DISPAROS: MORIR POR ERROR
WASHINGTON. 13.08.91. (AFP) - Las bajas causadas por disparos
de fuerzas aliadas son una parte importante de las sufridas
por Estados Unidos en la guerra del Golfo, según las cifras
publicadas esta semana en Washington por el Departamento de
Defensa.
Un funcionario del Pentágono que requirió el anonimato indicó
que el 15 % de los muertos y heridos norteamericanos había
sido alcanzado por proyectiles disparados por su propio campo
y que el análisis detallado de los combates en los que
participaron los soldados aliados seguramente hará aumentar el
porcentaje.
La cifra oficial de víctimas norteamericanas es de 149 muertos
y 458 heridos.
Los primeros incidentes fueron dados a conocer durante el
propio conflicto: 7 marines murieron en su vehículo blindado
en los combates por Jafi, alcanzados por un misil Maverik de
un avión de asalto A-10 de la US Air Force.
Otros incidentes semejantes fueron señalados días después,
elevando el balance a 11 muertos y 15 heridos. Soldados
británicos fueron a su vez víctimas del error de un piloto de
A-10, que confundió su blindado con un vehículo iraquí durante
el avance aliado hacia Bagdad.
Los detalles señalados por el Pentágono, en especial los
referentes a los proyectiles de uranio empobrecido disparados
por tanques norteamericanos, cuyos impactos dejan rastros
específicos, indican que los incidentes no sólo se produjeron
entre aviones y tropas terrestres, sino igualmente entre
blindados aliados, pese a los medios previstos para
identificarse supuestamente sin error.
Pero comparados con los medios electrónicos
ultraperfeccionados que emplea la aviación, los medios de
identificación de blindados y tropas terrestres son
irrisorios: un emblema negro acompañado a veces por un trozo
de tejido anaranjado debía distinguir los tanques aliados de
los enemigos. En el fragor del combate - a veces con el
agravante de ocurrir de noche -, un piloto tiene el reflejo
de... disparar primero e identificar después. Tanto más si el
blindado en línea de mira se encuentra en zona donde pululan
unidades enemigas.
Por otra parte, en el calibrador de tiro de un tanque,
oscurecido por el polvo y el humo, un blindado enemigo es
gemelo de un blindado amigo. La tensión nerviosa y la
conciencia de que sólo media una fracción de segundo entre la
vida y la muerte propias, comandan la decisión de disparar.
Los incidentes de ese tipo, aunque graves, no fueron tan
numerosos durante la guerra del Golfo como durante el
conflicto de Vietnam, señalan los especialistas del Pentágono.
No se sabe hasta ahora que en el Golfo se dieran pérdidas
debidas a disparos de artillería orientados por error contra
unidades del propio campo.
DISPAROS ALIADOS...
El informe del Pentágono recuerda que en la Segunda Guerra
mundial y en Corea fueron incontables los casos de disparo
contra unidades propias o amigas, debido, sobre todo, a la
falta de medios de comunicación altamente sofisticados.
El remedio lo dará la informática. Los blindados, según Los
especialistas militares, deberán estar pronto equipados con
sistemas IFF (Indentification Friend or Foe - Indentificación
Amigo o Enemigo), como los que ahora llevan los aviones, para
permitir a los pilotos de un mismo campo reconocerse por un
mensaje electrónico codificado.
Los instrumentos GPS (Global Positioning System - Sistema
Global de establecimiento de Posición), que funcionan con
ayuda de una red de satélites NavStar, también podrían
utilizarse. Un aparato no más voluminoso que una
microcomputadora permite a la persona que lo lleva determinar
su posición de manera bastante exacta y comunicarla a los
aviones y blindados amigos que operan en el mismo sector, para
evitar trágicos errores.
Pese a todo, los responsables saben que no puede haber una
seguridad absoluta. Por su propia naturaleza - combates
relámpago y con frecuencia nocturnos - los conflictos modernos
no pueden eliminar completamente ese tipo de accidentes.(8-A).
WASHINGTON. 13.08.91. (AFP) - Las bajas causadas por disparos
de fuerzas aliadas son una parte importante de las sufridas
por Estados Unidos en la guerra del Golfo, según las cifras
publicadas esta semana en Washington por el Departamento de
Defensa.
Un funcionario del Pentágono que requirió el anonimato indicó
que el 15 % de los muertos y heridos norteamericanos había
sido alcanzado por proyectiles disparados por su propio campo
y que el análisis detallado de los combates en los que
participaron los soldados aliados seguramente hará aumentar el
porcentaje.
La cifra oficial de víctimas norteamericanas es de 149 muertos
y 458 heridos.
Los primeros incidentes fueron dados a conocer durante el
propio conflicto: 7 marines murieron en su vehículo blindado
en los combates por Jafi, alcanzados por un misil Maverik de
un avión de asalto A-10 de la US Air Force.
Otros incidentes semejantes fueron señalados días después,
elevando el balance a 11 muertos y 15 heridos. Soldados
británicos fueron a su vez víctimas del error de un piloto de
A-10, que confundió su blindado con un vehículo iraquí durante
el avance aliado hacia Bagdad.
Los detalles señalados por el Pentágono, en especial los
referentes a los proyectiles de uranio empobrecido disparados
por tanques norteamericanos, cuyos impactos dejan rastros
específicos, indican que los incidentes no sólo se produjeron
entre aviones y tropas terrestres, sino igualmente entre
blindados aliados, pese a los medios previstos para
identificarse supuestamente sin error.
Pero comparados con los medios electrónicos
ultraperfeccionados que emplea la aviación, los medios de
identificación de blindados y tropas terrestres son
irrisorios: un emblema negro acompañado a veces por un trozo
de tejido anaranjado debía distinguir los tanques aliados de
los enemigos. En el fragor del combate - a veces con el
agravante de ocurrir de noche -, un piloto tiene el reflejo
de... disparar primero e identificar después. Tanto más si el
blindado en línea de mira se encuentra en zona donde pululan
unidades enemigas.
Por otra parte, en el calibrador de tiro de un tanque,
oscurecido por el polvo y el humo, un blindado enemigo es
gemelo de un blindado amigo. La tensión nerviosa y la
conciencia de que sólo media una fracción de segundo entre la
vida y la muerte propias, comandan la decisión de disparar.
Los incidentes de ese tipo, aunque graves, no fueron tan
numerosos durante la guerra del Golfo como durante el
conflicto de Vietnam, señalan los especialistas del Pentágono.
No se sabe hasta ahora que en el Golfo se dieran pérdidas
debidas a disparos de artillería orientados por error contra
unidades del propio campo.
DISPAROS ALIADOS...
El informe del Pentágono recuerda que en la Segunda Guerra
mundial y en Corea fueron incontables los casos de disparo
contra unidades propias o amigas, debido, sobre todo, a la
falta de medios de comunicación altamente sofisticados.
El remedio lo dará la informática. Los blindados, según Los
especialistas militares, deberán estar pronto equipados con
sistemas IFF (Indentification Friend or Foe - Indentificación
Amigo o Enemigo), como los que ahora llevan los aviones, para
permitir a los pilotos de un mismo campo reconocerse por un
mensaje electrónico codificado.
Los instrumentos GPS (Global Positioning System - Sistema
Global de establecimiento de Posición), que funcionan con
ayuda de una red de satélites NavStar, también podrían
utilizarse. Un aparato no más voluminoso que una
microcomputadora permite a la persona que lo lleva determinar
su posición de manera bastante exacta y comunicarla a los
aviones y blindados amigos que operan en el mismo sector, para
evitar trágicos errores.
Pese a todo, los responsables saben que no puede haber una
seguridad absoluta. Por su propia naturaleza - combates
relámpago y con frecuencia nocturnos - los conflictos modernos
no pueden eliminar completamente ese tipo de accidentes.(8-A).
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