EL VIA CRUCIS DE TRAMITAR UN PRESTAMO HIPOTECARIO EN EL IESS
MI REINO POR UN PRESTAMO

Quito. 02.06.91. Entrar, hacer cola por un largo rato, ir de
ventanilla en ventanilla, siempre con las mismas largas y
lentas colas, suplicar o sonreír tímida o fingidamente para
"ganarse al de la ventanilla", es algo de la odisea inicial.

El personal de HOY que fue a averiguar las posibilidades de
obtener un préstamo hipotecario, entró directamente a la
ventanilla marcada como "información". Comedidamente preguntó
por la ventanilla para los préstamos hipotecarios.

El funcionario del otro lado de la ventanilla número 47
(información), ni siquiera nos miró y con la mano que no tenía
apoyada en ningún lugar nos hizo una seña hacia la derecha,
hacia la ventanilla 45. "Gracias", dijimos. Ni siquiera nos
miró.

Se viene de pronto a la mente el cambio de actitud, "de todos
los ecuatorianos", que pregonan quienes apoyan la idea de la
integración y de la competencia a nivel subregional.

Una vez embarcados en la cola de la 45, esperamos
pacientemente los veinte minutos que toma despachar a
alrededor de 10 personas y llegamos. "Disculpe, ¿los
formularios para los préstamos hipotecarios?" y de pronto pasa
rauda ante nuestra cara una hoja aventada por el funcionario
que atiende en la 45 y que las arranca de una especie de
libretín. Recuperados del susto, preguntamos si necesitamos
algo más, "pregunte en la 36".

Paso veloz hacia la 36. "Préstamos hipotecarios", dice en
letras verdes, sí aquí es. Llegamos en décimo segundo lugar.
Esperamos, avanzamos, al fin frente a la ventanilla.

En el camino hacia esa ventanilla leemos rápidamente la hoja
de "solicitud de préstamos hipotecario inicial". Hay que
llenarla con los números de cédula de identidad, afiliación,
nombres, apellidos, número de hijos, objetivos del préstamo,
entre otras innumerables cosas.

"Disculpe, ¿aquí tenemos que presentar la solicitud para el
préstamo hipotecario?". Un ser raro, una señora amable, nos
responde que sí "pero correctamente llenada"."¿Y luego?".
"Luego tiene que traerme todos estos requisitos".

Solicitud calificada, solicitud definitiva, partida de
matrimonio, partida de defunción, partida de nacimiento de los
hijos, fotocopias de las cédulas de identidad, carnet de
afiliación, certificado de votación, certificado de la oficina
de catastros, del registrador de la propiedad, escrituras de
diez años, carta de pago del impuesto predial, detalles del
pago de aporte al IESS de los últimos doce meses, certificado
de la oficina del plan regulador, etc.

Es decir, su media vida. Si perdió algo de esto o todo, se
pasará la otra mitad (de su vida) tratando de tramitar y
volver a obtener el mismo papel. Si lo logra tiene que volver
al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, acercarse a la
ventanilla 36, presentar los documentos, esperar varios
minutos la calificación de la documentación, y luego tres o
cuatro meses, según la optimista señora que nos atendió, para
obtener su préstamo.

Luego a disfrutar de la plata que con tanto esfuerzo y
paciencia logró al fin tener entre sus manos.

Antes se podía comprar una casa

La gente que bordea los 40 años o más se acuerda, claro como
el agua, que con un préstamo hipotecario del IESS cualquier
persona podía comprarse una casa.

En una época, casi comienzos de los 70, el préstamo era de
alrededor de 300 mil sucres y una casa tenía un precio
similar.

Según datos del IESS, en el año 1981, el préstamo hipotecario
era de 850 mil sucres, con un plazo de 10 a 30 años y un
interés del 10 por ciento.

En 1983 el monto se incrementa a 1 millón 200 mil sucres, en
caso del préstamo individual y a 1 millón 500 mil en el caso
del solidario; al mismo plazo pero al 12 por ciento de
interés.

En el año 85, el préstamo individual llega a 2 millones y el
solidario a 2 millones 400 mil sucres. En ese año un
automóvil Trooper costaba 1 millón 600 mil sucres.

Al momento, el monto del préstamo sigue igual pero el mismo
automóvil bordea los 20 millones de sucres.

Otra comparación dramática se puede hacer con el costo del
metro cuadrado de construcción. Según se conoce, en el área
urbano marginal ese rubro debe estar en alrededor de 150 mil
sucres.

Ello quiere decir, que el dinero del préstamo hipotecario
alcanza solamente para realizar 16 metros de construcción.

La actual administración del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social ha anunciado en repetidas oportunidades el
alza en el monto de los préstamos hipotecarios y
quirografarios.

Hasta el momento eso no ha ocurrido y por lo que se puede ver,
los recursos que otorga el Seguro Social son infinitamente
inferiores a los precios actuales de los bienes mencionados.
(A-2)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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