por el fuego. Los mejores
bomberos eran los mismos habitantes de la ciudad. Verdaderos
héroes anónimos. La ciudad era muy pequeña, todos nos conocíamos.
Sabíamos quiénes éramos. Había una floreciente riqueza que era el
cacao, producto de exportación, que había hecho ricos a muchas
familias guayaquileñas. Los grandes tendales de café y cacao, en
la zona del malecón, las grandes tiendas que vendían productos
europeos, hablaban de una prosperidad generalizada a muchos
sectores de la sociedad.

-Cuéntenos de algún personaje especial por el que ud. haya sentido
admiración.

José Vicente Trujillo. Lo recuerdo con profunda admiración. Fue
mi maestro en el "Vicente Rocafuerte". Hombre de grandes lecturas
y de excelentes recursos oratorios. Fue luego mi compañero en la
Junta Consultiva de Relaciones Exteriores. Yo venero su memoria.
Fue un verdadero despertar de inquietudes culturales. Es verdad
que no dejó libros, parte de su legado intelectual está en
discursos, conferencias, etc. Que es de desear que alguien los
recoja. Igual admiración he sentido por Antonio Parra Velasco.

-Se ha dicho, que Trujillo no dejo libros, pero dejo una
generación...

De acuerdo con Ud. Y eso creo que constituye, en su caso, el mejor
legado.

-Y hablando de sucesos históricos, como analiza el 28 de mayo de
1944?

Como un hecho frustrante, donde no ocurrió mayor cosa, salvo la
libertad electoral, que fue uno de los pocos logros. El resto
naufragó en las buenas intenciones. El pueblo fue engañado.

¿Cuál es su visión del Dr. Velasco Ibarra?

Lo admiro más como intelectual que como político. Como intelectual
es uno de los grandes pensadores de América. Su fuerte estaba en
la cátedra, en el periodismo, en la oratoria. Como político, me
parece tan contradictorio, tan impresionable. Yo prefiero juzgarlo
como intelectual.

-Pasemos a las antípodas: ¿cómo ve la figura de Pedro Saad?

Como a un gran hombre de principios, y con una honestidad a toda
prueba.

Hombre de una integridad moral extraordinaria, estudiante de
primera línea en todas las materias y que llegó a tener una cultura
intelectual muy grande. Mire amigo, yo no compartía su ideología,
pero eso no fue impedimento para admirarlo.

-¿Cuáles han sido sus arquetipos en el estudio de a historia, tanto
en lo nacional como en lo universal.

Eloy Alfaro...

-Bueno, él sería el caso de un político, de un revolucionario.,...
Yo me refería a sus influencias en el estudio de la historia.

Emil Ludwig, Stefan, Zweig, Toymbee, Spengler, cuya obra "La
decadencia de Occidente", fue leida con interés por nuestra
generación. En cuanto a los autores nacionales, la obra de
González Suárez, desgraciadamente con mucho de carácter
religioso...

-Pero cita obligada para todo historiador, además con mucha
documentación y datos económicos para el caso de la colonia y con
una honestidad y rigor intelectual. ..

Como lo prueban sus estudios arqueológicos, donde brinda una
documentación excepcional de sus descubrimientos arqueológicos.
También Roberto Andrade...

El gran proscrito de nuestra historia... éEl apestadoé...

Si, el gran proscrito, rescatado últimamente por Ayala, Chiriboga.
Hombre de una honestidad y pasión a toda prueba. Vinculado al
asesinato de García Moreno. Toda su vida transcurrió en el exilio.
Pedro Moncayo, aunque su libro fundamental solo revisa la historia
del país por cincuenta años. O sea el tiempo en que él intervino,
el siglo pasado. "El bosquejo histórico de la república del
Ecuadoré, de Aguirre Abad, ha sido también un libro importante,
leído hace muchos años en originales. Y que pasó una serie de
problemas familiares antes de ser publicado. Creo que puedo
agregar la obra de Alfredo Pareja. Todos ellos me han sido útiles.

-Dr. Ud. es el autor de un libro clásico: ensayo histórico crítico
de las relaciones diplomáticas del Ecuador con los estados
limítrofes, que lleva varias ediciones. ¿Cuántos años investigó y
que vicisitudes afrontó?

Ese libro que menciona, lo investigué más de veinte años, en los
archivos de nuestra cancillería y de otras cancillerías. Así como
recibía documentación de amigos, de instituciones, etc. Los
trabajos los iba publicando en los cuadernos de historia y
arqueología de la Casa de la Cultura incorporadas a la edición
definitiva que publicó el Banco Central en 1979. Es un libro que
me ha dado grandes satisfacciones.s Creo que allí están
retratados, con honestidad todos los momentos de nuestra azarosa
vida diplomática.

-¿Cómo impacta en Ud. y en su generación los momentos duros de la
mutilación territorial... La firma del tratado de Río de Janeiro?

Terriblemente. Era como quedarse sin país. Sin apellido, sin
padres. Fue muy duro. Todo eso ha sido estudiado en mis libros.

-Y las lecciones de este suceso doloroso...?

Entre otras, que no existe la tan mentada solidaridad
latinoamericana. Comprendí, comprendimos que siempre hemos
permanecido solos.

Entonces, solo quedaba el odio...

No, no odié a nadie en especial. Había, en todo caso que
reflexionar sobre los duros golpes del presente y evitar que en el
futuro ellos vuelvan a repetirse. Fue cuando comprendí que debía
seguir estudiando, investigando, publicando, el resultado de mis
trabajos. Y vinieron muchos libros: Política Internacional
Contemporanea, Frente Externo, Derecho Territorial Ecuatoriano,
Visión Internacional de Eloy Alfaro, Carlos Concha Torres, Ensayos
Bolivarianos, pensamiento integracionista de Bolívar, por quien he
sentido una verdadera devoción, Defensa de la Costa Ecuatoriana, De
la goleta Alcance al Cañonero Calderón, y folletos, conferencias.


CLAVES DE SU PENSAMIENTO

-Su destino es escribir...

Hasta que muera, querido amigo.


-De qué libro se arrepiente...?

De ninguno. Todos me ha costado esfuerzos. Aunque creo que muchos
pudieron ser mejores.

-¿Cómo lo ha tratado la vida?

Bien, no me quejo.

-¿Qué le aconsejaría a los profesores de historia?

Que lean, que lean. Conozco gentes eruditas sobre la revolución
francesa, pero nulos en conocimientos de historia ecuatoriana.

-¿Qué quisiera para el Ecuador?

Que terminen sus problemas fronterizos, para de esta manera pensar
en el futuro. Eso no significa descuidar nuestras fronteras...

-Es Ud. militarista...?

Por temperamento, no soy militarista. Pero situado nuestro país
entre dos países con mayor desarrollo, es preciso cuidarse.
Recuerde que somos un país petrolero, y los zarpazos pueden venir
de un omento a otro.

¿Qué opina de nuestra Cancillería?

Que ha tenido aciertos y desaciertos. Que ha estado dirigida por
grandes ciudadanos, que han pensado en el bien de la patria... Le
doy algunos nombres: Galo Leoro, Luis Valencia Rodríguez, Alfredo
Luna Tobar, Hernán Veintimilla y otros. Y por favor, un saludo
especial para una mujer excepcional. (12B)


EXPLORED
en Ciudad N/D

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