"EL BLOQUE DEL PUR NO ESTþ DIVIDIDO": XAVIER LEDESMA
Quito. 14.09.92.
- ¿Es cierto que el bloque del PUR ha quedado huérfano del
Ejecutivo?
- Creo que esa es una apreciación subjetiva. Evidentemente
esta apreciación se origina por una equivocada o vieja
costumbre de funcionamiento de los bloques, según la cual el
bloque siempre ha ido como bloque y actuaba en forma
absolutamente igualitaria.
Yo creo que las nuevas realidades políticas han determinado
cada vez más que el legislador tiene un pensamiento y una
posición propias. Y que no siempre se puede llegar a una
definición común. En un bloque se debe hacer un esfuerzo de
concertación, pero si no se llega a ésta no se puede imponer
al legislador de seguirla. Esto es lo que ha hecho pensar que
el bloque estaría resquebrajado, porque no ha tenido una
acción unitaria. El diputado es alguien electo popularmente,
no se trata de un funcionario del Ejecutivo que si no está de
acuerdo con las líneas de mando puede renunciar.
Por otro lado, por el hecho de que unos diputados sean electos
con el partido de gobierno no se los puede forzar a estar de
acuerdo con él. El Ejecutivo es un ente independiente y
diferente del Legislativo. Entonces los legisladores, en
este caso los legisladores del gobierno, van a coincidir en
algunas cosas con las cuestiones de gobierno y en otras no.
Si no sería así habría que pedir que el legislador del partido
de gobierno renuncie a su función de fiscalizar. Estamos
viviendo el ejercicio de nuestras funciones, eso es todo.
Lealtad no es obediencia ciega, lealtad puede ser
consecuencia.
- ¿Pero el hecho de que el Ejecutivo envie un proyecto
diferente al de su partido sobre el decimosexto sueldo, no
hiere la sensibilidad de los diputados de su bloque?
- En el caso específico que usted me plantea: sí. Más que la
sensibilidad, hubiéramos deseado que exista concordancia, que
hubiera habido comunicación . Pero eso tampoco quiere decir
que el Ejecutivo no tenga derecho a hacerlo.
- ¿En ese sentido ustedes sugerirían que se establezcan otros
mecanismos de comunicación entre Ejecutivo y Legislativo?
- En ese caso específico, sí. Le repito aún en ese caso cabe
la posibilidad de discrepar, porque no pretendemos convertir
al Ejecutivo en un ente que no tenga la capacidad de su
propio criterio, ni a la inversa.
Pero salgamos del tema. Por ejemplo, hay proyectos que han
mandado el ejecutivo con el carácter de urgente, me remito a
uno: el de la jubilación forzosa a los 65 años de los
empleados públicos, que no tienen ningún antecedente de
posiciones de campaña, en eso también en lo personal yo
discrepo. No me parece justo convertir el derecho de la
jubilación en una obligación, y no me parece hacer un
discrimen entre el empleado público y el privado. No es justo
comenzar la reforma del Estado por el lado más débil de la
sociedad: el hombre que está en la tercera edad, cuando habría
que ayudar a colocarlo en mejor posición. Esto yo lo considero
como una gravísima injusticia. Además, este proyecto viola
normas de la Constitución.
- De los proyectos enviados al Congreso por el Ejecutivo, ¿se
podría hablar de una falta de asesoría jurídica al presidente
de la República?
- Creo que eso es evidente. Creo que han habido fallas, o un
nivel de apresuramiento por la multitud de acciones que hubo
que cometer en los primeros tiempos. No es un descargo al
Ejecutivo, pero se cambiaron las reglas: antes entre el
momento de la elección y la toma del poder transcurrían tres
meses, esta vez hubo un mes. Entonces luego de nombrado el
gabinete se encontraron con un crisis fiscal mayor de la que
se había señalado, una liquidez mucho menor de la que se había
señalado, entonces hubo que ajustar en el camino todo para
tratar de sanear la economía. Y a parte de esta sumatoria de
problemas, seguramente no hubo tiempo o la capacidad de
revisión para que estas leyes sean mejor pensadas. Pero para
eso está un órgano legislativo, para corregir lo que esté
raro, sino no sería necesario. Pero esto no puede nunca
significar de que tenemos un mala voluntad, un falta de
solidaridad. A la inversa estaríamos actuando incorrectamente
si por un mal sentido de lealtad dejáramos pasar cosas que
estén incorrectas para el país.
- Usted y el diputado Carlos Julio Arosemena son algo así como
un grupo unido y compacto dentro del bloque. ¿Cuáles son los
antecedentes de esta relación?
- Yo no creo que solamente Carlos Julio Arosemena y yo
formamos un grupo compacto. Creo que en muchas actuaciones no
solo hemos participado los dos, también otros diputados lo han
hecho. Para conformar la nueva mayoría fuimos ocho. Y diría
que en estos momentos se ha profundizado el acercamiento del
bloque del PUR.
Con el doctor Arosemena me une una amistad familiar de
muchísimos años y una concordancia con su profundo espíritu
social. Yo siempre fui un hombre progresista, un hombre
convencido de la necesidad de atender a los sectores más
necesitados del Ecuador . Siempre he estado ligado a lo largo
de mi vida a los sectores de trabajadores, de empleados, de
campesinos, como lo ha sido el doctor Arosemena.
- ¿Cómo ve al bloque de su ex partido, la Izquierda
Democrática?
- Siempre he preferido evitar comentarios respecto a mi ex
partido, para que no se entienda como una cuota de
resentimiento. Yo fui un afiliado de más de 10 años a la ID,
donde ejercí muchísimas funciones hasta llegar a ser director
nacional. Luche con lealtad y esfuerzo, mi tránsito fue
siempre alagador y satisfactorio. Creo que fue un gran
proyecto político, quizá uno de los mejores esfuerzos de
organización política del presente siglo en el Ecuador. Cuando
creí que ya no era posible conciliar mis criterios personales
con la tendencia mayoritaria que había asumido la dirigencia
del partido me desafilie, y he preferido no hacer comentarios.
Pero, a juzgar por las acciones del anterior gobierno, estas
no coincidieron con sus proclamas políticas, actualmente la ID
no pasa por su mejor momento. Parte de esto es por el poco uso
de la democracia al interior del partido. Pero esos son temas
del pasado. (5a)
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Ciudad N/D
Publicado el 14/Septiembre/1992 | 00:00