Quito. 01.08.93. Antes, los seminaristas eran clérigos, ahora
son los asistentes a las reuniones sesudas donde se daña o se
compone el mundo, y si bien la palabra "ponente" tiene que ver
más con la avicultura, los intelectuales la han ganado para
designarse cuando van a leer "un papel" en relación a algo.
Otro neologismo que da status es el de "mesaredondista". Pero
al margen de estas vaciladas, la gente común se pregunta ¿para
qué sirve tanto simposio, congreso, encuentro, etc.
En Quito acaba de realizarse un VI Congreso de Literatura
Ecuatoriana organizado por la Asociación de Ecuatorianistas
que ejercen la cátedra de Literatura en universidades de
norteamérica, con el auspicio de algunas instituciones
locales. ¿Se justifica hablar de literatura en un mundo regido
por el capital financiero, los ejércitos invisibles y la
comunicación global?
¿Por qué existen en el mundo centros de investigaciones
literarias que atiendan literaturas regionales como el
Instituto del Centro Rómulo Gallegos en Caracas, el Caro y
Cuervo en Bogotá, el CIL en La Habana o los Departamentos de
Español en las Universidades de Estados Unidos y Canadá? ¿Por
qué no existe ni un solo centro de investigaciones literarias
en nuestro paÃs?
En el Encuentro Europa-América realizado en Caracas con motivo
de los 500 años, Jean Andreu, un francés que pasó muchos años
en el Paraguay rastreando manuscritos, aprendiendo guaranà y
conversando con jóvenes creadores, actual Director del
IPEAULT; ha referido la batalla que ha librado en su instituto
para conseguir fondos para que los jóvenes investigadores de
dicho instituto se dediquen a investigar lo que él llama "las
literaturas ocultas" de Paraguay, BolÃvia y Ecuador.
A Jorge Icaza y Huasipungo se le dio más importancia afuera
que aquÃ, al punto que ante el cúmulo de traducciones a otras
lenguas, algún purista quiso ofenderlo diciendo "¿y cuándo van
a traducirla al castellano?"
¿Tiene alguna importancia nuestra literatura en el contexto
internacional o ese contexto no escapa a las leyes del mercado
y el que no se instaló a tiempo se quedó definitivamente del
bus de la historia? Este grupo de profesores y crÃticos que se
han dedicado a leer las obras ecuatorianas son un grupo de
filántropos del arte y la crÃtica empeñados en alcanzar en los
próximos años una difusión del paÃs a través de la literatura?
¿Por qué han empezado a estudiarnos y traducirnos? ¿Será que
nuestra literatura por un lado todavÃa es un producto no
finalizado pero por otro no ha sufrido el manoseo de las
concesiones que obliga el mercado. ¿Será una nueva forma de
penetración cultural o la constatación de que en las
"literaturas menores" es únicamente donde se hace una
literatura sin claudicaciones ante el mercado y el lector
"satisfecho"? La reserva de oxÃgeno.
En el Encuentro Norte-Sur organizado por la Universidad de
York de Canadá, José Emilio Pacheco se preguntaba entre otras
cosas cuál es el porvenir de la poesÃa en un mundo embobado
por las novedades tecnológicas. ¿Los creativos de publicidad
son los poetas de la época?
La posmodernidad, instalada como una fatalidad en la punta del
planeta, se caracteriza por la organización y difusión de
mensajes que difunden diversión para las masas dentro de una
cultura internacional de ordinario pop y de baja calidad. ¿Qué
tienen que hacer ahà el arte individual y las literaturas
nacionales en particular? DirÃamos que nada si no supieramos
que en el seno de todo frenesà aguarda el sepulturero que ha
de dar fin con los excesos. Esas literaturas "artesanales",
aún no homologadas por la crueldad de los satélites
comunicacionales, constituyen el oxigeno, la reserva ecológica
del humano frente a un mundo que impone estereotipos y tiende
a la evaporación de las singularidades.
Se trata de un nuevo exotismo, de la folklorización de
nuestras necesarias o la de un afán conservacionista que
terminará siendo conservador a secas?
El lenguaje es el medio......de vida.
¿Qué tiene que hacer el poeta, el hacedor de la palabra, en un
mundo comunicacional donde va desapareciendo la palabra? Los
guiones de televisión están obligados no solo a restringir el
número de palabras en aras al tiempo/espacio sino a usar
solamente aquellas que tengan un entendimiento general. La
capacidad léxica se ha restringido. Ahora existe el "coso" o
"la cosa" para designar a todo lo que antes tenÃa su nombre
propio.
Los estados de ánimo se han reducido a estar "fresh" o a
sentirse "pateado" por la vida. Y la vida, desde luego, ya
solo es una hamburguesa. La publicidad prácticamente prescinde
de la palabra y basa sus mensajes en lo subliminal. Hoy más
que nunca, el lenguaje es la ideologÃa en acto. Parafraseando
a McLughan, el lenguaje es el medio... de vida.
El desafÃo está dado. El mundo ya no es como era y, por lo
tanto, seguir siendo significa estar fuera del planeta o, al
menos, de onda. Se elabora un slogan como antes un epigrama,
pero ya no se persigue la belleza sino la venta. El video clip
es el soneto de la época. La literatura se ha reducido a un
graffitti. ¿Qué hacer?
La defensa de las culturas llamadas subalternas, el
develamiento de las artes y ciencias perdidas u ocultas, la
sobrevivencia frente a la gobernabilidad, la re-visión y no la
finalización de la historia, la educación ecológica; la
ciencia ficción no solo como género sino como esperanza de
vida, la tolerancia y la comprensión frente al diverso, la
reinserción del incesto, el descubrimiento y uso de poderes
paranormales, serán las órdenes del dÃa en esa batalla campal.
El humano no dejará de hacer uso de la palabra. Pero será otra
palabra. Será una palabra quizás menos solemne, nacida de la
incertidumbre pero cargada de futuro.
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 01/Agosto/1993 | 00:00