DRAMA DE UNA DESAPARICION
QUITO. 08.08.91. El drama de una desaparición
¿Qué ha significado la desaparición de los niños al interior
del hogar?
-Una tragedia total. La vida humana para todo ser humano
transcurre siempre dentro de una rutina. Uno se levanta, se
baña, desayuna, va a su trabajo, atiende sus compromisos
sociales, atiende a su familia, vela por una economÃa, se fija
planes hacia un futuro, va desarrollando esos planes a través
de los hijos, que son la razón de ser de la vida y, en
general, sufre las vicisitudes diarias pero con amor, con
cariño, ante todo con esperanza.
De pronto te quitan la razón de tu vida, que son tus hijos e
inmediatamente se trastorna todo. Es como si una pared se
pusiera en tu camino y allà te enfrentas con el dilema de cómo
vencer esa pared. Ese es el drama de una desaparición.
¿Un cambio total?
-SÃ. La vida de la familia Restrepo cambió totalmente a
partir del 8 de enero. Era una familia total y absolutamente
feliz, cuando digo estos dos términos hay que tomarlos en toda
su extensión, habÃa felicidad económica, felicidad fÃsica, de
amor, intelectual, habÃan proyectos futuros que se iban
realizando. Es decir, todo lo que un ser humano anhela en esta
vida, lo tenÃa la familia Restrepo. Y fue truncada.
¿Qué esperanzas tenÃan sus hijos del futuro?
-Cuando nació mi hijo Carlos Santiago, era el primogénito. Yo
miré al cielo y di gracias a Dios y dije: gracias Dios mÃo,
porque yo ya no muero, o sea, en mi hijo sigue mi esencia, mi
cerebro, mi vida. Gracias por este hijo, Dios mÃo. Pero
también, Dios mÃo, entiendo que solamente soy un eslabón en
tu obra creadora, este hijo no es de mi propiedad, este es un
hijo tuyo, Señor. Con ese concepto orienté a mis hijos, pero
les di mucha libertad de pensamiento y mucha libertad de
acción. Mi hijo Carlos Santiago ingresó a la Facultad de
Medicina. A cuatro o cinco meses de estar allÃ,
desapareció.
¿Y Pedro Andrés?
-Pedro Andrés tenÃa ilusiones por la IngenierÃa. QuerÃa
enrumbarse por la informática, por las computadoras. Justo en
ese momento yo estaba haciendo ahorros para comprarle una
computadora, y habÃa ido con él a ver una pequeña computadora
y una impresora. Todo quedó frustrado.
¿Ustedes debieron realizar múltiples esfuerzos en el campo
humano?.
-De toda Ãndole. Esfuerzos fÃsicos, psÃquicos,
intelectuales, esfuerzos de acción, de decisión, son esfuerzos
económicos. Esos esfuerzos hay que renovarlos todos los dÃas,
a través de tres años siete meses, trece dÃas, hoy.
¿De dónde saca fuerzas?
-Todos los dÃas que yo me levanto lo primero que hago es
agradecerle a Dios, porque esa noche me dio oportunidad de
poder descansar y levantarme ese dÃa, y decirle a Dios dame
fuerzas para hoy seguir luchando, seguir buscando, seguir
pidiendo mis hijos, seguir recibiendo tantas frustraciones,
tantas ingratitudes a veces. Pero también hemos recibido el
apoyo de la familia, apoyos directos, apoyos indirectos,
apoyos morales. Solos mi esposa y yo no hubiéramos
podido.
¿Cuántos miércoles llevan concurriendo a la Plaza de la
Independencia?
-Cada año trae 52 semanas. Podemos estar hablando de dos años,
y aproximadamente unos cuatro meses. Entonces son unos 140
miércoles.
¿Cuántas veces ustedes han viajado a Colombia por este
caso?
-Diez veces.
¿Ha logrado hablar con el presidente de Colombia?
-No. Pero sà se ha logrado hablar en la gestión del doctor
Virgilio Barco con el secretario general de la Presidencia,
que era prácticamente el presidente. Gracias a esa
conversación se pudo conseguir la máxima ayuda que Colombia
nos ha dado, que fue la llegada aquà de dos agentes del DAS
para la investigación.
¿Cuántas veces han necesitado ser atendidos por los
médicos?
-Yo he tenido que ir dos veces a la clÃnica por una úlcera
sangrante, debido precisamente a la tensión, al estres, al
esfuerzo fÃsico y a todo lo que implica esto, que no tiene
nombre. El caso de mi esposa si es totalmente patético.
Prácticamente no se levanta de la cama y a toda hora está con
tranquilizantes, a toda hora tiene que estar acompañada de la
familia o de amigos, y cada momento hay que llevarla donde el
médico. Sé que en el momento que mi esposa entre en coma o
realmente se vaya a una clÃnica, esa sà serÃa la parte que a
mà me quitarÃa totalmente el sueño.
¿Cuánto dinero ha debido gastar en la búsqueda?
-Cuando mis hijos desaparecieron, hubo un gran movimiento de
apoyo económico a nivel de colegios, a nivel del Centro
Comercial del Bosque, donde nosotros tenemos locales. La gente
siente en su interior un deseo de ayudarnos económicamente,
pero básicamente los gastos los ha sufragado la familia. La
familia Restrepo lleva aproximadamente 22 años de estar
radicada aquà en el Ecuador. Mi rutina de trabajo era intensa
y permanente. También habÃa formado una pequeña industria de
fundición y lo habÃamos logrado a base de mucho trabajo y de
mucho ahorro. Pero todo ese trabajo, por la búsqueda de mis
hijos, ha sido totalmente cortado. Puedo calcular el gasto en
unos 100 millones de sucres directos. E indirectos, por el
lucro cesante, en otros 100. La embajada de Colombia nos ha
ayudado mucho con las copias xerox.
¿Cómo está su otra hija?
-Ella es la bendición de Dios. Todos los dÃas que veo a mi
hija, veo el rostro de Andrés. Es exactamente igual a mi niño
desaparecido. Se llama MarÃa Fernanda, la veo y me sale una
lágrima, pero al mismo tiempo veo que lo estoy abrazando y que
lo estoy besando. La niña es extraordinaria, es impresionante.
Desaparecieron sus hermanos y se convirtió en la mejor
estudiante de su curso. Ella también es muy hábil para el
ballet y lo ha tomado con más pasión y con más amor que nunca.
Es la que nos mantiene el ánimo con su alegrÃa, con sus
expresiones y, ante todo, no dejando entrever el dolor que
ella también siente. Ella siente un dolor muy grande porque
son sus dos hermanos, pero no lo manifiesta a nosotros
externamente y eso nos ayuda como padres, muchÃsimo.
¿Qué va a pasar ahora con su familia?
-El futuro nunca lo prevé uno. Pero mientras no sepa de los
niños, mientras no vea que sean castigados los infames que
cometieron una barbaridad con nuestros hijos, y con nosotros,
la familia no descansará.
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Publicado el 08/Agosto/1991 | 00:00